Giambologna – Raras Artes http://rarasartes.com Curiosidades y legítimas rarezas del arte Tue, 28 Apr 2020 18:03:45 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.9 La colección de arte de Carlos I de Estuardo: Estancia en Madrid y Cartones de Rafael http://rarasartes.com/la-coleccion-de-arte-de-carlos-i-de-estuardo-estancia-en-madrid-y-cartones-de-rafael/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-coleccion-de-arte-de-carlos-i-de-estuardo-estancia-en-madrid-y-cartones-de-rafael http://rarasartes.com/la-coleccion-de-arte-de-carlos-i-de-estuardo-estancia-en-madrid-y-cartones-de-rafael/#respond Tue, 28 Apr 2020 18:03:41 +0000 http://rarasartes.com/?p=15241 La colección de arte de Carlos I de Estuardo. (1)

Bueno, pues empiezo hoy una nueva serie de entradas sobre una de las más importantes colecciones artísticas de la historia de la pintura, la colección reunida por el rey Carlos I de Inglaterra y Escocia. Fue esta una colección tan vasta que dejó boquiabierto al mismísimo Peter Paul Rubens durante su visita a la corte inglesa como emisario de paz de Felipe IV y que ha sido objeto hace escasos dos años de una celebérrima y muy visitada exposición en la Royal Academy de Londres que, dicho sea de paso, ha sido la razón que despertó mi interés, ante la imposibilidad de visitarla.

Exposición Charles I: King and Collector Royal Academy de Londres 27 enero- abril 2018

Y digo que empiezo una serie porque si quiero mostrar de verdad el auténtico esplendor que tuvo aquella histórica colección tendría tres opciones: O bien hacer un resumen muy sucinto de ella; o bien elaborar una entrada que por interminable aburriría a cualquiera que tuviera ganas de abordarla; o, como haré, dividirla en una serie que me/nos entretenga mientras continúen las medidas del confinamiento

Lo cierto es que ni siquiera la exposición bastante exhaustiva de la Royal Academy consiguió volver a reunir la colección completa. Aunque sí que mostró en exposición pública, y en muchos casos por primera vez, algunos de los muchos tesoros artísticos que aún pertenecen personalmente a la actual reina de Inglaterra y que están repartidos por algunos de sus muchos palacios. Una prevaricación patrimonial que es casi incomprensible en el siglo XXI sobre todo teniendo en cuenta el origen más que polémico -y en el caso de Carlos I cabe poca duda de ello-  de los fondos con los que se encargaron o adquirieron las obras. Afortunadamente en este país nuestro breve tránsito republicano y unas cuantas desamortizaciones eclesiásticas hacen que la mayoría de las colecciones reales sean patrimonio del estado. Por cierto que aún estamos esperando ese interminable Museo de las Colecciones Reales que parece que no llega nunca y que a finales de febrero volvió a posponerse para el curso 2021-22, cosa incomprensible puesto que las obras del polémico edificio  de Emilio Tuñón Luis Moreno Mansilla concluyeron en 2016. ¿Tanto se tarda en montarlo por dentro? ¿Es su proyecto museográfico tan complejo?

El futuro Museo de las Colecciones Reales al costado de la Catedral de La Almudena

Bueno, volviendo a nuestro tema, vaya en primer lugar que el carácter extraordinario que tuvo la colección de Carlos I de Inglaterra no fue ni muchísimo menos acompañado de un excelente reinado por parte del coleccionista rey Carlos. Muy al contrario, por mucho que en la época de la Restauración Inglesa aún llegaran a adorarlo en algunas iglesias como santo y mártir, fue un rey tan nefasto, prepotente y sordo ante las necesidades y quejas de sus súbditos que tuvo y tiene el glorioso honor de ser el único rey depuesto de Inglaterra y el primero decapitado ante su pueblo en la Europa moderna.

King Charles I, como santo martir por un artista anónimo National Portrait Gallery, Londres

Un hecho insólito al que quizás se presta menos atención que a las guillotinas francesas, bien que ambas fueron revoluciones claramente burguesas, salvo que allí donde la francesa instauró el culto a la diosa Razón, los puritanos ingleses pusieron el fundamentalismo protestante en el centro del poder . Y Dios nos libre de los fundamentalistas que esgrimen el poder en su nombre. En fin, quería empezar por ahí porque como agnóstico y republicano confeso que soy, la exposición de la National Gallery que se llama Charles I King and collector se ahorra unos adjetivos calificativos que ni mucho menos serían minímamente parecidos para ambas tareas. Probablemente para no ofender a la reina actual que es la prestamista de la mayoría del elenco de obras.

La ejecución de Carlos I de Inglaterra circa 1649 National Gallery of Scotland

Curioso también que el fastuoso esplendor del arte que se vio en la exposición, y que veréis en estas entradas, viviera completamente de espaldas a una realidad social y económica de crisis continua que en absoluto se refleja en ella. Es cierto que una vez se produjo la Restauración se destruyeron muchas de las obras artísticas que habían celebrado la ejecución del rey. Sin embargo permanecen algunas representaciones de otros países europeos como esta holandesa que os pongo más arriba de la National Gallery de Edimburgo con desmayo femenino y retrato de víctima y verdugo y que sin embargo estaban por completo ausentes de la exposición. Ni una pizca de sombra, ni un atisbo de crítica. Sobran las palabras.

El archiduque Leopoldo Guillermo en su galería de pinturas en Bruselas 1647 – 1651. Óleo sobre lámina de cobre (David Teniers II) Museo del Prado

Hecha esa salvedad, sí que me parece sin embargo muy interesante el papel de los coleccionistas en la historia del arte, quizás un papel al que se le reconoce un mérito menor que a otros espurios criterios como por ejemplo el nacionalismo tan decimonónico  y que probablemente por eso haya tenido tanto éxito. Sobre todo en nuestro país donde existieron colecciones tan notorias como la del marqués de Leganés, la del marques del Carpio, la del conde de Benavente, la del príncipe de Esquilache y sobre todo, la de los sucesivos reyes de la casa de Austria y particularmente Felipe IV. Curioso porque todas esas colecciones son del siglo XVI o del XVII y es curioso precisamente porque   pone de manifiesto la íntima conexión de la historia económica, política y cultural de un país con el fenómeno del coleccionismo. Si bien en aquellas épocas España era una receptora de lo mejor del arte europeo, en épocas sucesivas nos convertiríamos en claros exportadores de lo mejor del nuestro.

François-Dieussart-(1600–1661)-Charles I .1636 Marmol- The-Duke of Norfolk-Arundel Castle

Bueno, volviendo al ciudadano Carlos de Estuardo, como diría Alberto Garzón, con docta ayuda, generoso consejo y mucho dinero forjó una colección tan impresionante que merece la pena que aquí la comentemos. En algunos artículos que he leído subrayan incluso la ironía de cómo sería esa colección precisamente el último y fastuoso decorado que vieran sus ojos. Pues el rey, en su camino al patíbulo montado en el exterior del Banqueting House tuvo, en sus últimos momentos, que atravesar bajo uno de sus más fabulosos encargos: el ciclo de pinturas de Rubens con la Apoteosis del reinado de su padre Jacobo I y de su propio nacimiento.

