Paul Cadmus o l’exquis enfant terrible del Realismo Mágico Norteamericano
Me ha llevado mucho trabajo realizar esta nueva entrada sobre Paul Cadmus , un hombre exquisito y singular, un artista de otro tiempo que tenía como sus más grandes maestros e influencias nada más y nada menos que a Luca Signorelli y Andrea Mantegna y que pintó durante la mayor parte de su vida, casi diría que anacrónicamente como le gustaría a Didi Huberman , siguiendo la antigua técnica de la tempera al huevo. Pintor literario fue amigo íntimo de E.M. Foster, W.H. Auden, Christopher Isherwood, Jared y Margaret French , T.S.Eliot, Isak Dinesen, Dorothy Parker, Somerset Maugham, George Tooker , George Balanchine, George Platt Lynes, Gertrude Stein, Cecil Beaton , Jean Cocteau, cuñado de Lincoln Kirstein, casado con su extraordinaria hermana Tadelma ..Un artista de una formación y un bagaje extraordinarios, que vivió el siglo XX de principio a cabo, con una obra escasa en pinturas pero, como su admirado Jean Dominique Ingres, inmensa en dibujos, que trabajó hasta bien entrados los noventa años, con un talento de miniaturista, reconocido por pocos en su época, donde Clement Greenberg y el expresionismo abstracto eran lo que contaba, a pesar de algún que otro escándalo, con una visión única, anacrónica sí, pero jamás traicionada… Un pintor desconocido para las grandes masas, a pesar de que sus obras cuelguen en el Metropolitan o el Whitney , anatemizado durante décadas, minoritario, marginal… Nada de esto parecía importarle sin embargo.
Dos hitos al final de los años 80 atrajeron de nuevo la atención su figura. Una película documental de David Sutherland de 1984 titulada Enfant terrible a los 80 años y unas grabaciones en 1988, ya con 83 años, del crítico de arte Judd Tully para los Archives of American Art . En estas deliciosas conversaciones, que es lo que tanto me ha demorado en hacer la entrada, y que ambos mantuvieron entre el 22 de marzo y el 5 de mayo de 1988, en su casa de Weston, en Connecticut, donde Cadmus vivía desde que dejara Nueva York. En ellas el pintor repasa su carrera con la experiencia apesadumbrada de la vejez, un hombre que se confiesa feliz sin embargo, amante declarado de la juventud y de la belleza, que volvería a vivir su vida exactamente igual, dice, salvo las penurias económicas. A Paul Cadmus le quedaban aún más de diez años de vida pues no fallecería hasta diciembre de 1999, a pocos días de cumplir los 95, acompañado de su fiel amante Jon Anderson , treinta y tantos años más joven que él y el modelo que puebla toda su obra tardía. En los últimos años de su vida, Cadmus se dejó crecer una larguísima y lacia melena blanca, y su aspecto era todavía el de un hombre bien conservado.
Sin embargo, en esas fantásticas conversaciones, que recorren los hechos más significativos en la vida y obra del pintor, aunque las respuestas vienen a menudo precedidas por las excusas de un octogenario por no recordar con exactitud algunas de las fechas más lejanas, curiosamente tanto más precisas cuanto más juveniles, sus palabras son casi siempre extraordinariamente lúcidas y sintéticas, no sólo no divaga sino que disculpa el divagar de su interlocutor, y su tono es siempre humilde, nada jactancioso y serenamente confiado, el de un hombre educado, un perfecto caballero que elude con elegancia lo más íntimo, siempre modesto y seguro de sí mismo.
Su obra está encuadrada en el difuso movimiento pictórico que el crítico David Bourdon del Village Voice bautizó como realismo mágico , (aunque a él le parecía mejor realismo simbólico ) tomando el término de un movimiento pictórico alemán y años antes del boom de la literatura sudamericana, y que tiene otros representantes en Peter Blume o el enigmático George Tooker que fue su amante por un tiempo. El movimiento fue así reconocido con una gran exposición en el MoMa , Americans 1943: Realists and Magic-Realists , unos años antes de la explosión del Expresionismo Abstracto, organizada por el mítico Alfred Barr y comisariada por el propio cuñado del pintor, el incalificable Lincoln Kirstein, fundador entre otras cosas, del Ballet de Nueva York.
Sin embargo la obra de Cadmus es recordada, sobre todo, por sus —unas veces evidentes, otras veladas— alusiones homoeróticas. Parte de su éxito póstumo lo debe a la adoración que la comunidad gay norteamericana siente por una obra abiertamente gay desde el mismo principio y que le llevó a ser el primer artista en ser reconocido con el PrideFest American International Arts Award a los logros de una vida en 1999 en una ceremonia realizada en el Museo de Filadelfia. Y es que sus marineros y sus trabajadores prefiguran el homoerotismo de Tom de Filandia. Y ¿qué decir de los centenares de maravillosos e intemporales dibujos de desnudos masculinos, muchos de ellos de sus propios amantes? Pues decir que a él esta identificación con la bandera gay siempre le disgustó.
