obra grafica – Raras Artes http://rarasartes.com Curiosidades y legítimas rarezas del arte Tue, 17 Mar 2020 11:27:20 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.9 Urvanity Art 2020, cuarta edición http://rarasartes.com/urvanity-art-2020-cuarta-edicion/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=urvanity-art-2020-cuarta-edicion http://rarasartes.com/urvanity-art-2020-cuarta-edicion/#comments Tue, 17 Mar 2020 11:27:15 +0000 http://rarasartes.com/?p=14976 Urvanity Art 2020, cuarta edición de la Feria del Nuevo Arte Contemporáneo en el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM)

Este año ha celebrado su cuarta edición (del 27 de febrero al 1 de marzo de 2020 en el COAM, Madrid) Urvanity,  la feria que aún mantiene ese lema que, en sus inicios, creó tanta curiosidad como rechazo: “la feria del Nuevo Arte Contemporáneo”.
Y viene bien empezar por aquí porque aún hay quien piensa que esta es simplemente una feria de arte urbano que intenta elevar a la categoría de “Arte,” como si dijeramos, el graffitti en la época post-Bansky. Nada más reductivo y lejos de la realidad.

Sergio Sancho, director de Urvanity

Sergio Sancho, el director de la feria, en una entrevista a Artquarium en 2017 ya decía:

Para nosotros este debate está superado en el momento que la prestigiosa revista Art Review dedica una portada a D*Face, o que las casas Christie’s y Sotheby’s subastan sus obras. El trabajo y la irrupción en la arena artística de creadores como él nos hablan de qué es el Nuevo Arte Contemporáneo.

Obras de D*Face en StolenSpace Gallery, en este Urvanity 2020

Apostamos por ese término para englobar a todos aquellos artistas que, a partir de los años 70, inician su trabajo en las calles y cuyos soportes son las paredes, es decir, grafiteros, artistas urbanos o muralistas; y que más tarde evolucionan su planteamiento y entran a formar parte tanto del mercado a través de una galería como de la programación de museos. A este respecto me gustaría recordar la retrospectiva “Street Art” que la Tate Modern de Londres dedicó al arte urbano en 2008. 

“Street Art” en la Tate Modern de Londres en 2008. 

Así que no se trata ya sólo de arte urbano sino de artistas que con ese background entran a formar parte del mercado. Estos artistas no reniegan de su carácter urbano, sino que. muy al contrario, pueden seguir pintando por la calle y al mismo tiempo realizar una obra de estudio con destino a los circuitos más tradicionales sin que ello implique ningún problema de bipolaridad.

Stand de la galería parisina Joël Knafo con obras de Levalet y el homenaje a Keith Haring de Bom.K

En la memoria de todos queda la subasta en Sotheby’s por 1,18 millones de euros de una obra de Bansky que se autodestruyó de forma espectacular ante los asistentes apenas adjudicada su venta, y de la que por cierto, se puede ver una copia seriada en Urvanity. Por toda explicación Bansky tuiteó una frase de Picasso que decía: El impulso destructivo es también un impulso creador.

Una obra que por cierto, como el famoso plátano pegado con cinta adhesiva de Maurizio Cattelan de más de 100.000 euros, no sólo no perdió ni disminuyó su valor sino que lo multiplicó, según los expertos, ya que los restos se convirtieron en sí mismos en una nueva obra de arte, rebautizada por el autor como Love is in the bin. (El amor está en la basura). Sobran las palabras. ¿Arte o hamparte? ¿Papanatismo o burrismo, que diría mi querido José María Parreño?

No sé por qué me ha hecho recordar aquella obra de John Latham en la que él y un grupo de estudiantes masticaron un ejemplar de Art and Culture de Clement Greenberg y con la pasta bien molida, convertida en pulpa por la saliva y fermentada durante un tiempo se devolvió su esencia bien deglutida a la bibloteca a la que pertenecía. Por supuesto, Latham fue despedido de St Martins inmediatamente pero le sirvió para entrar con gran predicamento en el circuito del arte.

Sergio Sancho en su casa con parte de su colección: Samuel Salcedo, Laurence Vallières, Grip Face…

En una entrevista más reciente, en Ahmagazine, Sergio Sancho volvía a insistir en el concepto

“Nuevo arte contemporáneo”, es verdad que choca y parece que lo que antes era arte contemporáneo ahora ha dejado de serlo [risas]. Reivindicamos que muchos de los artistas que están representados en la feria son creadores que desarrollan un trabajo desde otra rama de la creación, mucho más actual, que estos artistas beben mucho de la cultura del cómic y los videojuegos o de la publicidad más creativa, en definitiva, de una nueva cultura popular. Por lo que estos creadores están impregnados de otros estímulos muy distintos a los que venían siendo habituales para otros artistas.

Obras de Jerkface en la neoyorquina Padre Gallery
Obras en piedras duras de Juan Manuel Quiñones en la china Pantocrator Gallery
Instalación hecha de cartón de Laurence Vallières en el patio del COAM

Al ser este tipo de arte completamente nuevo, tiene sentido que empiece a llamarse de otra forma. De todas formas, esto no es algo que nos hayamos inventado nosotros, hay publicaciones que ya hablan del nuevo arte contemporáneo como Juxtapoz o Hi Fructose Magazine, que se considera “the new contemporary art magazine«

Ben Venom en Swinton Gallery

Y aunque rara avis, Urvanity tampoco es una feria aislada en el mundo del arte. Otras ferias como la francesa Urban Art Fair en el parisino Carré du Temple se especializan en este tipo de arte que ocupa buena parte del espacio en otras tantas ferias que gozan de muy buena salud como Untitled (Miami y San Francisco) o la itinerante NADA (New Art Dealers Alliance) volcadas en diferentes enfoques como lo que se ha llamado el posgraffiti, el surreal pop, el muralismo contemporáneo o el arte digital.

Obras de GR170 en Montana Gallery de Barcelona
Obra hecha con soldaditos de plástico del colombiano Martín Mancera en la interesantísima Galería Casa Cuadrada.
Haiku (2019) de Carlos Nicanor en Furiosa Gallery

Aún así, las fronteras del arte urbano y los clásicos standards del art hace ya tiempo que se cruzaron y se interpenetraron baste ver el nutrido número de galerías que transitan o incluso convieven en una y otra feria como el acusado protagonismo de la barcelonesa 3 Punts Gallery tanto en Urvanity como en Art Madrid : Samuel Salcedo, Kiko Miyares, Faile ,

Esculturas en madera de Kiko Miyares en 3 Punts Gallery
Samuel Salcedo en 3 Punts Gallery

o el mismísimo Oukuda San Miguel que si el año pasado era homenajeado por Urvanity 2019, hace dos años se convertia en artista invitado en ArtMadrid 2018 y diseñaba joyas para la clasiquísima joyería Suarez de la Calle Serrano. Y aunque a mi, en su momento, me escandalizase tamaño desparpajo egocéntrico, ello no ha sido impedimento para compaginarlo con clases en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, fiestas en Ibiza, fallas en Valencia y obra en entornos rurales tan insólitos como Sacramento, Canada o Calzada de Calatrava. Es la nueva globalización. Artistas influencers y sin reparo. Es lo que hay.

elrow’art – Kaos Garden by Okuda San Miguel and Paco Osuna
Oct 19 | Ibiza

Y hecha esta introducción, pasemos a hablar de la feria en sí. Empiezo por decir que, un poco empalagado por tanta feria, casi me la salto y no puede haber mayor error. Urvanity, después de lo que os acabo de contar, ocupa como imaginareis un espacio singular e irrepetible entre las ferias de arte y, sin lugar a dudas, es una visita casi tan obligatoria como entretenida y, en muchos sentidos, asombrosa.

Les Beaux Restes de Bruno Pontiroli en Fousion Gallery
Flavia Junqueira en Pantocrator Gallery

Dilka Bear y Mono Cieza en Fousion Gallery

Es cierto que lo que ves aquí ya se ve en otras ferias de arte, pero lo que en ellas es episódico aquí se convierte en portentonso derroche de prodigalidad pop. Con referentes que van desde Roy Lichtenstein a Botero, de Vermeer a Maradona, de Mickey Mouse a Bart Simpson, de Lily Munster a la Pantera Rosa, de Supermario a Bambi, de Nike a la Gameboy. Mucha alegría y mucho buen arte, que no es incompatible la ecuación.

Muro intervendio por D Face en la calle Embajadores
Edgar Plans en la Galería Casa Cuadrada
El argentino Martín Gordopelota en La Causa Galería
Sergio Mora en Antonio Colombo de Milán

SVP llega incluso a hablar, yo diría que casi de cachondeo, de PopAbEx para calificar su obra: una mezcla de Pop con Expresionismo Abstacto y Comics de la Marvel.

ASVP en McCaig-Welles

Urvanity es cada vez mejor. Es todo lo que puedo decir. Tengo la sensación de que edición tras edición, no sólo se consolida sino que siempre da un paso más allá. Ya no es sólo que, como cada año desde el principio, acaben embelleciendo paredes medianeras de Madrid, y me alegro que este año le toque al cada vez más hipsterizado y gentrificado barrio de Lavapiés

Franck Noto aka Zest, en la calle Lavapies
Nicolás Romero aka EVER, 19 Embajadores Street
NEVERCREW, en el 14 de Augusto Figueroa

Es que además, desde el año pasado realizan instalaciones callejeras.  Nos dimos cuenta de que ninguna feria estaba sacando el arte a la calle y eso que con un presupuesto abultado se podrían hacer maravillas, dice Sancho.

Samuel Salcedo Pinball Wizard. en Plaza de Juan Goytisolo
Abel Iglesias en la Plaza del Callao

Este año no sólo se han intervenido plazas tan emblemáticas como la plaza del Callao, Abel Iglesias, o Samuel Salcedo en la Plaza Juan Goytisolo frente al Reina Sofia, Dunjia Jankovic en pleno corazón de Malasaña, en la plaza de San Ildefonso, o ese Mickey Mouse comiendo el corazón de un triceratops hecho de cartón de Laurence Vallières en el patio del propio COAM.

Dunjia Jankovic en la plaza de San Ildefonso
Laurence Vallières en el COAM

Pero es que además han dado un espacio cada vez más necesario al arte digital en los espacios públicos con el proyecto 10 seconds, 20 artists, en el que, como indica el título, 20 artistas y creativos digitales han creado otras tantas obras de 10 segundos que, gracias a un acuerdo con la empresa JCDescaux, aparecieron en las marquesinas de las paradas de autobús de puntos estratégicos de toda la ciudad durante esta semana del arte.

O la colaboración de Urvanity Projects con el nuevo rascacielos en construcción de finales de la Castellana, Caleido, que, entre otras cosas, será sede de una universidad y que pretende convertirse en epicentro del arte urbano de la ciudad. No sólo colgaron una luna de 9 metros de la grúa más alta de Madrid diseñada por el artista SpY,

Luna de SpY en el edificio Caleido

sino que también surgió una colaboración con el artista italiano Filippo Minelli, ambas acciones bien documentadas y mostradas en video en la feria, que dio lugar a la última serie de impactantes fotografías de su proyecto Silent Shapes.

Filippo Minelli. Silent Shapes en el Edificio Caleido

Pero es que además se apuntan a otros proyectos como la producción de una colección capsula de ropa creada por el artista canadiense Ryan Heska y la firma de ropa urbana Tiwel basada en películas de serie B de los 50. O la colaboración con Adidas y Foot District para que intervengan una de sus más icónicas zapatillas, como ya habían hecho otros creadores del mundo de la música, la moda o el arte como Pharrell Williams o Nathy Peluso, en este caso el catalán GRI7O.

Una barbaridad de actividades. Y todavía no se puede dejar de lado el programa de charlas Talks en un espacio que necesariamente todos los visitantes deben atravesar y que cada año es diseñado por un artista distinto, en esta ocasión, la neoyorquina Queen Andrea. Las charlas inciden en ese carácter fagocitador de este “Nuevo Arte Contemporáneo”, su capacidad evolutiva y la inevitable irrupción del arte digital,. Las charlas contarán con la intervención de galeristas, artistas tan notorios como Abel Iglesias, Grip Face, Ana Barriga, GVIIIE, Daniel Canogar, fotógrafos como Enrique Escandell o Martha Cooper (una de las pioneras en documentar la escena grafitera del Nueva York de los 70 y 80, así como de los orígenes del hip hop) o el director de ArtFutura, uno de los grandes eventos de arte digital del mundo.

Sala de conferencias diseñada por Queen Andrea

Entre las galerías internacionales se encuentran la francesa Le Feuvre & Roze, que llega con piezas de Sowat y ZestGalería Casa Cuadrada, con sedes en Bogotá y Zurich, trae entre sus obras piezas de Martín Mancera, el espectacular tapiz de Vanessa Barragao o esta de abajo del premiado Rafa Macarrón (Premio de Pintura BMW 2010 o ARCO Best Artist 2013)

New-World-TAPESTRY-Vanessa-Barragao
Rafa Macarrón

la italiana Antonio Colombo, con producción del ganador de un Latin Grammy por la portada y el libreto interior del álbum «El Poeta Halley» de Love of Lesbian, Sergio Mora, del que ya os hable en mi entrada de Drawing Room; la neoyorquina Padre Gallery, con una retrospectiva de JerkFace, la suiza Artrust, que presentaba la obra de Banksy a las que os hice mención más arriba o las apropiaciones de clásicos del arte de Andrea Ravo Mattoni,

Stand de la galeria suiza Artrust

los clásicos D*Face, o Shepard Fairey en la londinense StolenSpace Gallery

Shepard Fairey en StolenSpace Gallery

el impresionante despliegue amarillo de la mexicana Heartbeats con obra de Abraham Jiménez, Jose Luis Serzo (también en JustMad) y Horacio Quiroz

Horacio Quiroz
Abraham Jiménez

La representación nacional la ponen, entre otras,  3 Punts Galería, con las esculturas hiperrealistas de Samuel Salcedo o los cerebros de Emilio García, la siempre interesante propuesta de Fousion Gallery : Victor Castillo, Miss Van, Dimitry Nestar, Dilka Bear, Mono Cieza, Peca o Miss Van, ambas de Barcelona. Ojo a los coronavirus de la pieza de Peca, qué casualidad…

Gods and Mezcal II, Pecca

Meritorias también las propuestas de la madrileña Swinton Gallery, con tapices del americano Ben Venom y los muñecos de Laurence Vallières entre otras piezas, o la marbellí Yusto/Giner, con obras de Javier Calleja, la siempre interesante Ana Barriga o Julio Anaya Cabanding con un Picasso reciclado.

Stand de la Galería Yusto Giner

Además, Urvanity 2020 introduce una nueva sección dedicada a espacios que se incorporan al panorama artístico. Se trata de Young Galleries. Se han seleccionado galerías jóvenes que, por las propuestas que presentan, nos parecen potentes y queremos darles visibilidad,   explican desde la organización. 

Nicolás Romero

Todas con apuestas de interés desde un clásico como Sawe o Nicolás Romero (autor del mural de Embajadores) en B-Murals  o la interesante propuesta de BienCuadrado Gallery, fascinantes los dibujos de Rithika Merchant y Kristin Sagli , ambas galerías de Barcelona.

Kristin Sagli

Rithika Merchant

O las cerámicas de Clement Arnaud o el despliegue de pop caribeño de Antonyo Marest en la parisina Happy Gallery o la serie Splash de Moses & Taps en la italiana Vicolo Folletto Art Factories.

Pues eso es todo, que no es poco. Urvanity, con el apoyo fiel de la cerveza Mahou, se sigue superando edición tras edición.

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Drawing Room, VI edición http://rarasartes.com/drawing-room-vi-edicion/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=drawing-room-vi-edicion http://rarasartes.com/drawing-room-vi-edicion/#respond Tue, 10 Mar 2020 10:27:00 +0000 http://rarasartes.com/?p=14936

Drawing Room, VI edición

Nos centramos hoy en la más coqueta de todas las ferias de arte de la ya pasada semana del arte, pues coqueta,  según la RAE,  significa pulcra, cuidada, graciosa y esmerada en todo lo que le pueda hacer resultar atractiva. Pues todo eso es Drawing Room y todo eso es Mónica Álvarez Careaga, con sus coquetas gafas, siempre tan bien colocadas.

Historiadora del Arte por la Universidad de Oviedo y museóloga por la Ecole du Louvre (París), antes había sido responsable de proyectos comisariados en las ferias ARCOmadrid,  Swab Barcelona, Set Up Bologna, Art Beijing, etc, antes de embarcarse en este que ha sido  un proyecto casi personal («Nadie me ha nombrado directora» dice ella misma) centrado en el dibujo contemporáneo aprovechando la afluencia de público en la ‘semana del arte’ de Madrid.

 

De izquierda a derecha, Lucía Mendoza, galerista; Inmaculada Corcho, directora del museo ABC de dibujo e ilustración; Mónica Álvarez Careaga, directora de la feria; Bárbara de Rueda, coleccionista; y Pep Antón, codirector de la Galería Silvestre, en la presentación del número 4 de Papeleo en el Museo ABC

Después de su paso por el Salón de Baile del Círculo de Bellas Artes, Drawing Room se presenta por segundo año consecutivo en el palacio isabelino de Santa Bárbara diseñado por Juan de Madrazo y Kuntz, una delicia de lugar en pleno Alonso Martínez y a un tiro de piedra de Hybrid, y a dos de Urvanity, otras dos de las más frecuentadas ferias de arte de estos días. Esa excelente ubicación y lo bonito que es el propio palacio no son óbice sin embargo para que el lugar sea un poco limitado de espacio

.

Tan sólo 16 galerías que sin embargo palian, como ya sucedió el año pasado, la escasez de espacio expositivo con una excelencia en la selección y en la calidad media de lo expuesto. Drawing Room nunca defrauda y aguanta perfectamente el tipo frente a otras ferias de mayor empaque y producción como la veterana ArtMadrid o JustMad entre las que transitan, por cierto, algunas galerías como un sistema de vasos comunicantes . Como el buen perfume, Drawing Room viene en un frasco pequeño de cristal labrado.

La feria está ya tan consolidada que realiza, como otras ferias mayores, su preview en exclusiva para coleccionistas , bajo la coordinación de la gestora cultural Lucía Zabala,  con su directora y encuentros con galeristas y artistas, así como visitas privadas a determinadas galerías.

También se había presentado con antelación en el Museo ABC de Dibujo el cuarto número de Papeleo, dedicado al dibujo italiano contemporáneo y concebido por el comisario boloñés Antonio de Falco, que podía adquirirse en el Palacio de Santa Bárbara durante la celebración de la feria y en librerías especializadas

Paulo Lisboa en foto retrospectiva

Y bueno, entrando ya en lo visto en la feria, como son pocas salas, destacaría los impecables  trabajos de Klaus Mosettig y Paulo Lisboa en la galería Uma Lulik, particularmente fascinantes los de este último  donde  la oscuridad se convierte en sustancia y su ausencia es luz, en una capa sobre capa de sedimentación meticulosa

Klaus Mossetig. Old Gate. 2013. Lapiz sobre papel. 63×63

o los dibujos con lapiz de acuarela de Teresa Dias Coelho en la Galeria Monumental, fantasmas a los que solo tenemos acceso a través de los detalles que se nos dan: los pies, los zapatos…Ambas galerías provienen de Lisboa, donde la feria, como JustMad, tiene también una hermana gemela que se celebrará  entre el 14 y el 18 de octubre próximos.

Teresa Dias Coelho en Galeria Monumental

Clásica pero efectista la selección de Ogami Press con las delicadas piezas de Javier Pividal, las obras intertextuales de Almudena Lobera y la serie “Zénzanne» de Alfonso Albacete en las que toma como referencias la forma de las troneras del castillo samurái de Himeji en Japón y aquella idea de Cézanne según la cual la naturaleza podría verse como un conjunto de conos, cilindros y esferas.

Alfonso Albacete Zénzanne. Zénzanne, 2018.
Serie 36 Monotipos, 49.5×69.5 cada uno. Courtesy: Ogami Press

Bastante interesante la desasosegante propuesta de La Carbonería con los dibujos de Jorge Vicén que él mismo califica de  imágenes mentales que le sirven casi de diario

Vicén cuenta que las realiza casi de una manera compulsiva, con un cierto automatismo que explora el subconsciente y se traduce en obras que se convierten en paisajes psíquicos en los que se autorretrata al mismo tiempo que nos interpela. Obra que salvando las distancias me recuerda a los dibujos de otra gran artista del dibujo, la polifacética Mónica Valenciano

Serie Extramonio de Jorge Vicén

Extraña también, en la misma galería, la obra del uruguayo Elián Storlasky basada en litografías y metacrilatos que retratan lo cotidiano en medio de períodos turbulentos de la Europa del siglo XX.


Elián Storlasky

Inconfundible la ya muy conocida obra de Paco Pomet en My name’s Lolita, a quien el propio Bansky seleccionó para exponer en su parque de atracciones Dismaland. Aunque, en ocasiones, se trate de óleos sobre lienzos la obra de Pomet siempre esta fundamentada en un dibujo de extraordinaria calidad, con sus característicos toques humorísticos y surrealistas.

Activistas dibujo en lápiz de tiza y pastel de Paco Pomet en la Galería My Name’s Lolita Art.

Impecables y muy evocadores también los dibujos de inspiración metafísica a lo DeChirico de Illán Arguello tambien en My Name’s Lolita

ILLÁN ARGÜELLO
Sin Título, 2020.
Carboncillo sobre papel. 50x70cm. Courtesy: My Name’s Lolita Art

De frente, la única galería italiana, pese a la dedicatoria de Papeleo al dibujo del país trasalpino, la napolitana Shazar Gallery donde lo mejor eran los dibujos de Rocco Dubbini. Ahí vimos estos «Gli occhiali che sapevano vedere» de 2012 que en realidad son las gafas de Pier Paolo Pasolini, el poeta, director de cine e intelectual asesinado en circunstancias misteriosas en 1975. Dubbini produjo una exposición individual sobre él para esta galería.