Techo del Banqueting House con La Apoteosis de Jacobo I en el centro de Rubens

Nació pues Carlos en el año 1600 en el seno de la familia Estuardo, nieto de la celebre María Estuardo, y segundo hijo del rey Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia y la reina Ana de Dinamarca. Difícil infancia la suya pues al parecer padeció raquitismo y no pudo caminar hasta los tres años y medio y eso gracias a  unas botas hechas de cuero y latón para ayudar a fortalecer sus débiles tobillos. Superó sus secuelas físicas con gran ahínco pero en su edad adulta no superó el metro y medio de altura, así que ese personaje tan caballeroso de los cuadros de Van Dyck era prácticamente un hobbit, por no ser más que literariamente incorrecto.

Anton van Dyck. Charles I Firmado y fechado 1636. Castillo de Windsor

De hecho algunas de las críticas más severas que se hacen al pintor flamenco es lo mucho que se alejó del realismo de los retratos cortesanos de la época de los Tudor  y de otros pintores coetáneos como William Dobson , Robert Walker e Isaac Fuller, creando sin embargo un tipo de retrato adulador y muy cortesano en el que lo que predominaba era una elegante distinción que en manos de muchos de los sucesores se convirtió en amanerada. Aquí vemos como el pintor para superar el problema de la modesta estatura del Rey, toma un punto de vista bajo y mira hacia arriba, para aumentar la ilusión de altura. Aunque sin embargo, este tipo de retrato hará furor por todas las cortes europeas y sobre todo iniciará una fructífera tradición en la retratística inglesa que tendrá grandes continuadores como sir Joshua Reynolds, Thomas  Gainsborough o George Romney .

Carlos de Estuardo, cuando aún no era ni principe de Gales, sino tan solo duque de York. Isaac Oliver. Miniatura en acuarela sobre vitela. 1611-1616

Los monarcas Tudor, con la breve excepción de María, esposa de Felipe II, habían sido muy recelosos con la Europa católica y con toda su cultura, pero el padre de Carlos, Jacobo I, daría un giro a esta política en un extraño intento en convertirse en arbitro entre los estados protestantes y católicos del continente. Su hijo mayor, Enrique Estuardo, príncipe de Gales, se rodeó de eruditos, artistas y músicos, y adquirió una interesante colección de pinturas de Holanda y de Florencia. A su temprana muerte, su colección pasó a su madre, Ana de Dinamarca, quien llenó sus habitaciones en Somerset House y el Palacio de Oatlands con imágenes religiosas, bodegones, paisajes y escenas alegóricas.

Ana de Dinamarca. Miniatura de Isaac Olivier en acuarela sobre vitela 1611-12, 5.3 x 4.2 cm.

En esa época existía en la corte inglesa un interesante conjunto de aristócratas, el llamado Grupo de Whitehall, que competían entre ellos por construir sus propias colecciones de arte. En 1613, el más influyente de ellos, Thomas Howard, conde de Arundel, partió hacia Italia con su esposa Aletheia y el arquitecto Inigo Jones que, convertido en un ferviente admirador de Andrea Palladio, a su vuelta en 1619 diseñaría la nueva casa de banquetes en Whitehall, a la que antes hicimos referencia.


Anton Van Dyck. Thomas Howard, 14th Earl of Arundel c. 1620–1621 Oil on canvas The J. Paul Getty Museum

Carlos, de 19 años, heredó la colección de su madre Anne cuando murió en 1619 y comenzó a seguir los consejo del joven favorito de su padre, el apuesto  George Villiers, duque de Buckingham , cuyo palacio en el Strand, la York House, presumiría en un momento de contar con más de 300 pinturas de artistas como Rubens, Tiziano, Tintoretto y Bassano.

John Hoskins. George de Villiers, 1er Duque de Buckingham. Miniatura sobre vitela pegada sobre naipe. 5.2 x 4.2 cm. Royal Collection trust

 Solo ocho años mayor que el futuro Rey, el renombrado encanto y belleza de Buckingham, el hombre mas guapo de Inglaterra, le habían encumbrado desde unos orígenes humildes hasta el mismísimo ducado a través de una más que posible relación homosexual con su padre, el rey Jacobo I. A diferencia de su compañero de la corte Thomas Howard, el conde de Arundel, Buckingham era impetuoso y más interesado en las ventajas sociales de coleccionar arte que en su mera belleza o en su valor intelectual y por ello contó con la guía de Balthasar Gerbier, su agente y asesor, que había adquirido con éxito muchas obras maestras para el duque.

Comienzos: El viaje a Madrid

Buckingham estuvo sin duda detrás de la peligrosa idea del viaje a Madrid en 1623 que todos los estudiosos suelen señalar como el turning point en la pasión por el coleccionismo del ciudadano Estuardo siendo aún príncipe de Gales. Con barbas falsas y viajando como «Jack y Tom Smith», Carlos y Buckingham llegaron a la corte madrileña acompañados de un interesante cortejo que incluía, entre otros, al polifacético Balthasar Gerbier y a Endymon Porter, secretario del duque y que hablaba perfecto español por haberse criado como paje en la casa de Olivares.


Anthony van Dyck (1599–1641)
Endymion Porter 1628 Oil on canvas Private collection

Os pongo muchos de estos retratos porque estaban en la exposición de la National Gallery aunque no me voy a ceñir a ella exclusivamente porque algunas de las piezas más interesantes no pudieron estar.

Pues bien, la visita a Madrid de tan colorido séquito tenía como objeto cerrar el dificultoso acuerdo de matrimonio entre Carlos y la hermana del rey Felipe IV, la infanta Maria Ana de Austria. En Madrid, Gerbier, que no fue nunca un gran pintor, realizó un retrato de la infanta que fue mandado a Londres para la aprobación de Jacobo I

Gerbier d’Ouvilly, Balthazar; Maria, Infanta of Spain (1606-1646); St John’s College, University of Cambridge;

Os pongo la versión de Velázquez del Museo del Prado que no sé explicar por qué me parece que debió estar más cerca de la realidad, aunque también es unos años posterior, en el de Gerbier la infanta tendría 17 y en el de Velázquez 23.

Diego Velazquez. María de Austria 1630. Museo del Prado

Parece que Carlos estaba convencido de que su encanto personal sería más que suficiente para conquistar a una infanta adolescente que estaba completamente horrorizada con la perspectiva de que por razones de Estado la desposaran con un hereje. Pero, para su sorpresa, apenas pudo verla y conversar con ella dificultado por la compleja etiqueta borgonoña de la Casa de Austria por un lado, y, por otro, porque jamás hubo intención real, ni Real, ni siquiera papal, de acceder a tal unión a no ser que el príncipe de Gales se convirtiera al catolicismo, cosa del todo improbable dada la situación política inglesa.

Por el lado español también se hizo todo lo posible para exponer al Príncipe a la doctrina y práctica católicas. Como por ejemplo hacerle a asistir a una procesión del Corpus especialmente diseñada para la ocasión en la que había, para espanto de los ingleses que lo presenciaron, una generosa cantidad de reliquias de santos, cilicios, cadenas, cruces y toda clase de mortificaciones imaginables, entre ellas que algunos monjes participantes en la procesión llevaran huesos de muerto en sus bocas. En el fondo hay que creer que, en aquel momento, se esperaba que tal despliegue de horror despertaría por contraste la piedad católica de Carlos, cosa, que, como era de esperar, no sucedió. (Hay una crónica excelente de la visita por Rafael Iglesias en la Bblioteca virtual Cervantes que podéis leer pinchando aquí)

Grabado de la procesión del Corpus Christi en Madrid (1623).

