« París pese a todo » nos abruma en el Reina Sofía (Segunda Parte: « Dos o tres cosas que yo sé de ella «)
Bueno, pues aquí va la segunda parte de la entrada sobre la exposición del Museo Reina Sofia París pese a todo. Artistas extranjeros, 1944-1968. Las citas, que hay muchas a lo largo de la entrada, son parte de las propias cartelas de la muestra que he usado como guías para orientarme en lo que os cuento.
A mediados de los cincuenta, cuando los turistas, sobre todo norteamericanos, empezaban a llegar en masa a la ciudad gracias a la publicidad de las películas de Hollywood y la aparición de los aviones a reacción, empezaron a aparecer en determinados círculos artísticos de París las voces críticas contra la deriva consumista de la organización de la vida cotidiana alentada a través de la publicidad. Los mensaje publicitarios no eran simplemente contenido o información , sino un auténtico nuevo medio de poder para modificar y controlar el curso y el funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas. La necesidad de la defensa y el ejercicio de la libertad individual frente a esa alienación consumista se convirtió en un asunto central en los discursos del arte, especialmente entre los numerosos artistas extranjeros.
Dos o tres cosas que sé de ella dirigida por Jean-Luc Godard , presenta un ensayo filmíco de la visión de la auténtica superstar del cine galo en aquel momento ; Godard escribió que «quería incluir todo: deportes, política, incluso comestibles». La película, en realidad, cuenta 24 horas de la vida, tan presuntuosa como frívola, de Juliette Jeanson ( Marina Vlady ), una esposa y madre, típicamente burguesa, parte de cuya vida involucra la prostitución.
Juliette y la ciudad de París hacen lo mismo: aparentan, se maquillan, se visten con ropa nueva, se prostituyen…También hay en la película un cuestionamiento del lenguaje como como casa común que el hombre habita. Son los años de la descolonización de Indochina que derivaría en la guerra de Vietnam, de la crisis de Argelia y la vuelta de De Gaulle y el fin de la Cuarta República. El mayo del 68 ya palpita en el ambiente.
Cuando estaba haciendo la película, Godard apareció en el programa de televisión Zoom para debatir con un funcionario del gobierno Jean St. Geours , que predecía cómo la espiral de la publicidad se convertiría en un auténtico vendaval ideológico a medida que el impulso básico de la sociedad francesa fuera únicamente el de aumentar su nivel de vida. Godard explicaba que él veía a los publicistas como los proxenetas que esclavizan a las mujeres hasta el punto en que entregan sus cuerpos sin remisión ninguna, porque están convencidas de que lo que pueden adquirir tiene más posibilidades de procurarles la felicidad que el propio disfrute del amor o del sexo.
En la década de 1960 Francia ya había superado la crisis tras la Segunda Guerra Mundial, había un auge en la construcción y el paisaje urbano de París se estaba transformando .
La Galerie Arnaud
Mientras cerraba la galería Huit, de la que hable en mi anterior entrada, se inauguraba en 1951 en una pequeña librería del Saint-Germain-des-Pres un nuevo espacio para presentar la obra de los artistas abstractos más jóvenes Lideraron este proyecto Jean Robert Arnaud y los pintores estadounidenses J ack Youngerman, Ellsworth Kelly, y sobre todo, John Koenig , llegado de Seattle y residente en París gracias a la ley de ayuda a la educación de veteranos de la Segunda Guerra Mundial.
La Galerie Arnaud era, de hecho, lo que cualquier artista extranjero hubiera fantaseado encontrar en París: acogedora, audaz y, gracias a la labor de Jean-Robert Arnaud , bastante organizada. La galería tenía una actividad casi febril, cambiando de exposición cada dos semanas, y fundando en 1953 la revista Cimaise , dedicada a recoger los más influyentes debates sobre arte contemporáneo del momento.
Su director es Jean-Robert Arnaud , Su comité editorial estaba compuesto por Jean Alvard, Herta Wescher y el importante crítico frances Michel Ragon . El objetivo era exponer obras abstractas internacionales sin miedo los ataques de las voces de los críticos más tradicionales de París . La Galerie Arnaud l lego a ser un importante centro internacional de debate, animado por críticos de arte como Claude-Hélène Siber t. Michel Seuphor , Michel Tapie , Pierre Restany , Georges Boudaille , que fueron algunos de sus colaboradores.