Paul nació en 1904, en una familia extremadamente pobre pero artística de Nueva York. El y su hermana Fidelma —dos años menor y también pintora— crecieron en un ambiente doméstico sensibilizado con la música y con la pintura. Su padre, Egbert Cadmus , que estudió con Robert Henri trabajaba como litógrafo publicitario y participaba en exposiciones colectivas como acuarelista.
Su madre, la hispanocubana Maria Latasa ilustraba publicaciones infantiles. Su padre era agnóstico y su madre, católica devota e hiperprotectora. Paul recuerda en las cintas cómo ella lo primero que hacía al llegar a una casa era atar una cuerda a un radiador para que sus hijos pudiesen escapar en caso de incendio, o cómo les hacía bajar del tranvía en las cuestas abajo por si éste descarrilaba.
Fue una infancia amorosa pero extremadamente pobre, lo que le llevó a sufrir de raquitismo por una alimentación escasa en una casa plagada de chinches que sin embargo estaba siempre cerca de una escuela de arte por el pánico de su madre a los transportes. Cuando le preguntan por el despertar de su vocación, él dice que no hubo tal. En su casa de artistas, tanto él como su hermana Fidelma se daba por sentado que lo serían. No había dinero para comida pero nunca faltaban las pinturas, ni las acuarelas, ni las clases de piano de la madre o las lecturas en voz alta del padre. Y en cuanto a su homosexualidad, tampoco hubo nunca ningún drama.
Recuerdo el único consejo sexual que mi madre me dio. Ella me dijo: «Nunca aceptes subirte a un coche si alguien te lo ofrece porque te llevarán a casa, te amarrarán a una cama y abusarán de tí».
A los 15 años, Cadmus dejó la escuela para asistir a la Academia Nacional de Diseño durante 6 años donde recibió el apoyo del pintor William Starkweather . Luego se inscribió en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York en 1928 tomando clases de dibujo del natural donde coincidió con los hermanos Raphael y Moses Soyer y el pintor Luigi Luicioni que pintó el retrato con el que comencé esta entrada y este de Jared French .
Luego trabajó un tiempo como ilustrador comercial en una agencia de publicidad de Nueva York lo justo para ahorrar dinero y escaparse con el que sería uno de los grandes amores de su vida, su mejor amigo sin duda, su mayor influencia y durante décadas su amante, el también pintor, Jared French.
Juntos, jóvenes, talentosos y guapos, ambos se escaparon a Europa.
Nos conocimos en la Art Students League y decidimos que queríamos ser artistas e iríamos a Europa . Él había estado en Europa. Yo nunca había estado. Queríamos ser artistas, y tal vez deberíamos vivir en un lugar barato, lo cual hicimos Tomamos un buque cisterna en Hoboken en octubre de 1931. Creo que fueron once días de travesía. Fue un viaje bastante malo, porque no podíamos salir mucho al aire libre porque era muy duro y las olas iban directamente sobre la parte plana del tanque. Éramos los únicos pasajeros, Jerry y yo. Y la comida era horrible. Comiamos con la tripulación, no con el capitán, pero sí con algunos de los oficiales. Recuerdo que en la mañana cuando nos despertábamos, las cucarachas se tendían a nuestro lado para mantener el calor. Me acuerdo que en el desayuno los oficiales abrían sus galletas para ver si los tropezones eran pasas o cucarachas horneadas. Pero me encantó el viaje en cualquier caso. Fue muy emocionante. Llegamos a Le Havre y nos fuimos a París .
En París compraron unas bicicletas y con ellas viajaron por toda Francia, camino de Mallorca . Es delicioso todo el relato que hace de su paso por España. Su paso por San Sebastian a visitar a la familia de su abuelo vasco, que se espantó de su pinta de vagabundo, la tormenta de nieve que les cayó en Burgos, las pensiones llenas de chinches del Madrid republicano, sus visitas al Museo del Prado y a Toledo a ver al Greco, su paso por el diminuto Alicante e Ibiza hasta finalmente llegar a Palma, donde se quedarían casi dos años. Y todo en bicicleta.
De Jared (Jerry) French pintaría el que seguramente será uno de sus más hermosos retratos con el Ulises de James Joyce entre las manos, un libro entonces prohibido en Nortemérica. Esa mirada dice más de lo que yo pueda contar.
