Simbolismo y Jugendstil en Dresde: Otto Greiner. Georg Kolbe, Richard Müller, Hans Unger, Oskar Zwintscher y Sascha Schneider
En la serie de entradas que le vengo dedicando a la ciudad de Dresde , si en las anteriores os hablé de principios del siglo XVIII y principios del siglo XIX, hoy os quiera hablar de principios del XX. Y si había un estilo artístico internacional que estuviese entonces en la cresta de la ola, ese era el Modernismo con ciertos toques de Simbolismo que en Alemania tomó el nombre de Jugendstil.
Desde mediados del siglo XIX , con la velocidad de los cambios sociales y económicos que se estaban produciendo (el capitalismo, la industria, la secularización …), muchos artistas comenzaron a sentir por primera vez en la historia la cara oscura del progreso. En los ambientes artísticos de toda Europa, casi sin excepción, prendió la mecha de una duda profunda sobre la capacidad de la sociedad occidental para crear sus propios marcos conceptuales. Emerge una nueva tipología humana: la de la ansiedad. Estos movimientos, tanto el simbolismo como el modernismo formaron pues parte de una ola de reacción contra el positivismo reinante en la sociedad. Se caracterizaban por un cierto pesimismo y se relacionaban con un retorno a lo sagrado y la espiritualidad.
Un tipo de arte nuevo surgió casi simultáneamente en casi todas la capitales europeas con ligeras diferencias regionales. Tradicionalmente se considera que este nuevo movimiento artístico tuvo sus raíces en Gran Bretaña , en los diseños florales de William Morris y en el movimiento Arts and Crafts , fundado por los alumnos de Morris . La importancia de William Morris en la aparición de este movimiento que sería el primer movimiento artístico internacional es crucial y ya le dedicamos varias entradas en este blog con motivo de la extraordinaria exposición que le dedicó la Fundación Juan March que podéis ver pinchando en los enlaces ( 1 , 2 y 3 ).
En Gran Bretaña, era conocido como el Modern Style , que se reflejaría en el español Modernismo . En Francia, se llamo Art Nouveau y en Italia, Stile Liberty, Stile floreale o Arte nova. En Austria y los países vecinos que formaban parte del Imperio austrohúngaro , surgió un estilo similar, llamado en alemán Secessionsstil ( en húngaro : szecesszió , en checo : secesion ) o Wiener Jugendstil , en honor a los artistas de la Secesión de Viena. También aparecería como Modern (Модерн) en Rusia, en Portugal Arte nova y Nieuwe Kunst en los Países Bajos.
En Alemania se le conoce como Jugendstil . El término se remonta a Georg Hirth que a finales de 1895 fundó la revista cultural ilustrada Jugend ( Juventud) en Múnich que se convertiría en la ciudad desde la que este estilo se irradió por toda Alemania. No fue la única revista, hubo otras importantes como Simplicissimus también de Munich y la berlinesa Pan .
Aunque hoy pueda parecernos incluso conservador, se trataba un contra-movimiento de jóvenes artistas y artesanos que buscaban una ruptura con los estilos dominantes en la época, tanto los de tradición más academicista como el historicismo o el eclecticismo, como con los movimientos más rupturistas como el realismo o el impresionismo. En el fondo subyacían las ideas revolucionarias de William Morris de democratizar la belleza o de la socialización del arte, utilizando para ello las nuevas técnicas industriales para que los objetos más cotidianos tuvieran valor estético y fueran accesibles para todas las capas de la sociedad.
Muchos de los artistas integrados en el movimiento fueron artistas muy completos pues no sólo pintaban o esculpían, sino que diseñaban proyectos arquitectónicos, muebles, joyas, objetos de cristal y de cerámica, azulejos, telas, tapices, papeles pintados, lámparas, rejas (recordemos a Gaudí ), y todo tipo de mobiliario urbano, desde estaciones de metro, kioskos, farolas, papeleras, bancos e incluso urinarios. Se trataba de que el arte inundara las calles.