Rocco Dubbini «Gli occhiali che sapevano vedere» de 2012. Pencil on paper, 70×100 cm. Courtesy: the artist and Shazar Gallery

Interesante como siempre la Galería Silvestre de Pep Antón, uno de los incondicionales e históricos galeristas de esta feria. Esta vez presentaba una mezcla bastante sugestiva por heterogénea: Por un lado  – de nuevo- el trabajo preciosista de la que intuyo será una de sus best sellers, la casi hiperrealista Irene González aunque en esa hiperrealidad  la existencia e incluso la identidad de las modelos  siempre parezcan como suspendidas a la espera de un gesto revelador;

Dibujo de Irene Gonzalez

los muy interesantes trabajos del belga Klass Vanhee con unos irónicos y energéticos dibujos y el trabajo más conceptual de Marta Berranechea

Obras de Klass Vanhee en primer plano en Galería Silvestre y al fondo las alegres dibujos florales de Flavia Martini en la bonaerense Otto Galería.

Destacaremos también, en la galeria portuguesa Fonseca Macedo, a José Loureiro, con una obra magnífica pero que creo recordar que ya habíamos visto el año pasado, y una de las favoritas de la directora de la feria la portuguesa Isabel Madureira Andrade, una de las finalistas del Prémio EDP Novos Artistas, 2019 (el premio más importante para jóvenes artistas en Portugal) y que trabaja siguiendo la técnica del frottage

ISABEL MADUREIRA ANDRADE
Sem Título (Short Pressures) #1, 2018.
Oil on paper, 42×57,5 cm. Courtesy: Fonseca Macedo Arte Contemporânea

Muy efectistas los cuidadísimos dibujos de Salustiano en la Galería Lucía Mendoza, otra de las galeristas incondicionales de la feria.  Muy bonitos, muy clásicos pero con una frialdad despersonalizada que recuerda casi al retrato renacentista de Federico de Montefeltro de Piero della Francesca.

Salustiano
Sevilla, España, 1965
GALERÍA LUCÍA MENDOZA

Fantástica la apuesta de la única galería holandesa, la Galerie Bart,  con tres autores muy interesantes. Raymond Lemstra, un artista fascinado con esa cosa que llaman pareidolia: la percepción imaginada de caras humanas en nubes, rocas u otros objetos, unas obras que tenían una reminiscencia de Paul Klee

RAYMOND LEMSTRA
Facing Seoul #03, 2017.
Acrylics and found materials on paper, framed, 61×46 cm. Courtesy: Galerie Bart

las fascinantes construcciones de Toni van Tiel, de lo que más me gustó, y los fragmentos de paisajes del británico Lawrence James Bailey

TONI VAN TIEL
Tissue Tower, 2018.
Gouache on paper, 29,7×21 cm. Courtesy: Galerie Bart

Fantástico despliegue de obras de uno de los ilustradores más interesantes y heterodoxos del panorama nacional, Sergio Mora en la Galería Siboney que casi arrinconaban en un panel a las cuatro obras del almodovariano Dis Berlin que hasta resultaban aburridamente clásicas  por contraste

DIS BERLÍN
Portrait of a model, 2011.
Óleo y acrílico, encuadernación. 36,7×53,6 cm. Courtesy: Galería Siboney

Tiene un no-se-qué de hipnótica la exhuberancia, la fertilidad ubérrima y descacharrantemente irreverente de Sergio Mora, tanto en esta galería Siboney, como lo visto de él, mas poppy y sesentón en Urvanity Fair

Sergio Mora presentando sus obras en el stand de la galería Siboney

De lo mejor ese perverso Lladró con un superhéroe con cabeza de botijo.

En la galería sueca Wadstöm Tönnheim poco más que unos cuadritos de Mariajosé Gallardo, después de su reciente exposición Centro de Arte Contemporáneo de Málaga.

MARIAJOSÉ GALLARDO
Sketchbook, 2018.
60×73 cm. Courtesy: Wadström Tönnheim

Mucho más interesante la galería colombiana de José Amar y sus jovencísimos artistas de Medellín, un lugar que ebulle creatividad en estos momentos. Allí estaban ellos, muy simpáticos, dispuestos a hablar con el que quisiese escuchar sobre su técnica o su inspiración. Felipe Bedoya, con esos dibujos tan a lo Juan Genovés, se llevó el Premio DMG al joven talento

FELIPE BEDOYA
Solsticio, 2019.
Grafito y tinta sobre papel, 54×40 cm. Courtesy: Galería José Amar

Muy logrados también los dibujos de Yosmán Botero, que, según explicaba, representaban paisajes que durante los conflictos bélicos adquieren valor en la medida en que son recurso para el enemigo. Algunos de sus dibujos reproducían esos pueblos ficticios del desierto americano de Nevada donde, durante los años 50, se experimentaban sobre las consecuencias de las detonaciones atómicas.

Obras de Yosman Botero en la Galería José Amar

 Y terminamos, last but not least, con la última e impactante sala donde convivían dos galerías. Por un lado, la siempre interesante galería valenciana Pepita Lumier, con obra de Alejandra de la Torre y unas vistosísmas acuarelas de arquitecturas neoyorquinas de Daniel Torres, uno de los innovadores del comic de los ochenta.

Stand de la galería Pepita Lumier con cuadros de Alejandra de la Torre al fondo y las acuarelas de a la derecha

Y por otro lado, el siempre impactante montaje que suele proponer el galerista Nathaniel Pitt. Aún persiste en mi memoria aquel cuarto de atrás lleno de autorretratos de John Robinson que propuso Pitt Sudio en la feria de Justmad del año pasado. De nuevo se repite, el artista y el horror vacui .

Un despliegue en donde convivían la explosión creativa de los minúsculos y obsesivos autorretratos del británico John Robinson en el centro y, arriba y abajo, las aguadas, con muchas reminiscencias de los grabados de Goya, del también británico Tony Squance

autorretratos del británico John Robinson
obra de Tony Squance

Y bueno, eso es todo, amigos. Mucho bueno para una feria tan pequeña de la que me confieso ya un ferviente seguidor.

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JustMad 2020, undécima edición de la feria http://rarasartes.com/justmad-2020-undecima-edicion-de-la-feria/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=justmad-2020-undecima-edicion-de-la-feria http://rarasartes.com/justmad-2020-undecima-edicion-de-la-feria/#respond Tue, 03 Mar 2020 11:49:09 +0000 http://rarasartes.com/?p=14896 Bueno, pues como viene siendo habitual en el mes de Febrero, ya están aquí todas las ferias de arte que se celebran en torno a la gran cita de ARCO que, como sabéis, no me interesa tanto, como estas otras citas de las que siempre os selecciono lo que más me interesa. En esta primera entrada hablaré de JustMad que alcanza con ésta su undécima edición

Es cierto que, en general y pese a todo, hay poca cosa nueva y, en algunos casos, como la galería Aurora Vigil, la propuesta es casi idéntica a la de años anteriores, pero también lo es que otras de las galerías que más me interesan como la leonesa La Gran, la valenciana Set Espai d’art y la barcelonesa Projekteria repiten con una oferta radicalmente diferente de la de años anteriores y manteniendo sin embargo un interés que, al menos, para mí, renuevan año tras año.

La feria ahora la dirige en solitario Semiramis Gonzalez, sin Daniel Silvo, como en años anteriores, embarcado ahora en el interesante proyecto de Galeria Nueva, una galería de galerías donde podrán exponer galerías de otras ciudades por un tiempo limitado y que ocupa el local de la ya extinta tienda de ropa de segunda mano de la maravillosa Kiki Guisado, Pepita is dead, en la calle Doctor Fourquet 10.

Como es habitual en esta feria, Semiramis presume de contar con más mujeres que hombres en su selección -87 mujeres vs 84 hombres-, espíritu reivindicativo que se pretende enlazar con esa reciente e histórica exposición del Prado sobre dos pintoras Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Talante reivindicativo que se proclama desde la misma entrada con una obra concebida por Avelino Sala y Eugenio Merino que recoge algunas de las lindeces que muchos de los grandes pensadores han soltado sobre el género femenino y que, para entrar, tendrás que pisar.

Al parecer este año hay también un compromiso con la performance y el videoarte enmarcado en un proyecto que han llamado Into the Sublime/Hacia lo Sublime, que surge de la colaboración de la feria con la revista Sublime. Arte + Cultura Contemporánea, fundada  precisamente por los autores de los felpudos arriba mencionados en 2002. Además hay charlas sobre el papel de las tecnologías exponenciales como la inteligencia artificial, la realidad aumentada, el reconocimiento de gestos, etc tanto en la sociedad como en el arte presididas por el experto en tecnología e innovación Paco Bree

Regina José Galindo, “El Gran Retorno”, 2019

Bien, pues, vamos al lío, Es verdad que siempre en estas ferias hay una sensación de déjà vu, pero, dando por descontado que la capacidad de sorprender es muy limitada, de entre todas las ferias adláteres de ARCO, esta es siempre, de lejos, mi favorita y, de una manera u otra, siempre acabo pasándomelo la mar de bien. Es cierto que este año he echado de menos algunas presencias, particularmente la de mi admirada Consuegra Romero, y se nota también la ausencia de algunas galerías tan centradas en la fotografía como eran Cámara  Oscura o la galería Alalimón de Barcelona que el año pasado trajeron propuestas muy interesantes. Afortunadamente hay fotografía y muy buena, como la del mozambiqueño Amilton Neves que estaba en el stand, según me pareció, de la más exótica de las galerías, la galería Kulungwana de Maputo

Do it today. You going to play tomorrow. 2019. Amilton Neves

O las impresionantes fotografías de la portuguesa Pauliana Valente Pimentel, como esta de la serie Quel pedra sobre un grupo de transexuales caboverdianos de la isla de Sao Vicente. Interesantísima su obra, os dejo un link a su página web.

De la serie Quel Pedra Pauliana Valente Pimentel

Muy interesante por cierto la propuesta en conjunto de la galería de Oporto Sala 117 donde se exponían estas fotografías con otros trabajos muy impactantes de otras dos mujeres, Serena Barbieri y Mariana Barrote.

Mariana Barrote. Lagoas expectáveis, 2018, acrílico sobre tela, 192×140 cm

Poco interesante sin embargo, en general, este año el desembarco de las nueve galerías portuguesas, aunque en honor a la verdad, aparte del interesante montaje del stand de la Galería das Salgadeiras que había cubierto el suelo de una especie de tierra hecha de neumáticos reciclados, lo mejor de las galerías portuguesas tenía nombre de mujer. Además de las artistas ya citadas de la Sala 117, merecen reseñarse la interesante Sara Maia en la Galeria Cisterna, Teresa Carneiro en la galería Nuno Sacramento, la propuesta por entero femenina de la Galeria Arte Periférica y, sobre todos los trabajos con papel de Lúcia David

Lucia David

y las piezas realizadas con restos de pituras y lapiceros de Helga Stüber-Nicolas en Trema Arte Contemporanea, todas galerías lisboetas, pues no olvidemos que Justmad tiene su feria gemela allí que ya va por su tercera edición, JustLx

Helga Stüber-Nicolas

También todo mujeres artistas de nuevo, ya lo hizo el año pasado al menos, una de mis galerías favoritas, la leonesa La Gran que comparte stand y parece que, en fechas breves, proyecto también conjunto en Madrid, eso me contaron, con la galería asturiana Espacio Líquido

LaGran- Espacio Líquido en JustMad

Ambas galerías ya venían colaborando en distintas ferias como ARCO Madrid, ARTBO Bogotá, ArteSantander, JUSTLX, PULSE Miami, VOLTA Basel o VOLTA NY y ahora abren un espacio conjunto en Carabanchel. Si el año pasado ya me fascinaron con obras de Paloma Pájaro, Laura Salguero o Elisa Terroba, este año vuelven a tener uno de los espacios más fascinantes de la feria contando una vez más con obra únicamente de mujeres artistas

Especie 6. 2019. Marina Nuñez

Asi tenemos esas infografías metamórficas de Marina Nuñez que podéis ver aquí arriba, la impresionante destreza técnica de las piezas de Ana Teresa Barbosa en las que la brecha entre realidad y representación, por momentos, se hace muy delgada y, por último, las delicadas, hasta decir basta, piezas de porcelana Artika (una porcelana que se caracteriza por su blancura y su carácter traslucido) de Noemi Iglesias aprendidas gracias a una beca del gobierno taiwanés y que le ha llevado a exponer con gran éxito en Taipei o Corea.

Ana Teresa Barbosa Paraiso 2019
Noemí Iglesias. Serie Rebel Heart. Porcelana con pigmentos rojos 2019

Igualmente hizo también el año pasado y repite otra vez, la galería vienesa Galerie3 i Flux 23, que repite con tres mujeres: Karen Elliot, el trabajo sobre los clichés artísticos de Anna Khodorkovskaya o unas fascinantes acuarelas pintadas en viejos pañuelos de bolsillo y paños de cocina que Elizabeth Wedening realizó durante una residencia en Nepal a modo de las banderas de oración nepalíes

Siempre interesantes las propuestas de tres de mis galerías favoritas. La valenciana Set Espai d’art que aunque repite con una pieza de Chingsum  Jessye Luk, aunque muy distinta de la del año anterior, vuelve a sorprenderme con esas fascinantes fotografías de olas congeladas en la Antártida de Janek Zamoyski

Janek Zamoyski Antartic Typilogy 2018

y las delicadas piezas de Cristina Almodovar que parecen hechas de cerámica y en realidad no son sino residuos plásticos reciclados con sutiles toques de color que retroiluminados parecen flotar. Arrecife se llamaba esta pieza. Preciosos. Los puntos rojos indicaban que no era el único al que habían gustado

Cristina Almodovar

Muy interesante Projekteria (Art Gallery) con una doble propuesta: Alberto Franco y una sorprendente exhibición en multiples medios – fantásticas las acuarelas- de Ana Daganzo.

Piezas de Ana Daganzo en Projekteria (Art Gallery)

Siempre me interesa igualmente lo que traen en la galería Trinta de Santiago de Compostela, con un fondo de armario que va desde Chema Madoz a Esther Ferrer, pasando por Eva Lootz. Casi nada. Esta vez vuelven a acertar por completo con obras de los Bravú, Din Matamoros, Carla Andrade y Francisco Mendes Moreira.

Francisco Mendes Moreira en Galeria Trinta

No por previsible y repetida, deja de ser interesante ver obras nuevas de Jorge Hernández y Santiago Picatoste en la Galeria Aurora Vigil, esta vez acompañados por unas piezas de tubos muy elegantes de Burkhard Schittny o de mi admirado Rubén Martin Lucas en AP Gallery . Qué pertinaz y simpática vendedora tenía el estand. Me enseñó alguna pieza en el almacén de quitar el sentío. Como es habitual, en su doble vertiente, con sus jardínes de Fukuoka y una nueva serie que ahora llama “BUROCRACIAS” que no es sino es una nueva ramificación del proyecto STUPID BORDERS con el que exploraba la naturaleza artificial de las fronteras .

Trece personas esperando la autorización de otra para cruzar una línea quebrada / serie BUROCRACIAS, 2018

De las galerías italianas, sufriendo la sospecha del coronavirus, me llamaron la atención unos grabados no expuestos de una serie llamada Ecce Animal de Otto D’Ambra en la muy atractiva Burning Giraffe Gallery

Otto D’Ambra en Burning Giraffe Gallery

y la calidad casi miniaturesca de Diego Zangirolami con un dibujo de lo más refinado en Crag-Chiono Reisova Art Gallery, ambas de Turín.

Diego Zangirolami

Muy atractiva me resultó la propuesta de la Galería Metro de Santiago de Compostela con unas misteriosas cajas, casi relicarios entre Calder y Cornell, que contenían las sugestivas y poéticas piezas de Xavier Cuiñas

Xavier Cuiñas

y la impactante pintura, la foto no le hace justicia en verdad, de Sebas Anxo, del que pude ver bastante más obra en pequeño formato, siempre con bastante interés.

O mundo é fauve. Le Corbusier. 2020. Sebas Anxo

No puedo dejar de mencionar a Estefanía Martín Saez en la Galería Gema Llamazares de Gijón. Bordar amansa a las fieras, leí que decía en una ocasión. Esta es quizás la pieza más lograda de las muchas que ya he visto de su mano. De nuevo, la foto no le hace justicia pues el bordado parecía flotar.

Estefanía Martín Saez

Otro trabajo que captó poderosamente mi atención fueron los trabajos con textos y fragmentos de libros de Francesca Poza en la preciosa galería catalana Olivart Art Gallery. Tengo cierta atracción por este tipo de trabajos realizados a partir de libros impresos, pero el delicado trabajo de Poza es digno de mención.

Premiados con residencias han sido en pintura Tomás Pizá que presentaba su obra en la Galería madrileña Herrero de Tejada y que ha sido galardonado con el premio Residencia Nautilus en Lanzarote

Obra de Tomás Pizá en la Galeria Herero de Tejada

y la artista francesa Louise Frydman (París, 1989), representada por la galería Loo & Lou Gallery (París), ha sido la seleccionada para el Premio Residencia Árvore en JUSTMAD, cuya primera edición se otorga a artistas que trabajen la cerámica como técnica.

Obras den cerámica de la francesa Louise Frydman

Y me he dejado para el final la galería que más me sedujo no tanto por lo expuesto, que también, sino por la interesantísima charla llena de referencias comunes que sostuve con la galerista Chus Tudelilla y que nos llevó a charlar de Leonora Carrington, Elsa von Freytag Loringoven o del Didi-Huberman, de La Invención de la Histeria: Charcot y la Iconografía de La Salpêtrière. Muy, muy recomendable esta galería zaragozana de enigmático nombre La Casa Amarilla que arrancó hace pocos años con una exposición que tomaba el título de la obra de George Perec, La vida instrucciones de uso:  Si hay una vocación moral, una práctica, es la de dar a ver, la de pedirle a la gente que mire, quizás de manera diferente, lo que están acostumbrados a ver.

Después de consultar su web que os recomiendo (pinchad aquí) hay muchas de las exposiciones que me hubiese encantado compartir como esta con tan enigmático título tomado de un grabado francés, La influencia de la Luna sobre la cabeza de las mujeres

Sara Quintero La influencia de la Luna sobre la cabeza de las mujeres

o la fascinante Viaje al manicomio dedicada a algunas de las mujeres creadoras que por ser consideradas locas fueron silenciadas o expulsadas del cuerpo social y político establecido.

Ser caballo de Sara Quintero

Fascinante el trabajo de Sara Quintero que mezcla sabia y sutilmente el dibujo a grafito con una imagen digitalizada.

Bueno y eso es todo por este año. Buen arte y particularmente, muy buen arte de artistas mujeres. No ha sido una intención deliberada pero, al repasar la entrada, me he dado cuenta de que en su mayor parte me he detenido sobre artistas mujeres. Semiramis estará contenta en Babilonia.

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Urvanity 2019, tercera edición de la feria de arte urbano (y no) http://rarasartes.com/urvanity-2019-tercera-edicion-de-la-feria-de-arte-urbano-y-no/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=urvanity-2019-tercera-edicion-de-la-feria-de-arte-urbano-y-no http://rarasartes.com/urvanity-2019-tercera-edicion-de-la-feria-de-arte-urbano-y-no/#respond Fri, 29 Mar 2019 11:50:39 +0000 http://rarasartes.com/?p=14651 Urvanity 2019, tercera edición de la feria de arte urbano (y no)

 

El  edificio del Colegio de Arquitectos de Madrid, con casi 1000 m2 de espacio expositivo, es el contenedor por segundo año consecutivo de esta feria de arte, que cada año aprovecha de una manera distinta su especial arquitectura.

Del 28 de febrero al 3 de marzo se pudieron ver obras de algunos de los algunos de los más interesantes artistas urbanos del momento ya fuera en las 23 galerías nacionales y extranjeras participantes, o en los Solo Shows del nuevo Programa de Comisariado. Además se organizaron como otros años instalaciones  y murales hechos ex profeso por distintas partes de Madrid.

 

 

En general, en un primer acercamiento y a pesar del aumento de zona expositiva, encontré la feria más floja que la edición anterior aunque siempre se encuentran obras interesantes y distintas de las otras ferias de la Semana del Arte de Madrid.

 

Moneyless

En el piso de arriba de esta edición que los organizadores han concebido como un único recorrido, había ocho galerías con obras bastante desiguales, aunque podríamos destacar a Moneyless en la Galería italiana Doppelgaenger.

 

Moneyless. Urvanity Art 2019. Madrid, February 2019

Moneyless, apodo del italiano Teo Pri, además era uno de los artistas invitados a intervenir la ciudad, lo que hizo con una instalación de de lana e hilo en la calle Augusto Figueroa, no lejos del COAM.

 

Grip FAce SC-Gallery

Interesante la propuesta de la la bilbaina SC Gallery con los extraños rostros de Grip Face y un pequeño hombre dentro de una jaula de Isaac Cordal, que era también autor de la pieza que podía verse en el patio, “Following the leader”.

 

Isaac Cordal-SC Gallery

 

Obra del artista Isaac Cordal, «Follow the leaders»

 

Esta pieza del patio consistía en unna gran maqueta del gallego Isaac Cordal, que representaba una ciudad completamente en ruinas devastada por la guerra y habitada por pequeños hombres de negocios, vestidos de traje y con sus maletines, semienterrados, agrupados en racimos

que demabulan a la deriva observando el efecto colateral de sus propias decisiones. Las esculturas representan un estereotipo social relacionado con el poder, la burocracia, la política, la banca, el patriarcado…Son el icono de una sociedad en constante decadencia.