Además para entretener al príncipe de Gales durante su estancia en la capital del reino se prepararon un gran número de entretenimientos como corridas de toros, representaciones de teatro, bailes de máscaras y cacerías. Sabemos, por ejemplo, que el primer drama conocido de Calderón de La BarcaAmor, honor y poder, fue compuesto para ser representado ante el Príncipe. Aquí abajo podemos ver la celebración de un juego de cañas pintado por Juan de la Corte que se conserva en el Museo de Historia de Madrid. En el lejano balcón de la Casa de la Panadería, separadas por un biombo que evitaba cualquier interacción entre ambas, las dos tribunas reales. Una con el joven rey Felipe IV de apenas 18 años y el principe de Gales y en la otra la reina Isabel de Borbón, antigua princesa de Francia, y la pretendida infanta Maria Ana, futura emperatriz de Austria.

Fiesta Real en la Plaza Mayor de Madrid (1623) Juan de la Cosa. Museo Historia de Madrid

Sin embargo lo que realmente dejaría fascinado a Carlos sería la enorme colección real de arte que entonces adornaba los principales Sitios Reales como el Alcázar y el Monasterio del Escorial, una de las más espléndidas de toda Europa que contaba con aproximadamente 1,000 pinturas. En Madrid, el príncipe de Gales aprendió que las pinturas podían hablar, que podían proclamar el poder de un monarca, su autoridad real y su virtudes domésticas así como su papel como protector de la nación. El futuro Carlos I de Inglaterra entendió que la posesión de arte de los grandes maestros aumentaba por sí misma el estatus de un gobernante.

Por eso le impactó tanto la inigualable colección de pinturas de Tiziano de la colección real. El maestro de la pintura veneciana, quizás entonces el pintor más admirado de Europa, el sol entre las estrellas se decía entonces, había tenido una estrecha relación personal y profesional con el bisabuelo de Felipe IV, el Emperador Carlos V, y continuó pintando para su sucesor, Felipe II. El joven monarca español había heredado pues una colección espectacular de retratos , pinturas religiosas y escenas mitológicas de Tiziano que causó una gran impresión en el joven Carlos, que inmediatamente comenzó a buscar pinturas del maestro en el mercado abierto de Madrid, donde adquirió su primera obra, la enigmática Mujer con abrigo de piel que ahora está en el Kunshistoriches Museum de Viena, presumiblemente la misma modelo que en La Bella del Palacio Pitti o en la Venus de Urbino de los Uffizzi.

Mujer con abrigo de piel 1536–1538 Tiziano  Kunsthistorisches Museum de Vienna

Este interés compartido no sólo por el arte, sino por determinado arte erótico, acercó mucho al principe de Gales y al entonces jovencísimo Felipe IV de apenas 18 años hasta el punto de que el monarca español, a lo largo de los meses de estancia de Carlos Estuardo en Madrid y en el tira y afloja de las negociaciones sobre la boda acabó regalándole auténticas joyas, algunas bastante eróticas, de su colección: un Veronés, varios Tizianos y una escultura de Giambologna.

Jupiter y Antíope (Venus del Pardo) 196 x 385 cm 1535-1540. Museo del Louvre

Aunque no estaba en la exposición de la Royal Academy, el primero y más importante de aquellos regalos fue este monumental Jupiter y Antíope, de casi cuatro metros de largo y con uno de los indiscutiblemente más hermosos desnudos de Tiziano. El cuadro es más conocido como la Venus del Pardo, pues el Palacio del Pardo era su ubicación desde que fuera pintado por Tiziano por encargo de Felipe II. El cuadro, como gran parte de la colección de Carlos, sería subastado tras su ejecución y acabaría en la colección del Cardenal Mazarino y de ésta al Museo del Louvre donde ahora se encuentra.

Paolo Veronese, Marte, Venus y Cupido, c.1580.  National Gallery of Scotland

Obviamente erótico hasta decir basta era este otro cuadro de Veronés que le regaló, un magnífico Marte, Venus y Cupido que hoy se puede ver en la National Gallery de Edimburgo. Es posible además que Felipe pudiese regalarle con más libertad este tipo de obras de marcado erotismo debido a que éstas no estaban a la vista del ambiente hostil e inquisitorial de la pacata corte española. Javier Portús realizó todo un estudio hace unos años de esos espacios reservados sobre todo del desaparecido Palacio del Alcázar donde se guardaban las obras de mayor carga erótica como el famoso camarín de Felipe II «donde su magestad se retira después de comer» o las no menos legendarias bóvedas del Tiziano de Felipe IV. De hecho el episodio más conocido sobre estas pinturas eróticas fue la decisión de Carlos III de quemarlas, tragedia que finalmente se evitó gracias a la intervención del pintor Rafael Mengs a través del conde de Floridablanca.

Tiziano Carlos V con perro. Museo del Prado

Otra de las joyas de su colección que le regaló fue este Retrato de Carlos V con perro pintado por Tiziano siguiendo un modelo de Seisenegger, un cuadro casi icónico del Museo del Prado que afortunadamente volvería a las colecciones del propio Felipe IV tras volver a adquirirla en la almoneda realizada por la Commonwealth tras la muerte de Carlos. Por cierto que en una exposición que hubo en el Museo del Prado en 2008 sobre el Retrato en el Renacimiento pudimos ver ambos cuadros juntos.

A diferencia de los cuadros anteriores, este era un cuadro de enorme importancia dinástica y sólo puede comprenderse su obsequio en un momento en que las negociaciones de los esponsales con la infanta estuviesen muy cercanas a cerrarse. Carlos Estuardo supo valorarlo grandemente y era una de las joyas que adornaban la famosa Bear Gallery del desaparecido palacio de Whitehall que conducía a sus aposentos privados.

Sansón golpeando a un filisteo de Giambologna, Victoria & Albert Museum

La esculturita que le regaló maldita-la-hora fue este monumental Sansón matando a un filisteo, el primero de los grandes mármoles que Giambologna esculpiría para sus patronos los Medici, grandes duques de Toscana. Esta pieza fue realizada para una fuente alrededor de 1562 y luego enviada como regalo a España para adornar el palacio de verano de Felipe III en Valladolid, el desaparecido Palacio de la Ribera. Felipe IV se la regaló a Carlos durante su estancia en Madrid y la obra se convirtió a su llegada en la  escultura italiana más famosa de todo Inglaterra, pasando sin embargo, no he conseguido saber por qué, a manos del favorito del rey, el ya citado apuesto duque de Buckingham. Hoy se conserva en el Victoria & Albert Museum.

Los Cartones de Los Hechos de

los Apóstoles de Rafael.