F ue una empresa valiente cuando, en 1953, fundamos la revista Cimaise , una empresa a la que trajimos más buena voluntad que medios y experiencia. Todos predecían una muerte prematura y no nos hubiéramos atrevido a garantizarle una existencia tan sólida… Nuestro programa era bastante ambicioso: defender el arte actual tal como aparecía en los salones, las galerías, los estudios de artistas, anunciar las importantes manifestaciones artísticas en Francia y en el extranjero, informar de libros y otras publicaciones. Y, finalmente, ceder la palabra a los propios artistas.
Y tuvimos que alojar todo esto en pequeños cuadernos de 24 páginas, incluida la portada, cada uno de los cuales estaría decorado con un grabado origina l» escribió Herta Wescher en 1971 en el número 100-101 de la revista.
John Koenig mostró allí sus collages y obras abstractas, junto con pinturas de los ya citados Jack Youngerman y Ellsworth Kelly , pero también de Jeanne Copel , Paul Jenkins, Ida Karkaya o el español Luis Feito. Jean-Robert Arnaud se convertiría en el gran defensor de lo que se denominaría, con ese afán de etiquetas tan del mundillo artístico, la Abstracción lírica de la que os habló un poco después.
Exposiciones como Divergences inaugurada en 1954, en la que se enfrentaron dos tipos distintos de expresión abstracta dieron pie a un amplio debate en torno a nuevas posibilidades abstractas desarrollado en potentes textos en las páginas de Cimaise .
Le Mouvement en la galería parisina de Denise René
Al mismo tiempo otro movimiento se gestaba en la Galerie Denise René, galería pionera, conocida desde su creación por la extrema coherencia de sus elecciones estéticas que son ya parte de la historia del arte moderno. En esta galería fue donde se produjo el reconocimiento internacional de las corrientes de abstracción geométrica y cinética , renombrada como O p art en los Estados Unidos, que continúa hoy en día
El 6 de abril de 1955 se inauguró la exposición Le Mouvement en la galería parisina de Denise René. Desde entonces esa muestra sobre la abstracción geométrica se ha venido analizando y debatiendo exhaustivamente, siendo especialmente importante por abrir paso a una nueva forma de concebir el papel del arte en la sociedad que se desarrollaría más tarde en París con el Arte cinético y el Op Art .
En esta importantísima exposición se produjo el encuentro de artistas consagrados como Marcel Duchamp, Victor Vasarely y Alexander Calder , con jóvenes como Jean Tinguely , Agam, Pol Bury, Jacobsen y Jesús Rafael Soto . En este encuetro está el origen del Manifiesto Amarillo que marca el acto oficial de nacimiento del cinetismo, una « nueva belleza », « la segunda revolución del siglo después del cubismo «, que reviviendo una tendencia artística presente ya en las obras de los constructivistas rusos Naum Gabo, Pevsner o Moholy Nagy
Casi todos ellos eran artistas extranjeros interesados en el movimiento y la óptica. Algo muy novedoso es que forzaban al espectador a ser un sujeto activo, liberándole de la contemplación estática y controladora y convirtiéndole además enverdadero creador de la obra mediante un desplazamiento consciente, una interacción con la pieza.
La actividad era divertida y en ocasiones hasta mágica, y eso quedaba lejos de la concepción académica, de la abstracción geométrica y del individualista del Art informel o Art autre . Era una idea alternativa, el principio de un nuevo entendimiento de la relación entre las obras de arte y los espectadores
Abstraction lyrique o Art informel
Lo que se conoció como Abstraction lyrique o Art informel en París, hacia 1953, había obtenido una victoria importante. Ese nuevo tipo de arte abstracto, violentamente expresionista y considerado caótico por muchos, se convirtió en el hegemónico en Francia en ese momento, un estilo dominante y avanzado que representaba al París de la modernidad, capaz de revisar el concepto de la Escuela de París , que en aquel momento parecía casi olvidado.
La abstracción lírica incluía a un grupo de artistas que usaban un lenguaje abstracto siguiendo casi una escritura gestual, que antes de la guerra había ya sugerido el movimiento dadá y el espíritu surrealista. Hablamos de Hans Hartung ( 1922 ) y Camille Bryen ( 1936 ), y que se abre con Wols a una nueva libertad plástica de los procesos de la proyección lineal de los colores sobre la tela,
En marzo de 1951 se celebró la gran exposición « Confronted vehemences » en Nina Dausset , donde se presentan por primera vez pinturas de artistas abstractos europeos y americanos ( Bryen , Capogrossi , De Kooning , Hartung , Mathieu , Piers, Pollock , Riopelle , Russel , Wols ).