 

Follow the leaders

 

Muy llamativos, también en las primeras galerías,  en la italiana Martina’s Gallery, los enormes lienzos de la italiana Laurina Paperina, repletos de personajes de comic mutantes y mutilados en escenarios apocalípticos  

 

Laurina Paperina. Doomsday (Apocalypse Now) The island-i140x140

Una estética que rompe «con el mundo rosa y enlaza con la estética anti-cartoon y el cómic underground americano«, explica la propia artista en una entrevista.  Las escenas que representa suelen ser grotescas, irreverentes, delirantes y cómicas mezclando personajes de muy distinta procedencia. desde un Bambi transformado en Rambo a los personajes de Pulp Fiction disparando a un Bob Esponja que se saca sus propios ojos ante la mirada atónita de Darth Vader.

 

Laurina Paperina | The hunting party

 

Poco después ya entrabas en el espacio dedicado a mayor gloria del omnipresente Okuda San Miguel, auténtico protagonista el año pasado, que de nuevo contraataca con un proyecto especial e inédito  “The rainbow Mountains”, con el que  regresa a su época más surrealista.

 

 

Nada nuevo, en realidad, su característico universo poliédrico caracterizado por colores psicodélicos y patrones geométricos. El espectáculo abarca todo el universo de Okuda , que incluye desde pinturas sobre papel pintado hasta una gigantesca escultura hinchable e incluso bordados. Diversificando. Hasta joyas para la joyería Suárez hizo el año pasado

 

 

Después venían lo que han llamado «Solo Shows» comisariados por Sabina Chagina (cofundadora de ARTMOSSPHERE, la Bienal de Arte Urbano de Moscú) Sergio Pardo y Juan Peiró. Un amplio espacio dedicado a cuatro monográficos de artistas bastante consagrados, sobre todo para sus galeristas.

 

Jan-Kalab-24

Muy interesantes las piezas minimalistas de Jan Kaláb (Magma Gallery) que  comenzó en el mundo del grafiti en una Checoslovaquia que descubrió el arte urbano al abrirse al mundo occidental a partir de los años 90 y que, afincado en Nueva York, quiso marcarse un nuevo reto de grafittis en 3D. Mostramos mis lienzos con forma orgánica, lo que parece ser la línea más popular de mi trabajo.

 

 

Otro de los solos esta dedicado a Sam3 traído por la galería Doppelgaenger de Bari y que es conocido por producir sombras y siluetas en entornos urbanos. Aquí presentaba piezas monocromas dominadas por el color azul.

 

Muy conocida es la obra de una de las primeras grafiteras francesas, Miss Van y sus “Musas y guerreras”, personajes femeninos con máscaras de animales, sensuales pero al mismo tiempo oscuras, que se acercan al mundo del burlesque.

 

El último de los Solo Shows estaba dedicado a pionero del street art neoyorquino Dan Witz. Traído por Wunderkammern de Roma/Milan , su exposición individual presenta impresionantes pinturas hiperrealistas que, como acertadamente señaló mi sobrino Alex, casi olían a sudor.

 

Después, bajando las escaleras, se entraba en la gran instalación con la que los artistas de Penique Productions han vestido la sala de conferencias del COAM con plásticos rojos, una sala que pedía a gritos fiesta, música y espuma de birra.

 

Espacio Mahou, intervenido por Penique Productions

Un colectivo, Penique Productions, de Barcelona, que ya intervenido en una larga lista de espacios arquitectónicos (Palazzo Ducale en Génova, A Piscina do Parque Lage en Río de Janeiro, La Tabacalera en Madrid, etc)  siempre con la misma premisa: conceder una nueva identidad a un lugar a partir de un balón hinchable que se expande y lo invade todo.

Claustro de QUERETARO EN MÉXICO

En el piso bajo está la zona de galerías propiamente dicha y de las que destacaré algunas como la parisina ADDA & TAXIE con las interesantes piezas  de los ucranianos AEC Interesni Kazki, -que por cierto significa «Interesantes cuentos de hadas»- o del chileno Victor Castillo

AEC Interesni Kazki Perception Of Unknowable drawing

Victor Castillo

 

Montana Gallery (Barcelona),  un referente dentro del circuito del arte urbano, traía obra de Kram, un notorio artista de Barcelona cuyos sensuales personajes funky atraparon con sus fantasías las de mi propio sobrino.

Kram

O botes de spray customizados de Basquiat o de Keith Haring o  las múltiples piezas, desde lienzos a cerámicas muy divertidas del GR170 (Grito en realidad)

GRI70

 

 

El siempre interesante y prolífico Paco Pomet en la madrileña My Name’s Lolita Art 

 

Paco Pomet. Twins. Óleo sobre lienzo. 130x170cm.-2019

 

Muy delicadas las piezas de Katsumi Hayakawa en Yusto/Giner de Marbella,  mundos tridimensionales hechos de papel y pequeñas piezas de espejo.

 

Yusto-Giner

NextStreet Gallery (París) presentaba una oferta interesante con esas delirantes y futuribles cápsulas de Chanel o Louis Vuitton de Denial,

 

NextStreet-Gallery-1

los skates y polos de helado hechos en mármol de Juan Miguel Quiñones en la berlinesa Pantocrator Gallery que, como proyecto nómada que es,  actualmente tiene su sede física en la ciudad china de Suzhou.

 

Juan Miguel Quiñones tiene una instalación de uno de sus polos de mármol titulado Dracula cerca de la boca de Metro de Alonso Martínez.

«Drácula», de Juan Miguel Quiñones, junto al metro de la calle Alonso. Martinez

 

Muy efectistas las piezas collage del ruso Dmitri Aske, vendió dos durante la feria,  en RuArts Gallery (Moscú), una galería que ya captó mi atención el año pasado.

 

Dimitr Aske

 

Siempre una de las más espectaculares Fousion Gallery  de Barcelona, invariablemente un lugar mágico con una buenísima selección que se mueve entre el pop y el surrealismo. La estrella de la galería es Miss Van a la que ya hemos visto en su Solo proyect, pero igualmente fascinantes son las obras de Bruno Pontiroli o la kazaja Dilka Bear o las esculturas de Mono Cieza.

Mono Cieza-Primal Monkey-55x24x26cm-2018-Fousion_Gallery

 

Dilka Bear: As I Watch her disappear y You dont have to hide anymore

 

Bruno Pontiroli. Reno Yoga

 

Otra de mis galerías favoritas es Swinton Gallery demi barrio, Lavapiés, donde se podía ver obra de Mario Mankey, una de las panteras y otros felinos de Sabek y los cuadros de Martina Merlini o de Pro176

 

Swinton-Gallery

 

Destacar al famosísimo DFace en Stolen Space Gallery de Londres

 

o esta otra pieza que también gustó a mi sobrino de Kai and Sunny titulada Campos de Locura.

 

Kai-Sunny_Fields-Of-Madness

 

Urban Spree muestra 3 composiciones inmersivas y a gran escala del artista alemán Hendrik Czakainski , conocido por sus intrincados paisajes arquitectónicos. Vistos a vista de pájaro, estas obras representan una especie de fabelas abandonadas sin presencia humana.

Hendrik Czakainski

 

La pieza más grande Czakainski 2018 26390 , de tamaño 150 x 250 cm, se vendió a la prestigiosa colección española de la Fundación María Cristina Masaveu que también compró a Swinton Gallery la pieza del gato de Sabek que habían instalado en la plaza de Callao.

 

Y en fin, poco más, para no hacerlo eterno. La feria en su catálogo se proponía “agitar, correr riesgos». No sé si se llega a tanto pero sí sé que parece que es una feria que se consolida dentro de esa intensa Semana del Arte madrileña. Termino con los murales que se han pintado con ocasión de esta feria en las calles de Madrid.

Marat Morik en la calle Santa Isabel 18

Pro176 en el Callejon de Tribulete

Poni en Plaza Puerta Cerrada

Artez at Fuencarral 31

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La deliciosa cuarta edición de Drawing Room 2019 http://rarasartes.com/la-deliciosa-cuarta-edicion-de-drawing-room-2019/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-deliciosa-cuarta-edicion-de-drawing-room-2019 http://rarasartes.com/la-deliciosa-cuarta-edicion-de-drawing-room-2019/#comments Tue, 12 Mar 2019 08:24:35 +0000 http://rarasartes.com/?p=14613 La deliciosa cuarta edición de Drawing Room 2019

 

 

Los magníficos salones del Palacio Santa Bárbara en Madrid, un ejemplo de arquitectura isabelina,  han acogido la cuarta edición de Drawing Room, la única feria madrileña especializada en dibujo contemporáneo. «Hay cuarenta artistas de los cuales 17 tienen menos de 40 años. Y 18 son mujeres, casi la mitad», detalla la directora y fundadora de la feria -con edición en Lisboa también desde el pasado año-, Mónica Álvarez Careaga.

 

Palacio Santa Bárbara

 

En 2018, la feria se celebró en el magnífico Salón de Baile del Círculo de Bellas Artes pero la coincidencia  de la feria con su tradicional Baile de Carnaval ha impedido que  este año se pudiera celebrar allí. «Cuando me comunicaron que no nos podían prestar la sala por el baile de máscaras juro que me eché a llorar, porque se trata de un espacio muy amplio y en el que todo está en una sola planta.», dice Álvarez Careaga.

Y la entiendo porque, a pesar de que el palacio de Santa Barbara es un sitio estupendo, tiene bastantes limitaciones de espacio. En efecto, la feria lucía más en el Círculo donde las galerías estaban más claramente delimitadas y era más comprensible su atmósfera y su oferta, no como en esta otra ubicación en el que la escasez de espacio obligaba a un montaje comprensiblemente más complejo en el que varias galerías compartían una misma sala, aunque hay que reconocer que lo que se podía sentir como confuso en algunos casos, en otros la yuxtaposición proponía más que interesantes conversaciones. Por eso uno podía encontrarse con pasillos pasadizo con ofertas de esas que detienen a los espectadores, auténticos «salones» donde los diálogos entre las propuestas de las galerías creaban eficaces ambientes, y otros, no tanto. Una feria divertida con una propuesta rompecabezas que en el fondo le sienta bien a su modestia.  Felicidades a Mónica Álvarez Careaga. En chino, el ideograma para la palabra «crisis» se compone de dos elementos que  a su vez significan peligro y oportunidad

 

Mónica Álvarez Careaga, directora de la feria. Foto de M. Dorado (ABC)

 

Pues con aquellos peligros y otras tantas oportunidades, Drawing Room ha vuelto a cosechar una propuesta muy interesante en su concisa y sobria modestia. Fue una verdadera delicia visitarla en una de aquellas mañanas de primavera anticipada  y pude ver obras maravillosas y muy delicadas y, como suele suceder en esta feria, muchas de las más atractivas eran obras de interesantes mujeres . Una feria, por cierto, que como ya he dicho y como también JustMad por otra parte,  prácticamente ofrecía una muy cercana paridad entre hombres y mujeres artistas. 18/40 . Algo nada extraño ya que Álvarez Careaga también dirigió el festival (ahora Bienal)  Miradas de Mujeres en 2014.

Almudena Lobera en el espacio de Ogami Press en Drawing Room

Hay en la página de Arteinformado una visita comentada de la propia Álvarez Careaga de 40 obras de la feria que seguramente use en mis propios comentarios. ¿De quién mejor beber?

Empiezo por la obra que os puse más arriba Imagine Corpore I (2014) de Almudena Lobera, un misterioso políptico gráfico en el que la imagen de un paisaje se desvanece a medida que se repliega, toma volumen, se abstrae y se transforma en cuatro elementos que acompañan a un plegado real. Hace referencia la artista a mi admirado orfebre de la corte de Dresde, Wentzel Jamnitzer.

 

Alberto CORAZON Alhambra en duermevela II, 2018.Monotipo en papel japonés, 136 x 96 cm. Cortesía- Ogami Press, Madrid

 

Coincidía Almudena Lobera, en la Galería Ogami, en la mejor sala de la Feria, un «salonazo » en toda regla, que incluye además a la interesante Galería Pepita Lumier de Valencia donde se podían ver los cautivadores dibujos a boli bic de Nuria Riaza, además de un monotipo en papel japonés sobre La Alhambra de Alberto Corazón y las esculturas de Pedro Cembranos.

 

Nuria Riaza. Las golondrinas. 2018

Un bolígrafo BIC de color azul es en efecto la herramienta principal de Nuria Riaza para crear, técnica que comparte con mi admirada Consuegra Romero, aunque sus obras provienen de un muy distinto lugar y, sin embargo, ambas comparten una reivindicación de un universo femenino vigoroso y activo.

 

Con la serie Las Golondrinas pretende reunir a todas aquellas mujeres guerracivilistas, las que lucharon en los frentes con las que bordaban sus mantelerías a punto de cruz esperando como Penélopes. Las mujeres esperando como las flores secas, dice por algún sitio.

 

Jorge Drexler. Salvavidas de Hielo

 

Una delicia y casi un alarde de técnica para esta artista ya de largo recorrido. Muy recomendable el vídeo Telefonía y todo el trabajo que realizó para el disco de Jorge Drexler Salvavidas de Hielo.

 

JOSÉ LOUREIRO Ácaros, 2018. Óleo sobre papel, 102 x 73 cm. Cortesía- Fonseca Macedo – Arte Contemporânea, Ponta Delgada JOSÉ LOUREIRO

 

Espectaculares los «ácaros» de José Loureiro en la galería portuguesa Fonseca Macedo, unos «seres» entre humano, mineral, vegetal y animal que eran muy hermosos y coloristas.

 

Sobre la llanura, 2018. Acrílico sobre muro, 300 x 300 cm. Cortesía- Ruiz Linares, Granada

 

Más allá las apocalíticas viñetas de Cristina Ramírez en la Galería Ruiz Linares, unas fuerzas de orden sobrenatural que irrumpen en el plano de la existencia ordinaria, combinadas con las dulcificadas y siniestras acuarelas  sobre la última obra  de Robert Louis Stevenson  “Our Men in Tahiti” de Simon Zabell que creo que ya había visto en otra de las ferias.

 

Simon ZABELL Our men in Tahiti, 2018. Acuarela sobre papel, 24 x 32 cm. Cortesía- Ruiz Linares, Granada

Llegábamos así a lo más transitado de la feria el largo pasillo informal que conectaba las galerías Silvestre (Madrid),  Granada (Buenos Aires), Lucía Mendoza (Madrid) y Yusto/Gíner ( Marbella). Empezaba este concurrido pasadizo con la obra preciosista y al mismo tiempo desoladora de Irene González donde la memoria y el silencio toman cuerpo en delicados dibujos de una extraordinaria factura técnica.

 

IRENE GONZALEZ PRESERVACIÓN DE LA MEMORIA

 

Un poco más allá el inconfundible universo de Edgar Plans donde las ideas que el artista ha anotado en su libreta explotan literalmente en el lienzo y desbordan los marcos ocupando las propias paredes de la galería Granada de Buenos Aires

 

Un visitante contempla una de las obras de Edgar Plans – Foto de M. DORADO (ABC)

 

En la Galería Lucía Mendoza la gente se detenía para ver con luz fluorescente los 223 nombres con los que las industrias alimentaria y cosmética camuflan la  presencia del aceite de palma sobre unos dibujos de inspiración botánica. Una obra de Luna Bengoechea con la que fascinaba al «respetable».

 

Luna BENGOECHEA Elaeis Guineensis bulbo, 2018. Tinta negra y tinta sensible a la luz UV sobre papel Fabriano, 100 x 80 cm. Cortesía- Galería Lucía Mendoza, Madrid

 

Y acababa este feraz recorrido en la interesante propuesta de la Galería Yusto Giner de Marbella con obras en latón de Beatriz Ros, un interesantísimo dibujo de Emmanuel Lafont y los materiales orgánicos de Victoria Maldonado.

 

Beatriz_ROS

 

Emmanuel LAFONT Maasmechelen I, 2018. Carboncillo sobre tela, Cortesía- Galería Yusto:Giner, Marbella

 

 

Por último de ese primer piso destacar las hipnóticas piezas de John Franzen de sus series Each line, one breath en la Yoko Ohuda Gallery de Lieja (Bélgica) en las que el patrón cuasiautomático de cada línea viene dictado por la línea anterior y todo ello, como el título apunta, asociado a la respiración. Hay algunos vídeos de él haciéndolos que podéis ver pinchando aquí.

 

John FRANZEN Each line one breath

Del piso bajo, destacaría la fascinante pieza que presenta Set Espai d´Art (una de mis galerías favoritas este año si tenemos en cuenta lo visto aquí y en JustMad) de Rubén Tortosa relacionada con las investigaciones surgidas del acto de mirar a partir de dispositivos tecnológicos.  La instalación The Bird: the journal of the image está compuesta por una máquina de dibujar a partir de un sistema cartesiano de tres ejes, conectada a una fuente de datos con la geolocalización diaria de un ave rapaz protegida, en un espacio temporal de un año. Fascinante imaginar al ave mientras aquel artefacto intermitentemente se movía.

 

Ruben TORTOSA The Bird: the journal of the image, 2018.  Cortesía: Set Espai D’Art, Valencia

 

En esa sala además podemos ver los escombros en tinta china de Fernando Martín Godoy y  la fragilidad posminimal de Teo González en la Galería La Casa Amarilla de Zaragoza y un impresionante tonoma de Mizuyo Koyama, una liberadora del sho (la caligrafía tradicional japonesa) en la  Gallery Kitai de Tokyo

 

Fernando MARTIN GODOY Desastre, 2019. Tinta china sobre papel, Cortesía- Galería La Casa Amarilla, Zaragoza

 

Teo_GONZALEZ_Arch_Drawing_3_2015_Courtesy_La_Casa_Amarilla

 

De entre las galerías portuguesas destacar  el trabajo de Marco Moreira en Módulo (Lisboa) y la obra de Bárbara Assis Pacheco en la Galería Monumental.

 

Marco MOREIRA Sin título, 2018. Grafito sobre papel Fabriano, 90 x 70 cm. Cortesía- Módulo – Centro Difusor de Arte, Lisboa

 

Y para acabar los extraños dibujos de un mundo de fantasía de Hans Lemmen y los mapas invadidos por seres monstruosos del canario Marco Alom en la Galería Arizar de Tenerife.

 

Hans Lemmen

 

marco alom

 

marco alom

Una gozada de feria. Felicidades a la organización.

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Just Mad X http://rarasartes.com/just-mad-x/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=just-mad-x http://rarasartes.com/just-mad-x/#comments Tue, 05 Mar 2019 11:44:06 +0000 http://rarasartes.com/?p=14522  

La feria JUSTMAD celebra su décimo aniversario estrenando ubicación en pleno paseo del arte madrileño, el extraño Palacio de Neptuno. Sus directores son de nuevo la bloguera Semíramis Gonzalez y el artista Daniel Silvo, tras el fiasco de cambio de ubicación del año anterior.

Con sus tres pisos le permitía albergar un total de 60 galerías, en su mayoría españolas y portuguesas, pero  también algunas de países como Austria, Brasil, Cuba,  Estados Unidos, Francia, Italia, México, etc. «Aquí las galerías sienten que respiran mejor», asegura González.

La selección de expositores viene avalada por un Comité de Selección integrado por los galeristas Nathaniel Pitt (Pitt Studio, Londres), Norberto Dotor (Fúcares, Almagro), Rui Brito (Galería 111, Lisboa) y las coleccionistas Oliva Arauna, Pilar Ciloter y Basola Vallés. Además el programa Just Residence, en esta edición estará dirigido por Eugenio Ampudia.

 

Eugenio Ampudia

 

Bueno y hasta aquí los datos. Aunque se presente como la cita con el arte emergente y los descubrimientos – según explican  Semíramis González y Daniel Silvo– sean uno de sus cometidos, lo cierto es que mucho de lo que hay por descubrir es en buena parte una repetición bastante cercana a la edición anterior. Nada que objetar por otra parte, si lo que se expone merece la pena- y las compras existen, que al final es de lo que trata una feria que siempre es un evento costoso para los galeristas. Ahí están las recurrentes y ya hace mucho descubiertos abstracciones coloristas de Santiago Picatoste

Santiago Picatoste

o las iconografías narrativas de reminiscencias cinéfilas de Jorge Hernandez

 

Jorge Hernández

o la fotografías de la puesta en escena (o fotografías construidas) de Rosa Muñoz todas en la ya clásica Galería Aurora Vigil-Escalera de Gijón.

 

Rosa Muñoz. Cinco cuadros y uno más

Después de que en la pasada edición la feria se declarara  igualitaria en cuestión de género, este año ha vuelto hacerlo de manera decidida según su directora Semíramis González. No son pocas las galerías que presentan obra sólo de mujeres como la interesante Galeria 3/Flux 23 de Viena con las fascinantes obras de Linda Berger o las instalaciones contemporáneas en cajas de Edith Payer 

 

Linda Berger

 

Edith-Payer-Sloanes-Agony-Sammelobjekte-in-Schaukaesten-work-in-progress-seit-2011

 

Igualmente de género femenino es la apuesta de otro clásico de la feria, la siempre interesante galería leonesa La Gran con trabajos de Paloma Pájaro, Mariajosé Gallardo, obras de la «entomóloga» Laura Salguero, –por quien tengo ya debilidad-, los libros de arte reconstruidos de Elisa Terroba o las esmeradas “esculturas” de libros inmersos en paisajes otoñales de Verónica Vicente. Muy sugestiva propuesta la de La Gran.

 

Veronica Vicente_Escrito en las hojas_1

 

Ribera Elisa Terroba

 

Precisamente esta última, Verónica Vicente ganó durante la feria el Premio de Fotografía Joven Fundación ENAIRE .

Verónica Vicente. Una estrategia de la apariencia #2

 

Y ya que hemos hablado de las obras hechas a partir de libros de Alicia Terroba,  interesante es también el trabajo también con páginas de libros que muestra Anna Bresolí en Projekteria Art Gallery de Barcelona usando como base El amante de Marguerite Duras,

 

Anna Bresolí Reminiscencias

 

También en la misma galería es díficil no mencionar las divertidas criaturas de Secrets Friends de AnaHell, hechas a partir de espaldas.