Carlos Estuardo, aún príncipe de Gales, era muy consciente del alto estatus de los maestros italianos. Antes de la aventura madrileña, ya había ordenado la compra en Génova de los cartones de Rafael de los Hechos de los Apóstoles (c.1515-16), una obra entonces considerada como «las esculturas del Partenón del arte moderno». El Papa León X, por cierto segundo hijo varón de Lorenzo el Magnifico, los había encargado originalmente en 1515 para engalanar la Capilla Sixtina, donde debían exhibirse no de manera permanente sino como ornamento especial para grandes ocasiones como la elección de un nuevo papa. Miguel Angel con el carácter que tenía siempre se opuso a su exhibición y nunca quiso que las obras del de Urbino rivalizaran con sus pinturas en un mismo espacio, así que aquellas obras tejidas con hilos dorados de seda y que costaron cinco veces más de lo que finalmente se pagó a Miguel Ángel por la ornamentación de toda la Sixtina, acabaron en los sótanos vaticanos. Este año, y por segunda vez en la historia moderna, con ocasión del V centenario de la muerte de Rafael ha sido posible ver esa competición artística sin parangón: Miguel Ángel y Rafael, sin olvidar en nigun momento a Botticelli, Perugino y Pinturicchio. Hacía 400 años que no colgaban los diez tapices juntos.

Capilla Sistina en Febrero de 2020

Los siete Cartones de Rafael conservados ahora en Londres fueron adquiridos en 1623 por el entonces príncipe de Gales por la módica cifra de 300 libras. Su precio tan bajo teniendo en cuenta las obras de las que se trataba se debió a una doble circunstancia. Primero porque no se valoraban como obras de arte autónomas sino más bien como simples patrones para artesanos, de hecho estaban llenos de agujeros de aguja. Y segundo, y sobre todo, porque no era posible admirarlos en sí ya que habían sido cortados en franjas de aproximadamente 90 cm. de anchura tal como se requiere para realizar los tapices de nudo bajo. De hecho, ni el mismo Carlos los llegaría a ver unidos y sus fragmentos se guardaron en cajas de madera en la Banqueting House del Palacio de Whitehall. En la almoneda de su colección tras su decapitación, por decisión del mismo Oliver Cromwell los cartones quedaron excluídos de la subasta y gracias a eso se conservaron primero en Hampton Court y actualmente, se pueden contemplar en una sala especialmente diseñada para ellos en el Victoria & Albert Museum, la Raphael’s Room . Nada se sabe por cierto de los tres cartones que faltan.

Justo en este momento, no pueden verse porque precisamente por el centenario de Rafael, están haciendo una restauración y un reacondicionamiento de la propia sala que se inaugurará, si todo va bien, a fines de año.

Como no voy a poneros todos que podéis ver pinchando aquí os pongo este como ejemplo. EL episodio está basado en los Hechos de los Apóstoles Cap. 14 vv. 8-18 que refieren los sucesos del apóstol Pablo en la ciudad de Listra.

Carlos I en realidad los quería para los tejedores de la Fábrica de Tapices Mortlake, que había sido fundada por su padre Jacobo I en 1619. Quizás esperaba que los tapices resultantes impresionarían a su fallida novia española. Los enormes tapices a gran escala, con una orla esplendorosa con las armas de la corona inglesa, se hicieron para Carlos I en Mortlake entre 1626 y 1642, bajo la supervisión de Sir Francis Cleyn, jefe de la fábrica. Sin embargo, aunque se conservan algunas tiradas de aquellos tapices en el Reino Unido, la serie tejida para Carlos fue enviada como regalo diplomático a Luis XIV por Oliver Cromwell y todavía está en la colección francesa del Mobilier National.

Este ejemplo de los tapices de Mortlake se exhibe en el V&A Museum en préstamo por los fideicomisarios del Duque de Buccleuch y recoge el episodio de la Pesca Milagrosa que supuso las vocaciones de tres de los apóstoles Pedro, Santiago y Juan, Ahora seréis pescadores de hombres.

Estos tapices de Mortlake basados en los cartones de Rafael hicieron furor entre la alta nobleza en Inglaterra y es posible encontrar ejemplos de ellos en muchas de las grandes casas señoriales como en la impresionante (y cinematográfica) Chatsworth House, residencia de los duques de Devonshire

Y bueno hasta aquí un primer aperitivo de esa magnífica colección que, como veis, ya lo era incluso mucho antes de ser rey. Os convoco a las siguientes entradas

]]>
http://rarasartes.com/la-coleccion-de-arte-de-carlos-i-de-estuardo-estancia-en-madrid-y-cartones-de-rafael/feed/ 0
La Bóveda Verde de Dresde, la más impresionante Cámara de las Maravillas de Europa. http://rarasartes.com/la-boveda-verde-de-dresde-la-mas-impresionante-camara-de-las-maravillas-de-europa/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-boveda-verde-de-dresde-la-mas-impresionante-camara-de-las-maravillas-de-europa http://rarasartes.com/la-boveda-verde-de-dresde-la-mas-impresionante-camara-de-las-maravillas-de-europa/#comments Mon, 30 Jul 2018 09:57:58 +0000 http://rarasartes.com/?p=4238  

La Bóveda Verde de Dresde, la más impresionante Cámara de las Maravillas de Europa.

 

Recién vuelto de un viaje por las tierras de Alemania del este y la República Checa, las antiguas  Bohemia, Silesia, Sajonia y Prusia, me temo que las artes de estos lugares abundarán en las páginas de este blog por un tiempo.

Si hay una ciudad que me ha impactado, a pesar de la devastación que sufrió en uno de los peores episodios de la Segunda Guerra Mundial, ha sido Dresde, la llamada Florencia del Elba. Y a pesar de las reconstrucciones, a pesar de cinco décadas de un comunismo poco dado al aprecio cultural, el espíritu de la ciudad sigue incólume y no ha dejado por un momento de sorprenderme. Volveré sobre ella a menudo, pues hay mucho que contar de la capital de los Electores de Sajonia  cuyos gobernantes fueron entre 1697 y 1763, también  reyes de Polonia.

zwinger dresden

La ciudad era la capital del país protestante más importante dentro del Sacro Imperio Romano Germánico . Durante este tiempo se establecieron importantes instituciones culturales, y la ciudad estuvo involucrada en casi todas las principales guerras europeas, Bajo Friedrich August I , llamado Augusto el Fuerte, Dresde adquirió la importancia cultural que tiene hasta la época moderna a través de lo que se conoce como el Barroco de Dresde.  La atractiva ubicación en el Elba y el clima templado del valle con su viticultura fueron el punto de partida ideal para una revisión del modelo del barroco italiano. El río Elba, como el Gran Canal veneciano , era, y sigue siendo,un curso de agua bordeado por edificios verdaderamente suntuosos.

BELLOTTO-VISTA-DE-DRESDE

Después de la adquisición de la corona real polaca en 1697, Dresde se convirtió además en una de las  metrópolis más importantes de Europa. Durante el reinado de 37 años de Augusto el Fuerte surgieron el Zwinger , la Frauenkirche , el Palacio  Taschenberg  , el castillo de Pillnitz , el Palacio Japonés , el Friedrichschlößchen con el jardín barroco,  etc. Los arquitectos Mateo Daniel Pöppelmann y Balthasar Permoser fueron los principales artífices de este gran cambio.