En Palma visitaron a Robert Graves que no les hizo ni caso y se quedaron en Port Andratx ( Puerta de Andreaitx , según su memoria) donde vivía frugalmente por poco más de 20 dólares al mes. ¡Pagaban 5 $ de alquiler por un apartamento con vistas al puerto y letrina, sin baño, eso sí. Como ahora. Mallorca asoma sin embargo poco es sus pinturas, apenas he podido encontrar una pintura y un dibujo, en parte porque dibujaba en papel tan malo que se deterioró con el tiempo. Pero aún así encontré esta escena de una pelea de marineros que siempre, desde su infancia neoyorquina, le habían fascinado.
En Mallorca sería, dónde según sus propias palabras, comenzaría a pintar en serio.
Allí hice mi primera pintura que no estaba copiada directamente del natural. Era un autorretrato, que si estaba tomado del natural, pero me inventé el fondo con una mujer desnuda saliendo del apartamento de al lado y sorprendiéndose al verme allí con mis trastos de afeitar en la terraza. Ese fue mi primer intento de componer de verdad una imagen no copiada .
Desde Mallorca hicieron escapadas a Europa para ver museos. Con especial amor, recordaba su visita a la catedral de Orvieto para ver los frescos de Signorelli . En la isla empezaría a pintar con su peculiar estilo las que serían sus primeras grandes obras, para nada basadas en lo que veía, sino más bien en sus recuerdos neoyorquinos trufados de un homoerotismo de su adolescencia. Así pintó YMCA The Locker Room recordando sus visitas al Grosvenor Neighborhood House YMCA a tres manzanas de su casa. En aquella época los clubes YMCA eran poco menos que los únicos sitios para ligar. Siempre con discreción, claro.
También en la isla balear pintó la que sería su primera pintura de marineros, Shore Leave, que hoy está en el Whitney y que refleja su memoria de los marineros en los muelles del East River, junto a su casa,en el Riverside Drive.
Hay que decir que estas pinturas de un cierto realismo social era lo que estaba de moda en la época con pintores como Edward Laning o Reginald Marsh que era lo que entonces se llamaba regionalismo y que constituían un primer intento de realizar una pintura americana que se diferenciase de la europea, como también los pintores de la llamada Ash School , como John French Slone o George Bellows o el mismo Edward Hopper , pintores todos ellos sepultados por la narrativa formalista de Clement Greenberg que, tras la guerra, mandó durante décadas toda la pintura figurativa a los almacenes escondidos de los museos.
Bien, de vuelta a los Estados Unidos, en plena depresión, la pareja se apunto a las becas para artistas de la Work Progress Administration, cobrando un sueldo de unos 30 dólares al mes. Durante ese tiempo pintó dos cuadros que le darían tal notoriedad, infame, todo hay que decirlo , que se convirtió en toda una celebridad. Uno de ellos es esta Greenwich V illage cafeteria, en la misma línea de crítica social que el propio Cadmus, tildará de Hogarthiana recordando al pintor inglés de la primera mitad del siglo XVIII, William Hogarth, conocido por su ácida crítica social.
Pero la obra que le puso en el mapa artístico por al polémica que suscitó fue The Fleet’s In!. Esta pintura, que presentaba a marineros y mujeres que se divertían, en realidad no muy distinta de la anterior de marineros, incluía una solicitación homosexual estereotipada y una exageración erótica de los paquetes y de la ropa ajustada. La pintura había sido escogida para figurar en una exposición de los trabajos de la WPA en la Galería Corcoran en Washington .
El escándalo fue mayúsculo y fue objeto de una protesta pública encabezada por el almirante Hugh Rodman , quien protestó ante el Secretario de la Armada, Claude A. Swanson , diciendo: «Representa una pelea de borrachos de lo más vergonzosa, sórdida, y desacreditada». La pintura fue inmediatamente retirada porque, aunque se consideraba bien pintada , desacreditaba a la marina y fue retirada por un miembro de la familia Roosevelt que después la entregó a un club demócrata, donde colgó sobre la chimenea, oscurecida por el humo durante cerca de cincuenta años, desaparecida de la circulación hasta una exposición retrospectiva en los años ochenta.
Pero, aunque retirada, la pintura apareció en las portadas de todos los periódicos, con fotografías de Paul Cadmus y montones de cartas indignadas, lo que, apenas vuelto de Europa, le dio una infame notoriedad pero le puso en el mapa.
Montones de amenazas pero también cartas de otros compañeros artistas, lo que fue fantástico. Thomas Benton quería saber qué podría hacer por mí. Y John French Sloan . Muchas de esas cartas las conservo. Las tengopor algún sitio pero en cajas sin ordenar. Eilshemius me escribió y me dijo que era un buen artista. Sin embargo me asusté al principio porque tenía amenazas telefónicas también, gente que me decía que iba a venir a partirme la cara, marineros ofendidos y gente así. Durante un tiempo, no me atrevía a salir de mi apartamento. Me fui a vivir a casa de mi tía. No me daba cuenta entonces de lo importante que fue para mi carrera posterior.