Lo cierto es que aunque el movimiento tuvo una vida relativamente corta, abarcando fundamentalmente las décadas entre 1890 y 1910, tendría su continuación en el llamado Art decó de los años 20, con el que a veces se confunde aunque son dos movimientos bastante diferentes. Su esteticismo, el recurso a imágenes femeninas en actitudes delicadas y gráciles, su tendencia a la estilización, a la sensualidad y a las líneas curvas no siempre fue bien aceptado por todos los artistas que veían en este movimiento una degeneración artística que no hacía sino responder a una desintegración de la sociedad.
Sin embargo el movimiento tuvo su punto más álgido en la Exposición Universal de París de 1900 y durante ese fin de siècle fue sin duda alguna el movimiento artístico más en boga en toda Europa que hacía las delicias de la triunfante burguesía. Los países de habla alemana no serían una excepción, más bien al contrario. El eroticismo y la elegancia, los temas mitológicos y religiosos, las apoteosis jubilosas y los escabrosos abismos representados en sus pinturas atraían a los conservadores burgueses del Imperio Alemán como la miel a las moscas.
Max Klinger, Arnold Böcklin, Hans Thoma y sobre todo Franz von Stuck eran no sólo artistas de enorme prestigio en su natal Alemania, sino auténticos millonarios, pues sus obras se vendían por toda Europa con una rapidez y a unos precios desconocidos hasta entonces.
El shock que supuso para toda Europa la Primera Guerra Mundial y el triunfo de las vanguardias históricas relegó a muchos de estos artistas, enormemente reputados en su momento, a un ostracismo histórico del que muchos no han conseguido ni recuperarse. Sus obras casi fueron proscritas como epítomes del peor gusto burgués y durante décadas fueron confinadas al destierro de los almacenes de los grandes museos. Todavía en los años 50 era posible comprar un cuadro del pintor inglés Lawrence Alma Tadema por precios realmente ridículos como os conté en la entrada que le dediqué a uno de sus cuadros, Las rosas de Heliogábalo.
Aunque muchos de ellos, como los citados más arriba, hayan conseguido con el paso del tiempo rehabilitarse como grandes artistas, aún sigue habiendo un filón de artistas bastante desconocidos por reivindicar. Su posterior asociación con los jerarcas nazis no hizo sino aumentar ese desdén en el que muchos cayeron tras la Segunda Guerra Mundial y el triunfo total de la apolítica Abstracción, fomentada por todas partes desde el trinfo de la Escuela de Nueva York .
Y eso es lo que me propongo hacer hoy con los artistas de los que os hablaré a continuación, artistas que triunfaron en Dresde y su ciudad sajona hermana, Leipzig , durante ese apogeo del Jugendstil en el cambio de siglo y que me dejaron extasiado en mi visita al Albertinum y su Galerie Neue Meister , concretamente al llamado Klinger Hall .
Max Klinger , un artista excepcional sobre el que hoy no me quiero extender porque espero algún día dedicarle su entrada propia, había nacido en Leipzig y era por aquellos años uno de los artistas ya consagrados que había viajado por toda Europa y al que le unía una fuerte amistad con otro de los más reconocidos artistas del simbolismo alemán: Arnold Böcklin , autor de esa celebérrima Isla de los muertos que se encuentra en Berlín.
Klinger , que da nombre a la sala del Albertinum donde se encuentran las obras de los artistas de los que hoy os quiero hablar, fue, como artista consagrado que era entonces, quizás la mayor influencia para estos jóvenes artistas. En el museo se encuentran algunas de sus mejores esculturas que, a pesar de que entonces era más conocido por sus pinturas y sobre todo sus grabados, ocupaban sin embargo gran parte de su producción.
