Boulton and Park

Thomas Ernest Boulton y Frederick William Park fueron dos travestís victorianos y presuntos homosexuales que fueron como acusados en un juicio celebrado en Londres en 1871, acusados de «conspiración e incitacióna las personas a cometer un delito antinatural».

El 28 de abril de 1870, Lady Stella Clinton, también conocida como Ernest Boulton, de veintidós años, y la señorita Fanny Winifred Park, sobrenombre de Frederick William Park, estudiante de derecho de veintitrés años, asistieron a una actuación en el Strand Theatre de Londres , vestidos con trajes de noche femeninos. La policía había estado vigilando a esta pareja desde 1869, y fueron arrestados, junto con otro hombre, mientras que otros dos lograron escapar.

Se comprobó que todos vivían en direcciones separadas, pero se pudo avergar que Bolton y Park mantenían una casa en la calle Wakefield, frente a Regent Square, donde se vestían antes de salir de la noche, y donde se quedaban de vez en cuando con sus amigos durante uno o dos días. La policía hizo un inventario: dieciséis vestidos de satén o seda con adornos de encaje, una docena de enaguas, diez capas y chaquetas, media docena de corpiños, varios bonetes y sombreros, veinte moños y postizos de pelo y una variedad de polveras, bolsos, medias, botas , rizadores de pelo, guantes, cajas de polvo de violetas y perfume de rosas. Su patrona describió sus vestidos como «muy extremos».


Boulton era muy apuesto, afeminado y dotado de talento musical, con una maravillosa voz de soprano, y él y Park interpretaban papeles femeninos en obra teatrales de aficionados en teatros legítimos, casas de campo y otros lugares. A principios de ese mes Fanny y Stella, como «hermanas», asistieron a la carrera de Oxford y Cambridge, vestidas como mujeres.

También frecuentaban los teatros y Burlington Arcade vestidos de hombres, pero usando maquillaje, y guiñando a menudo el ojo a algun caballero respetable, hechos que fueron los que inicialmente atrajeron la atención de la policía.

Se registraron sus apartamentos y se encontraron cartas de John Fiske. El apartamento de Fiske en Edimburgo fue registrado también , y detrás de la reja de la chimenea en su dormitorio la policía encontró un álbum de fotografías de Boulton en traje femenino.

Boulton y Park fueron arrestados inicialmente por aparecer en público en ropa de mujer, un delito menor, pero después de que un cirujano de policía los examinó, fueron acusados de conspiración para cometer un delito mayor (es decir, sodomía). Su aparición inicial en el banquillo fue sorprendente; Boulton, con peluca y postizos trenzados, llevaba un vestido de noche de seda de color cereza, adornado con encajes blancos y brazaletes en sus brazos, mientras que Park, con sus cabellos rubios y rizados, llevaba un vestido de satén verde oscuro y encaje negro con un chal de encaje a juego, y un par de guantes de piel de cabritillo blancos. Boulton, Park, Fiske, Hurt (y otros dos en ausencia) fueron juzgados y la vista se llevó a cabo durante el mes de mayo del año siguiente .

Una persona relacionada con el caso fue Lord Arthur Pelham Clinton, diputado, tercer hijo del duque de Newcastle. Boulton a menudo se había presentado a otras personas diciendo: «Soy lady Clinton, la esposa de Lord Arthur», y mostraba el anillo de bodas en el dedo. Lord Arthur se alojaba cerca de él, pagaba los servicios del peluquero de Stella que venía cada mañana, y había encargado un sello grabado con el nombre de «Stella» e incluso tarjetas de visitas impresas con el nombre de «Lady Arthur Clinton». Hay carteles teatrales de Lord Arthur y Boulton actuando juntos

El nombre de lord Arthur se encontraba en la acusación original, pero murió el 18 de junio de 1870, cuando apenas contaba treinta años, antes de que el caso llegara a los tribunales, según se informó, por fiebre escarlata exacerbada por la ansiedad (pero de hecho suicidio).

Sin embargo durante el juicio la acusación de conspiración para cometer un delito grave no pudo sostenerse sin la prueba de la comisión real del delito; Incluso la fiscalía llegó a sentir que toda la evidencia se limitaba a señalar un comportamiento deshonroso. Además las cartas no sirvieron de mucho porque el jurado ignoraba por completo los dobles sentidos de la jerga propia de a subcultura gay victoriana. Todos los acusados fueron absueltos, a gritos de Bravo desde la galería.

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