Unos años después, en 1938, volvería sobre el tema que tan buenos réditos piblicitarios le proporcionó.
Varios años más tarde, hice otro llamado Sailors and Floosies, que era el mismo escenario. Riverside Drive nuevamente. De nuevo se formó un alboroto, también. Fue retirado de las paredes de la exposición en California, pero el director volvió a instalarlo después .
Pero claro, no sólo estaba ese velado homoerotismo, o no tan velado, de fondo había también una crítica social e incluso política, no hay más que ver el periódico en el suelo que hacer referencia nada más y nada menos que al bombardeo de Guernica y lleva una foto de Mussolini , mientras los marineros americanos, aún fuera de la contienda, se caen borrachos en los parques…
La sombra del escándalo ya no le abandonaría de por vida. Su reputación siempre iría asociada a algo depravado y profundamente molesto. Cuando en 1935 pintara el carnavalesco Coney Island de nuevo se montaría el correspondiente escándalo con protestas de asociaciones, etc, pero Paul ya había aprendido la lección de que tal notoriedad era buena para su carrera.
En las cintas se justifica diciendo que simplemente le gustaba la playa porque era un lugar donde podía ver a gente semidesnuda, pero la crítica social es más que evidente, cercana en muchos aspectos a lo que en la misma época hacía la Nueva Objetividad alemana con pintores como George Grosz o Otto Dix . Nunca como en esta época de los 30 la pintura de Cadmus fue más mordaz, más hogarthiana, como él diría. En esta ocasión muchos detalles resultaban ofensivos: el personaje de la vieja que lame un helado entre las piernas de un joven musculado, el pellizco en las nalgas del niño por parte de un hombre que lee un artículo sobre Hitler, los borrachos, nada está puesto sin más. Hay mucha mala leche.
Poco después recibiría un encargo del Gobierno para pintar murales para oficinas de correos. Pintó entonces toda una serie que tituló Aspectos de la vida suburbana que nuevamente fueron rechazados por considerarlos demasiado caricaturescos. Hoy se conserva alguno en el Museo Smithsonian y el resto han ido a colecciones privadas.
En este por ejemplo se muestra una escena de ricos de Long Island viendo u partido de polo. De él dice la web del Smithsonian « Los supervisores de Cadmus encontraron ofensivas las imágenes, sin embargo, y el proyecto nunca se completó. En « Polo» , un fotógrafo de una revista de sociedad provoca con su impaciencia una colisión de caballos en el campo mientras que las mujeres glamorosas gritan y se agarran sus collares de perlas. Las reacciones exageradas de los ociosos sugieren que el accidente ofreció más emoción que el juego en s í»
O este otro dedicado al Golf. De nuevo cito al Smithsonian: «Los abigarrados jugadores de golf de esta pintura están más preocupados por fumar y fumar cigarros que por perfeccionar su swing , y dos de ellos parecen estar más interesados por el joven y musculoso caddie que espera para cumplir sus órdenes. El caddie usa ropa de hombre más pobre, y Cadmus incluyó agujeros en sus zapatos para enfatizar la distancia entre su clase social y la de ellos.»
En este, Main street, un grupo de jóvenes de alta sociedad, con raquetas de tenis, ropa deportiva, se dejan arrastrar por un pequeño Teckel, mientras a su alrededor gente de clase baja los mira sorprendidos a su paso: un mecánico arregla su coche, una mujer vieja que mira el escaparate de una óptica y un grupo de jovenes ociosos en la esquina.
Estos dos cuadros, pendants el uno del otro, pretendían dar imagen de un mismo hecho en dos clases muy distintas. El primero se llama Muelle Público y el segundo Regatta. En ambos los personajes repiten las mismas poses para enfatizar aún más el contraste. Normal que no se los aceptaran, ¿no creéis?
Toda su obra de los años 30 está teñida de este espíritu de critica. Aquí un borracho canta la canción Hinky Dinky Parley Voo, una canción popular de la primera guerra mundial, al que nadie parece unírsele, mientras el militar joven esta tan borracho que se inclina hasta derramar su copa, mientras sobre su hombro los ojos de una mujer desolada nos observan.
En esta, Seeing the New Year Inn, Cadmus usó a sus propios amigos como modelos aunque en las cintas no quiere, por pudor, identificarlos. Ellos saben quienes son ,dice.El personaje con el rostro entre las manos es un cierto autorretrato como sugiere la estampa del cuarto de Van Gogh colgada tras de él. Esta es una de las primeras pinturas que haría con la técnica de la témpera al huevo por influencia de Reginald Marsh que usaba una técnica mixta.
