Drawing Room es una feria de arte más centrada en el dibujo contemporáneo que celebró durante esta “semana grande” su tercera edición con moderado éxito, gracias a sus más de 11.000 visitantes, lo que no es poco en unos días de desmesurada sobreoferta expositiva. Este año se ha realizado en el magnífico e histórico salón de baile del Círculo de Bellas Artes .
“Gracias a su crecimiento y a su nueva ubicación, donde conviven la arquitectura clásica con la creación contemporánea, Drawing Room se ha convertido en un lugar de encuentro obligado para todo amante del dibujo”, señala Mónica Álvarez Careaga , directora de la feria.
Lo cierto es que a pesar de su moderado tamaño, unas 30 galerías, la calidad media era bastante alta, ayudada además por su excelente ubicación que le daba ese aire extra y ese volumen hacia arriba de la que carecían Justmad o Urvanity , además de una sobriedad en el montaje que resultaba bastante más efectiva.
Su punto fuerte es evidentemente la especialización, lo que le otorga una identidad propia y específica, aunque con una mentalidad abierta que da cabida a algunas piezas en diversas técnicas
Asociado a la feria, el jueves día 22 se celebró el II Encuentro Internacional Coleccionar Dibujo Contemporáneo en el Museo ABC de Dibujo e Ilustración en el que participaron miembros del ICA de Londres , el Drawing Center de Nueva York y del Museo Folkwang, de Alemania .
Los premios de la feria fueron para Philip Patkowitsch y Berta Cáccamo , que, sin embargo, no estaban entre lo que más me llamó la atención,
Destacaría entre las 30 galerías representadas, por la coherencia del montaje expositivo, la galería ArtNueve de Murcia con las instalaciones de Pablo Capitán del Río, los cuadros pintados con leche de soja de Sergio Porlán (Lorca, 1983), los abstractos de Antonio González
E igualmente, por su conjunto, la Galería Yusto/Giner con los irónicos y estupendos dibujos de Ángeles Agrela – que servía de reclamo para la feria- y la obra inclasificable de Javier Calleja , que incluso ha creado todo un ambiente con muebles, alfombra, apliques, flores y mesita de té…
O la apuesta por dos mujeres artistas de la Galería Espacio Olvera de Sevilla con el humor de Chelo Matesanz con sus dibujos pegados con chicle y las instalaciones de María Bueno.
O los extraordinarios y sugerentes dibujos del granadino Paco Pomet en My name is Lolita Art .
Se podían ver desde los dibujos de orientación más clásica como los impresionantes grafitos sobre papel piedra de Luis Feo en N2 Galería, casi fotográficos y díficiles de creer (había que mirarlos casi con lupa)
o los más sutiles dibujos en grafito en torno a temas melancólicos de Irene González en la Galería Silvestre
…a obras más conceptuales como las del artista Eltono en la valenciana Set Spai d’Art que, reflejándose en la geometría y el color plano, generan una experiencia urbana singular con un código cargado de simbologías cercanas a lo caligráfico.
Preciosa,para mí al menos, la obra de la japonesa Reiko Tsunashima, reconocida renovadora de sumi-e, la técnica de tinta japonesa en la Galería Kitai de Tokio
También había galerías con la acertada exposición monográfica de un solo artista como era el caso de Damià Vive s en la Galería Fran Reus …
…o los deliciosos dibujos sobre madera de la serie « Un día recogeré mis plumas y volaré ” de Daniela Alfarano en D406 Fedeli alla Linea de Módena …
o el premiado Philip Patkowitsch en B echter Kastowsky Galerie de Viena…
O la interesante Chus García-Fraile en la madrileña Puxa Gallery
Una muy cuidada selección como veréis y un tamaño perfecto de feria para quedarse con ganas de más. Pero eso será otro año, esperemos…Definitivamente una sorpresa deliciosa aunque parece ser que las ventas no han ido, como en otras ferias, tan bien, lo que siempre hace peligrar su continuidad.
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