 

Secret Friends AnaHell

Entre las galerías siempre más interesantes, al menos para mí, Set Espai d’Art de Valencia -maravillosa la obra que muestran en la feria de dibujo Drawing Room-, con obras de Chingsum Jessye Luk de Hong Kong, que recoge un kilómetro de 2601 pelos caídos en una caja de cristal, las esculturas coloristas de  ELTONO, los maniquíes de Antonio Samo o la cerámica artística, muy valenciana, por cierto y no carente de sentido del humor de  Xavier Monsalvatje con ese Marcel Duchamp still pissing 

Chingsum Jessye Luk Loss (1km:10g:2601piezas) Pelo, caja de cristal

 

Antonio Samo

 

 

Por cierto que sorprende la cantidad de obras realizadas en cerámica a lo largo de la feria, algo que ya sucedía el año pasado, como las de la galería lisboeta Ratton, verdaderamente especializada en el medio, y donde se pueden encontrar azulejos entre otros muchos de  Paula Rego o Sara Maia por cuarenta euros

 

Conjunto de quatro azulejos (14 cm x 14 cm), da autoria de Paula Rego, editados pela Galeria Ratton, datados de 1989

 

O la nueva galería madrileña de menos de un año de existencia A ciegas que apuesta por un vistoso solo project del artista Marco Pardo, que trabaja también sobre azulejos pero con una inspiración más cercana al comic y la ilustración.

 

Marco Pardo

Interesante también siempre las propuestas de la galería gallega Trinta con obra de ese fotógrafo gallego perseguidor de las sombras huidizas que es Vari Caramés, las fotografías de pájaros de Amparo Garrido o las siempre estimulantes propuestas de la consagrada Pamen Pereira siempre cercana a estéticas japonesas

El evangelio del zen. Pamen Pereira

 

Buena propuesta también la de Rui Brito (Galería 111, Lisboa), miembro del comité de selección de las galerías expuestas, creando una de esas atmósferas silenciosas con obras del interesante Rui Pedro Jorge, Pedro Pascoinho, uno de esos paisajes acuáticos de Pedro Vaz y sobre todo el misterio de esa serie de Magda Delgado titulada Last Beauty before the End of Humankind.

 

Magda Delgado, Last Beauty before the End of Humankind VI

 

Otro de los miembros del comité seleccionador es Nathaniel Pitt (Pitt Studio, Londres) que propone una auténtica inmersión en la obra de John M. Robinson muy recomendable, que se retrata incansablemente en obras famosas de la pintura.

 

John M. Robinson

 

 

De la propuesta de Norberto Dotor (Galería Fúcares, Almagro) destacar la desasosegante obra de Raquel Algaba, que dicho sea de paso obtuvo el Premio Colección TMF

 

Raquel Algaba Ulises 2018

Había, como es siempre esperable en estas ferias, mucha y buena fotografía. Como en la  galería Luis Burgos, con esos glaciares del fotógrafo Cano Erhardt

 

cano-erhardt1

 

También Alalimon Gallery de Barcelona mostraba fotografías de la rumana Simona Rota y sus paisajes abandonados de Europa del Este o del japobrasileño Shinji Nagabe con fotografías de su serie ‘Elevation’

 

 

SIMONA-ROTA Ostalgia

 

Shinji Nagabe 2017, Espinha

E igualmente fotografías magníficas las de Camera Oscura de Madrid con propuestas de nuevo de tres mujeres: la finlandesa Elina Brotherus, que ya captó mi atención el año pasado, la holandesa Ellen Kooi con sus planificadas composiciones de gran simbolismo o la mexicana, residente en Madrid, Liza Ambrossio, una de las fotógrafas latinoamericanas más excitantes y prometedoras del momento

 

Ellen Kooi Oosterplas – cairn 2018

 

Elina Brotherus Bad camouflage

 

Liza Ambrosio, La ira de la devoción

 

 

Interesante también la propuesta de las dos hermanas Del Rey Jordà , llamadas Art al Quadrat en la Galería Collblanc Spai d’art de Castellón, recordando un poco conocido caso de humillación de las mujeres que habían tenido algún tipo de vinculación con la II República en la zona nacional, Memoria de las Rapadas.

 

Art al quadrat. Las rapadas

 

Y como una feria no es feria sin encuentros me he dejado para el final mis propios y privados encuentros. Agradable fue la charla sobre Bruegel y El Bosco que mantuve con Patricia Mateo que junto a José Luis López Moral estaban allí para presentar los libros de su editorial Fueradcarta con el que están dando cobertura a muchos artistas actuales como Estefania Mártin Sáenz, Julio Falagán o próximamente Mateo Maté.  Cada número incluye una obra original firmada y numerada en edición de 100 ejemplares.

 

 

Otro encuentro interesante mantuve en la Galería segoviana AP Gallery comentando la obra de Rubén Martín de Lucas que, cada año, a pesar de su corta trayectoria, me interesa más.  Poco después de escribir esto descubrí que Martín de Lucas era el artista invitado de Art Madrid y me lo encontré urbi et orbe, casi a nivel de boom editorial, algo de lo que me alegro por él pero que también tiene sus peligros banalizadores.

 

Martín de Lucas. Stupid Borders. República 31

 

Pertenecía Martín de Lucas al colectivo de arte urbano Boa Mistura pero  antes de que se convirtiera en un cohete que no para de dar vueltas al mundo lo dejé para ver crecer a mis hijos y en enero de 2015 comencé mi carrera en solitario. 

A pesar de sólo llevar cuatro años de carrera en solitario la obra de este madrileño es muy interesante por poliédrica. Ya le conocía yo por su serie de Repúblicas mínimas sobre la naturaleza artifcial de las fronteras y la incapacidad del hombre para vivir sin ellas. Aquí presenta una obra en que le da una vuelta de tuerca con el proyecto proyecto ‘Iceberg Nations‘ para el cual el artista viajó hasta Groelandia junto al expedicionario Hilo Moreno,  y realizó una serie de acciones sobre el paisaje para cuestionar la validez y naturaleza del concepto nación. Este trabajo se enmarca dentro de la serie STUPID BORDERS.

Iceberg Nations de Rubén Martín de Lucas

Ninguna nación existe de manera física, es decir, como un ente objetivo. Su naturaleza es líquida e intangible, se sostiene como construcción mental presente únicamente en el imaginario colectivo. .. Sin embargo, toda nación, al igual que un témpano de hielo flotando sobre el mar, está condenada a diluirse.

Me encantó sin embargo descubrir esas otras facetas de pintor y escultor. De pintura en la serie “El Jardín de Fukuoka”. En ella habla de un concepto, el Wu Wei, que representa el fluir y la No Acción como No Oposición, y que el filósofo y agricultor japonés Masanobu Fukuoka aplicó para crear la agricultura natural, un ecosistema donde  la naturaleza trabajara sola.

 

El jardín de Fukuoka XLII, 2017 Martin de Lucas

Y como escultor en esas losas de piedra que recogen la huella, metafórica, dejada por nuestra presencia en un territorio específico. Un artista a seguir y el que recomiendo ver su página web.

 

Consuegra Romero. Tempest 5 , 2018. (Bolígrafo y rotulador sobre papel, 42 x 42 cm).

 

Y para el final me he dejado mi artista favorita de toda la feria, la cordobesa Consuegra Romero, artista por la que tengo confesa debilidad y amorosa admiración y que se puede ver en Art Concept Alternative. No sé qué tiene el arte de Consuegra Romero para procurar de mi parte tan ferviente adhesión. O sí lo sé, en realidad. Honestidad, profundísima honestidad, inequívoco compromiso artístico, y mucha, mucha sinceridad en lo que hace, buscando siempre, -y mejor la cito-,

… la verdad y la esencia del dibujo, sus entrañas, despojarlo de la superficialidad, la mentira, la cegada mediocridad en la que estamos enterrados. A través de la técnica: rayo, borroneo, ensucio, dibujo y pinto, siempre tratando de olvidar que tengo un bolígrafo en las manos

 

Tempest 6 , 2018. (Bolígrafo y rotulador sobre papel, 42 x 42 cm

Y es que Consuegra no pinta (sólo) con las manos, sino con su ser entero, con sus entrañas, con su corazón desnudo de cintura para abajo. Sus marañas exaltadas y sus calmas conmovedoras, sus urgentes afirmaciones y sus refutaciones súbitas  crean remolinos autógrafos que me hipnotizan, me hechizan, me cautivan. Un arte casi brut, casi rupestre, asilvestrado, salvaje y al tiempo revolucionario, inquieto, profundo, y sobre cualquier otra cosa, honesto. Sus tachaduras son intachables, íntegras y verdaderas.

 

Tempest 3 , 2018. (Bolígrafo, rotulador y acrílico sobre papel, 21 x 18 cm

Fue un auténtico placer encontrarte, Pilar. Siempre espero tus obras, parafraseando a Pedro Salinas, con un ser que no espera a los otros. Queda pendiente esa invitación a tu taller cordobé. Sin duda alguna, encontrarte, por fin, lo mejor de esta feria.

 

 

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La exposición del Bicentenario: Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria. http://rarasartes.com/la-exposicion-del-bicentenario-museo-del-prado-1819-2019-un-lugar-de-memoria/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-exposicion-del-bicentenario-museo-del-prado-1819-2019-un-lugar-de-memoria http://rarasartes.com/la-exposicion-del-bicentenario-museo-del-prado-1819-2019-un-lugar-de-memoria/#respond Wed, 20 Feb 2019 11:20:24 +0000 http://rarasartes.com/?p=14301 La exposición del Bicentenario:

Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria.

Museo Nacional del Prado. 

19/11/2018 – 10/03/2019

 

Una de los dos objetivos de este blog, más allá de rescatar algunos nombres alejados del mainstrean de la historiografía del arte que sirvió para darle título, es también cubrir, o más bien, salvar para mi frágil memoria, aquellas exposiciones que de una u otra manera me impactan, me intrigan o me incomodan. Es por eso, y porque el Museo del Prado es también para mí, como para Ramón Gaya, una roca y un querido contenedor de memoria  que no puedo dejar de hablar de la exposición con que el Museo en su Bicentenario se celebra a sí mismo.

 

El Museo con los andamios «vestidos» por trozos de cuadros de Van der Weyden, Ribalta, Veronés, Velázquez,  o hasta Alma Tadema, con que celebra su bicentenario.

 

Y quiere celebrarse a sí mismo en opinión de Javier Portús, comisario de la exposición y Jefe de Conservación de Pintura Española (hasta 1700) del Museo del Prado, en un doble sentido. Primero con la reivindicación de sí mismo como un organismo vivo, un organismo que nace en un momento, que crece muy rápido, que pasa por las dificultades propias de la juventud y otras catástrofes históricas, que se enriquece y aumenta, que encuentra su camino y sirve de encuentro para muchos diálogos, diálogos entre artistas, entre literatos, entre visitantes, entre políticos.

 

 

Joan Miró (izquierda) y Josep Llúis Sert, en el Museo del Prado.

Por eso,el segundo sentido al que se refiere Portús, es al del Museo del Prado como lugar de memoria. Para eso recuerda el ensayo de Ramón Gaya, del que hablaba antes, ya en el exilio, sobre el Museo del Prado que tituló Roca española, en el que afirmaba:

Desde lejos El Prado se presenta nunca como un museo sino como una especie de patria.

Dando a la palabra patria el sentido de aquello que provoca sentimientos de pertenencia. El Museo como la sociedad es también reflejo de una memoria histórica, propicia en algunos tiempos y convulsa y hasta catastrófica en otras. Una exposición sin prestar atención  a esa memoria histórica tampoco habría tenido sentido.

 

Traslado de las obras del Museo del Prado durante la Guerra Civil

 

La exposición se divide en ocho salas, siete de las cuales son cronológicas, con una sala especial metafóricamente situada en el centro, dedicada a Donaciones y legados. Los fondos, para dejarlo claro pronto, son en buena medida los fondos del propio museo. De 168 obras originales, 134, entre ellas las joyas de la exposición, forman parte de las colecciones propias y solo 34 son préstamos de otras instituciones nacionales e internacionales. Es pues una exposición autocelebratoria.

 

La Infanta Margarita de Martínez del Mazo, y La niña María Figueroa vestida de menina de Joaquín Sorolla

No obstante, una de las acontecimientos más interesantes de esta exposición es la descontextualización de las propias obras del museo, esas que ya conocemos, para armar un discurso otro, el del Museo. Ello ha provocado felicísimos encuentros, algunos esperados e incluso provocados, como el de La Infanta Margarita de Martínez del Mazo, y La niña María Figueroa vestida de menina de Joaquín Sorolla, ambas piezas del Museo que ocasionalmente podemos ver juntas,

 

El cuadro de Sorolla más Alicia ante el espejo de William Merritt Chase y el Retrato de Mrs Leopold Hirsch. 1902 de John Singer Sargent.

 

Y que se continúa en la velada alusión a las Meninas en Alicia ante el espejo de William Merritt Chase o en ese rosa velazqueño, que es el rosa en verdad de Martínez del Mazo, su yerno, y es el rosa del hermoso Retrato de Mrs Leopold Hirsch (1902) de John Singer Sargent que está prestado por la Tate Gallery

 

Maja desnuda de Goya, Desnudo recostado Pablo Picasso 1964

O el de la Maja Desnuda de Goya con el Desnudo femenino recostado de Pablo Picasso de 1964. O este esperado encuentro del San Andrés de José de Ribera con la copia extraordinaria y parcial que probablemente en el verano de 1867 hizo Mariano Fortuny de este cuadro  y de cómo ese aprendizaje tuvo después cabida en su propia obra como muestra el Viejo desnudo al sol que pintaría en 1870 o 71 durante una estancia en Granada.

 

Viejo desnudo al sol de Joaquín Sorolla, San Andrés de José Ribera, Y copia de San Andres por Joaquín Sorolla.

Pero también han aparecido encuentros inesperados y de gran magnetismo como el encuentro del Estudio para cabeza llorando (I). Dibujo preparatorio para ‘Guernica’, de Pablo Picasso con el Cristo muerto sostenido por un ángel de Antonello da Messina, un cuadro por el que siento especial debilidad desde mi tierna infancia.

 

‘Estudio para cabeza llorando (I). Dibujo preparatorio para ‘Guernica’, Picasso (1937) (Museo Reina Sofía)

Cristo_muerto,_sostenido_por_un_ángel_(Antonello_da_Messina)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

o este estupendo encuentro entre el Retrato de la Condesa de Chinchón de Goya con el retrato de su mujer, Josette, de Juan Gris

Goya. La condesa de Chinchón 1800

 

 

Portrait de Madame Josette Gris (Retrato de Madame Josette Gris)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bueno, hablemos un poco de la exposición en sí. La primera sala se dedica a los años que median entre la fundación del Museo en 1819 y la muerte de aquel rey nefasto que fue Fernando VII, a cuyo reinado sin embargo y fruto de las convulsiones también patrimoniales que supuso la Guerra de la independencia, pertenece la fundación del Museo, Uno de los cuadros emblemas de esta exposición es ese retrato del la Reina María Isabel de Braganza como fundadora del Museo del Prado de Bernardo López Piquer. Pedro de Madrazo, en el catálogo de los cuadros del Real Museo de 1854, llega a decir que fue la reina quien sugirió la idea [al rey], por escitacion [sic] de algunos personajes aficionados a las nobles artes, y el Rey la acogió con verdadero entusiasmo.

 

María Isabel de Braganza como fundadora del Museo del Prado

El Prado nació como colección real y por la pulsión ya gestada durante la ilustración española de hacer cada vez más visibles las colecciones y reivindicar la pintura de la Escuela Española. De hecho, el Prado abrió mostrando sólo pinturas de la Escuela Española.

Por esa razón, las primeras adquisiciones se dirigieron a paliar las lagunas existentes  de la colección real, lo que hizo que entonces entraran en ella algunos de sus mejores cuadros:  el Cristo Crucificado de Velázquez que entró en la colección en 1828 procedente de la dispersión de la colección de Godoy; los dos Zurbaranes del ciclo de San Pedro Nolasco intercambiados por otros cuadros con el deán de la Catedral de Sevilla, López Cepero, en 1821 ; o la adquisición de algunas de las obras cumbre de la Escuela Madrileña, poco representada hasta entonces, como La Ascensión de la Magdalena de José Antolinez o EL triunfo de San Hermenegildo de Herrera el Mozo.

Cristo-Velazquez-Vision-Nolasco-Zurbaran

 

José Antolínez La asunción de la Magdalena 1670 – 1675

 

La segunda sala está dedicada al siguiente periodo comprendido pues desde la muerte de Fernando VII a la caida de la monarquía de su hija, Isabel II,  una época convulsa de enormes pérdidas de patrimonio artístico causadas por la adopción de medidas liberalizadoras como la Desamortización de Mendizabal  en 1835 o las dificultades generales de la economía que se tradujeron en el cambio de manos y la diseminación masiva de muchísimas obras de arte, cuando no de su destrucción, sobre todo en lo que toca al patrimonio arquitectónico.

 

Díptico con 42 vistas monumentales de ciudades españolas Genaro Pérez ViIllamil

 

Para evitar esa dispersión aparecieron por toda España muchos museos provinciales, algunos extraordinarios como el Museo de Bellas Artes de Sevilla o el de Valencia, el museo de Valladolid o el madrileño Museo de la Trinidad, abierto en Madrid en 1838 con fondos procedentes de la desamortización en la capital y provincias limítrofes como Ávila o Segovia. Actuó el Museo de la Trinidad como museo independiente durante casi treinta años hasta que en 1872 se fusione con el Prado, al que aportó más de mil obras de desigual calidad.

 

Resurrección de Cristo. La resurrección de Cristo El Greco, h. 1597 1604 Óleo sobre lienzo

Algunos de los autores que estaban especialmente mal representados, como El Greco, entraron entonces a formar parte del acerbo del Museo hasta convertirse por pleno derecho en algunos de los nombres capitales de la pinacoteca. Tal es el origen de los cuadros pertenecientes al Colegio de Doña María de Aragón en Madrid, como La resurrección de Cristo o la magnífica  Trinidad del monasterio de  Santo Domingo el Antiguo que se encuentran entre lo mejor de la producción del cretense.

 

Juan Bautista Maino Resurrección de Cristo. Museo del Prado

De la Trinidad proceden también , por ejemplo, el grueso de la colección de obras de Pedro Berruguete, Vicente Carducho o Juan Bautista Maíno del que se puede ver esta otra  Resurrección de Cristo perteneciente al célebre Retablo de las Cuatro Pascuas de la Iglesia Conventual de San Pedro Mártir que normalmente no está expuesto en el Prado, aunque sí están La adoración de los pastores y La adoración de los reyes magos.

 

Karl Louis Preusser (1845 – 1902) En la galeria española de Dresde

 

Como explica la web de la exposición:

Paradójicamente, esta dispersión patrimonial actuó activamente en favor de uno de los efectos buscados cuando se creó el Museo: dar visibilidad a los artistas españoles, y promover su estudio y aprecio. Las galerías públicas europeas empezaron a contar con «salas españolas», como se verá en la exposición.

Así ocurrió con la celebre Galerie Espagnole de Luis Felipe inaugurada en 1838 en las salas de la Colonnade en el Museo del Louvre.

Vista del Grand Salon Carré del Louvre de Giuseppe Castiglione

Desgraciadamente, la Revolución de 1848, que arrebata el trono al rey Luis Felipe e instaura la Segunda República, trae como consecuencia restituir, «estúpidamente» dirá Baudelaire, la Galería Española al rey destronado, que se la llevará a Inglaterra, y tras su muerte será vendida en Londres en 1853 para ir a parar posteriormente, en su mayor parte, a manos de coleccionistas ingleses.

 

La Virgen del Lucero con el Niño ( Alonso Cano)

 

En 1865, siendo director del Museo Federico de Madrazo, se decidió que la colección del museo se organizara por escuelas, ya no tan solo de la Escuela Española, sino también de la Flamenca y de la Italiana, sobre todo, y que pasase a denominarse oficialmente Museo del Prado. Muchas de las pinturas de El Escorial fueron entonces trasladadas al Prado, y también el Tesoro del Delfín, (tan atractivamente expuesto hoy en día con la apertura de una sala específica) con lo que el museo se abriría también a las artes decorativas.

La sala 12 (Las meninas) tenía 2 pisos y exhibía obras maestras del Prado. A esta sala con dos pisos se la conocía como Sala Isabel II.

Tras el destronamiento en 1868 de Isabel II, el museo pasó a formar parte de los «bienes de la Nación»​ mediante la Ley de 18 de diciembre de 1869, que abolió el patrimonio de la Corona y pasó a ser  Museo Nacional en vez de Real y por tanto, Patrimonio del Estado.

Otro hecho que marcó la historia del museo sucedió en 1872, cuando Amadeo I anexó el ya citado Museo de la Trinidad, con sus respectivos fondos de pintura y escultura al Museo del Prado. Sin embargo sólo cien obras de La Trinidad fueron seleccionadas para ingresar al recinto del Prado, mientras que el resto se dispersó por todo el país. Eso le hizo convertirse verdaderamente en un Museo nacional pues ante la falta de capacidad del propio museo, 3200 obras se repartieron y se hallan aún repartidas en depósito por todas las provincias españolas en diferentes organismos oficiales e incluso embajadas extranjeras.