Otras pinturas de esa época, aún usando la técnica mixta, sería esta The Herrin Massacre. Una obra encargada por la revista Life y sobre los hechos de la masacre de Herrin, una matanza entre obreros y esquiroles que sucedió en 1922, en Illinois que acabó con 32 muertos. La pintura causó controversia también y nunca fue publicada en la revista porque molestó a la gente de la zona. Se inspiró en cuadros flamencos pero el que situara los hechos en un cementerio hirió las sensibilidades de la época, así como los desnudos que se consideraban injustificados.
La influencia de los grandes maestros italianos siempre estuvo presente en su obra como en este particular homenaje a Tiziano , titulado Venus y Adonis de 1936 donde hace una relectura irónica del cuadro del Museo del Prado . Aún así hay quien ha querido ver en las dos pelotas y la raqueta evidentes alusiones a los genitales masculinos, que reforzarían el hecho de que el perro también se lama los suyos.
La pintura de crítica social sin embargo no abarcaba el total de su producción. Siempre tuvo espacio para una pintura más personal donde el desnudo masculino y el retrato de amigos formaban una parte central.
Como por ejemplo este cuadro Stone Blossom- A Conversation Piece de 1939. Estos eran tres de sus mejores amigos de la época: Glenway Wescott ( el de en medio, poeta, ensayista y novelista estadounidense) George Platt Lynes (tumbado, un fotógrafo famoso por sus trabajos de moda y publicidad y por sus fotografías de desnudos masculinos) y Monroe Wheeler , el director de exposiciones del MoMA . Los tres mantuvieron una relación de amor triangular durante más de 10 años y fueron personajes centrales de la vida cultural neoyorquina. Al fondo se muestra su pequeña casa en Clinton, Nueva Jersey, que más tarde quedaría anegada por la construcción de una presa.
De esta época también es el extrordinario retrato de su hermana Fidelma que al poco se casaría con Lincoln Kirstein , amigo previo de Paul Cadmus , bisexual, y un escritor, empresario , conocedor de arte, filántropo y figura cultural central en la ciudad de Nueva York de los 40 y los 50, conocido especialmente como cofundador del New York City Balle t. Kirstein y Fidelma también tenían una relación abierta basada sobre todo en la amistad y que duró, a pesar de las muchas crisis psicológicas de Fidelma , hasta la muerte de Lincoln en 1991, Algunos de sus novios vivían con ellos en su casa East 19th Street; « Fidelma era enormemente aficionada a la mayoría de ellos».
El mundo artístico de Nueva York consideraba la bisexualidad de Kirstein como un «secreto a voces», aunque no reconoció públicamente su orientación sexual hasta 1982. Tuvo relaciones más largas con el bailarín Pete Martinez , el artista Dan Maloney y el conservador Alexander Jensen Yow , todos guapos a rabiar . También Lincoln sufría de trastorno bipolar, lo que al final de sus días le llevó a una institución psiquiátrica. Fue también un personaje fundamental en la vida de Paul.
Tampoco la vida sexual de Paul era ni mucho menos convencional. Durante años había mantenido una relación con Jerry French , comohemosvisto, pero éste se casó en 1937 con Margaret Hoening , una mujer quince años mayor, artista también, lo que no impidió que Paul y Jared siguieran siendo íntimos, e incluso amantes, y que formaran un cuarteto cuando se incorporó George Tooker como amante de Paul . No puedo resistir a poner una obra de ambos.Aquí os pongo un par de obras de Jared , como el tríptico de retratos de Glenway Wescott, George Platt Lynes y Monroe Wheeler, que son los mismos de la Conversation piece de Cadmus de mas arriba.
O este Subway de George Tooker que es quizás su obra más conocida, una obra pictórica siempre llena de misterio
Los tres, Paul Cadmus , Jared y Margaret French pasaron juntos los veranos durante muchos años en una casa que tenían en Fire Island y hacían tal cantidad de fotografías que después no sabían de quien era cada una, así que decidieron formar un colectivo artístico con las primeras dos letras de cada uno de sus nombres llamado PAJAMA , que es tan fascinante de por sí que lo voy a dejar para una entrada propia, Tan creativos fueron aquellos veranos en la playa que algún crítico propuso la etiqueta de la Fire Island School que al menos de momento no se ha impuesto. Os emplazo a esa futura entrada sobre PAJAMA que haré pronto. Lo prometo. Esos veranos merecen su punto y aparte-
En esta época, se produce un cambio fundamental en la obra de Paul Cadmus . Por un lado, los asuntos hoggartianos dejan de ser, aunque nunca desaparecerán del todo, el tema central de su producción. Y por otro, se produce un cambio en la técnica pictórica que, en adelante, será siempre tempera al huevo . En las cintas él explica muy bien sus razones: la delicadeza, la calidad lineal, la frescura del color, y, además, el hecho de que no se oscurece con el tiempo como lo hace la pintura al óleo. Además muchas de las pinturas italianas que admiraba habían utilizado esta técnica. Como consecuencia de esta nueva técnica sus obras se fueron haciendo cada vez más y más pequeñas, aunque también más refinadas y sofisticadas.
