Danae de Anne-Louis Girodet

DANAE GIRODET

 

 

La modelo representada era Anne-Françoise-Élisabeth Lange, llamada Mademoiselle Lange, una de las actrices más conocidas de la época, notoria no sólo por sus dotes actorales, o por sus celebérrimos amantes, entre ellos se rumoreó incluso que Barrás, e incluso por sus hijos ilegítimos, sino sobre todo por sus posturas claramente monarquicas, que le costaron varias estancias en la cárcel e incluso, sólo gracias a la protección de algunos personajes de las altas esferas, pudo evitar la guillotina. Liberada tras la caída de Robespierre llevó una vida espléndida en los tiempos del Directorio. De hecho, Mademoiselle Lange fue tan famosa que a ella se debe el nombre de pamela para un determinado sombrero de paja que ella puso de moda y que tomó el nombre de uno de sus papeles, el de Pamela en la obra «Paméla ou la Vertu récompensée» de Nicolas-Louis François de Neufchâteau, algo parecido a lo que sucedería con la rebeca de Hitchcock y Joan Fontaine.

Mademoiselle Lange que ya tenía una hija ilegítima con un rico banquero alemán, Hoppé, quedó de nuevo embarazada, esta vez de un poderoso fabricante de armas belga, Michel-Jean Simons, del que tuvo un hijo en 1797 que no sólo fue reconocido por el padre sino que se casó con ella, retirándola de la escena y convirtiéndola en Madame Simons. Sin embargo, no llevaba más de un año de casada cuando se produjo el notorio escándalo al que va asociado este cuadro y que, como veréis, es difícil de entender de no mediar un asunto sentimental de por medio. Un rencor tal sólo puede ser producto del despecho.

 

 

 

El escándalo se produjo al exponer un cuadro pintado por Girodet de la actriz como Venus en el Salon de 1799. La actriz, que no se encontraba favorecida en el cuadro y disgustada al verse sometida al escrutinio público ahora que su estatus social había cambiado, obligó al pintor a retirar el cuadro y este, enojado por las exigencias de la actriz, pintó en pocos días esta Danae en la que Mademoiselle Lange aparece claramente como una prostituta, recibiendo dinero que cae del cielo.

Pero no fue sólo eso, toda la iconografía del cuadro, como veréis, estaba revestida de animosidad e inquina. Su esposo, Michel Jean Simons, estaba claramente aludido con el pavo, al que según algunos se parecía, que está a sus pies y que lleva en una pata el anillo nupcial. A sus pies una antorcha apagada que aún humea para simbolizar la pasión apagada, ha quemado sin embargo un ejemplar de la comedia Assinaria de Plauto, una comedia de enredos y alcahuetas en la que un viejo vive sometido a los designios de su esposa y que, además, hacía referencia a la Commedie Française. Detrás del pavo, un amorcillo le va arrancando las plumas de la cola con las que la actriz no sólo lleva ornada su cabeza, sino la de su propia hija, ahí retratada, a la que viste como ella,-mismo tocado, mismos pendientes- y que es la que levanta el manto para mostrar el sexo de su madre mientras mira directamente al espectador. Pero aún hay más. Debajo de la niña, hay una paloma atada a un yugo que lleva escrito en su cuello la palabra Fidelitas y que sangra por la herida abierta por una de las monedas que están cayendo del cielo mientras otra paloma con el lema Cordialitas se aleja volando espantada de la escena. Debajo un caracol, símbolo de la impotencia masculina y una máscara teatral con los rasgos del entonces rumoreado amante de la actriz, Monsieur Leuthraud, un reconocido especulador, que a su vez está cegado por otra moneda. La actriz además se contempla en un espejo que está roto y tras ella  toda una bandada de polillas se apresta hacia la muerte acercándose una vela. Las referencias eran tan explícitas que provocó un sonorosísimo escándalo  que no sólo afectó a la reputación de la actriz, sino a la del propio pintor. Tanta animadversión y animosidad rompía con cualquier regla de decoro.