La primera adquisición del Jugendstil que realizó el Albertinum fue esta extraordinaria Salomé de Max Klinger que ya había salido en este blog, en otra versión, en la exposición Like Life organizada por el Met Breuer este mismo año. La pieza fue comprada por el entonces director Georg Treu , un amante de la escultura que intentaba a animar a los escultores contemporáneos a crear obras policromadas en la tradición del arte clásico antiguo, ahora que estaba generalmente admitido que las esculturas clásicas estaban en su mayoría pintadas, pero también a las esculturas policromadas del arte del románico y gótico alemán. La Salomé de Klinger recoge un tema entonces enormemente popular -ya pintado en aquel momento por otros influyentes artistas como Gustave Moreau , aunque anterior a la obra homónima de Oscar Wilde que estaba entonces en plena gestación-. Salomé era el epítome de la femme fatale , símbolo de la belleza destructiva e imagen de la veleidosa crueldad femenina, siempre misteriosa y cargada de arrogancia. Se trata, en este caso, de un modelo en escayola para la versión de mármol coloreado que se encuentra en Leipzig . Los ojos de obsidiana, los brazos cruzados sobre el pecho y las dos máscaras de Herodes y Juan el Bautista bajo su manto dejan bien a las claras su poder.
El Museo atesora muchas más obras de Klinger, sobre todo grabados, pero no me quiero extender tanto sobre él como esos otros desconocidos que pretendo rescatar. Sin embargo no puedo dejar de recoger este excepcional Das Drama de 1904. Al parecer según sus propias afirmaciones, estaba inspirada por los acontecimientos de la Guerra de los Boer en Sudáfrica, pero su iconografía es extraña y difícil de explicar. Bajo un titán musculoso que está intentando arrancar el tocón de un árbol, dos mujeres, una tumbada y otra arrodillada, abrazan el bloque de mármol. En el año de presentación, esta obra hizo que el periódico alemán Berliner Zeitung proclamara a Max Klinger como el Rodin Alemán.
Bien pues, tras esta larga introducción para meteros en situación, pasemos ya a esos autores raros de los que os quiero hablar, todos bajo la órbita de influencia de Max Klinger : Otto Greiner y el escultor Georg Kolbe en la ciudad de Leipzig y el grupo llamado la falange de los fuertes de Dresde: Richard Müller, Hans Unger, Oskar Zwintscher y, mi favorito por el que tengo debilidad, Sascha Schneider .
Otto Greiner (1869-1916)
Otto Greiner , nacido en Leipzig , con solo 22 años viajó a Roma donde conoció a su paisano Max Klinger , y se hicieron tan cercanos que el joven Otto heredó el antiguo estudio del maestro junto al Coliseo. Vivió gran parte de su vida en Italia.
Greiner era muy meticuloso. Realizó pocas obras de gran tamaño. Particularmente famosas son dos. Hercules en la Corte de Onfale. de 1905 que fue adquirida por Walter Steinweden en Leipzig en los años 30 y que salió a subasta en 2009 en Sotheby’s siendo adquirida por la National Gallery de Stuttgart donde se conserva. El tema está tomado de la literatura clásica. Hércules a causa del asesinato de su amigo Iphitus en un ataque de locura, fue vendido como esclavo a Ónfale , reina de Lydia, durante tres años. Ella alivió enseguida el castigo convirtiéndole en su amante aunque, para pasar desapercibido, el héroe, debía vestir ropas y adornos femeninos, además de llevar los instrumentos de hilar.
Otra de sus obras más conocidas es Ulises y las sirenas en el Museum der Bildenden Künste de Leipzig del que os pongo una litografía en color conservada en la Bibliothèque des Arts décoratifs de París porque el cuadro fue cortado durante la ocupación rusa de la Segunda Guerra Mundial para envolver un piano para su transporte.
Greiner era tan meticuloso en la realización de sus obras que realizaba innumerables dibujos preparatorios para sus cuadros que hoy se guardan como de lo mejor de su producción, valga este ejemplo de los rostros de los remeros del cuadro del Ulises
Otra de sus obras destruidas en la Segunda Guerra Mundial fue el Triunfo de Venus que quedó icompleto y del que sólo se conservan bocetos.
O este extraordinario Prometeo s entado en una roca, que juguetea pensativamente con el cuerpo del hombre que acaba de moldear con un trozo de barro mientras espera la llegada de Psique que le insuflará la vida . La obra es de 1909 y se conserva en la Natiolnal Gallery de Canadá .
Greiner realizó también numerosas litografías, no sólo para reproducir sus obras mayores, sino como obras creadas directamente para este medio, algunas, como veréis de los más insólitas incluso para hoy.