 

Dresden, Zwinger, Matthäus Daniel Pöppelmann, Das Zwinger-Kupferstichwerk. 1729

 

Dresde ha sido bombardeada y destruida varias veces, no solamente al final de la Segunda Guerra Mundial sino también en 1760,  cuando durante el transcurso de la Guerra de los Siete Años, Prusia asedió sin éxito Dresde y bombardeó el centro de la ciudad, destruyendo muchos edificios, que fueron reconstruidos en su mayoría. Muchos de sus edificios como la Frauenkirche, reconstruida entre 1994 y 2005, sólo han podido hacerse por la protección y conservación de la montaña de escombros durante más de cinco décadas por las autoridades de la RDA como un monumento contra aquella barbarie que fue el bombardeo de Dresde por la aviación británica.

 

 

Pero hoy os quiero hablar del  Castillo de Dresde o el Palacio Real,  la Residenzschloss, que  durante casi 400 años, fue la residencia de los electores (1547-1806) y reyes (1806-1918) de Sajonia. Reconstruido desde la década de 1980, el castillo es ahora el hogar de cinco museos que contienen la Bóveda verde histórica y nueva , el gabinete numismático , la colección de grabados, dibujos y fotografías y la armería de Dresde con la cámara turca.

 

Patio de la Residenzschloss

Mira que hay grandísimos museos en la ciudad, -sobre todo la impactante Gemäldegalerie Alte Meister que está frente al Zwinger, una de las mejores colecciones europeas del Renacimiento y el Barroco, con el San Sebastiano de Antonello da Messina o la Venus de Giorgione y la no menos soberbia Galerie Neue Meister del Albertinum con sus magnificos paisajes románticos alemanes, entre ellos 14 cuadros de Caspar Friedrich-,  pero si algo me impactó en Dresde fue la visita a este palacio donde todas las formas de arte, incluidas aquellas mal llamadas artesanías, se mezclaban para crear eso que los alemanes llaman Gesamtkunstwerk y que podríamos traducir como «obra de arte total».

Dresden Rüstkammer

No sólo se encuentra allí la llamada Bóveda Verde, de la que os voy a hablar, sino también el Gabinete de Cobre (Kupferstichkabinett) dedicado a los dibujos y grabados, una hermosísima colección de monedas y medallas (Münzkabinett),  la Armería o Rüstkammer donde además de armas y armaduras es posible ver ropa y accesorios de la época, además de una Cámara Turca (Türckische Cammer) donde hay una impresionante colección de objetos del entonces vecino Imperio Otomano.

 

Un auténtico panorama total de todas las manifestaciones artísticas de la época Barroca y Rococó que no es muy frecuente ver en unos museos casi siempre más centrados en la pintura o la escultura. Una verdadera Cámara de las maravillas o WunderKammer de los electores de Sajonia que es en realidad lo que da origen a esta impresionante colección que, con la salvedad de los Museos Vaticanos que datan su fundación en la exhibición pública del  recién excavado Grupo del Laocoonte en 1506, es el museo más antiguo del mundo, fundado en 1723, 36 años antes que el Museo Británico.

 

Gabinete de las joyas de la corona

 

La Grünes Gewölbe Bóbeda verde es un museo histórico único que contiene la mayor colección de tesoros y joyas de toda Europa. Debe su nombre a las bases de columnay los capiteles  pintados de verde  malaquita  de las habitaciones originales. Después de la devastación de la Segunda Guerra Mundial , el Grünes Gewölbe ha sido completamente restaurado. Hoy, sus tesoros se muestran en dos exposiciones: La bóveda verde históricaHistorisches Grünes Gewölbe ) es famosa por su esplendor de la cámara del tesoro histórico tal como existía en 1733, mientras que la bóveda verde nuevaNeues Grünes Gewölbe ) centra la atención en cada objeto individual. Es obvio que no voy a poder dar cabida aquí a tamaños y tan numerosos tesoros que dejan con la boca abierta, objetos cualquiera de ellos de valor extraordinariamente superior en su época a cualquiera de las pinturas que hoy cuelgan en los museos.

 

Sala de las joyas

L

 

a bóveda verde histórica consta de 9 habitaciones diseñadas para dejarte con la boca abierta: el Gabinete de ámbar, la Sala de Marfil, la Sala de Plata Blanca, la Sala de Plata Dorada, la Habitación Preciosa o Salón de los Tesoros, La Sala de Escudos de Armas o Sala de heráldica, la Cámara de la joyas de la corona de la realeza sajona-polaca,  la Habitación de bronce y la Sala de los bronces renacentistas

 

Sala de la plata blanca

 

Sala de la plata dorada

 

Sala del marfil

Estancia de los escudos

 

Sala de los objetos preciosos

 

Y por si todo este despliegue no fuera suficiente en la Nueva Bóveda Verde hay una exposición más minuciosa pieza a pieza de algunos de los tesoros más espléndidos de este Gabinete de las maravillas de los que os voy a poner algunos.

 

 

Comienzo con esta fotografía que no es muy buena pero que me viene bien para explicar  cómo las wunderkammer eran los espacios donde se coleccionaban y exponían objetos exóticos provenientes de todos los rincones del mundo conocido. Fueron verdaderas enciclopedias escenificadas donde se mezclaban todas las maravillas del mundo clasificadas en cuatro tipos: artificialia, naturalia, exotica y scientifica. Los objetos llamados naturalia  eran curiosidades y hallazgos naturales procedentes de exploraciones como corales, perlas en bruto, grandes conchas, cuernos de narval que se tenían como cuernos de unicornio, cristal de roca y piedras raras entre otras muchas cosas. Por artificialia se tenían objetos producidos por el hombre a partir de esos elementos obtenidos de la naturaleza, como la copa con tapa de pájaro de la fotografía superior realizada con un cuerno de rinoceronte,  la esfera de cristal de roca, los huevos tallados de avestruz, etc- También se exponian objetos exóticos, exotica, como animales disecados, las llamadas Nautiluspokale que eran unas copas realizadas con conchas de Nautilus, tallas de marfil, cofres de nácar procedentes de la India, porcelanas chinas, etc. Y por último scientifica, es decir,  instrumentos físicos o quirúrgicos, de óptica o espejos, relojes de arte o de ranuras, astrolabios, globos terráqueos y celestes, gafas extrañas, e incluso textos de alquimia o matemáticas. La fotografía superior me viene bien porque recoge un poco un resumen del tipo de objeto que entonces se consideraba precioso. De hecho, el cuerno tallado de la repisa superior era uno de los objetos más valiosos porque se creía un cuerno real de unicornio.

Cofrecillo de viaje de entorno a 1600 hecho de nácar en la India

 

Ivory column clock:Elfenbeinsäuleuhr (1589, by Egidius Lobenigk and Hans Schlottheim)

Esta columna de marfil de 117 cm de altura reunía cuatro proezas técnicas: primero era una obra de arte de marfil torneada, después un reloj, un autómata con figuras y un mecanismo musical. Cada hora sonaba una melodía, y al mismo tiempo, los tres pajes de las escaleras subían hacia arriba, los tamborileros tocaban sus instrumentos y los trompetistas tocaban las trompetas. una pieza realizada por Egidius Lobenigk, un especialista en la talla de marfil, y Hans Schlottheim, un conocido relojero y creador de autómatas de Augsburgo.