La relación con su cuñado, Lincoln Kirstein, fundador junto con George Balanchine del New York Ballet, y su director durante más de cuarenta años, no sólo le abrió las puertas de acceso a la alta sociedad neoyorquina, sino también a las bambalinas y salas de ensayo del ballet. Lincoln fue, sin duda, el primer benefactor y mecenas de Paul , no sólo coleccionado muchas de sus obras y dibujos, sino incluso otorgándole un estipendio mensual, dado el escaso número de ventas de Cadmus por el tema erótico de sus cuadros. Eso le permitió tener una libertad creativa total.
Esa primera época del Ballet tuvo una inmediata repercursión sobre su obra, y aunque sólo realizaría dos pequeños cuadros, Arabesque y Reflection, con la nueva técnica de tempera al huevo, los dibujos se cuentan por docenas.
En 1945 hizo también una serie de cuadros sobre los Siete Pecados Capitales , que constituye una auténtica rareza dentro de su producción, y que tuvieron muy mala acogida porque poco o nada tenían, y tienen que ver con el resto de su obra por su carácter más cercano al surrealismo, La interpretación que de ellos hace Cadmus extiende su predilección por la sátira social a extremos surrealistas de exceso, vulgaridad y, casi, gore . De la serie, Cadmus explicó: « No aparezco como yo, pero participo de todos los pecados capitales en cierto modo, como todos ustedes. » La serie fue expuesta completa en el Metropolitan Museum en 2012 y algunos de ellos pueden verse en la exposición permanente.
Otro cuadro extraño de esta época, pintado durante sus veranos en Fire Island, es On a Theme by Dr. S. El Doctor S. del título era el Dr. William Herbert Sheldon, Jr, un psicólogo de Harvard que fascinó a Aldous Huxley y escribió dos libros titulados The Varieties of Physique y The Varieties of Temperament en los que defendía una nueva versión de la somatotipología clasificando a las personas en endomórficas , mesomórficas y ectomórficas , basándose en muchas fotografías y medidas de figuras desnudas realizadas en las escuelas de la Ivy League . Creía que cada individuo albergaba diferentes grados de cada uno de los componentes de los tres caracteres y que podía asignar a cada individuo un número de tres dígitos que representara sus cualidades innatas, genéticas, y que se mantenían inquebrantables e independientes de un cambio de peso transitorio. En otras palabras, que el físico es igual al destino. En esta obra, Paul Cadmus representa esas tres tipologías.
Otra obra de esta época es Playground. Al volver de sus veranos en Fire Island se dió cuenta de la escasez de lugares de solaz y juego en el East Village, particularmente en la parte italiana del East Village y pintó este cuadro que, en las conversacionesa las que tantas veces os he hecho ya referencia, cuenta que sirvió de inspiración al coreógrafo Jerome Robins para el ballet Fancy Free de West Side Story .
A pesar del evidente erotismo del primer plano, siempre queda hueco para la crítica social como las consecuencias de la recientemente terminada guerra que pueden leerse en los periódicos del suelo, un velado ataque a la iglesia de la que cuelga ropa interior femenina, la casa incendiada del fondo, el mirón solitario…
Una de las personas del mundo literario que más influyó en la obra de Paul Cadmus y que se convirtió en un gran amigo fue E. M. Foster , con el que compartió muchas charlas y visitas, e incluso le dejó su estudio como vivienda para la etapa americana del escritor inglés para la escritura del guión de la ópera Billy Bud de Benjamin Britten . Las charlas con el escritor, mucho mayor que él, fueron cruciales para Paul . El cuadro What I believe es un homenaje declarado al pensamiento de Foster y toma el título de un ensayo del propio autor en el que defendía que sólo una comunidad aristocrática de gente sensible podría salvar la cultura de la guerra que, cuando lo escribió, se avecinaba.