 

La Sagrada Familia de EL Greco, La magdalena penitente de Pedro de Mena y La Virgen del Lucero de Alonso Cano

 

Por esa razón se han juntado estas tres extraordinarias obras: La Sagrada Familia de El Greco, La magdalena penitente de Pedro de Mena y La Virgen del Lucero de Alonso Cano. Porque con ellas se quiere representar ese carácter de institución nacional que tiene el Museo del Prado pues aunque las tres pertenecen a sus fondos  sin embargo sólo ahora es posible verlas «de vuelta en casa» ya que las tres se encuentran en distintas sedes:  La Sagrada Familia en la Biblioteca Museu Víctor Balaguer de Vilanova i la Geltrù, La magdalena penitente que es una de las joyas del Museo de Escultura de Valladolid o La Virgen del Lucero de Alonso Cano que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Granada.

 

Miguel Jadraque y Sanchez Ocaña Visita del cura y el barbero a don Quijote– Museo del Prado, 1880

 

No fue tampoco hasta la incorporación del Museo de la Trinidad que el Museo se abrió también al arte de su tiempo con adquisiciones muy importantes de pintura española del siglo XIX realizadas en las Exposiciones Nacionales, como esta deliciosa y costumbrista  Visita del cura y el barbero a don Quijote de Jadraque y Sanchez Ocaña. O la tan celebérrima obra en su época de Eduardo RosalesEl testamento de Isabel la Católica del que la exposición nos brinda no ya el orginal, que puede verse en otro rincón del museo, sino un poco visto boceto.

 

Eduardo Rosales. Doña Isabel la Católica dictando su testamento (Boceto) – Colección – Museo Nacional del Prado

 

El éxito de la pintura de la Escuela Española, sobre todo barroca, en la época tuvo mucho que ver con su naturalismo que era entonces una tendencia en boga. La nómina de pintores que visitaron el museo fue inmensa. En la exposición está el libro de visitas del Prado con la firma de Gustave Courbet. Pero no fue un caso aislado, muchos fueron los artistas internacionales que peregrinaron al Prado como Singer Sargent o el mismo Edouard Manet quien sería otro de los grandes apologetas del museo.

En la exposición se muestran dos cuadros de él, Angelina Amazona, que muestran cómo cambió su libertad de ejecución en el periodo que abarca desde justo antes de su viaje, con esa Amazona que ya debe mucho a Velázquez, y ese otro retrato de Angelina en que el cromatismo dramático y la pincelada suelta reflejan su conocimiento de Goya.

 

Amazona de Edouard Manet y Angelina

 

O la contraposición de una copia fantástica de un jovencísimo Pablo Picasso, entonces un jovenzuelo de unos 16 años, de un retrato de Felipe IV de Velázquez que aquí han puesto frente a su modelo.

 

Retrato de Felipe IV de Diego Velázquez

 

Pablo Picasso. Portrait of Philip IV (Velаzquez), 1897

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Sección o Sala 4 ve desde 1898 a la Segunda República. !898 también fue un año importante para el Museo. En 1898 se inauguró el Museo de Arte Moderno al que se fué toda la pintura después de Goya y, a raíz de esta separación el Prado,  durante el largo período que va hasta 1971,  se especializó en arte más antiguo.

Fueron estas primeras décadas del siglo XX increiblemente fructíferas para el Museo. Se formó el Patronato, se amplió por primera vez el espacio del Museo, se siguieron criterios museográficos pioneros en su género y se implementó una auténtica política de adquisiciones,  favorecida además por frecuentes y notabilísmas donaciones o legados.

 

Museo del Prado, vista de la sala de Velázquez 1907 – 1915.

 

La nueva sala exclusiva dedicada a Velázquez cuya organización derivaba de criterios estrictamente científicos y daba mucho aire a los cuadros fue muy alabada internacionalmente. Ese ejemplo fue seguido en poco tiempo por sucesivas salas monográficas dedicadas a los grandes maestros españoles, que fueron  a veces acompasadas y/o alentadas por las primeras grandes exposiciones dedicadas a El Greco, Francisco de Zurbarán, José de Ribera, el divino Morales o Bartolomé Esteban Murillo.

 

Doña Antonia de Ipeñarrieta. Diego Velázquez. Legado la duquesa de Villahermosa, 1905

 

Además en esa época se produjo la disolución de algunas de las grandes colecciones aristocráticas que se habían formado durante el Siglo de Oro. Muchos de esos cuadros acabaron en el Museo del Prado, como los procedentes de la venta de la colección del Duque de Osuna a finales de Siglo, o los legados por los duques de Pastrana en esa misma época.

Esto nos lleva a hablar de la sala dedicada a las donaciones y legados, que los comisarios han querido colocar en el corazón y centro de la exposición. Una sala magnífica que ya soñara para sí cualquier gran museo del mundo.

Los legados han sido fundamentales en el Prado y algunos llegaron sobre todo en esta época generosa como pocas en mecenas, tanto a nivel nacional como local. Recordemos que en este momento se forma el Museo Cerralbo, el Lazaro Galdiano, el Museo de Valencia de Don Juan, Felix Bois crea el embrión del Museo de Historia de Madrid, o el Marqués de la Vega Inclán  crea el Museo del Greco en Toledo y el Museo  Romántico en Madrid. Nunca en la historia de este país se vio mayor interés entre los privilegiados e incluso entre los corruptos en contribuir tan generosamente a la creación del extraordinario patrimonio artístico de todos estos museos.

 

Legados y donaciones: En el centro, Escena de la vida de Nastasio deglio Onesti de Botiticelli (donación de Francesc Cambó, y a los lados Descanso el la huida a Egipto de Gerard David, donación de Pablo Bosch y La virgen entre dos ángeles de Hans Memling, donación marquesa de Cabriñana

 

Los legados fueron decisivos para rellenar las lagunas del museo en pintura de la escuela flamenca y holandesa o de los primitivos italianos. Algunos de los cuadros que se muestran aquí llegaron de la mano de grandes legados como el del catalanista Fransesc Cambó con sus tres paneles de Botticelli y el Bodegón con cacharros de Zurbarán. O el la colección Pablo Bosch, reunida en su casa de Madrid, que constaba de alrededor de trescientas pinturas, entre las que el Patronato seleccionó para el Museo cerca de noventa. Se trataba de obras italianas, francesas, flamencas y españolas de los siglos XV al XVIII, casi todas de tema religioso, como el   Descanso el la huida a Egipto de Gerard David que puede verse abajo a la izquierda.

 

 

Hay una abrumadora mayoría de pintura, sobre todo española, entre las obras ingresadas por donaciones, seguida por dibujos y grabados. Ejemplar es también la donación de Ramón de Errazu, cuyo elegantísimo retrato de cuerpo entero realizado por Federico Madrazo podemos ver en la pared de la derecha. Errazu legó 25 obras del siglo XIX de extraordinaria calidad que constituyen la base de la colección de cuadros de Fortuny y Raimundo de Madrazo que tiene el Prado. Incluida esa maravillosa Condea de Vilches de Federico de Madrazo que es, sin duda, una joya del Museo.

 

Madrazo y Kuntz, Federico de, Amalia de Llano y Dotres, condesa de Vilches Fecha 1853

 

En la otra pared de la sala de los legados hasta siete obras de Goya. La colección de Goya, que es sin dudarlo una de las más emblemáticas del Museo del Prado, ha sido la que probablemente se ha visto más favorecida por las donaciones y por los legados. En la foto de arriba vemos el extraordinario retrato de José Alvárez de Toledo, Duque de Alba donado por el Marqués de los Velez, el retrato del General Antonio Ricardos, y la importantísima donación de las pinturas negras por el barón Frédéric Emile d’Erlanger tras el fiasco de su posible venta en París, donde no encontraron compradores.

Goya tardó mucho en ser lo que es ahora y, aunque aceptado el legado por parte del Museo, quince años después seguían estas pinturas negras sin ser expuestas lo que motivo una queja del hijo del barón cuando realizó una visita al Museo.

 

francisco de goya dos viejos comiendo sopa

La sala se cierra con el monumental Retrato de los Duques de Osuna con sus hijos, una obra capital de la primera época de Goya, retirado de la venta de la colección del duque de Osuna por sus herederos en 1882 y entregado al Ministerio de Fomento, para que figurase entre las obras de Goya del Museo del Prado, donde ingresaría ese mismo año.

 

Los Duques de Osuna con sus hijos. Francisco de Goya

 

De 1931 a 39, es decir de la época de la República,  se ocupa la sala sexta presidida por el cuadro de El Greco de San Andrés y san Francisco entre fotografías del desalojo de las obras del Museo durante la guerra con el que metafóricamente se quiere resumir esta etapa.

 

San Andrés y San Francisco de El Greco

 

Y es que el cuadro del Greco se compró al monasterio de La Encarnación de Madrid  para el Museo del Prado en  1942 con los fondos recaudados por la exposición de las obras del museo en su forzado exilio ginebrino .

 

 

Son fascinantes las fotografías de todo ese periplo de las obras maestras del Prado durante la guerra civil que en la exposición se compara con el viaje que realizó Antonio Machado, pues ambos coinciden en tiempo y en espacio en Valencia, en Barcelona e incluso en Colliure, por donde pasaron los tesoros del Prado en su camino de Ginebra. Veintidós días duró la revisión del inventario de las 1868 cajas que llegaron en tren a la Sociedad de Naciones de Ginebra acompañadas tanto por delegados franquistas como republicanos. Podría poneros muchas de esas fotografías pero he querido escoger esta que os pongo abajo porque no hay más silencio sonoro como el que proclaman el desolado vacío de las salas y la huella de la ausencia en los muros deshabitados-

 

 

Se presta también atención, como no podía ser de otra manera, a aquella utópica idea republicana del  Museo Circulante que formaba parte de las extraordinarias Misiones Pedagógicas, que acercó el Prado a numerosos, y en ocasiones recónditos, lugares del país, a través de copias de algunas de sus obras.

 

Grupo de espectadoras ante copia de Las hilanderas de Velázquez en Cebreros -Ávila- noviembre de 1932-Madrid Archivo de la Residencia de Estudiantes.

Pueden verse imágenes también como esta de la pieza Estampas. 1932 del siempre inquietante y extraordinario cineasta José Val del Omar

 

Val del Omar. Estampas, 1932. Documental

 

La sección 7 está dedicada a la época del régimen franquista. Una de las grandes y publicitadas adquisiciones del franquismo fue la negociación con el régimen de Vichy para la repatriación de una auténtica obsesión del mismísimo General Franco: La Inmaculada de los Venerables, hasta entonces conocida como Inmaculada Soult, pues fue el mariscal Soult el que, en la Guerra de la Independencia la sacó de España. Al parecer, las negociaciones con Pétain no fueron en absoluto sencillas pero la posible participación de España para apoyar a la Alemania Nazi en la II Guerra Mundial, le dio a Franco margen de maniobra para presionar y lo usó a su favor. Franco realizó un ventajosísimo intercambio por la que era entonces una de las joyas del Louvre a la que se añadió la dama de Elche, el archivo de Simancas y algunas coronas visigóticas del Tesoro de Guarrazar a cambio de algunos cuadros de Velázquez o El Greco de los que existían copias en las colecciones españolas. “El robo” de Scoult, había sido resarcido por aquella “nueva España” comandada por Franco.

 

inmaculada concepción de los venerables bartolomé esteban murillo

 

A pesar del aislacionismo del régimen en sus primeros años, el Museo continuó siemdo un referente del arte de la cultura universal. Artistas como Jackson Pollock, Robert Motherwell, Jorge Oteiza, Avigdor Arikha o Richard Hamilton tomaron el testigo de Manet, Renoir, Fortuny o Sargent. De todos ellos hay obras en la exposición como este extaordinario cuadro de Robert Motherwell que nos hubiera gustado ver con El perro de Goya en el que se inspira.

 

 

El Perro de Goya, 1975. Robert Motherwell

 

Es un tiempo en que también los literatos se fijan en el museo y la exposición da fe de ello recogiendo textos de Eugenio D’Ors, Juan Gil-Albert, Maria Zambrano, Michel Foucault, Buero Vallejo, Rafael Alberti, Ramón Gaya, Manuel Mujica Lainez, etc.

 

 

También los artistas de la época tomaron referencias de cuadros de Goya o El Greco para establecer diálogos artísticos con indudables referencias políticas como fue el caso del Equipo Crónica o Antonio Saura o de la confrontación entre la Maja desnuda de Goya y el Desnudo femenino acostado de Pablo Picasso del que ya os hice referencia antes.

 

Equipo crónica. La antesala, 1968, Colección Juan March

 

Y donde no podía faltar esa obsesión por Las Meninas que se ha acabado por convertir en un icono del arte universal.

 

Pablo Picasso. Las Meninas. Cannes, 18 de septiembre del 1957.

Las meninas de Picasso, de Richard Hamilton

 

La última sala dedicada al periodo democrático recoge hitos como la vuelta del Guernica o el retorno al Prado de la pintura española del XIX. La aprobación de la Ley de Patrimonio de 1985 ha permitido que permanezcan en el Prado obras maestras como el Antonello de Messina al que hicimos referencia más arriba, la Condesa de Chinchón de Goya y otras tantas de Rubens, Fra Angelico o Pieter Brueghel.

 

La Ley de Patrimonio establecía como su principal objetivo:

el acceso a los bienes que constituyen nuestro Patrimonio Histórico. Todas las medidas de protección y fomento que la Ley establece sólo cobran sentido si, al final, conducen a que un número cada vez mayor de ciudadanos pueda contemplar y disfrutar las obras que son herencia de la capacidad colectiva de un pueblo.

Para visualizar esta vocación de apertura la exposición acaba con toda una pared con posters de diferentes exposiciones celebradas durante estos años, una reproducción táctil para ciegos del Noli me tangere de Corregio y toda una serie de fotos del proyecto en vídeo de Francesco Jodice, Spectaculum Spectatoris con el que el Museo parece querer representarnos.

Francesco Jodice Spectalulum Spectatoris, 2011

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Lina Bo Bardi, Brasil anida de nuevo en la Fundación Juan March 1 http://rarasartes.com/lina-bo-bardi-brasil-anida-de-nuevo-en-la-fundacion-juan-march-1/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=lina-bo-bardi-brasil-anida-de-nuevo-en-la-fundacion-juan-march-1 http://rarasartes.com/lina-bo-bardi-brasil-anida-de-nuevo-en-la-fundacion-juan-march-1/#respond Wed, 26 Dec 2018 13:10:16 +0000 http://rarasartes.com/?p=5342 Lina Bo Bardi, Brasil anida de nuevo en la Fundación Juan March

 

Si volviera a nacer solo coleccionaría amores, fantasías, emociones y alegrías”.

Lina Bo Bardi

Entrada de la exposicion

 

A veces, cuando escribo este blog, en la soledad del ordenador, creo que en el fondo no hago otra cosa que escribirle cartas a mi memoria. Intento seducirla, ponérselo fácil, darle una lista de las cosas que me gustaría que se olvidara de olvidar.

Lina Bo Bardi,  Lina Bo Bardi, Lina Bo Bardi, guárdame ese nombre en un rincón. Bo Bardi. Conocer más a esta mujer vivaz me está proporcionando algo escaso en estos tiempos,  alegría, casi un regocijo infantil, una vitalidad tropical que me hace volver volando con un pensamiento mariposa a mi querido ahijado Kilian viviendo la aventura venturosa de la Amazonía bajo un mangueiro, construyendo amor en un buraco da floresta por donde juguetean monos pequeños como ardillas entre enloquecidos cantos de cigarras. Va por ti, Mellaman, por ese Brasil que permanece bajo la tierra feraz y la ferocidad de estos tiempos. Qué viva Lina. Qué viva Brasil pese a tudo, con sus eternas oportunidades.  Que viva el sabor de un mango maduro, el crepiteo  de la lluvia en las tejas y las goteras manantiales. Que viva Maria, Lenita,  a serra tico tico, as borracherias y ese violao que a buen seguro adormece y domestica a las mismísimas serpientes coral. Y esa Milena, esa Milena, esa Milena, linda hasta las puntas de los dedos, cálida hermosura color miel, que tanto gozo me da imaginar durmiendo acurrucada a tu lado. Beleza para esos dos bellos Adán y Eva. Foi um prazer compartilhar com vocês dois este primeiro passinho da bossa nova linda que, puedo dar fe,  ya habéis empezado a bailar.

 

 

 

En fin, volvamos al arte. Volvamos a Lina. La exposición Lina Bo Bardi: tupí or not tupí, que organiza la Fundación Juan March hasta el 13 enero de 2019 en  Madrid es una fantástica ocasión para enamorarse una vez más de ese Brasil a veces desquiciante, pero tan feraz (y feroz) siempre. Es la primera exposición que se celebra en España sobre la inspiradora figura de esta (tan desconocida aquí como legendaria allá) mujer orquesta, figura fundamental de la cultura bahiana y brasileña en general, a la que llegue a conocer, como muchos, a través de su desconcertante y emblemático Museo de Arte de Sao Paulo (MASP).

La exposición no es tanto sobre su obra arquitectónica, que también, como sobre la historia del venturoso encuentro con Brasil de esta extraordinaria mujer italiana y su no menos extraordinario marido, Pietro Maria Bardi. Y de cómo a partir de su exilio, uno de los tantísimos producidos por el auge de los fascismos europeos y la Segunda Guerra Mundial ,  pueden desentrañarse casi cuatro décadas de la historia del arte de un Brasil que entonces buscaba su propia voz y su propio lenguaje, moviéndose entre las más radicales vanguardias y la potente y casi surrealista tradición artesana local.

A veces, sobre todo en estos tiempos de continuas crisis de refugiados, tendemos a olvidarnos que casi todo, -si no todo-, lo que nos hace mejores viene de un lugar distinto . Ya lo dice la UNESCO, la migración es un extraordinario dinamizador de las diferencias.

 

Lasar Segall Inmigrantes

 

Los comisarios de la muestra –Mara Sánchez Llorens, Manuel Fontán del Junco y María Toledo– la han pensado como una continuación de la que, en 2009,  dedicaron a la pintora  Tarsila do Amaral, una de las figuras capitales de la vanguardia brasileña. Sólo les faltaría dedicarle una exposición, y es toda una sugerencia,  a la tempranísima vanguardista Anita Malfatti, otra brasileña de rompe y rasga.

 

Anita Malfatti, A Boba, 1915-16

 

La exposición además es interesante por su enfoque. Como dice la comisaria Maria Toledo :

 

Las exposiciones que se han realizado anteriormente sobre Lina Bo Bardi han estado enfocadas  en su arquitectura. Esta exposición tiene la novedad de presentar un enfoque diferente y mostrar todas las facetas y las disciplinas a las que Lina se dedicó. Es el mundo plural, amplio, abierto al diseño, a la escenografía, al  teatro, A tantas cosas que no tenían que ver con la arquitectura. Su manera de entender la arquitectura era una manera mucho más porosa, global, abierta, expandida.»

 

La idea era -y es- hacer dialogar su obra con la obra de otros artistas tanto figuras  internacionales como humildes artistas populares, anónimos o indígenas.

 

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Porque sí algo fue Lina fue una activadora cultural muy potente, según cuenta la comisaria.

La importancia que tiene en la aparición de la cultura bahiana, toda esa fuerza que incorporaran los Tropicalistas, todos estos grupos donde estaban Caetano Veloso, Gilberto Gil, Gal Costa, Tom Zé, etcétera contaban cómo les había emocionado conocer a Lina en Bahía

 

Encuentro de João Gilberto con Caetano Veloso y Gal Costa en 1970

 

El propio Caetano Veloso cuenta en el vídeo de la exposición:

Conocí a Lina porque era una presencia muy fuerte en Bahía. Cuando yo tenía 18 años, para mí Lina era como una entidad. Yo era su fan. Era así.

Aparte de lo que hizo en Bahía, hubo cambios que tuvieron peso nacional y después internacional. Esto tiene un efecto social, la habilitación de toda una generación que tuvo consecuencias importantes en la transformación de la sociedad. Después, cuando llegó la dictadura militar, todo se fue pero no se fue. Fue como una semilla que estaba allí y después las cosas crecen. Ella fue, –dice focalizando la mirada-, una persona civilizadora. 

Y sonríe. Como el que ha encontrado la palabra perfecta, la ocurrencia justa.

 

 

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Ay Lina Bo Bardi, qué gusto conocerla más profundamente. Creo que hablar de ella me dará para más de una entrada de este blog. Ella y Brasil (y mi pareja de Adán y Eva) se lo merecen.

 

 

La extraordinaria muestra de la Fundación Juan March de Madrid, sorprendente como casi todas las que organiza esta sede, es la primera que se le dedica en España a Lina Bo y además, ha venido acompañada con un auténtico festín de conciertos musicales,  ciclos de conferencias, coloquios y talleres educativos dirigidos a escuelas en torno a la Gran vaca mecánica, un artefacto diseñado por Lina, para inspirar la participación mediante el juego que ha sido reconstruido para la exposición y que ha recorrido las calles  de Madrid.

 

La Gran Vaca Mecánica se ha realizado con la colaboración de la Bienal “Miradas de Mujeres”

 

Y es que Lina Bo Bardi, no sólo fue una notable arquitecta de orientación ecologista, en un tiempo donde el ecologismo era poco menos que un antojo, sino sobre todo una activista cultural avant la lettre: directora de numerosas revistas, talentosa diseñadora  de muebles y exquisitas sillas,

 

Lina Bo Bardi sentada en su silla al borde de la carretera (Cadeira à beira da estrada)

 

de caprichosas joyas e incluso de jardines, ilustradora, pintora y una gran coleccionista de arte y artesanía, especialmente de casi todo lo relacionado con la parte más exuberante de la creatividad como son el juego, el carnaval, el circo o el teatro.

 

 

Hoy os quiero contar de dónde surgió esta italobrasileña que revolucionará a los tropicalistas bahianos, aunque contarlo dignamente, como os he dicho, me llevará varias entradas.

Achillina Lina Bo Bardi (Roma, 1914-São Paulo, 1992) descendía por vía materna de una familia de historial turbulento, y su padre, Enrico Bo, era constructor inmobiliario que tenía alma de pintor, un amateur del arte y el ladrillo. Como sería su hija.