Georg Kolbe (1877-1947)
Kolbe se formó como pintor en la Escuela de Artes Aplicadas de Dresde . En 1904, Kolbe se mudó a Berlín , donde vivió hasta el final de su vida. Georg Kolbe se convirtió en miembro de la Secesión de Berlín en 1905 donde también estaba Klinger ; su vendedor de arte más importante fue Paul Cassirer , conocido marchante de arte alemán que llevó la obra de Van Gogh y de Cezanne . En 1905 fue uno de los primeros ganadores del Premio de la Villa Romana , una beca alemana para artistas en la ciudad de Florencia . En 1909 participó con varios artistas alemanes en el Salon d’Automne de París y visitó a Auguste Rodin en Meudon.
Después de comienzos difíciles, Kolbe se hizo cada vez más famoso y exitoso desde 1910 en adelante. Después de mudarse a Berlín en 1904, Kolbe dejó de pintar. En la segunda mitad de la década de 1910, los motivos de sus esculturas se simplificaron, se centró en figuras individuales, en su mayoría desnudos de mujeres jóvenes. Su escultura más famosa, The Dancer, se exhibió en 1912 en la Secesión de Berlín y posteriormente fue adquirida por la Galería Nacional de Berlín .
Otra de sus piezas más famosas fue La Mañana que realizó para el pabellón alemán diseñado por Mies Van der Roh e en la Exposición Universal de Barcelona de 1929 .
Su relación con el regimen nazi hizo que su figura, tras la guerra, pasara a un segundo plano. En principio Kolbe no se veía a sí mismo como un artista particularmente apreciado por el nuevo régimen. Se le consideraba representante de la República de Weimar y fue atacado por ello. En los años siguientes, Kolbe recibió varios contratos públicos, en su mayoría urbanos. sin embargo después de la muerte del presidente Paul von Hindenburg, Georg Kolbe firmó en agosto de 1934 la conocida «Llamada a los trabajadores culturales»una declaración de los artistas alemanes proclamando su lealtad a Adolf Hitler . No fue ni mucho menos el único: Mies Van der Rohe, Ernst Barlach, Emil Nolde o Richard Strauss la firmaron también. El propio Hitler se contó entre sus coleccionistas y diseño esculturas para el Estadio Olímpico de las Olimpiadas de Berlin del 36 . Llegó incluso a realizar en 1939 con el patrocinio de la organización económica hispano-alemana Hisma , un busto del triunfante dictador español Francisco Franco , que le fue regalado a Adolf Hitler por su cumpleaños.
Sin embargo ese mismo año fue diagnosticado con un cáncer de vejiga y moriría poco después del final de la guerra. Sólo en 1978 su estudio, que donó a la ciudad de Berlín, comenzaría a recibir subvenciones de la ciudad y hoy es un museo que lleva su nombre, el George Kolbe Museum .
La « falange de los fuertes » de la Academia de Bellas Artes de Dresde
Los siguientes artistas eran un grupo bastante compacto, todos amigos y estudiantes de la Academia de Bellas Artes de Dresde . De hecho, Richard Müller, Sascha Schneider y Hans Unger compartieron un estudio mientras eran estudiantes en el ático de una tienda en Scheffelstrasse. Los tres, junto a Oskar Zwintscher y Georg Lührig, -a quien no he incluido aquí, así os dejo algo que investigar- se conocían como la «falange de los fuertes» para el que el espíritu de Max Klinger era su principal motivación, según palabras de Kuno von Hardenberg , un conde alemán, crítico de arte, escritor y muy amigo, en particular de Sascha Schneider.
Richard Müller, 1874-1954
Richard Müller fue un dibujante, pintor y grabador de lo más particular, como veréis, nacido en la ciudad de Tschirnitz en la actual República Checa . Con tan sólo 14 años entró como dibujante en la famosa Escuela de la Manufactura de Porcelanas de Meissen . En 1890, con solo 16, fue aceptado en la Academia de Arte de Dresde aún cuando no tenía la edad para ello, siendo uno de los estudiantes más jóvenes en ingresar y el más joven del grupo de la Falange . En 1895 conoció a Max Klinger , quien fue su inspiración para iniciarse en el grabado. Dieciocho meses más tarde ganó con su grabado « Adán y Eva » la beca del Gran Premio de Roma .