Reloj con bola giratoria Augsburgo 1600

De Hans Schlottheim también estaba esta obra maestra de la ingeniería mecánica en la que en el transcurso de un minuto exacto, una bola de cristal de roca rodeaba 16 veces el reloj en forma de torre, mientras una segunda bola dentro de la carcasa se elevaba. Al ocurrir esto, la manecilla del reloj avanzaba un minuto y Saturno golpeaba la campana con su martillo. A la hora exacta los trompetistas y tamborileros de las balaustradas tocaban una melodía. En la base se representan las virtudes griegas.

Lüneburg Mirror (1587, by Luleff Meier) con marco de 1592, de Dirich Utermarke)

Este espejo de un tamaño mayor de lo habitual la calidad de orfebrería excepcional, está oculto detrás una cubierta con una rica ornamentación a base de figuras, entre las cuales se halla sentado en un globo terráqueo mirando hacia arriba el genio del tiempo. Representaba la historia de la casa dinástica de una forma muy compleja.

Abraham Jamnitzer- Statuette of Daphne, late 16th Century. Dresden State Art Museum.

esta estatuilla realizada por Abraham Jamnitzer ciertamente nunca fue pensada para tener un uso práctico, aunque se quita la parte superior del tronco, a partir del cinturón, se convierte en una copa que puede utilizarse. Nos cuenta la historia de las metamorfosis de Ovidio de la ninfa Dafne que para escapar de las solicitaciones de el dios Apolo se transforma en un laurel Abraham Jamnitzer, era hijo de uno de los más grandes orfebres del renacimiento en Nuremberg  Wenzel Jamnitzer.

Cassette alegoría de la filosofía, de plata parcialmente dorada

De Wenzel Jamnitzer y de 1562, es este Cofrecillo con una alegoría de la filosofía quien sostiene en sus manos una tablilla con una descripción latina que dice que la ciencia puede superar a la naturaleza. El cofre puede abrirse mediante un mecanismo secreto que se encuentra en la urna que tiene a sus pies,  revelando en su interior  cajones para útiles de escritorio.

 

Automat in Form einer Spinne Reichel, Tobias (Anfang 17. Jh.)

Este era un autómata en forma de araña de Tobias Reichel que servía para hacer bromas en la mesa. Movia todas las patas.

Hueso de cereza tallado con cabezas anterior a 1589

No todos los objetos tenían que tener un gran valor como por ejemplo este hueso de cereza engarzado como colgante que tiene 113 cabezas de representantes del orden secular y eclesiástico.

 

Joyero con memento mori

El atractivo estético de este noble joyero radica en el eficaz contraste entre el ébano oscuro y la decoración de oro esmaltada. Las personificaciones femeninas de las virtudes llenan los nichos como figuras totalmente plásticas y se encuentran en forma de relieves en los lados del cofre. Recuerdan los tesoros de los verdaderos valores internos. En la tapa hay un putto con una calavera y un reloj de arena, sosteniendo una placa con la inscripción «Memento Mori«.¿Podía haber algo más barroco que esta vanitas hecha joyero?

 

Rock crystal galley/Bergkristallgaleere (late 16c, by the workshop of Saracchi in Milano)

El taller de los hermanos Saracchi en Milán era internacionalmente conocido por sus extraordinarios trabajos en cristal de roca, como este en forma de navío  con historias de la Metamorfosis talladas según diseñosde Annibale Fontana. La bandera danesa es un añadido posterior para agasajar una visita del rey danés Federico IV en 1709,

 

 

Las vasijas venecianas de vetro a reticello están entre los productos más sutiles y elegantes de la artesanía del vidrio. No fueron diseñadas para uso práctico sino más bien como piezas de coleccionista.

 

Figura con diana y centauro. Autómata

El Elector Christian II de Sajonia compró la estatuilla con Diana en el Centauro en 1610 durante una estancia en Praga. Probablemente durante una visita al Kunstkammer imperial vio una pieza muy similar en posesión de Rodolfo II, que ahora se encuentra en el Kunsthistorisches Museum de Viena. La extraña copa para beber se podía mover a través de la mesa, con el perro más grande moviendo su cabeza, el más pequeño saltando arriba y abajo, mientras Diana y el Centauro movían sus ojos hacia adelante y hacia atrás. Tan pronto como la máquina se detenía, el Centauro disparaba una flecha. Objetos de este tipo servían no solo para la decoración de la mesa sino para la diversión de la sociedad cortesana.

Copa de Hercules sosteniendo el globo terráqueo

Entre los  pedestales que están diseñados por August Elias Lencker entre 1626-9 de manera naturalista como el suelo de un bosque con anfibios,  apenas sobresale por debajo de la placa inferior unos engranajes ocultos. Una tercera rueda no perforada está montada de manera pivotante como guía o volante. Con la ayuda de estas unidades, era posible mover esta copa y otra que hacía juego con San Cristóbal y el niño sobre la mesa del banquete. Presumiblemente, el que estaba delante de la máquina cuando ésta se detenía tenía que beber la copa llena de vino. Incluso el  patricio y  conocedor de arte de Augsburgo Philipp Hainhofer (1578-1647)  se quedó admirado en septiembre de, 1629, durante su visita a la Dresden Kunstkammer » El globo celeste muestra un cometa observado en 1618; el globo terrestre sigue un modelo del cartógrafo de Amsterdam Jodocus Hondius (publicado en 1618 por Giuseppe de Rossi), y se incluyen en los últimos descubrimientos, como el rio Hudson que Henry Hudson descubrió en 1610 y que lleva su nombre (Canadá).

Große Fregatte aus Elfenbein

Esta pieza está entre las obras más significativas del museo y es del escultor holandés Jacob Zeller Que tardo más de dos años en concluirla. Este barco de guerra, en cuya vela mayor de marfil, tan fina como un papel, están grabados los escudos de armas de la pareja de príncipes electores Juan Jorge I y su consorte Magdalena Sibila de Brandenburgo. Los hilos de las jarcias son de oro y por ellos trepan diminutos marineros de marfil. Sobre las tablas del casco están esculpidos los nombres de los príncipes sajones que comienzan con Harderich, que vivió poco después del nacimiento de Cristo, hasta el elector Juan Jorge I de Sajonia. La figura de Neptuno, compuesta de varias partes, parece una anticipación en miniatura de las monumentales esculturas de las fuentes de Gian Lorenzo Bernini en Roma. Con ambos brazos, Neptuno, el poderoso dios de los mares, levanta la espléndida fragata . Fue una pieza que costó 3000 florines, lo que era una fortuna en la época.

 

Prunkkanne llamado kanne del dragón

El cuerpo de maceta hexagonal, que todavía insinúa la forma en que crece naturalmente  un cristal de roca que es  inusualmente grande y puro, así como las enormes asas fueron hechas en el taller de Praga por Dionysio Miseroni. Decoraciones casi idénticas adornan las superficies del cuerpo de la jarra hecha de una sola pieza de cristal de roca. Esta peculiaridad corresponde a la preferencia de Dionysio Miseroni por adornos dispuestos simétricamente. El marco plateado está tachonado de piedras preciosas y camafeos.