En este cuadro vemos el mundo dividido en dos mitades. A la izquierda está el lado homosexual, una especie de Arcadia donde reinan el amor y las artes, la pintura, la música y la arquitectura y donde es posible ver retratos de sus mejores amigos. El propio Cadmus es el que está dibujando en el centro. Con la mano puesta sobre su hombro, su inseparable Jared French y de pie, su esposa Margaret , el trío que formaba el colectivo PaJaMa . A su espalda leyendo sobre el cuerpo de un joven Adonis dormido, un retrato del propio E. M. Foster leyendo precisamente el ensayo que da título al cuadro. Sin embargo, al lado derecho, se representa el mundo heterosexual, un mundo en el que sobrevuela la violencia representada por los dictadores Hitler y Mussolini arengando a la multitud desde un promontorio, un mundo donde la tierra es yerma y la propia muerte surge de sus profundidades, un universo habitado por la decadencia. En el centro junto a la cabeza de Cadmus , el faro de Alejandría proyecta su luz y una sutil interrogación de nubes se extiende en el cielo.
Aunque su fama de pintar cuadros homoeróticos le persiguió toda la vida, en ningún cuadro como en éste hace una mayor apología de su aristocrática y elitista homosexualidad.
Sería acaso en estos años difíciles de posguerra y macartismo cuando Paul fuera más reivindicativo de su condición homosexual. Dos cuadros de mediados de los 50 ponen en evidencia esta condición. El conocido The bath de 1951
Y The shower donde deja insinuada esa relación triangular que mantenía con Jared y Margaret French , por lo que lo sitúa en las playas de Nantucket,
Su unión con el matrimonio era tan fuerte que cuando estos decidieron marcharse a Europa, Paul los siguó pasando una larga temporada viviendo en Florencia . Durante esta estancia europea Paul pintaría una serie de cuadros bien distintos. Primero esta Night in Bologna que para él es su pintura favorita, precisamente porque tiene poco que ver con el resto de su obra.
En una ciudad llena de soportales como Bolonia, con la torre Garisenda recortándose en el cielo nocturno, se produce una curiosa relación triangular, enfatizada por la diferente calidad de las luces. En primer plano, un soldado italiano en un clásico contraposto gira su cabeza para mirar a una joven prostituta que pasa. Pero a ella sólo le interesa el viejo turista que con su maleta está sentado en una mesa, que, para cerrar el círculo, sólo parece interesarse en el hermoso soldado.
Ese es mi cuadro favorito – Noche en Bolonia. en parte porque es diferente a mis otras imágenes. Es porque es una imagen silenciosa, y la mayoría de mis imágenes son realmente bastante ruidosas, llenas de movimiento .
La otra pintura es este Bar Italia, que por su complejidad le llevó mucho tiempo acabar y con la que Paul vuelve a su vena satírica de los años 30. La pintura tuvo una acogida desfavorable, hasta el punto de ser calificada por la crítica del New York Herald Emily Genauer como una de las imágenes más repulsivas que había visto en años.
Paul quiso hacer una crítica de lo que veía cada día en Italia. En el fondo, de nuevo con las torres de Bolonia y una escultura de Hercules y Caco que evoca la de Baccio Badinelli frente a la Signoria de Florencia, desfila una auténtica muchedumbre de turistas embobados en sus guías, oficinistas, vendedores de lotería, viejas, carabinieri , niños, e incluso un marcetta, un timador, que vende cigarrillos y plumas estilográficas. El propio Cadmus está representado ahí, en la mitad izquierda, con la mano en la barbilla, mirando al chapero que está sobre la balaustrada. En las columnas de la derecha puede leerse un graffitti que dice «Go away americans». En primer plano, la terraza de un bar. En el centro una familia americana: la madre busca en un diccionario cómo pedir algo ante la atenta mirada del camarero, el padre está enfrascado en sus fotografías mientras los hijos se muestran aburridos. A la izquierda una mesa de homosexuales amanerados gesticulan de forma ostensible. Y a la derecha una mesa de italianos donde parece entablarse una disputa sobre la falsedad o no de la herida en la cabeza de una mendiga mientras la mamma se come un helado de fresa. Tras de ellos el dueño del café interpela al chapero al que señala con un dedo. Todo un carnaval de la dolce vita
Sé que tanto Jared como Margaret French alquilaron una villa en Beaulieu, Francia durante los meses de diciembre, enero y febrero, creo que sí. No recuerdo bien si ese fue el año en que viví en Florencia. Supongo que así fue. Y fui allí durante tres meses y pinté mientras estuve allí también. Hice una pintura llamada The Nap mientras estuve allí. Tal vez también hice la pintura llamada The Bicyclists. Al menos allí la empecé.
Después de regresar de Florencia y de todo aquello (a Nueva York), supongo que hice una pintura llamada Sunday Sun. Está influenciada por el hecho de que solíamos usar nuestra azotea (del estudio) en St. Luke’s Place, que no era así en absoluto. Pero pensaba en lo desesperada que mucha gente estaba por tomar un poco de sol en medio de los rascacielos y los edificios de apartamentos de Nueva York y cómo buscaban el poco sol que había. Esto muestra a una pareja joven con el periódico dominical rodeado por la suciedad, el polvo y el humo de las azoteas de Nueva York.