Ya desde el principio, mostró una inclinación por temas bastante extraños que hacen que sus cuadros no se parezcan a ningún autor coetáneo, como esos Ratones en un bol de cristal de 1910. Sin embargo, sus mejores obras son casi todas grabados, técnica que tomó por indicación del propio Klinger.
En 1900, Müller , ahora tan conocido en Dresde como Klinger , recibió una cátedra como docente en la Academia de Dresde con tan solo 26; No sólo fue su alumno más joven, sino también el más joven profesor. Entre sus estudiantes estuvieron George Grosz, Otto Dix o Max Ackermann , entre otros muchos.
También se contó entre los artistas seducidos por el regimen nazi. En 1933, poco después del ascenso al poder de Hitler , se convirtió en presidente de la Academia y, en tal función, confirmó el despido del profesorado de Otto Dix , su antiguo alumno, aunque también Müller perdió su propio profesorado dos años más tarde debido a sus «tendencias artísticas subversivas» y a su matrimonio con la cantante estadounidense Lilian Sanderson , quien nunca renunció a su ciudadanía.
En 1939, buscando reconciliarse con el regimen, realizó un dibujo a lápiz del lugar de nacimiento de Adolf Hitler y fue incluido en en agosto de 1944 en el Gottbegnadeten-liste de los pintores alemanes considerados más importantes por el régimen.
Hans Unger, 1872-1936
Unger era, sobre todo, retratista y,muy ocasionalmente, pintor de paisajes. Su reputación se basa en sus pinturas que representan a «bellas mujeres soñando con el mundo de la Arcadia». En realidad, siempre fue la misma mujer la que fue retratada: su esposa, Antonia, su musa.
Más tarde, su hija Maja debió compartir la posición privilegiada de su madre. Los fondos de su «mujeres arcadias» eran a menudo paisajes pastorales con altos cipreses, un jardín o una escena junto al mar.
Su trabajo fue influenciado por varios artistas importantes del siglo XIX, entre los que él citaba a Pierre Puvis de Chavannes , Gustave Moreau , Joséphin Péladan , Fernand Khnopff , William Strang (un grabador británico con el Unger se reunió en 1895 en Dresde y con el que más tarde colaboró en Londres), Dante Gabriel Rossetti, Edward Burne-Jones , Arnold Böcklin (especialmente sus paisajes) y, por supuesto, Max Klinger .
Aunque su padre reconoció rápidamente el talento artístico de su hijo, no creía que la pintura pudiera ser una profesión para ganarse la vida y envió al joven Hans a la escuela comercial que abandonó para entrar en la Academia de Bellas Artes de Dresde en 1893. En 1896 diseñó un póster para el creador de órganos de Dresde Estey , que lo hizo conocido internacionalmente y con el que oficialmente comenzó su carrera.
No sería éste su único anuncio. A menudo, como otros muchos autores de la época, colaboraba en campañas de publicidad, siempre con su esposa y musa, Antonia, como imagen.
En 1897 se compró su pintura La Musa, que os he puesto más arriba, para la Gemäldegalerie Neue Meister de Dresde. Otro impulso importante para su carrera fue en 1899 el encargo del diseño de los telones escénicos para el recién construido Teatro Central de Dresde aunque lamentablemente el edificio fue destruido durante el bombardeo de Dresde por los Aliados en febrero de 1945.
En 1898 y 1910, Unger diseñó ilustraciones de títulos para los números de la revista Jugend . También ilustró temas de la revista Pan En 1912, el museo de su ciudad natal, Bautzen recién construido se inauguró dedicándole una sala completa a Unger. Estaba en el apogeo de su fama y se le llamaba en la prensa « el último príncipe pintor de Dresde «.
Después de la Primera Guerra Mundial, el mundo de las mujeres idealizadas de Unger en paisajes suaves había quedado obsoleto para el espíritu de la época, sin embargo seguía siendo un pintor rico y contaba entre sus clientes y benefactores a personajes como el rey Fuad I de Egipto . Después. como sus colegas, caería en el olvido y no sería hasta los años 60 cuando el renovado interés en el Art Nouveau le volviera a poner en el centro del mundo artístico con varias exposiciones en su ciudad natal y en Freital.