La exposición de la Juan March se abre y se cierra con dos de sus cuadros, que recuerdan al arte popular tan típicamente  latinoamericano y tan extrañamente cercano a la filosofía estética posterior de su hija.

 

Enrico Bo. Domingo. La huida del circo 1952

 

Achillina Giuseppina -su rimbombante nombre de pila-, pertenecía pues a una familia romana acomodada  que le permitió formarse en un ambiente intelectual propicio  y realizar  unos estudios superiores de Arquitectura en la Universidad de Roma,  que, para la época, no estaban, ni mucho menos, al alcance de cualquier mujer. No obstante, y a pesar de su posición económica, Enrico Bo siempre quiso despertar en su hija Lina la conciencia de clase y la posibilidad de saber que la realidad puede cambiarse. “Lo importante era construir una realidad distinta”, decía Bo Bardi recordando a su padre.

Resultado de imagen de Gioventú Universitaria Fascista

 

A finales de 1939, Lina -vestida, por disposición gubernamental, con un uniforme de la Gioventú Universitaria Fascista que tuvo que pedir prestado para la ocasión- se gradúa en Arquitectura presentando un proyecto final “Núcleo asistencial de maternidad e infancia” que constaba de tres volúmenes prismáticos con cuatro alturas separados con zonas verdes que el cónclave de profesores calificó de escandaloso porque salía de lo usual.

 

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Lina, que siempre fue una de esas amazonas libres de ese gran siglo XX tuvo que coexistir en su primera época con el fascismo dominante mientras mantenía al mismo tiempo una militancia comunista clandestina. Más tarde, incluso participaría activamente en la Resistencia. Precisamente en un intento de alejarse de la maquinaria fascista más centrada en la ciudad de Roma, Lina se escapó  a Milán.

Hui de las antiguas ruinas recuperadas por los fascistas. Era una ciudad parada, todo estaba parado, excepto Milán”.

 

Domus de Enero de 1943

 

Allí trabajó para los mejores arquitectos del momento. Trabajó para Carlo Pagani, colaboró con  Gio Ponti en la revista Domus, -una de las publicaciones más prestigiosas de la época, de la que llegaría a ser editora- y se relacionó con el influyente Bruno Zevi con quien fundó la revista semanal de Cultura della vita. 

Así pues Lina se ganó, todavía jovencísima, una cierta y merecida notoriedad  y llegó a establecer su propio estudio de arquitectura, con pocos encargos sin embargo debido a la guerra.

La Guerra fue dura.

Ese estudio de la Vía Gesú que compartía con Pagani en Milán fue destruido en un bombardeo.

Perdí muchas cosas, incluso mi título. Mi madre tuvo que escribir una carta al ministro para que me dieran un segundo documento, pero perdí todos mis trabajos, objetos y dibujos.

 

Milán. La Galleria Vittorio Emanuele II tras los bombardeos de agosto de 1943.

 

Poco después del armisticio, volvió a casa y comenzó a trabajar en el Estudio de Arte Palma en Roma donde conoció a Pietro Maria Bardi, un compañero de trabajo que se convertiría en su compañero de vida. En seguida él se divorció de su primera mujer y se casó con Lina antes de acabar el año .

 

Pietro Maria Bardi y Lina Bo Bardi, Italia, 1947

 

Pietro era periodista, crítico, comisario y coleccionista de arte que aunque en un primer momento había puesto su talento al servicio de Mussolini después  había caido en desgracia por su oposición a la ortodoxia arquitectónica fascista.

Espíritus inquietos en seguida se lanzaron a la aventura que, en su caso, llegó de Brasil, o del Brasil, como se decía entonces, un país gigantesco con grandes perspectivas de prosperidad y que era además el activo escenario de una arquitectura arriesgada y prometedora, situación por completo opuesta a la europea completamente enfrascada en la reconstrucción de la posguerra.

 

Pietro Maria Bardi Y Lina Bo Bardi llegando a Brasil

 

 

Ante el complejo panorama político en Italia tras el final de la II Guerra Mundial, el matrimonio decidió probar la vía de muchos de los italianos de la época: la emigración a  Latinoamérica. Más le valdría a esta Italia de nuestros días recordar cuánto ha sido puerto de salida de miles de emigrantes.  Fue así como recalaron en Rio de Janeiro.

A su llegada en 1946, los Bardi fueron recibidos por lo más granado de la vanguardia artística e intelectual brasileña: Lucio Costa, Burle Marx, Oscar Niemeyer, Claudio Portinari o Vinicius de Moraes entre otros.  Aquel era un viaje que en principio sólo pretendía ser una primera prospección, pero los Bardi mantendrían un venturoso encuentro, fundamental para toda la cultura brasileña posterior, con el político y gran magnate de la prensa Assis Chateaubriand.

 

Pietro Maria Bardi y Francisco Assis Chateaubriand en la inauguración del MASP en 1947 (Acervo Abril)

 

Él les contó su idea visionaria de crear  un gran museo de arte en Sao Paulo, que entonces era conocida como la «Nueva York sudamericana», un museo que anhelaba que pudiera rivalizar con las grandes pinacotecas europeas y norteamericanas.

La responsabilidad de Chateaubriand sería  recaudar los cuantiosos fondos necesarios entre los ricos hacendados locales del café y los grandes industriales . Pietro se encargaría, por su parte,  de conseguir las obras , gracias a su forjado criterio y a la, en aquel momento, acuciante necesidad de dinero en efectivo de algunas grandes familias europeas tras la guerra. El aumento exponencial de la oferta  bajó además los precios de las obras de arte a niveles desconocidos hasta entonces e hizo posible la adquisición de varias obras maestras de autores tan importantes como Botticelli, Rafael, El Greco o Poussin. Y, last but not least, Lina por supuesto asumiría la tarea de diseñar el contenedor, el edificio del Museo.

 

Pietro Bardi y Lina, un año antes de la muerte de Lina en su icónica cas. Photo by Marcelo Ferraz, 1991

El proyecto supuso el pretexto decisivo para que los Bardi se instalaran en Brasil ya para el resto de su vida. La única condición que le puso Bardi al proyecto, y en esto está la clave de su mayor aportación,  es que no debería haber ninguna distinción entre las artes, llamando a la institución simplemente con un genérico  «Museo de Arte de Sao Paulo».

Aunque en principio planearon quedarse al frente del proyecto por apenas un año, Pietro se dedicaría a él  el resto de su vida, siendo el director de la institución durante casi medio siglo, hasta finales dela década de los 90.

 

Pietro Maria Bardi, diretor-fundador do MASP

 

El primer museo fue inaugurado, casi inmediatamente,  el 2 de octubre de 1947 en un primer local de 1000 metros cuadrados, que había sido la sede de los Diarios Asociados propiedad de Assis Chateaubriand en la Rua Sete de Abril, el centro de Sao Paulo.

Además de la galería de arte , tenía una sala de exposición didáctica sobre la historia del arte, dos salas de exposiciones temporales y un auditorio con 100 asientos. Por lo tanto, el MASP inauguró, casi a nivel mundial, el concepto de espacio del museo multidisciplinario, convirtiéndose en una de las primeras instituciones en el mundo en trabajar con el perfil de centro cultural, casi dos décadas antes de la inauguración del Centro Pompidou.

 

 

manifesto antropofago facsimil

 

Los  Bardi se trajeron su colección de obras de arte y artesanía italiana y su biblioteca que compartieron en una serie de pequeñas exposiciones.  No fue extraño que, en Brasil, a Lina se le despertara una profunda admiración por la cultura popular iniciando entonces su enorme colección de arte popular brasileño. En realidad toda su producción y en todas sus facetas siempre tuvo una dimensión de diálogo profundo entre lo Moderno y lo Popular.

El subtítulo de la exposición forma parte del eslogan («¿Tupí or not Tupí? That is the question«) del Manifiesto antropófago de Oswald de Andrade (1928), todo un ejemplo de apropiación caníbal de la famosa cita del Hamlet de Shakespeare. Y es que la llamada «antropofagia» brasileña de los años veinte, que puede ser considerada la revolución estética-ideológica más original de las vanguardias latinoamericanas, pretendía, en efecto, la deglución, la absorción, la asimilación y, sobre todo,  el replanteamiento de la cultura europea.

 

Theodor de Bry_-_Canibales Brasileños

 

La antropofagia era, aparentemente, entre los indios Tupí una ceremonia guerrera donde solo se sacrificaba al enemigo valiente apresado en combate. Los índios de la tribu Tupinambá comían  sólo la carne de los guerreros adversarios que habían demostrado probado valor y coraje con el objetivo de absorber su esencia. Ser comido era por lo tanto considerado como una de las formas más honorables de morir, porque significaba que el guerrero era considerado valiente y tenía un espíritu fuerte.

En este sentido, Oswald de Andrade hablaba de Antropofagia. Se trataba de comerse al padre europeo colonial para absorber su valor y poder así producir un espíritu brasileño más fuerte, una verdadera brasileñidad.

 

Tarsila Do Amaral. Abaporu.1928

 

El término Antropofagia procedía del título de un cuadro de Tarsila do AmaralAbaporu, que significa antropófago en lengua Tupí. Un cuadro por cierto que hoy se encuentra en Buenos Aires. Con ello, los artistas del Brasil buscaban hacer una digestión cultural de la cultura europea que resultara en una identidad nacional y en un lenguaje que fuera a la vez moderno para interesar a los circuitos internacionales del arte  y, al mismo tiempo y sobre todo,  genuinamente brasileño.

La cultura occidental se presentaba como la necesaria víctima de este  parricidio. El estado primario de Brasil, sin embargo, ya poseía todo lo positivo:

“Ya teníamos el comunismo. Ya teníamos la lengua surrealista.” (Andrade).

 

Mestre Guarany – Carranca de embarcação. Foto- Marcel Gauthereau

 

Lina Bo Bardi, consciente de que la antropofagia estaba en la base de la vanguardia brasileña, encarnaría una suerte de antropofagia a la inversa. Para ella, también el Viejo Mundo, del que procedía, debía ser transformado por la mirada del Nuevo Mundo, en el que vivía, para dar paso a una nueva sociedad: a una suerte de “aristocracia del pueblo”, en sus propias palabras, de un pueblo nuevo, mezcla del europeo, el indio, el negro y el nativo del nordeste del país; un mundo cargado de sueños para un futuro mejor.

Pero eso os lo contaré en la próxima entrada.

 

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«París pese a todo» nos abruma en el Reina Sofía (Segunda Parte: «Dos o tres cosas que yo sé de ella») http://rarasartes.com/paris-pese-a-todo-nos-abruma-en-el-reina-sofia-segunda-parte-dos-o-tres-cosas-que-yo-se-de-ella/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=paris-pese-a-todo-nos-abruma-en-el-reina-sofia-segunda-parte-dos-o-tres-cosas-que-yo-se-de-ella http://rarasartes.com/paris-pese-a-todo-nos-abruma-en-el-reina-sofia-segunda-parte-dos-o-tres-cosas-que-yo-se-de-ella/#respond Fri, 14 Dec 2018 17:28:48 +0000 http://rarasartes.com/?p=5193 «París pese a todo» nos abruma en el Reina Sofía (Segunda Parte: «Dos o tres cosas que yo sé de ella«)

 

Bueno, pues aquí va la segunda parte de la entrada sobre la exposición del Museo Reina Sofia  París pese a todo. Artistas extranjeros, 1944-1968. Las citas, que hay muchas a lo largo de la entrada, son parte de las propias cartelas de la muestra que he usado como guías para orientarme en lo que os cuento.

 

‘Deux ou trois choses que je sais d’elle…’,

 

A mediados de los cincuenta,  cuando los turistas, sobre todo norteamericanos, empezaban a llegar en masa a  la ciudad gracias a la publicidad de las películas de Hollywood y la aparición de los aviones a reacción, empezaron a aparecer en determinados círculos artísticos de París las voces críticas contra la deriva consumista de la organización de la vida cotidiana alentada a través de la publicidad. Los mensaje publicitarios no eran simplemente  contenido o información, sino un auténtico nuevo medio de poder para modificar y controlar el curso y el funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas. La necesidad de la defensa y el ejercicio de la  libertad individual frente a esa alienación consumista se convirtió en un asunto central en los discursos del arte, especialmente entre los numerosos artistas extranjeros.

Dos o tres cosas que sé de ella dirigida por Jean-Luc Godard, presenta un  ensayo filmíco de la visión de la auténtica superstar del cine galo en aquel momento ; Godard escribió que «quería incluir todo: deportes, política, incluso comestibles». La película, en realidad, cuenta 24 horas de la vida, tan presuntuosa como frívola, de Juliette Jeanson ( Marina Vlady), una esposa y madre, típicamente burguesa, parte de cuya vida involucra la prostitución.

Juliette y la ciudad de París hacen lo mismo: aparentan, se maquillan, se visten con ropa nueva, se prostituyen…También hay en la película un cuestionamiento del lenguaje como como casa común que el hombre habita. Son los años de la descolonización de Indochina que derivaría en la guerra de Vietnam, de la crisis de Argelia y la vuelta de De Gaulle y el fin de la Cuarta República. El mayo del 68 ya palpita en el ambiente.

 

Deux ou trois choses que je sais d’elle – Marina Vlady,

 

Cuando estaba haciendo la película, Godard apareció en el programa de televisión Zoom para debatir con un funcionario del gobierno Jean St. Geours , que predecía cómo la espiral de la publicidad se convertiría en un auténtico vendaval ideológico a medida que el impulso básico de la sociedad francesa fuera únicamente el de aumentar su nivel de vida. Godard explicaba que él veía a los publicistas como los proxenetas que esclavizan a las mujeres hasta el punto en que entregan sus cuerpos sin remisión ninguna, porque están convencidas de que lo que pueden adquirir tiene más posibilidades de procurarles la felicidad que el propio disfrute del amor o del sexo.

En la década de 1960 Francia ya había superado la crisis tras la Segunda Guerra Mundial, había un auge en la construcción y el paisaje urbano de París se estaba transformando .

La Galerie Arnaud

Mientras cerraba la galería Huit, de la que hable en mi anterior entrada, se inauguraba en 1951 en una pequeña librería del Saint-Germain-des-Pres un nuevo espacio para presentar la obra de los artistas abstractos más jóvenes  Lideraron este proyecto Jean Robert Arnaud y los pintores estadounidenses Jack Youngerman, Ellsworth Kelly,  y sobre todo, John Koenig, llegado de Seattle y residente en París gracias a la ley de ayuda a la educación de veteranos de la Segunda Guerra Mundial.

Portrait de Jean-Robert Arnaud – Koenig John

La Galerie Arnaud era, de hecho, lo que cualquier artista extranjero hubiera fantaseado encontrar en París: acogedora, audaz y, gracias a la labor de Jean-Robert Arnaud, bastante organizada. La galería tenía una actividad casi febril, cambiando de exposición cada dos semanas, y fundando en 1953 la revista Cimaise, dedicada a recoger los más influyentes debates sobre arte contemporáneo del momento.

 

Cimaise

 

Su director es Jean-Robert Arnaud, Su comité editorial estaba compuesto por Jean Alvard, Herta Wescher y el importante crítico frances Michel Ragon . El objetivo era exponer obras abstractas internacionales sin miedo los ataques de las voces de los críticos más tradicionales de París. La Galerie Arnaud llego a ser un importante centro internacional de debate, animado por críticos de arte como  Claude-Hélène Sibert. Michel Seuphor , Michel Tapie , Pierre Restany , Georges Boudaille , que fueron algunos de sus colaboradores.

Fue una empresa valiente cuando, en 1953, fundamos la revista Cimaise, una empresa a la que trajimos más buena voluntad que medios y experiencia. Todos predecían una muerte prematura y no nos hubiéramos atrevido a garantizarle una existencia tan sólida… Nuestro programa era bastante ambicioso: defender el arte actual tal como aparecía en los salones, las galerías, los estudios de artistas, anunciar las importantes manifestaciones artísticas en Francia y en el extranjero, informar de libros y otras publicaciones. Y, finalmente, ceder la palabra a los propios artistas. 

Y tuvimos que alojar todo esto en pequeños cuadernos de 24 páginas, incluida la portada, cada uno de los cuales estaría decorado con un grabado original» escribió Herta Wescher en 1971 en el número 100-101 de la revista.

 

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John Koenig  mostró allí sus collages y obras abstractas, junto con pinturas de los ya citados Jack Youngerman y Ellsworth Kelly, pero también de Jeanne Copel, Paul Jenkins, Ida Karkaya o el español Luis Feito.  Jean-Robert Arnaud se convertiría  en el gran defensor de lo que se denominaría, con ese afán de etiquetas tan del mundillo artístico, la Abstracción lírica de la que os habló un poco después.

 

Rafael Canogar – Composición, (1956)

 

ellsworth-kelly-la-combe-

 

 

 

Luis Feito

 

Exposiciones como Divergences inaugurada en 1954, en la que se enfrentaron dos tipos distintos de expresión abstracta dieron pie a un amplio debate en torno a nuevas posibilidades abstractas desarrollado en potentes textos en las páginas de Cimaise.

 

Le Mouvement en la galería parisina de Denise René

 

The legendary «Le Mouvement» exhibition was held in the Galerie Denise René in Paris

 

Al mismo tiempo otro movimiento se gestaba en la Galerie Denise René, galería pionera, conocida desde su creación por la extrema coherencia de sus elecciones estéticas que son ya parte de la historia del arte moderno. En esta galería fue donde se produjo el reconocimiento internacional de las corrientes de abstracción geométrica y cinética , renombrada como Op art en los Estados Unidos, que continúa hoy en día

El 6 de abril de 1955 se inauguró la exposición Le Mouvement en la galería parisina de Denise René. Desde entonces esa muestra sobre la abstracción geométrica se ha venido analizando y debatiendo exhaustivamente, siendo especialmente importante por abrir paso a una nueva forma de concebir el papel del arte en la sociedad que se desarrollaría más tarde en París con el Arte cinético y el Op Art.

 

Méta-Malévich. Jean Tinguely 1954

En esta importantísima exposición se produjo el encuentro de artistas consagrados como Marcel Duchamp, Victor Vasarely y Alexander Calder, con jóvenes como Jean Tinguely, Agam,  Pol Bury,  Jacobsen  y Jesús Rafael Soto. En este encuetro está el origen del Manifiesto Amarillo que marca el acto oficial de nacimiento del cinetismo, una « nueva belleza », «la segunda revolución del siglo después del cubismo«, que reviviendo una tendencia artística presente ya en  las obras de los constructivistas rusos Naum Gabo, Pevsner Moholy Nagy

 

Oeta II. Victor Vasarely 1956

 

Casi todos ellos eran artistas extranjeros interesados en el movimiento y la óptica. Algo muy novedoso es que forzaban al espectador a ser un sujeto activo, liberándole de la contemplación estática y controladora y convirtiéndole además enverdadero creador de la obra mediante un desplazamiento consciente, una interacción con la pieza.

 

Pol Bury

La actividad era divertida y en ocasiones hasta mágica, y eso quedaba lejos de la concepción académica, de la abstracción geométrica y del individualista del Art informel o Art autre. Era una idea alternativa, el principio de un nuevo entendimiento de la relación entre las obras de arte y los espectadores

 

«Le Mouvement (Agam, Bury, Calder, Duchamp, Jacobsen, Soto, Tinguely, Vasarely), curated by Denise René and Pontus Hulten

 

Abstraction lyrique o Art informel

Lo que se conoció como Abstraction lyrique o Art informel en París, hacia 1953, había obtenido una victoria importante. Ese nuevo tipo de arte abstracto, violentamente expresionista y considerado caótico por muchos, se convirtió en el hegemónico en Francia en ese momento, un estilo dominante y avanzado que representaba al París de la modernidad, capaz de revisar el concepto de la Escuela de París, que en aquel momento parecía casi olvidado.

La abstracción lírica incluía a un grupo de artistas que usaban un lenguaje abstracto siguiendo casi una escritura gestual, que antes de la guerra había ya sugerido el movimiento dadá y el espíritu surrealista. Hablamos de Hans Hartung ( 1922 ) y Camille Bryen ( 1936 ), y que se abre con  Wols  a una nueva libertad  plástica de los procesos de la proyección lineal de los colores sobre la tela,

 

Hans Hartung

 

En marzo de 1951 se celebró la gran exposición «Confronted vehemences» en Nina Dausset, donde se presentan por primera vez pinturas de artistas abstractos europeos y americanos ( Bryen , Capogrossi , De Kooning , Hartung , Mathieu , Piers, Pollock , Riopelle , Russel , Wols ).

 

nicolas de stael collage sur fond bleu 1963

 

Este evento estuvo organizado por Michel Tapié , cuyo papel como defensor de esta tendencia, que incluirá en el arte informal , es de suma importancia.

 

Michel_Tapie_1954

 

Este es el estilo de  las obras de Nicolas de Staël, Maria Helena Vieira de Silva y Ed Clark, que estaban trabajando con un sentido refinado de la realidad abstracta. Puede que el mito estuviera evaporándose, pero París seguía atrayendo artistas chinos, japoneses, noruegos o canadienses, llamadas estadounidenses, a pesar del regreso de Jack Youngerman y EllsworthKelly a Nueva York.

 

CHU TEH-CHUN | 20th Century, 1960s

 

Zao Wou-Ki y Chu Teh-Chun estaban introduciendo fascinantes formas chinas en el nuevo planteamiento crítico internacional. Y las marcas extranjeras en las formas abstractas se recibían bien por representar no solo una apertura al mundo, sino también una señal de integración de la cultura parisina, en aquel momento más permeable que nunca a las influencias extranjeras.

 

Artwork by Zao Wou-Ki (1920 – 2013) – Untitled 1961

 

El público y los críticos estaban fascinados con la obra de Maria Helena Vieira de Silva y sus típicos azulejos portugueses, la frescura y la naturaleza monumental de las obras de Anna-Eva Bergman o las formas japonesas de Kumi Sugai.