En 1965, Cadmus se encontró y comenzó una relación con Jon Anderson (nacido en 1937), una ex estrella de cabaret, en Nantucket, una relación que duró hasta la muerte de Cadmus en 1999. Desde el comienzo de su relación de 35 años, Jon entonces de 27 años se convirtió en su modelo y su musa, apareciendo en prácticamente todas sus obras. Por ejemplo en este homenaje a Caravaggio titulado A study for David and Goliath, donde las referencias al pintor italiano ocupan toda la pintura. Caravaggio que, por cierto, no era un pintor tan valorado entonces, como lo es hoy en día.
Jon se convertirá desde entonces en el eterno poblador de pinturas y dibujos.
El auge del expresionismo abstracto y el Pop Art después llevaron la obra de Paul Cadmus a un cierto ostracismo del que no saldría hasta la decada de los 80. En 1978 Philip Eliasoph que realizó su tesis doctoral sobre él, consiguió montar una retrospectiva de la obra de Cadmus en el Museo de Arte de la Universidad de Miami en Oxford, Ohio en 1981 y escribió el catálogo de la exposición que lo acompañaba. La exposición fue una colección bastante completa de pinturas, dibujos y grabados de Cadmus que abarca casi cincuenta años de la carrera del artista. Y también supuso la reaparición y restauración de The Fleet’s In! que fue exhibido públicamente por primera vez.
Para esa época, Paul se había retirado de la vida pública al campo con Jon donde permanecería hasta su muerte. Ese renovado interés en Cadmus fue lo que llevó a que se rodara una película documental de 1983 dirigida por David Sutherland para PBS titulada Paul Cadmus: el enfant terrible a los 80 . En ella, Cadmus pinta y dibuja a Jon mientras habla a la cámara. Podeis ver un pequeño extracto de ella en este link .
El documental de Sutherland fue seguido en 1984 por la única monografía publicada sobre Cadmus escrita por su cuñado y amigo íntimo, Lincoln Kirstein . La monografía de 1984 se actualizó y reimprimió en 1992. Kirstein minimiza la iconografía gay argumentada por Eliasoph . Por el contrario, Kirstein se refiere marginalmente a la condición homosexual del artista y se enfoca más sobre su amor por los viejos maestros del arte italiano y las fuentes literarias
No fue hasta la publicación del artículo de Jonathan Weinberg en Art in America de 1992, « Cruising with Paul Cadmu s», que la homosexualidad del artista se fusionó irrevocablemente con otras interpretaciones extrañas de su imaginería. El artículo fue escrito en reconocimiento a una pequeña retrospectiva de las pinturas de Cadmus en el Midtown Payson Galleries en Nueva York en 1992.
El artículo iba acompañado de la última pintura de Paul, The house that Jack built, pintada ya con más de 85 años que fue muy bien recibida por los críticos.
A pesar de las referencias a la homosexualidad que son obvias para un observador posmoderno, Cadmus , como tampoco lo hacía en las cintas, no se sentía cómodo discutiendo públicamente su sexualidad. No obstante, los medios de comunicación como The Village Voice y The Advocat e celebraron a Cadmus como un ícono gay y héroe para el activismo homosexual, y se empezó el proceso de queerización de su obra, con él que personalmente nunca se sintió demasiado contento. Cadmus dijo en una entrevista personal: « Aunque nunca me he quedado dentro del armario, he elegido tanto como sea posible la semi-privacidad de mi semi torre de marfil y los apartamentos de mis buenos amigos en lugar de llamar desde los tejados y gritar en los desfiles. »
Cadmus pertenecía a una generación que creía en vivir discretamente sus vidas sin una agenda política explícitamente abierta. En respuesta a la importancia que en la escena gay norteamericana post Stonewall , tenía encontrar iconos artísticos de la altura de Cadmus , su amiga cercana Tamara Lichtenstein declaró: «Si el objetivo de la liberación gay es que los gays vivan una vida abierta y desinhibida, desde luego Paul Cadmus es un modelo de esa vida: es un hombre que se liberó antes siquiera de que existiera nada parecido al movimiento gay de liberación.»
Ajeno a todo esto, Paul murió en su casa en Weston, Connecticut, cuidado por su longtime companion Jon cinco días antes de cumplir 95 años. En cierto modo detestaba esa popularidad in extremis. El siempre había sido un artista marginal y es posible, teniendo en cuenta su modo de ser, que agradeciera dicha marginación porque era, al mismo tiempo, su fuente de libertad.
Pingback: PAJAMA: Un colectivo fotográfico en el Nueva York de los 50. – Raras Artes