Oskar Zwintscher 1870-1916
Oskar Zwintscher , hijo de profesores de piano y hermano de un famoso pianista, también estudió en la Academia de Bellas Artes de Dresde. Vivió durante algún tiempo becado por el estado Sajón e irrumpió en la escena artística con una exposición titulada « Jahreszeiten » o las Estaciones del año, seguida en 1900 por la serie « Der Gewitter «, La tormenta.
Se le conoce como una de las principales figuras de la corriente Stilkunst y fue sobre todo, como Hans Unger, un pintor de retratos también obsesionado con su esposa. Su mujer, Adele, era su musa y su modelo, representando desde el tipo de jovencita inocente a la mujer madura y seductora. Zwintscher se inspiraba por los pintores renacentistas alemanes, los Prerrafaelitas y otros artistas como James Whistler.
Desde 1903, Zwintscher enseñó también como profesor en la Academia de Arte de Dresde. Zwntscher era un pintor muy cuidadoso, francamente meticuloso y uno de los principales opositores del Impresionismo . Sus cuadros están enteramente en la tradición pictórica de Lucas Cranach o Hans Holbein ; no son instantáneas subjetivas, sino una toma realista en el estilo de los viejos maestros. Su fama se extendió pronto por toda Alemania.
En 1902, Rainer Maria Rilke le pidió que le acompañara a Worpswede para pintar los retratos del propio pintor y de su esposa, la escultora Clara Westhoff , así como de Henri Vogeller . El retrato de Rilke no lo he conseguido encontrar pero aquí van los otros dos.
El Albertinum guardaba este retrato extraordinario de una mujer con cigarrillo que era verdaderamente extraordinario.
Una amistad cercana lo conectó con el artista Sascha Schneider .
Sascha Schneider 1870-1927
Aunque de origen ruso y nacido en San Petersburgo, Sascha , en realidad Rudolph Karl Alexander, creció en Dresde donde estudió como todos en la Academia de Arte . En 1894 hizo una entrada sensacional en la arena artística de la ciudad de Dresde , apenas graduado. En su primera exposición en solitario, mostró escenas siniestras y demoniacas con resonancias religiosas como nunca se habían visto antes, fascinando a autores como el propio Herman Hesse.
Aunque el título Hacia la Libertad, no indica mucho, parece que hace referencia a una escena bíblica, como la mayoría de las obras de esta primera exposición.
El título de la imagen de arriba, Es ist vollbracht que significa Todo se ha consumado hace referencia a un aria de Bach de la Pasión según San Juan en el que narra el triunfo del Heroe de Judá sobre el maligno.
De 1900 a 1904 Schneider , ya con 30 años, seguía viviendo en la casa de su madre viuda y su hermana soltera. Desde 1902 tuvo una gran amistad con el aristócrata alemán Kuno Ferdinand Conde von Hardenberg . No sólo eran amigos que mantenían una intensa correspondencia sino que el conde también lo apoyaba financieramente. A través de él conocería al escritor Karl May y su esposa Clara, con el que Schneider mantendría una estrecha vinculación artística.
Karl May fue uno de los autores más prolíficos de novelas de aventuras . Es uno de los escritores más leídos del alemán y, según la UNESCO , uno de los escritores alemanes más ampliamente traducidos, contándose sus traducciones por miles. Las historias en tres volúmenes sobre el indio Winnetou tenían una fama especial . Muchas de sus obras fueron filmadas, adaptadas para el escenario, o converidas en seriales para la radio. Sus libros siguen siendo muy populares en la República Checa, Hungría, Bulgaria, los Países Bajos, México e incluso en Indonesia.
Karl May decidió que sus novelas publicadas por Friedrich Ernst Fehsenfeld fueran decoradas con portadas de carácter simbólico diseñadas por el joven Sascha Schneider (edición de Sascha Schneider), aún conociendo las inclinaciones homosexuales de Sascha y asumiendo que no reflejaban en realidad nada de la historia.