 

Maria Elena Viera da Silva paris la nuit 1951

 

Kumi Sugai.

 

Kimber Smith Bluebird 1960

 

Ed Clark. Sin Titulo. 1954

 

Las experimentaciones con la abstracción se dirigían hacia obras de un tipo más tenue y transparente, como las de Paul Jenkins, Sam Francis o Simon Hantaï, mientras que Erró reconocía la presencia del centro neoyorquino, si bien en tono jocoso.

 

Sam Francis Blur in Motion II, 1960 oil on canvas

 

Simon Hantaï Archives, Panses (1964-67)

 

The School of New-Par-Yorkis | ERRÓ (1959)

 

 

Congreso Internacional de Escritores y Pintores Negros

 

París será también un lugar donde se debatía el pasado colonial. En septiembre de 1956 se organizó en la ciudad en torno a la revista Presence Africaine, el primer “Congreso Internacional de Escritores y Pintores Negros”, anunciado mediante un cartel diseñado por Picasso.

En el anfiteatro René Descartes de la Sorbona, en París, resonaron las voces de los intelectuales negros más importantes de la época, Léopold Sédar Senghor, Franz Fanon, Richard Wright, Aimé Césaire, Hamadou Ampathé Bâ

 

 

Este primer Congreso de Escritores y Artistas Negros fue una iniciativa del intelectual senegalés Alioune Diop , quien en 1947 fundó la revista Presence Africaine, dedicada a la influencia del arte africano.
Ese mismo año, el poeta francés Léon-Gontran Damas publicó la antología Black Poets of French Expression 1900-1945, y un año después, Léopold Sédar Senghor presentó la antología de la nueva poesía negra y malgache de la lengua francesa, precedida de El Orfeo Negro por Jean-Paul Sartre.

 

La photo officielle du 1er congrès des écrivains et artistes noirs (septembre 1956)

 

Estaba empezando el debate sobre el pasado colonial, que procedería hasta la conclusión de la guerra de Argelia en 1962.

Son los años de la guerra de la independencia de Indochina, de la independencia del protectorado de Marruecos, la guerra de Argelia. El desastroso colonalismo europeo del siglo XIX llegaba a su fin.

 

La Revolución de Argelia en 1962

 

El auge de creatividad y el agudo sentido crítico que se estaba desarrollando en París se interrumpió con discursos sobre la insurrección argelina, iniciada en noviembre de 1954, cuando se produjeron una serie de ataques organizados por el entonces poco conocido Frente de Liberación Nacional, el FNL, varias zonas de Argelia. Las divisiones se hicieron evidentes en Francia con rapidez, y las discusiones hicieron palpable una atmósfera de guerra civil.

 

Les Femmes d’Alger

En diciembre de ese mismo Picasso inició con furia una serie de estudios titulada Les Femmes d’Alger (Las mujeres de Argel) que daría lugar a varias pinturas en 1955. El malagueño, que seguía siendo comunista, tomó como referencia el símbolo del imperialismo decimonónico, la obra de Delacroix Femmes d’Alger, en la que la esclavitud de una mujer en un harén ponía de manifiesto el colonialismo. La versión picassiana tenía un complejo lenguaje doble que mostraba el deseo masculino y la liberación femenina. La libertad era el tema central de este conjunto de obras.

 

 

Hacia 1955 había en Francia periodistas que desvelaban torturas atroces en Argelia encubiertas por el gobierno. Hubo fuertes intentos de censura.

 

Roberto matta la question 1957

 

El artista chileno Matta aprovecho la ocasión y produjo en 1958 una de las imágenes más desgarradoras denuncia de la violencia estatal, La Question. Con su tradicional lenguaje surrealista, logró crear una atmósfera violenta y horripilante que trasladó la fantasía surrealista a la realidad contemporánea.

 

Jean-Jacques Lebel

 

En septiembre de 1960 recorrió el país una petición no solo contra la tortura, sino también por el derecho a no formar parte del ejército francés en Argelia; en otras palabras, en defensa de la insubordinación.

Jean-Jacques Lebel y Alain Jouffroy anunciaron una rebelión en las páginas de una nueva revista  publicada con el nombre de Front Unique. Su manifiesto firmado por 121 personas, titulado “Declaración sobre el derecho a la insumisión en la guerra de Argelia”, era una larga diatriba contra la colonización que concluya con un llamamiento en apoyo del pueblo argelino.

 

Le grand tableau antifasciste collectif

 

Estando en Italia, Lebel tuvo la idea de crear, junto con seis amigos extranjeros residentes en París, una obra colectiva. El Grand tableau antifasciste collectif, con una esvástica bien visible, hablaba de brutalidad, censura y violencia sexual. No tardó en censurase y quedar oculto durante 23 años.

 

Detalle de Le grand tableau antifasciste collectif

 

 

La nueva Bohemia y el Hotel Beat

La Bohemia revivió en París entre 1953 y 1963. Artistas y escritores beatniks se instalaron en un hotel barato y poco convencional de la rue Gît-le-Coeur, en el Barrio latino. Estos, pintores y poetas se congregaron allí para poner en común experimentos investigaciones en el terreno de la autoexpresión.

 

 

Bryon Gysin y su amigo Ian Sommerville utilizaron en el hotel su famosa “máquina de sueños”, hechas de cartón recortado, luz y un tocadiscos, que sirviéndose de destellos, transportaba al espectador a otra dimensión. Sus dibujos pretendían producir una reacción similar mediante la yuxtaposición de formas parpadeantes que aceleraba la mirada.

 

Ian Sommerville and Brion Gysin 1962

 

“En el refugio del Hotel Beat trazaron muchas de las rutas que iba a seguir la generación de los 60: el empleo recreativo de drogas y los experimentos con las psicodelia, la investigación de la magia y el misticismo en todas sus formas, los derechos de los gays y la libertad sexual para los jóvenes.”

                              Bryan Milles, The Beat Hotel.

 

Allen Ginsberg in a room of the Beat Hotel, Paris, December 1956, photo by Harold Chapman

 

Allen Ginsberg y Peter Orlovsky se quedaron allí por primera vez en 1957 y pronto se les unieron William S. Burroughs , Derek Raymond , Harold Norse Gregory Corso , así como a Sinclair Beiles . Fue aquí donde Burroughs completó el texto de Naked Lunch  y comenzó su colaboración de por vida con Brion Gysin . También fue donde Ian Sommerville se convirtió en el «asesor de sistemas» y amante de Burroughs.

 

Gregory Corso en su habitación del Beat Hotel, en Paris. 1957. © Allen Ginsberg

 

William S Burroughs y Brion Gysin

 

Michael Portman, Ian Sommerville, y William Burroughs en Londres, 1966.

 

En ese mismo periodo, mientras Pierre Restany inventaba el Nouveau Realisme a partir de la emergente cultura consumista, Nancy Spero y Leon Golub producen en Francia una variante del realismo crítico, por oposición al expresionismo abstracto

 

Nancy Spero Leon Golub Our City Dreams

Leon Golub Head IX 1963

El realismo de Golub era un intento de recuperar el diálogo en una democracia amenazada por demagogos como su compatriota norteamericano y enemigo, Joseph McCarthy. Su versión concreta del realismo, que hacía alusión a la era atómica, logró activar el pensamiento y la reacción en el mundo contemporáneo.

 

Critica de la sociedad de consumo: La respuesta europea al Pop Art

La critica de la sociedad de consumo contemporánea era lo que diferenciaba el arte parisino del Pop Art estadounidense. Aunque a mediados de los años sesenta se criticaba a París por mostrar ya claros síntomas de haber dejado de ser el centro del arte moderno, la obra crítica producida por una generación nueva y amplia de artistas nacidos en el extranjero devolvía el optimismo.

 

The Background of Pollock by Erro, 1967, France, Paris, Musee National d’Art de Moderne

 

Eduardo Arroyo, Erró, Peter Klassen, Christo, Joan Rabascall, Antonio Berni, Soto o Jaume Xifra, entre muchos otros, remodelaban la imagen del viejo París para dar forma a un espacio crítico apasionante.

 

Joan Rabascall ‘Mass Media’, 1967

 

Rabascall, que en sus collages recurría a noticias e imágenes publicitarias, participaba de la  mise en question de la sociedad de consumo contemporánea,

 

antonio berni juanito laguna va a la ciudad 1963

como hacia Antonio Berni al emplear con humor objetos desechados y basura para documentar lo injusto de la vida cotidiana.

 

Eduardo-Arroyo-Los cuatro dictadores

En mucha de la producción de esa nueva generación hay un claro sentido del humor, parodia y en ocasiones ironía, como puede verse en la obra abiertamente política de Eduardo Arroyo

 

hervé Telemaque. Petit célibataire un peu nègre et assez joyeuse 1964

 

Bueno y así acabamos la segunda entrada sobre París a pesar de todo,la exposición del Reina Sofía

 

Larry Rivers | French Money (Nero) (1962)

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Dorothea Tanning detrás de las puertas invisibles en el Museo Reina Sofía http://rarasartes.com/dorothea-tanning-detras-de-las-puertas-invisibles-en-el-museo-reina-sofia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=dorothea-tanning-detras-de-las-puertas-invisibles-en-el-museo-reina-sofia http://rarasartes.com/dorothea-tanning-detras-de-las-puertas-invisibles-en-el-museo-reina-sofia/#comments Mon, 19 Nov 2018 12:23:54 +0000 http://rarasartes.com/?p=5031 Dorothea Tanning , detrás de las puertas invisibles en el Museo Reina Sofía

 

 

Hoy os quiero hablar de otra de las grandes exposiciones del otoño madrileño: la exposición Detrás de la puerta, invisible, otra puerta que el Museo Reina Sofía dedica a la figura de la artista estadounidense, Dorothea Tanning, hasta el 7 de enero de 2019 y que, después de pasar por Madrid,  llegará en primavera a la Tate Modern de Londres.

 

Autorretrato

Y es una gran exposición porque no sólo es la primera retrospectiva de la artista en nuestro país, sino también la mayor retrospectiva que le han dedicado nunca en ningún tiempo y lugar, ya que incluye más de 150 obras que abarcan todos los medios artísticos en los que Dorothea Tanning trabajó: pinturas, dibujos, decorados para ballets, sus interesantes esculturas blandas, instalaciones, películas, e incluso sus colaboraciones como publicista.

 

Decorado para Bayou, un ballet de George Balanchine

Las obras además abarcan un notable arco temporal pues la más antigua es de 1930 y la más reciente de 1997, lo que implica casi siete décadas de creación plástica constante, que sólo pasados los noventa años dejaría un poco de lado para concentrase más en la creación poética  refiriéndose a sí misma con elegante ironía como «la más vieja de los poetas emergentes».

 

Dorothea Tanning, en su taller de Huismes, Francia Fotografía de Lee Miller

Tanning sin embargo figura en los libros de historia del arte como una de las figuras más importantes del movimiento surrealista, aunque ella ha matizado siempre esa etiqueta- Primero en cuanto al concepto de mujer artista:

«No existe nada ni nadie que se pueda definir así. Es una contradicción tan evidente como la de hombre artista o la de elefante artista. Puedes ser mujer y puedes ser artista; pero lo primero te viene dado y lo segundo eres tú

 

The Guest Room — Dorothea Tanning 1950-52

En cuanto a la etiqueta surrealista, en el año 2002, cuando Dorothea tenía ya 92 años (murió con 102), le preguntaron qué opinaba al respecto y contestó:

«Es como si lo llevara tatuado. Aún creo en la idea surrealista de que hay que esforzarse por sondear las profundidades de nuestro subconsciente para descubrir quiénes somos. Pero, por favor, no digan que soy una abanderada del surrealismo».

 

Max Ernst y Dorothea Tanning Foto de Irving Penn 1947

Y es que Dorothea Tanning creía, como Montaigne, que “es difícil ser siempre la misma persona”. Si precisamente algo transmite la exposición del Reina es como esta artista prodigiosa supo reinventarse a sí misma varias veces a lo largo de su trayectoria, cosa nada fácil cuando pasó casi 35 años al lado de su prometeico marido, el gran Loplop, Max Ernst. Leonora Carrington, que como ya os conté en una entrada anterior fue también pareja de Max Ernst, como nos relata Elena Poniatowska en su libro, confesaba que si se quedaba en Nueva York, a la sombra de Max, sólo sería su proyección. Sin embargo, Dorothea, a pesar de lo tormentoso que es vivir junto a genio como Ernst, supo estar a su lado hasta su muerte.

 

Max Ernst y Dorothea Tanning, en Oak Creek Canyon. Foto de Lee Miller

 

Es curioso, además de afortunado y necesario, la cantidad de exposiciones que últimamente se han venido dedicando a ese grupo portentoso de mujeres creadoras que fueron codo con codo con sus congéneres masculinos dentro del grupo surrealista. A pesar de ese machismo subyacente que, André Breton a la cabeza, quiso ver en en l’Éternel Féminin, una fuente de inspiración, ese grupo de mujeres se resistió a verse a sí mismas como simples musas.

 

Four Women Asleep (left to right Lee Miller, Leonora Carrington, Ady Fidelin and Nusch Eluard)

 

Solo en el último año hemos podido ver más de seis exposiciones, hasta donde yo sé, dedicadas a las obras de este grupo de mujeres extraordinarias: la exposición colectiva que les dedicó en Museo Picasso de Málaga, con un título categóricamente revelador, Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo con obras de Eileen Agar, la fascinante Claude Cahun, la gran chamana Leonora Carrington, Germaine Dulac, Leonor Fini, Valentine Hugo, Frida Kahlo, Dora Maar, Maruja Mallo, Lee Miller, Nadja, Meret Oppenheim, Kay Sage, Ángeles Santos, la propia Dorothea Tanning, Toyen, Remedios Varo Unica Zürn; la maravillosa exposición retrospectiva del Museo de Arte Moderno de México dedicada a Leonora Carrington titulada Cuentos Mágicos que estuvo hasta el mes de septiembre y  que sigue todavía en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey y que ha sido continuada en el primero por la actual Adictos a Remedios Varo. Nuevo legado 2018, exposición que estará abierta  hasta febrero 2019. Pero también podríamos referirnos a la exposición sobre el papel creador de la siempre denostada Gala Elouard Dalí en la recientemente clausurada exposición Gala Dalí. Una habitación propia en Púbol en en Museo Nacional de Arte de Cataluña o la recientemente inaugurada Lee Miller y el surrealismo en Gran Bretaña en la Fundación Joan Miró. Una auténtica y feliz oleada de recuperación de algunas de mis artistas favoritas, a la que se suma esta exposición del Reina Sofía.

 

 

Precisamente fue una exposición sobre mujeres artistas organizada por Peggy Guggenheim para su galería Art of this Century la que propició el encuentro entre su entonces marido Max Ernst y Dorothea Tanning. En aquella exposición, 31 Women,  en la que Georgia O’Keeffe se negó a exhibir como «mujer artista»,  el grupo de artistas seleccionadas representaban dieciséis nacionalidades, y todas menos una,  Djuna Barnes tenían menos de treinta años. Estaban no sólo Dorothea Tanning, sino muchas  de las que he nombrado ya como Valentine Hugo , Frida Kahlo , Kay Sage ,  Leonora Carrington , Meret Oppenheim o Leonor Fini , sino otras tantas más como Jacqueline Lamba, la mujer de Breton,   Maria Elena Vieira da Silva ,  la fascinante Elsa von Freytag-Loringhoven , a la que dediqué una entrada anterior, Louise Nevelson , Eyre de Lanux,  la serbia Milena Pavlović-Barili, Sophie Teuber-Arp , Julia Thecla , Irene Rice Pereira e incluso la propia hija de Peggy,  Pegeen Vail Guggenheim. Un crítico de la revista Time se negó a cubrir el programa porque, según él, no había artistas dignas. En 1997 sin embargo se hizo un remake de aquella exposición seminal titulado Art of this century : the women en la casa de los Hampton de Jackson Pollock y Lee Krasner.

 

Birthday. 1942. Philadelphia Museum of Ar

 

 

Fue precisamente para preparar esa exposición por lo que Max Ernst visitó a la joven Dorothea en 1942.  Max se fijó en este autorretrato de arriba y le preguntó cómo se titulaba. Cuando Tanning contestó que no lo había pensado, él decidió bautizarlo como Birthday. El cuadro estaba muy influido por la «ilimitada extensión de posibilidades» del surrealismo que Tanning había descubierto en la famosísima y trascendental exposición Fantastic Art Dada Surrealism del MoMa de Nueva York en 1936. De hecho había intentado  viajar a París para intentar relacionarse con sus principales exponentes, pero la Segunda Guerra Mundial le obligó a regresar a EEUU, como, por otra parte, hicieron la mayoría de los principales miembros del Surrealismo. En este su primer gran cuadro, y el primero de la exposición y el que ha servido para darle título, Dorothea ya muestra su fascinación por las puertas . En un principio se trataba de un portal de acceso a un País de las Maravillas de sueños y de metamorfosis, fruto de la pasión de la artista por el cuento de Lewis Carroll. Con la madurez, sin embargo, las puertas que fueron un motivo recurrente en sus cuadros pasaron también a simbolizar una cueva demoníaca y más tarde un símbolo erótico por su capacidad de aislar el espacio privado del público.

 

Max Ernst y Dorothea Tanning jugando al ajedrez. Fotografía de Bob Towers,

 

Después de ese breve encuentro, Max y ella pasaron varias horas jugando al ajedrez hasta que dejó de nevar. «Los días sucesivos nos dedicamos a jugar al ajedrez sin parar. Las capas calicinales de una cáscara antigua, o el decoro, me mantuvieron sentada en aquella silla puritana en lugar de tumbada en la cama. Hasta que pasó una semana y entonces ya vino para quedarse«, escribiría Tanning en sus Memorias. “Solo tardó unas horas en mudarse. No se habló del tema. Fue como si de repente él hubiese encontrado su casa”.

 

A Mrs. Radcliffe Called Today, 1942

 

Dorothea Tanning nació y se crió en Galesburg, Illinois. De ahí pasó a Chicago y luego a Nueva York en 1935, donde trabajaría haciendo dibujos publicitarios para Macy’s.  Impresionado por su creatividad y talento para ilustrar los anuncios de moda, el director de arte de  Macy’s la presentó al propietario de la galería, Julien Levy , quien se ofreció de inmediato a mostrar su trabajo en dos exposiciones individuales (en 1944 y 1948), y también le presentó al círculo de emigrados surrealistas cuyo trabajo también se expuso en su galería de Nueva York, incluido el pintor alemán Max Ernst. Algunos de estos trabajos publicitarios también pueden verse en la muestra.

 

 

 

Tres años después se casó en Hollywood con Ernst, en una doble boda en la que también se casaron Man Ray y Juliette Browner. El suyo fue un matrimonio enriquecedor y en ocasiones tormentoso que relató tanto en sus escritos como en su pintura.

 

Dorothea Tanning, Max Ernst, Man Ray, and Juliet Browner, Hollywood, California

 

El ajedrez fue el juego de habilidad que ambos eligieron para mandarse mensajes a través de sus cuadros. La muestra del Reina Sofía dedica una sala entera a esta temática en la que destacan varias piezas, desde el ajedrez diseñado por Max

 

hasta algunos cuadros como este Fin del juego (1944), donde un zapato de satén blanco destruye a un obispo simbolizado con un alfil y, por extensión, a la Iglesia y a sus códigos morales.

 

Endgame, Dorothea Tannin 1944

O este otro delicioso Max in a blue boat de 1947 donde es posible ver la cabeza de Dorothea abajo junto al tablero de ajedrez mientras en el blanco de las velas se intuye al  pajaro Loplop, trasunto del propio Ernst al que pinta como un Prometeo con el fuego saliendo de sus manos en un paisaje casi infinito.

 

Dorothea Tanning, Max in a Blue Boat, 1947, Max Ernst Museum, Brühl

 

Dorothea en sus memorias, que precisamente tituló como el cuadro por el que conoció a Max, Birthday, describe al ajedrez como «algo voluptuoso y cercano a la verdad».  El ajedrez era una fijación de amigos. Dorothea Tanning y Max Ernst tenían una buena pandilla vanguardista de amigos en Nueva York entre los que se encontraban el enigmático  Joseph Cornell, las parejas formadas por la insólita Leonor Fini y su escritor polaco, Konstantly Jelenski, Marcel Duchamp y su esposa, Teeney, que se habían conocido gracias a Dorothea, el galerista Julien Levy  y su mujer, y el extravagante Yves Tanguy y la pintora Kay Sage, entre otros. Casi nada.

 

 

El cuadro Fin de Partida que os he colgado más arriba se expuso por primera vez en la exposición que Julien Levy montó en su galería sobre el Ajedrez a finales de 1944. La exposición se llamó The Imagery of Chess. Organizada por Marcel Duchamp, Julien Levy y Max Ernst,  incluyó obras de más de 30 pintores, fotógrafos, escultores, críticos y compositores, entre otros. Cada obra de arte creada o interpretada  se inspiraba y/o desafiaba nociones preconcebidas del ajedrez. Aunque algunos de los artistas participantes (Alexander Calder, Man Ray, André Breton y los organizadores) eran bien conocidos en ese momento, otros como Matta, Arshile Gorky, Robert Motherwell y John Cage emergerían entonces como figuras significativas. La exposición fue superpublicitada e incluso bien recibida por el mundo del ajedrez profesional.

 

Levy Chess Tournament. A la derecha Dorothea Lange, la única mujer jugando, y Max Ernst

Durante la muestra se celebraba el Campeonato Mundial de Ajedrez con los Ojos Vendados con cinco partidas simultáneas entre el maestro ruso Koltanowsky con los ojos vendados contra Alfred Barr, Max Ernst, Julien Levy, Dorothea Tanning y Frederick Kiesler con los ojos bien abiertos, y todos  a su vez monitoreados por Marcel Duchamp. El aire de esa galería debería cortarse con cuchillo y guardarse al vacío y lujosamente embotellado.

