Art Madrid celebra su decimocuarta edición
Art Madrid celebra su 14ª edición como es habitual en la Galería de Cristal del Ayuntamiento de Madrid, en eso que llaman CentroCentro Cibeles , en el antiguo pasaje Ruiz de Alarcón que antaño ocupaban los vehículos de reparto del correo y bajo la imponente cúpula de cristal que creó el equipo de Arquimática de Paco Rodríguez Partearroyo .
Es ArtMadrid , como siempre, un mundo paralelo que proporciona a un tipo de coleccionista barriosalmantino exactamente lo que busca, sin más -ni menos-, lo que, por otra parte, es muy legítimo y está muy bien.
Si el año pasado, la feria fundada por Alberto Cornejo (y dirigida en la actualidad por su hijo homónimo a mayor gloria de su galería BAT) tenía como artista invitado a Okuda San Miguel y lo volvía omnipresente, este año la omnipresencia le había caído en suertes a un artista bastante reciente que personalmente me gusta, Ruben Martín Lucas . Espero que esta súbita celebridad no se convierta en definitiva en una pérdida de libertad. Al menos no le hemos visto en la feria diseñando joyas para la joyería Suárez como sí hizo Okuda San Miguel el año pasado.
He hablado de Ruben Martín Lucas en mi entrada de Justmad así que os remito a ella, porque además es allí, en aquella feria más modesta y en una galería de Riaza (Segovia), donde mejor se le representa y no en este peligroso faló delle vanitá en el que como Savonarola puede acabar viéndose devorado por sus fastuosas llamas. Cuidado Rubén con los sistemas que fagocitan y mercadean.
ArtMadrid es lo que es y repito, bien legítimo es que así sea. En el catálogo se insiste machaconamente en que quiere ser un lugar accesible, de «esencia inclusiva» abierto a diversas audiencias, por lo que, al contrario que ARCO , se quiere abierto al público de a pie sobre todo si asiste con la cartera llena. Y a fe mía que o soy un talismán, cosa que dudo, o las ventas estaban siendo cuantiosas e importantes, como pude constatar personalmente en mi visita a juzgar por el trasiego frecuente y concurrido por los fondos de galería.
Nada más entrar encontrábamos una de las galerías más internacionales, la barcelonesa 3 punts Gallery de Eduard Duran y Javier Lopez a la que el propio diseño del stand favorecía en su visibilidad y probablemente en ventas, pues su oferta era de lo más adecuada al público que esta feria busca y encuentra.
Era posible ver all las obras irónicas sobre la fuga de capitales del jovencísimo Alejandro Monge , uno de esos muchísimos perros esculpidos en madera de Gerard Mas , -un bulldog francés, nada menos-,
las llamativas esculturas de Kiko Miyares, Efraín Rodríguez o Samuel Salcedo y de fondo unos hiperrealistas paisajes nevados de Ramón Surinyac trufados del colorismo de Oukuda San Miguel . Rien ne vas plus. El colmo del cool del Eixample barcelonés.
Enfrente, dos galerías. La primera, Fucking Art de Madrid con obras de Alfonso Zubiaga , Carlos Regueira y la ya cansina retórica de estilo de Isabel Alonso Vega con sus omnipresentes nubes en plexiglás que tanto celebran aquellos que las ven por primera vez.
Y la segunda Moret Art de A Coruña con obras de los gallegos Lino Lago , el hiperrealista Miguel Piñeiro , las esculturas de Ivan Prieto y algo del más irónico Daniel Sueiras.
Los títulos de las tres obras de arriba son bien elocuentes así que no diré más: « In memoriam Francis Eardraggen the 2nd » de Daniel Merlin y El dia en que el Dr. Richard Mead regresó de su luna de miel en Nueva Zelanda (arriba izda.) y Duchess Elizabeth von Barbien abajo de Daniel Sueiras .
Esta traca inicial marcaba sin duda el tono general de la feria que continuaba con el gran espacio que siempre ocupa la galería de su fundador y director, la Galería Bat Alberto Cornejo que, como no podía ser de otra manera, concedía un gran espacio a la fabulosa serie de «El jardín de Fukuoka» del homenajeado Ruben Martín Lucas. Barriendo para casa, lo que, de nuevo, es legítimo. ¿Cómo no?
Pero no queda ahí su oferta. En BAT podemos ver los impactantes lienzos de José Ramón Lozano que tanto encandilan al respetable
También las esculturas de Marta Sánchez Luengo, Carlos Albert y Carlos Iglesias Faura
O las impactantes fotografías intervenidas de la que fue ayudante de Ouka Leele y Ana Laura Aláez , la madrileña Leticia Felgueroso .
y las increíbles instantáneas de piscinas de la eslovaca Mária Švarbová que ha trabajado para revistas de gran impacto como Vogue
De no perderse la trastienda de la galería, auténtico hipermercado del arte y con los precios puestos. Impactante y muy simbólica esa gran torre de Babel que nos proclama huérfanos del cubano Gustavo Díaz Sosa
En este mismo tono la Galería Hispánica Contemporánea de México con obras de Manolo Valdés, Paul Rousso , el artista norteamericano Mel Bochner y los escultores Xavier Mascaró, Rafael Barrios y Fidia Falaschetti , además de obras de Mr Brainwash («MBW») quien se hizo famoso vía Bansky con la película Exit Through the Gift Shop.
LLamativa también la oferta de la Galería Art Lounge de Lisboa con unos maravillosos collages de Carmen Calvo e impactantes cuadros collage del argentino Daniel Merlín o del valenciano Uiso Alemany .
En la misma línea la galería alemana Robert Drees Gallery con obras de la coreana Sun Rae Kim , la española Pepa Salas y un interesante Markus Fräger , cuyas situaciones cotidianas cercanas a la pintura barroca fue de lo que más me gustó.
También alemana de Berlín, Schmalfuß , con impactantes obras del escultor y pintor Willi Siber , los escultores Carlo Borer y Oliver Czarnetta y la pintora brasileña de los 80, Cristina Canale. Se agradece un poco de minimalismo entre tanto pop.
Por lo demás destacar los dibujos sobre la estética de los poderosos de Kepa Garraza y las piezas de Dirk Salz y Patrick Grijalvo en Victor Lope Arte Contemporáneo de Barcelona;
la Galería Zielinsky de Barcelona con obra de Joaquín Lalanne, Pachi Santiago, y los uruguayos Yamandú Canosa y Juan Fielitz .
Mariajosé Gallardo en la Galería de Arte Luisa Pita
y la interesante Monica Dixon en MH Art Gallery de Bilbao
Con algunos exotismos como Layziehound Coka de Sudáfrica o los collages de la brasileña Manuela Eichner cierro la selección que he hecho para vosotros.
En fin, poco riesgo en general, poco compromiso político y mucho esteticismo para que quede bien con el sofá de Vitra. Pero ArtMadrid es lo que es, territorio de ávidos compradores, que no coleccionistas, en los que, como dije y puedo dar fe, las ventas, como siempre, irán la mar de bien.