Este evento estuvo organizado por Michel Tapié , cuyo papel como defensor de esta tendencia, que incluirá en el arte informal , es de suma importancia.
Este es el estilo de las obras de Nicolas de Staël, Maria Helena Vieira de Silva y Ed Clark , que estaban trabajando con un sentido refinado de la realidad abstracta. Puede que el mito estuviera evaporándose, pero París seguía atrayendo artistas chinos, japoneses, noruegos o canadienses, llamadas estadounidenses, a pesar del regreso de Jack Youngerman y Ellsworth Kelly a Nueva York.
Zao Wou-Ki y Chu Teh-Chun estaban introduciendo fascinantes formas chinas en el nuevo planteamiento crítico internacional. Y las marcas extranjeras en las formas abstractas se recibían bien por representar no solo una apertura al mundo, sino también una señal de integración de la cultura parisina, en aquel momento más permeable que nunca a las influencias extranjeras.
El público y los críticos estaban fascinados con la obra de Maria Helena Vieira de Silva y sus típicos azulejos portugueses, la frescura y la naturaleza monumental de las obras de Anna-Eva Bergman o las formas japonesas de Kumi Sugai .
Las experimentaciones con la abstracción se dirigían hacia obras de un tipo más tenue y transparente, como las de Paul Jenkins, Sam Francis o Simon Hantaï , mientras que Erró reconocía la presencia del centro neoyorquino, si bien en tono jocoso.
Congreso Internacional de Escritores y Pintores Negros
París será también un lugar donde se debatía el pasado colonial. En septiembre de 1956 se organizó en la ciudad en torno a la revista Presence Africaine, el primer “ Congreso Internacional de Escritores y Pintores Negro s”, anunciado mediante un cartel diseñado por Picasso.
En el anfiteatro René Descartes de la Sorbona, en París, resonaron las voces de los intelectuales negros más importantes de la época, Léopold Sédar Senghor, Franz Fanon, Richard Wright, Aimé Césaire, Hamadou Ampathé Bâ …
Este primer Congreso de Escritores y Artistas Negros fue una iniciativa del intelectual senegalés
Alioune Diop
, quien en 1947 fundó la revista
Presence Africaine
, dedicada a la influencia del arte africano.
Ese mismo año, el poeta francés
Léon-Gontran Damas
publicó la antología
Black Poets of French Expression
1900-1945, y un año después,
Léopold Sédar Senghor
presentó la antología de la nueva poesía negra y malgache de la lengua francesa, precedida de
El Orfeo Negro
por
Jean-Paul Sartre
.
Estaba empezando el debate sobre el pasado colonial, que procedería hasta la conclusión de la guerra de Argelia en 1962.
Son los años de la guerra de la independencia de Indochina, de la independencia del protectorado de Marruecos, la guerra de Argelia. El desastroso colonalismo europeo del siglo XIX llegaba a su fin.
La Revolución de Argelia en 1962
El auge de creatividad y el agudo sentido crítico que se estaba desarrollando en París se interrumpió con discursos sobre la insurrección argelina, iniciada en noviembre de 1954, cuando se produjeron una serie de ataques organizados por el entonces poco conocido Frente de Liberación Nacional, el FNL, varias zonas de Argelia . Las divisiones se hicieron evidentes en Francia con rapidez, y las discusiones hicieron palpable una atmósfera de guerra civil.
En diciembre de ese mismo Picasso inició con furia una serie de estudios titulada Les Femmes d’Alger (Las mujeres de Argel) que daría lugar a varias pinturas en 1955. El malagueño, que seguía siendo comunista, tomó como referencia el símbolo del imperialismo decimonónico, la obra de Delacroix Femmes d’Alger , en la que la esclavitud de una mujer en un harén ponía de manifiesto el colonialismo. La versión picassiana tenía un complejo lenguaje doble que mostraba el deseo masculino y la liberación femenina. La libertad era el tema central de este conjunto de obras.
Hacia 1955 había en Francia periodistas que desvelaban torturas atroces en Argelia encubiertas por el gobierno. Hubo fuertes intentos de censura.