 

Henri Cartier Bresson Los Ernst en Sedona

Pero Max era chico de campo y pronto optaron por asentarse en a Sedona en Arizona, Cuando uno ve el paisaje tras la sencilla casa en la foto tomada por Cartier Bresson, no le quedan muchas dudas del porqué. En un viaje en automóvil desde Nueva York a California, cruzaron el desierto de Sedona y Max se sintió fascinado al descubrir que lo que había pintado en sus obras estaba vivo allí, lejos de las multitudes. No había donde quedarse en Sedona en ese momento, ni siquiera casas en la zona, y era una locura pensar en vivir allí, en medio del desierto, pero Max decidió que tenía que construir una casa allí mismo, al lado de los paisajes que le habían inspirado, antes incluso de saber que existían.

 

Dorothea Tanning, Autorretrato, 1944 · San Francisco MOMA

 

Compraron un poco de tierra y construyeron una pequeña casa, a la que Tanning llamaba Capricorn Hill, aunque no estaba segura de por qué. Como escribió en su autobiografía:

«La casa estaba, si no torcida, al menos algo torpemente colocada, atrapada en un paisaje de una grandeza roja y dorada tan impresionante que su existencia solo podría ser una cuestión breve, un escarabajo de tableros marrones y techo de hoja de lata  a la espera de su metamorfosis. Colocada en lo alto de la colina, bifurcando los vientos y bastante amistosa con las estrellas que se balanceaban sobre nuestra mesa exterior como lámparas de araña.»

 

“ Max Ernst y Dorothea Tanning con la escultura Capricornio, Sedona, Arizona, 1948 Foto de John Kasnetzis ”

 

Ernst siempre convirtió las casas en las que vivía en obras de arte: esculpió extrañas criaturas alrededor de su casa en el sur de Francia con Leonora Carrington como os conté en una entrada anterior, pintó frescos en todas las paredes de la casa de Paul Eluard mientras estuvo allí, y la casa de Sedona, Arizona, no sería una excepción. Max hizo enormes esculturas que adornaban el patio y disfrutó de uno de los períodos más productivos de su vida.

 

 

Dorothea Tanning en su estudio, Sedona, Arizona. Foto de Lee Miller. 1946

También para Dorothea fue una época enormemente prolífica. Como este Maternidad que está pintando en la fotografía de Lee Miller y para la que Max escribió un hermoso poema que termina así:

Con vestido blanco y glorificados por lágrimas pútridas.
por palabras infantiles y el licor
de las creencias populares
de las creencias populares como tu y yo
por la autoridad satisfecha
y la aburrida fertilidad
… o mejor nos vamos  en silencio
Despreocupadamente la puerta 
Otra vez las puertas….

Maternidad

O este fascinante A Very Happy Picture (Un tableau très heureux) donde una pareja camina contra viento y marea en un espacio casi metafísico de una estación de tren casi a la manera de De Chirico.

 

A Very Happy Picture (Un tableau très heureux)

«Para algunos, la palabra representación se ha convertido en un estigma», escribía Dorothea Tanning en un diario de esa época.

Pero solo un pensador muy limitado podría creer que es la única expresión actual posible. ¿Qué hay del enigma humano, de la magia de la alucinación, de los poderes del ojo, de la desconcertante conciencia del hombre, de las relaciones entre los seres humanos, los animales y todos los seres vivos, incluidas las piedras? ¿Qué hay del amor? … ¿del amor por las cosas putrefactas, del amor por el artificio, del amor perverso? ¿Qué pasa con la violencia, los acontecimientos trascendentales, la locura repentina o las visiones?  
Cuando pinto, trato de representar mis sentimientos sobre algunas de estas cosas. La eternidad deja muy poco tiempo para completar la exploración.

Teatro de Juguete para Julien Levy

También puede verse en la exposición este precioso teatrillo de juguete que la pareja creó con la colaboracion de William Copley, que pasaba la Navidad  en la casa de los Ernst en Sedona,  como regalo para su amigo Julien Levy en Nueva York. No se sabe cuál de los artistas hizo el teatro en sí, pero los maravillosos rollos hechos de collages, pensados para ser desenrollados en los husos ocultos detrás del proscenio, están firmados por cada uno  de ellos. En la foto, en el centro del escenario, cómo no, una imagen de Max. También se puede ver en la exposición una carta collage de Joseph Cornell para Dorothea.

 

Carta Collage de Joseph Cornell a Dorothea Tanning

Por pequeña que fuera la casa, que Dorothea bautizó como Capricorn Hill tuvo frecuentes visitantes  del mundo de las artes como Henri Cartier-Bresson, Lee Miller, Roland Penrose, Yves Tanguy, Kay Sage, Pavel Tchelitchew, George Balanchine y Dylan ThomasGeorge Balanchine le encargó entonces sus primeros diseños para sus ballets que también pueden verse en la exposición.

 

Dorothea Tanning Untitled (Costume Design for Bayou), 1951

 

También experimentó con la litografía como este Bateau blue de 1950, donde se puede ver la influencia de las técnicas de su marido. Max Ernst

 

DOROTHEA TANNING (1910-2012) Bateau bleu lithograph in colors, on Arches paper, 1950,

 

También participó el matrimonio en el rodaje de algunas películas de vanguardia como 8×8: A Chess Sonata in 8 Movements, de Hans Richter y Jean Cocteau y Dreams that money can buy (Sueños que el dinero puede comprar), de Hans Richter, una serie de secuencias oníricas sirven como despliegue plástico de algunos de los mejores artistas del siglo XX, Max Ernst, Marcel Duchamp, Man Ray, Alexander Calder, Darius Milhaud y Férnand Léger, que mezclan las atmósferas oníricas con pasajes propios del cine negro o el fantástico. Ambas películas se proyectan en la muestra.

 

 

Fotograma de la pelicula de Hans Richter Dreams That Money Can Buy con Dorothea y Max

 

Luego viene una sección que han titulado La femme enfant cuyo motivo central  es la niña-mujer, en las pinturas y escritos de Tanning. Comparable a Alicia en el país de las maravillas, esta niña vive en un «mundo de asombro perpetuo».  Aquí está uno de sus cuadros más conocidos, este Eine Kleine Nachtmusik de 1943 que proviene de la Tate Gallery, donde una niña y una muñeca con el pelo electrificado y vestidos victorianos rotos son conducidas a una puerta medio abierta. Al igual que el girasol retorcido, las niñas simbolizan la fuerza de la naturaleza, desafiando la fertilidad.

 

Eine Kleine Nachtmusik 1943 Dorothea Tanning 1910-2012 Purchased with assistance from the Art Fund and the American Fund for the Tate Gallery 1997 http://www.tate.org.uk/art/work/T07346

Otros cuadros de está sección son The magic flower game de 1941, The guest room (que os puse más arriba) o Childrens game de 1942

 

Dorothea Tanning, The Magic Flower Game 1941

 

Children’s game 1942

 

Más adelante, la exposición explora la subversión de la institución de la familia en una sección que titulan La novela familiar . En estas obras, el mantel blanco adquiere un significado subversivo propio en las escenas domésticas donde la imaginación distorsiona y expande el género de la naturaleza muerta.

 

Some Roses and Their Phantoms 1952

La artista explicó en el año 2000:

«[Mientras era una niña en Galesburg, Illinois] Había una larga mesa de comedor que el domingo, especialmente cuando el pastor venía a cenar, se cubría primero, con un hule y luego con un gran mantel blanco y reluciente. Lo sacudían y lo colocaban, alisando los pliegues que formaban una rejilla suave de extremo a extremo. Esta red seguramente demostraba que el orden prevalecía en esta casa«.

 

The Philosophers 1952

En Some Roses and their Phantoms – Algunas rosas y sus fantasmas – (1952), Poached Trout – La trucha hervida -(1952) y The Philosophers – Los filósofos – (1952) el hogar se convierte en el espacio surrealista por excelencia, su familiaridad se vuelve extraña

 

Portrait de famille 1954. Centre Pompidou

En Family portrait -Retrato de familia- (1953-54), por ejemplo, el padre es escenificado en esta ordenada mesa como una figura autárquica gigantesca.

 

Tango Lives

En Vidas de Tango se exhiben los trajes y escenografías de Tanning para los ballets del coreógrafo ruso George Balanchine Night Shadow -La sombra nocturna- (1946), The Witch – La bruja- (1950) y Bayou (1952), así como pinturas al óleo en las que surge un nuevo sentido del movimiento. Sus diseños teatrales fueron muy celebrados. también colaboró con el actor y director francés Jean Louis Barrault en una adaptación de la obra Judith (1961)

A partir de 1955 su obra da un giro fundamental cuando las minuciosas pinturas que había pintado hasta entonces, de inspiración en los cuentos góticos, dieron paso a nuevas formas expresivas. En Tango Lives -Vidas de tango (1977)-, obra que da título a la sala, el color empieza a dominar sobre la línea y las pinceladas imprecisas permiten que los cuerpos y los tejidos y adopten un matiz barroco. En ella, un hombre y una mujer desnudos se funden para crear una figura expresiva, y sus brazos y sus piernas se confunden con el espacio que los rodea, en una alusión a las posibilidades ilimitadas del deseo y de la imaginación.

 

Le Mal oublié 1955

En 1949, Tanning y Ernst se mudaron a Francia, donde repartieron su tiempo entre ParísTouraine , y regresaron a Sedona por intervalos entre principios y mediados de los cincuenta.Vivieron en París y luego en la Provenza hasta la muerte de Ernst en 1976 (había sufrido un derrame cerebral un año antes), después de lo cual Tanning regresaría a Nueva York. En parte volvieron a Francia porque todos los esfuerzos de Max Ernst por tener la ciudadanía estadounidense fracasaron. La ley McCarran-Walter de 1952 promulgada durante la era McCarthy mantuvo un sistema de cuotas para las nacionalidades y regiones, considerando qué grupos étnicos eran inmigrantes deseables. Max era alemán y tuvo problemas, así que decidieron volver a Francia. Allí y a partir de una exposición de Dorothea en la galeria londinense de Arthur Jeffress, comenzará lo que algunos llaman el período prismático de su carrera que empezó con el cuadro Le Mal oublié de 1955.

 

Tempête en jaune

 

Alrededor de 1955, mis lienzos literalmente se astillaron. Sus colores salieron del armario, podría decirse, para abrir los rectángulos a una luz diferente. Eran prismáticos, superficies donde oculté, sugerí y floté mis iconos y preocupaciones persistentes, en otra de las mil maneras de decir las mismas cosas.

 

Insmomnies 1957

 

…Mis composiciones pintadas comenzaron a cambiar y fusionarse en una complejidad cada vez mayor de planos. El color era ahora una primera prerrogativa: un lienzo blanco pegado a la pared en Sedona sería azul y violeta y un cierto óxido rojo seco. Tendría que ser vertical. Tampoco estaría del todo allí, de inmediato. Quería guiar el ojo hacia espacios que se escondieran, se revelaran, se  transformaran todos a la vez y donde hubiera alguna imagen nunca antes vista, como si hubiera aparecido sin mi ayuda. Estaba muy emocionada y lo titulé Insomnias .

 

Tamerlan 1959

 

Las superficies lisas de lo que había estado haciendo hasta entonces comenzaron a cambiar. Era como un juego: ocultar y revelar mis imágenes familiares, flotarlas en la niebla o las tormentas. Me sentí como un mago, solo para sacar estas formas de la nada con mi pincel y pintura. La pintura tiene un poder real, solo la alquimia de la mezcla de colores, infinitamente, de modo que las piezas se unen, poco a poco para producir sorpresas, bestias o dioses; elige tu opción.

 

Dorthea Tanning. Ignoti Nulla Cupido, 1960

 

Cuando me paré frente a este gran lienzo blanco, el juego de prismas me había dominado. Ni siquiera sé si era un juego más. Parecía tan desesperado, a veces. Me llevó lejos, hasta el momento en que ni siquiera tuve que elegir lo que habría allí, simplemente me zambullí, y entre las formas que aparecieron estaban estas cosas, que presidían como amigos en un picnic.

 

Chiens de Cythère 1963

Si embargo la figura humana y el desnudo femenino, sobre todo, nunca llegaron a desaparecer del todo.

Verás, cuando pinto desnudos a la deriva, es una afirmación acerca de ser humano. Algunas personas piensan que es una declaración sobre ser sexy. Es una obsesión del establecimiento general, no tan cultural, que casi todo lo que hacemos  que es inexplicable debe reducirse a la sexualidad, y eso es absurdo. Ciertamente el sexo es muy fuerte, nunca diría que no lo es, pero, después de todo, hay otros anhelos, con nombres como gloria, incandescencia, amor y conocimiento. Me gusta pensar que sientes algo de esto cuando miras mis cuadros.

 

Far from 1964

 

Para entonces, había estado encontrando un verdadero placer en el movimiento tumultuoso de los cuerpos combinados con yuxtaposiciones de color más asertivas y de colores más cálidos. Creo que fue una tarde de primavera; y yo estaba en mi hermoso estudio nuevo en la rue de Lille. Afuera, la gente se quitaba los abrigos y las bufandas, los bulevares parecían perezosos llenos de cochecitos de bebé, e incluso las chicas jóvenes eran como flores silvestres, todas con colores y espíritus explosivos. Al pintarlos, me sentí como una coreógrafa.

 

la Descente dans la rue 1968

 

Philosophie en plein air 1969

En 1969 se produjo otro giro fundamental en su carrera a raíz de una intuición que tuvo durante un concierto de Karlheintz Stockhausen dirigiendo su pieza, «Hymnen» en la Maison de la Radio.

Girando entre los sonidos sobrenaturales de «Hymnen» estaban las formas orgánicas y terrenales que yo haría, que tenía que hacer, de tela y lana; Lo vi con tanta claridad,  materiales vivos que se convertirían en esculturas vivas, su vida útil se parecía a la nuestra. Fugaces y frágiles. De repente me sentí contenta y poderosa mientras miraba alrededor. Nadie sabía lo que estaba pasando dentro de mí.

 

Xmass 1969

 

Aquella fue la génesis de lo que se convirtieron en cinco años de actividad escultórica. Continuando en mi estudio en Seillans, el trabajo no involucró lienzos o pinturas familiares, sino lana con cardas y longitudes infinitas de sensuales tweeds, cuyo corte proporcionó emociones de un tipo muy cercano a la lujuria con el peligro que esto conllevaba.

 

Vista de la sala de las esculturas de tela

 

Etreinte-Abrazo-1969

Ella sabía que este tipo de escultura tiene una corta durabilidad en el tiempo.

En efecto, durarán tanto como una vida humana: la vida de alguien «delicado». Pero no es un desafío, aunque me parece que estar obsesionada con la durabilidad de un trabajo no es algo que me atraiga. A menudo me dicen: «Qué pena que tus esculturas no sean más sólidas». Bien podrían decir «muertas» o «paralizadas».

 

De quel amour 1969

Cousins. Primos 1970

Empezó a dar forma a una serie de esculturas blandas que confeccionaba con telas baratas que había comprado en los mercadillos del barrio de Montmartre los años que vivió en París con Max. Tenía franela, lana, polipiel, pelotas de pimpón y hasta con piezas de rompecabezas, aunque por encima de todo le encantaba el tweed. Era un material diferente, resistente, duradero, fácil de manipular. Por una parte, favorecía la construcción física del contraste entre lo rígido y lo carnoso, entre el interior y el exterior, y por otra, funcionaba bien como material “lento”: orgánico, cálido, confeccionado a mano, en colores tierra… El tweed encerraba una naturaleza detectivesca a lo Sherlock Holmes, cierto misterio que ella veneraba, y se empezaba a utilizar, despojado de las connotaciones patriarcales y aristocráticas, por algunos diseñadores de moda en minifaldas, pantalones para mujer y abrigos de vuelo.

 

Verbe 1970

 

Era un canto al futuro y, a la vez, a lo atemporal, y se desmarcaba del plástico sintético de Yayoi Kusamay de las lanas de Sheila Hicks, dos artistas de su generación que despuntaban también en la escultura blanda y en esa tendencia que Lucy Lippard empezó a llamar fantasía funky: una práctica de mujeres artistas, en favor de la imaginería doméstica y que funcionaba como alternativa a la corriente radical de los artistas pop masculinos del momento: Warhol y compañía.

 

Nue couchée 1969-70 Dorothea Tanning Tate gallery

 

Estas esculturas representan para mí dos o tres tipos de triunfo: 
1. el triunfo de la tela como un material para un propósito elevado, 
2. el triunfo de la suavidad sobre la dureza, porque una escultura dura puede tener la voluptuosidad táctil de una suave, 
3 .y el triunfo del artista sobre su material volátil, en este caso un paño vivo.

 

Emma

 

El culmen de este trabajo sería la instalación Hôtel du Pavot, Chambre 202

 

Hôtel du Pavot, Chambre 202, 1970-73. Museo Nacional de Arte Moderno, Centro Georges Pompidou, París

 

El trabajo está relacionado directamente con una canción popular de su infancia.

En la habitación doscientos dos.
Las paredes siguen hablándote
Nunca te diré lo que dijeron.
Apaga la luz y ven a la cama. 

Escrita en la década de 1920, la canción lamenta el destino de Kitty Kane, la ex esposa de un gangster de Chicago, que se envenenó en la habitación 202 de un hotel local. La obra que se encuentra desde 1977 en el Centro Georges Pompidou, París es una instalación ambiciosa formada por distintas piezas.

 

Mesa Trágica (Mesa Trágica) de Hôtel du Pavot, Chambre 202

Révélation ou la fin du mois (Revelación o El fin del mes) de Hôtel du Pavot, Chambre 202

 

Dorothea Tanning y Max Ernst, Seillans, Francia 1972

 

En 1975 los Ernst regresaron a París después de que Max sufriera un ictus cerebral que le dejó con cierta parálisis. Murió un día antes de su 85 cumpleaños, el 1 de abril de 1976 en París. Dorothea se enfrentaba a un futuro solitario en Francia. “Go home,”, según ella misma cuenta, le dijeron los tubos de pinturas, los lienzos y los pinceles.

 

Portrait de famille (Family Portrait) 1977

Dorothea volverá a pintar. Sus lienzos tienen ahora un aire más clásico, casi barroco.

Notes for an Apocalypse 1978

 

«Mi vida ahora es tranquila y serena … Aunque, sobre todo, trabajo. En los últimos cinco años he sido más productiva. Es como si, y odio siquiera pensar esto, ahora que estoy sola, realmente pudiera hacerlo, realmente lograrlo. Extraño, ¿no? Pero me estoy llevando bien con la edad, y no podré pintar por mucho tiempo. Tal vez estoy haciendo todo lo que hago porque siento que no me queda mucho tiempo. Nunca fui madre, ya sabes, así que nunca dejé una cadena de personas. Pero creo que dejar una serie de pinturas no es algo malo «

 

Door 84 1984

Fotografía de Hans Namuth. 1986

En 1986 publicaría sus memorias con el título de Birthday por The Lapis Press, Santa Mónica. Tenía entonces 76 años, una buena edad para escribir las memorias. Aún viviría sin embargo 26 años más.

 

On Avalon 1987

La exposición casi se cierra con otro autorretrato simbólico: este Mujer artista, desnuda, de pie de 1985-87

Mujer artista, desnuda, de pie 1985-87 Óleo sobre lienzo

 

Dorothea aún seguiría pintado hasta cumplidos los noventa. Su última gran obra es una serie de 12 lienzos a gran escala pintados durante seis meses que representan flores imaginarias, un poco a lo Georgia O’Keeffe inspiradas en poemas de 12 poetas contemporáneos y publicadas con estos en Another Language of Flowers (George Braziliers, Nueva York)

 

Crepuscula glacialis (var., Flos cuculi) 1997

 

Un nuevo híbrido de flores siempre ha ocasionado la celebración de jardineros y botánicos aficionados en todas partes. Es difícil pensar en algo más inocentemente irresistible que una flor, nueva o familiar, mientras que una imaginada seguramente debe traer un escalofrío especial de emoción. O así lo pensé, en el día de junio cuando una flor así creció en mi mente y exigió ser pintada. Una vez iniciado, el experimento se ensanchó en todo un jardín. Florecieron todas al mismo tiempo, como para competir con un corto verano, y pronto había doce lienzos de doce flores esperando ser nombrados…Así que cuando estas doce flores pintadas se revelaron sobre el lienzo, inmediatamente me di cuenta de que cada una necesitaba un nombre y un significado que solo un poeta podía dar…Y así sucede que han tenido la suerte de ser identificadas y bendecidas con las palabras de doce poetas, amigos de la artista, que les han dado su voz: Otra lengua de las flores, para otro jardín.

Con el aliento de su amigo y mentor James Merrill,  Tanning comenzó a escribir su propia poesía en sus años ochenta, y sus poemas se publicaban regularmente en revistas literarias. En sus últimos años, moriría con 102, se centró en la producción literaria.  En 2001, escribió una versión ampliada de sus memorias llamada Entre vidas: un artista y su mundoUna colección de sus poemas, Una tabla de contenido y una novela corta, Chasm: A Weekend , se publicaron en 2004. Su segunda colección de poemas, Coming to That , fue publicada por Graywolf Press en 2011.

 

 

Para terminar valga un poema titulado «Secreto», aquí en traducción de Marta López Luaces:

En uno de esos cumpleaños, uno de los tantos que he tenido,
volvía de la fiesta a casa por el parque,
satisfecha por haberme resistido a mencionar el cumpleaños:
¿por qué recibir felicitaciones tan sólo por vivir?

Sombría, mi sombra va delante
mientras subo a bordo con mi capa
de viaje, arrastrando una bufanda hecha de historia en caso
de que haga mal tiempo y no haya nada que leer.

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