 

Board game case (1655, by Johann Georg Fischer), with the inner board for the game of Trictrac (a variant of backgammon)

 

Johann Georg I de Sajonia recibió la caja del juego de mesa como regalo de su hijo para su santo . El obsequio opulento presenta la vista desplegada de un juego de Trictrac, algo parecido al actual backgammon. El juego incluye treinta piezas. Las 15 piezas claras están decoradas con los retratos de reyes y emperadores alemanes. Las piezas oscuras muestran las efigies de los primeros 15 emperadores romanos desde César hasta Adriano. Por la parte de atrás tenía un ajedrez. En la parte frontal del cassette está tallada la Batalla de Zama (202 aC), en la que Escipión el Africano como general romano derrotó a su enemigo Anibal.
Esta maravilla de juego fue realizado por Johann Georg Fischer

Aderezo para disfraz de minero para el principe elector Johann Georg II

Este es un juego de valiosísimas joyas que el príncipe elector Johann Georg II lució en 1678 con ocasión de una procesión en honor de Mercurio, patrón de los mineros. El aderezo consta, entre otras cosas, de un pico de minero, un sable con su vaina, el cuchillo con su vaina, una funda de cuero y una lámpara de minero con accesorio para mecha. La inscripción, «Las piedras que están en posesión del hábitat de la montaña que se encuentra en estas tierras por la bendición de Dios» anuncia el orgullo de los recursos minerales indígenas.

Plato Esplendor con el juicio de Salomón

La abundancia de piedras de colores y esmalte, que cubre casi por completo el área dorada de plata, caracteriza numerosas obras del último tercio del siglo XVII. El cuenco ceremonial del orfebre de Freiberger, Samuel Klemm, quien  creó el famoso conjunto de mineros anterior, también transmite ideas cristianas. Enmarcado por diez segmentos densamente llenos de adornos de flores, aparece en el centro una pintura de esmalte que representa el juicio de Salomón.

 

Mercurio y Cupido Lenckhardt, Adam (1610-1661) |

Las figuras y los relieves hechos de marfil eran, similares a los pequeños bronces del Renacimiento y el Barroco, más bien íntimos, predestinados para objetos de colección privados. Por lo que la estatuilla de marfil del dios Mercurio con  Amor de Adam Lenckhardt es impensable sin el modelo de la fuente escultura monumental de bronce,de Adriaen de Vries 1596-1599 hoy en Moritzplatz en la ciudad imperial libre de Augsburgo. El mensajero de los dioses tiene prisa, porque ya lleva su sombrero de viaje (Petasos) y sostiene el caduceo en su mano izquierda. Con su mano derecha, el hermoso joven apunta al cielo, porque allí es donde su viaje lo llevará.

 

Rapto de las Sabinas Melchior Barthel

Melchior Barthel regresó después de muchos años en Italia en 1670 a Dresde, donde fue nombrado escultor de la corte, pero murió en 1672 a la edad de solo 47 años. La presentación del bien conocido Rapto de las Sabinas por los romanos se remonta a la escultura monumental de Giambologna en la Loggia dei Lanzi en Florencia.

 

Reloj de mesa con camello

 

El orfebre de Augsburgo, Hans Jakob Mair, ocupó el cargo de secretario de espectáculos desde 1679 hasta 1682, y desde 1684 hasta 1686  y, por lo tanto, fue probablemente muy apreciado en el gremio de Augsburgo. Su extensa obra representa la afición de aquellos tiempos por coloridos y al mismo tiempo preciosos objetos decorados de orfebrería. Entre sus clientes más importantes se encontraban numerosas casas principescas, como se muestra hoy en el Kunsthistorisches Museum de Viena, la armería del Kremlin en Moscú o el tesoro de Munich. El reloj de mesa con su estructura casi cuadrada y sus ricas molduras refleja completamente  el gusto de su época.  Hay una ventana de cristal de roca en el medio de cada vista lateral que permite ver el mecanismo de relojería. Los pies también de cristal de roca dan al reloj una cierta ligereza. Esta impresión está subrayada por el vibrante conductor de camellos , que en un ligero giro conduce al camello por las riendas. El animal arrodillado junto a él lleva una esfera de esmalte pintada con motivos florales como su silla de montar.

 Un pedestal de madera enchapada con carey sirve como un soporte para el camello con un jinete negro. La carga del animal es sorprendente, ya que contenía cuatro botellas de vidrio,  que se podía llenar de perfume con un pequeño embudo dorado. lapieza llego con Christiane Eberhard Ines von Brandenburg-Bayreuth (1671-1727), desde 1693 la esposa de Augusto el Fuerte y es de origen francés como denotan los lirios  que se han grabado en el collar de oro del camello.

Nautiluspokal con sátiro

Este tipo de copas hechas con la conc¡¡ha de un nautilus se llamaban Nautiluspokal y eran muy apreciadas en la época. El Sátiro sentado en la base de la copa parece tener que reunir todas sus fuerzas para llevar el caparazón del Nautilus. Su espalda torcida y su cabeza girada dan testimonio del peso del reposo sobre el cuello de su embarcación, que sostiene con las manos en equilibrio. En su punto más alto, aparece una pantera, símbolo del dios Dionisio, entronizada, sosteniendo un racimo de uvas en su pata izquierda. Se considera probado que la composición altamente inventiva se remonta al escultor de la corte sajona Balthasar Permoser.

 

Soldado con lanza y sable

El inventario previo de 1725 proporciona información valiosa sobre el origen de las figuras hechas de perlas en bruto de las que hay una extraordianaria colección, más de 50. Además del concesionario de Frankfurt Guillaume Verbecq, que actúa como proveedor en 16 casos, el origen parece ser Jean Louis Girardet, un auténtico especialista de origen francés que  trabajó en Berlín como «orfèvre en or et jouaillier«. El tema dominante de las figuras de perlas de Girardet es la soldadesca. El soldado heroico atrae tanta atención como el afligido y el mendigo que se ha convertido en un extraño a la sociedad. El hecho de que este tema estuviera revestido de los materiales más preciados no era de ninguna manera una contradicción. En disfraces cortesanos de la época, los disfraces de mendigos estaban hechos de las telas más nobles.

 

Completamente absorto en sí mismo, el patinador se desliza sobre el hielo, con los brazos cruzados sobre el pecho para protegerse del frío invernal. Viste un jersey azul cubierto con un esmalte translúcido, un par de pantalones cortos hechos de una perla barroca y medias azul claro. Lleva un sombrero hecho con un gran rubí en la cabeza y una bufanda alrededor del cuello. Pequeños diamantes  decoran el borde del sombrero, las bandas de cintura y las hebillas de los patines. El pedestal  en forma de caja está hecho de plata dorada y descansa sobre cuatro delicadas patas de garras.  Las pilastras lisas forman el marco arquitectónico de las cuatro placas pintadas con esmalte insertadas en las paredes del cofre. El paisaje de invierno holandés representado en el frente con numerosas personas retozando sobre una superficie de hielo es, al mismo tiempo, una representación del género pictórico holandes y el símbolo del invierno. La parte superior de la placa de vidrio facetada que representa el hielo está bordeada en la parte inferior por un ornamento de flores esmerilado y luego pintado en frío, que se refleja en una segunda placa de vidrio que hay debajo. La superficie del hielo transmite mediante este truco la impresión de una profundidad real.

