El grabado de los 100 florines de Rembrandt van Rijn
No sé me ocurre una mejor manera que empezar esta sección de Grabado que con la obra más importante del rey indiscutible,con permiso de Goya, de esta técnica. El Grabado de los 100 florines es un grabado de Rembrandt . El nombre que se le suele dar al grabado no es su título original sino que se deriva de la gran suma de dinero supuestamente pagada en la época por un comerciante italiano por una sola impresión o copia, un precio elevadísimo, por encima de un trabajo al óleo y que demuestra la valoración que tenía el pintor entre sus coetáneos a finales de la década de 1640. También se le llama en otros sitios Cristo sanando a los enfermos, Cristo recibiendo los niños, o Cristo predicando , que es el título que le da el Rijksmuseum .
Primero que todo señalar lo insólito de una representación directa de Cristo en la Holanda Protestante de la época donde por el contrario eran más habituales las escenas del Antiguo Testamento para evitar cualquier tipo de devoción asociada a las imágenes. El baile de títulos viene de que en la escena no se representa un episodio particular de la vida de Cristo sino muchos, todos ellos, al decir de los entendidos, derivados de la lectura del capitulo 19 del evangelio de San Mateo. Así rodeando a la figura de Cristo, ligeramente descentrada hacia la izquierda y nimbada por un halo, encontramos múltiples figuras. Directamente a su izquierda está San Pedro que parece querer evitar que los fieles se acerquen demasiado a Jesús y es detenido por una mano de éste que se prepara a recibir un niño ofrecido por una mujer con turbante y que representaría el famoso « Dejad a los niños se acerquen a mí; porque de ellos es el reino de los cielos » ( Mateo 19: 13-15 ). Inmediatamente a la izquierda de San Pedro aparece un joven ricamente ataviado con la mano en el rostro con actitud pensativa que parece estar representando al joven rico que fue desafiado a entregar sus riquezas y a seguir a Cristo ( Mateo 19: 16-24 ). El pronunciamiento de Cristo, « Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de Dios «, es caprichosamente representado por el camello silueteado en la puerta de la derecha. El grupo de figuras en el lado izquierdo de la impresión, -y que está apenas esbozado con un mínimo de líneas ligeramente mordidas por el ácido- representa a un grupo de fariseos que retaron a Cristo a debatir su postura entorno al divorcio, Mateo 19: 3-12. La parte derecha de la escena, mucho más ricamente trabajada y donde Rembrandt demuestra su increíble dominio de las nuevas técnicas de la mezzotinta , está poblada con una multitud de seguidores, entre ellos varios enfermos y lisiados que acuden a Cristo con la esperanza de una cura milagrosa y que ilustra Mateo 19: 2 : « Grandes multitudes le siguieron, y allí los sanó.»
Parece que Rembrandt trabajó en el grabado durante varias etapas a lo largo de la década de 1640, y probablemente lo terminó en 1649 . De hecho, sobreviven dos estados de la impresión, la primera muy rara, que pone en evidencia la mucha reelaboración por la parte de abajo de la impresión final,visible sobre todo en la cabeza de la mula de la derecha, y además muchos dibujos preparatorios de los diferentes elementos.
Además Rembrandt también varió la apariencia de cada impresión individual utilizando diferentes papeles y manipulando el entintado de la placa de cobre. Una serie de impresiones del grabado se realizaron utilizando, -algo insólito y poco habitual por aquellas fechas-, un papel japonés de mucho gramaje y poca absorción por lo que la tinta de impresión no se absorbía en las fibras del papel sino que permanecía sobre la superficie, de modo que cada línea del grabado era clara y muy precisa. Además el tono cálido del papel contribuía a crear el característico efecto atmosférico del pintor.
Existen un centenar de impresiones posteriores realizadas en 1775 por el capitán William Baille que compró la plancha de cobre original y trató de restaurarla él mismo por lo que parece perdieron gran parte de la sutileza del original. Finalmente acabó por dividirla en cuatro partes para producir un mayor número de impresiones y a la parte central con Cristo, le añadió incluso un arco y que es la que he usado como imagen de índice para que la vierais y como curiosidad.
Buenísimo el articulo. Reciba un cordial saludo.
Pingback: El último estilo de Rembrandt – Raras Artes