Eso hizo que Sascha Schneider se convirtiera en un artista hiperconocido, aunque las protestas por el homoerotismo de los dibujos en novelas dirigidas a los niños hicieron que en las siguientes ediciones desaparecieran sus ilustraciones. Hoy en día son objeto de bibliófilos coleccionistas.
En 1904 Schneider se trasladó como profesor a la Gran Escuela de Arte Sajona en Weimar . Él mismo se construyó un gran estudio, donde creó muchas esculturas masculinas y pinturas monumentales durante los años siguientes. Fueron los años de su máxima fama. Todo le sonreía. Era un pintor famoso y había encontrado la estabilidad sentimental junto al también pintor Hellmuth Jahn . Sin embargo cuando la relación se torció, Sascha tuvo que huir a Italia para evitar el chantaje de su ex que amenazaba con denunciarlo a la policía, en una época en que la homosexualidad estaba penada por la ley.
Allí conoció al pintor Robert Spies . Juntos, ambos viajaron al Cáucaso, Sascha vivió el estallido de la Primera Guerra Mundial , en Florencia , donde se había familiarizado con el pintor y escultor Daniel Stepanoff.
A Sascha Schneider , como hombre de su época, le interesaron también todas las tendencias ocultistas que campaban por las élites intelectuales europeas de este principio de siglo. Muchos de sus dibujos aluden a estas prácticas: hombres astrales, hipnotismo, transmigración del alma…
Con el cambio de gusto, en Alemania ya no tenía el mismo reconocimiento . Su escultura Badende Knaben, Jóvenes bañándose , que había creado para el Albertinum en Dresde, fue rechazada en 1912 debido a la «incitación a la fornicación antinatural». Sascha fue también un afamado escultor. Al principio de esta entrada ya os puse una de sus esculturas, en el Albertinum , estaba este Atleta abrochándose el cinturón que por su composición clásica y rigurosamente formal recuerda obras neoclásicas de Adolf von Hildebrand
Después de 1914, Schneider vivió en el Künstlerhaus Dresden-Loschwitz , una residencia para artistas en la ciudad de Dresde, un edificio con dieciséis estudios y doce apartamentos concebido únicamente como residencia para pintores, escultores y diseñadores gráficos. Pero la carrera de Sascha ya no remontó.
En sus últimos años se obsesionó con la gimnasia y el body building . Junto con un coronel general y un campeón de deportes, fundó el Kraft-Kunst , un instituto de educación física. Allí, entre otras cosas, jóvenes desnudos masculinos le sirvieron de modelos a Schneider.
Desde el cambio de siglo XX hasta el Tercer Reich, Alemania se deleitaba locamente con los cuerpos jóvenes y desnudos, especialmente los hombres. Los cuerpos femeninos eran considerados demasiado provocativos y peligrosos: la vieja tentación de Eva y además un tema artístico ya agotado por la pintura francesa del XIX. Pero pinturas, esculturas, fotos e incluso películas de hombres jóvenes desnudos estaban por todas partes.
Los alemanes lo describieron como el movimiento Freikörper («cuerpo libre»). Exaltaba tomar el sol desnudo, y también practicar senderismo, gimnasia, natación e incluso correr desnudo. Existe un remanente en Alemania hasta el día de hoy; hay una zona de desnudos en el parque público más grande de Berlín.
Sascha Schneider colaboraría tambien con Der Eigene la primera revista del mundo para el público homosexual y que se publicó entre 1896 y 1932 por Adolf Brand y donde colaborarían Klaus y Thomas Mann , Theodor Lessing, Fidus y muchos más.
Schneider murió en 1927 después de una subida de azúcar que le provocó un coma diabético mientras estaba de crucero, aunque hay quien opina que se trató más bien de un suicidio.
Y bueno, hasta aquí llegué en una larga entrada que espero que os despierte aún más ganas de visitar esa ciudad extraordinaria que es Dresde.
Muchas gracias por tu post. Un cordial saludo.
Muchas gracias por el tema expuesto. Tengo una duda y me gustaría saber si fuera posible tu opinión sobre el significado del cuadro de Sascha Schneider “Hypnose”
Solo por curiosidad.
Gracias!