El artista chileno Matta aprovecho la ocasión y produjo en 1958 una de las imágenes más desgarradoras denuncia de la violencia estatal, La Question. Con su tradicional lenguaje surrealista, logró crear una atmósfera violenta y horripilante que trasladó la fantasía surrealista a la realidad contemporánea.
En septiembre de 1960 recorrió el país una petición no solo contra la tortura, sino también por el derecho a no formar parte del ejército francés en Argelia ; en otras palabras, en defensa de la insubordinación.
Jean-Jacques Lebel y Alain Jouffroy anunciaron una rebelión en las páginas de una nueva revista publicada con el nombre de Front Unique . Su manifiesto firmado por 121 personas, titulado “ Declaración sobre el derecho a la insumisión en la guerra de Argelia”, era una larga diatriba contra la colonización que concluya con un llamamiento en apoyo del pueblo argelino.
Estando en Italia, Lebel tuvo la idea de crear, junto con seis amigos extranjeros residentes en París, una obra colectiva. El Grand tableau antifasciste collectif, con una esvástica bien visible, hablaba de brutalidad, censura y violencia sexual. No tardó en censurase y quedar oculto durante 23 años.
La nueva Bohemia y el Hotel Beat
La Bohemia revivió en París entre 1953 y 1963. Artistas y escritores beatniks se instalaron en un hotel barato y poco convencional de la rue Gît-le-Coeur, en el Barrio latino. Estos, pintores y poetas se congregaron allí para poner en común experimentos investigaciones en el terreno de la autoexpresión.
Bryon Gysin y su amigo Ian Sommerville utilizaron en el hotel su famosa “ máquina de sueño s”, hechas de cartón recortado, luz y un tocadiscos, que sirviéndose de destellos, transportaba al espectador a otra dimensión. Sus dibujos pretendían producir una reacción similar mediante la yuxtaposición de formas parpadeantes que aceleraba la mirada.
“En el refugio del Hotel Beat trazaron muchas de las rutas que iba a seguir la generación de los 60: el empleo recreativo de drogas y los experimentos con las psicodelia, la investigación de la magia y el misticismo en todas sus formas, los derechos de los gays y la libertad sexual para los jóvenes.”
Bryan Milles , The Beat Hotel.
Allen Ginsberg y Peter Orlovsky se quedaron allí por primera vez en 1957 y pronto se les unieron William S. Burroughs , Derek Raymond , Harold Norse y Gregory Corso , así como a Sinclair Beiles . Fue aquí donde Burroughs completó el texto de Naked Lunch y comenzó su colaboración de por vida con Brion Gysin . También fue donde Ian Sommerville se convirtió en el «asesor de sistemas» y amante de Burroughs .
En ese mismo periodo, mientras Pierre Restany inventaba el Nouveau Realisme a partir de la emergente cultura consumista, Nancy Spero y Leon Golub producen en Francia una variante del realismo crítico, por oposición al expresionismo abstracto
El realismo de Golub era un intento de recuperar el diálogo en una democracia amenazada por demagogos como su compatriota norteamericano y enemigo, Joseph McCarthy . Su versión concreta del realismo, que hacía alusión a la era atómica, logró activar el pensamiento y la reacción en el mundo contemporáneo.
Critica de la sociedad de consumo: La respuesta europea al Pop Art
La critica de la sociedad de consumo contemporánea era lo que diferenciaba el arte parisino del Pop Art estadounidense. Aunque a mediados de los años sesenta se criticaba a París por mostrar ya claros síntomas de haber dejado de ser el centro del arte moderno, la obra crítica producida por una generación nueva y amplia de artistas nacidos en el extranjero devolvía el optimismo.
Eduardo Arroyo, Erró, Peter Klassen, Christo, Joan Rabascall, Antonio Berni, Soto o Jaume Xifra , entre muchos otros, remodelaban la imagen del viejo París para dar forma a un espacio crítico apasionante.
Rabascall , que en sus collages recurría a noticias e imágenes publicitarias, participaba de la mise en question de la sociedad de consumo contemporánea,
como hacia Antonio Berni al emplear con humor objetos desechados y basura para documentar lo injusto de la vida cotidiana.
En mucha de la producción de esa nueva generación hay un claro sentido del humor, parodia y en ocasiones ironía, como puede verse en la obra abiertamente política de Eduardo Arroyo
Bueno y así acabamos la segunda entrada sobre París a pesar de todo, la exposición del Reina Sofía