 

 

Reloj con representación de la leyenda de San Huberto

En el reloj adornado con la leyenda de San Huberto, la función como  reloj  parece casi anecdótica. Más bien, es una presentación detallada de la leyenda de Hubertus con los medios de arte de la joyería. En una libre interpretación del conocido grabado de Alberto Durero (1501)  Johann Heinrich Köhler describe la leyenda popular, según la cual Huberto de Lieja se saltó la prohibición de cazar en Viernes Santo . Al perseguir a un hermoso venado, éste se volvió y dejó ver un crucifijo entre la cornamenta, resaltado por  rayos luminosos lo que provocó su conversión. En la tapa de la carcasa tiene lugar la escena principal y está flanqueada en las esquinas por cuatro cazadores  (arriba), de dos tocadores de cuernos de caza abajo (detrás hay sátiros) y  de dos leones y dos osos en el pedestal. Los colores verdes aluden a la vegetación del bosque.  Augusto el fuerte, el mismo un cazador, adoraba tanto  esta pieza que creó un lugar prominente para ella en la ventana de la Habitación de las joyas en la Bóveda Verde.

 

Moro con bandeja de esmeraldas

En 1581 como obsequio del emperador Rudolf II  llegaron al Elector Augusto dieciséis cristales de esmeralda, muy grandes, pero en parte ocupados con trozos de roca de limonita. Las gemas de color verde oscuro provienen de la mina de esmeralda  en Chivor-Somondoco (Colombia). A instancias de Elector Augusto, esta «maravilla natural» debía conservarse asi qie encargó al escultor Balthasar Permoser dos piezas de estos moros que en realidad estan inspirados en dos indigenas de la Florida que llegaron en 1722 como prisioneros de guerra del capitán Inglés Pecht a Dresde, de ahí los tocados tan exóticos.

 

Lucha de jinetes de madera de peral

Esta es una pieza de Johann Joachim Kretzschmar, escultor de la corte en Dresde, realizada en madera de peral. La escena de la batalla muestra a dos jinetes armados cargando uno contra el otro como enemigos feroces. A la izquierda, un guerrero turco dibuja su arco y apunta a un soldado de caballería vestido con un estilo europeo que ha sacado su pistola. Las víctimas del sacrificio se almacenan en el suelo. Obviamente, esta representación se refiere a la lucha victoriosa contra las tropas turcas en la Batalla de Viena en 1683, en la que también una poderosa fuerza sajona bajo el Elector Johann Georg III.

Mendigo con bolsa y pipa de tabaco

La combinación contrastante de madera y marfil llama la atención de las llamadas figuras combinadas, que han encontrado un lugar respetable dentro de la escultura barroca de marfil como un grupo estilísticamente independiente y que resultaban relativamente más económicas. Había dos mendigos en el museo que al parecer tenían una esposa mendiga y un niño mendigo. Las «familias» de este tipo eran artículos de coleccionista codiciados y hoy se encuentran en diversas colecciones europeas. Ellos se atribuyen principalmente a Simon Troger que se especializó en la fabricación de estos.

 

Gemelos maduros como monstruos

Conocido principalmente como un artista de marfil, Johann Christoph Ludwig no pudo establecerse como escultor de la corte. Las excelentes obras de marfil, como su crucifijo de 1737 y el esqueleto en el ataúd de 1743están también aquí. Como vemos también las curiosidades anatómicas tenían su lugar.

Del mismo autor, Johann Christoph Ludwig, estaba estacaja de nogal, que  contenía utensilios de escritura y sirve como un pedestal para la representación del bufón de la corte Joseph Fröhlich, que conduce su carro tirado por cerdos y un mono que simboliza la lascivia. Si abres una de las puertas laterales del curioso vehículo, puedes ver que está sentado con los pantalones bajados. 

 

Había también muchos modelos de cráneo humano realizados en marfil.

botella con cadena

El modelo y homónimo del cristal rojo brillante y translúcido era el rubí. La técnica de fabricación difícil aplica la última invención del alquimista y fabricante de vidrio Johannes Kunckel (1620-1703). Los recipientes hechos de este vidrio de formas diferentes se adornaban con plata dorada y se inspiraban a menudo en el arte de tallar piedra. La botella de cadena bulbosa forma un par con otra . El conocido  orfebre de Augsburgo Samuel Baur les dio magníficas versiones y  hizo piezas de coleccionista.

Buho

Augusto el Fuerte adquirio este buho en 1713  del joyero de la corte Gottfried Döring con ojos de ágata y sobre una base de oro y esmeraldas. En realidad es un vaso. La cabeza se quita a la altura del collar de diamantes. De especial calidad es también el plumaje más fino reproducido con pinceladas, cuya textura suave aparece inmediatamente perceptible.

Bueno y aqui lo dejo. para cualquiera que haya visitado la Bóveda verde habrá notado que faltan sin duda las piezas más majestuosas de toda la colección: las pertenecientes al gran orfebre Johann Melchior Dinglinger, pero, para no hacer esto eterno, he decidido dedicarle, merecidamente, una entrada propia que llegará pronto. Me comprometo.

]]>
http://rarasartes.com/la-boveda-verde-de-dresde-la-mas-impresionante-camara-de-las-maravillas-de-europa/feed/ 2
Janet Echelman en la Plaza Mayor http://rarasartes.com/janet-echelman-en-la-plaza-mayor/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=janet-echelman-en-la-plaza-mayor http://rarasartes.com/janet-echelman-en-la-plaza-mayor/#respond Fri, 23 Feb 2018 21:03:39 +0000 http://rarasartes.com/?p=2838 Madrid 1.78 «  de Janet Echelman en la Plaza Mayor

 

Esta semana os hablaba del Fiber art en la entrada que dediqué a Edith Meusnier y que podeis ver pinchando aqui. Pues bien, casualmente y para celebrar el 400 aniversario de la construcción de la Plaza Mayor de Madrid, otra de las artistas más conocidas del medio, la estadounidense Janet Echelman ha instalado en la plaza, justo sobre la estatua de Felipe III, comenzda por Giambologna y terminada por Pietro Tacca en 1616 y que llegó a Madrid como regalo del Gran Duque de Toscana, Cosme I de Medicis.

 

 

La instalación lleva por título Madrid 1.78 «  porque esos fueron exactamente el número de microsegundos que, según cálculos de los científicos de la NASA,  el día sea acortó   en 2011 a consecuencia del terremoto de Fukushima de 8.9 grados en la escala Richter.

El Studio Echelman, basándose en el conjunto de datos científicos del terremoto y el tsunami de Japón, generó una escultura tridimensional usando los datos de la altura de las olas del tsunami a lo largo de todo el océano Pacífico.

 

 

La pieza forma parte de una serie serie Earth Time Series, que la artista comenzó en 2010 para reflexionar sobre el tiempo y que ya ha tenido más instalaciones en distintas ciudades de Europa, Asia, Australia y América. Esta misma pieza, pero con distintos colores, estuvo en Piccadilly Circus en Londres.

 

 

La instalación, como todas sus piezas, es además una proeza de ingeniería tecnológica. Con unas medidas de   44 metros de largo por 35 de ancho y 21 de alto, se apoya en cuatro enormes machones de la que parten unas fibras de polietileno de peso molecular extremadamente alto –un material quince veces más fuerte que el acero. De ahi parte toda otra red de cordones de nylon también de alta resistencia  de muchos colores trenzadas a mano para crear una malla que le dota una gran flexibilidad lo que le permite, y puedo asegurarlo, ser acunada por la más ligera brisa.

 

 

“La idea central de mi obra tiene que ver con la interconectividad. El armazón de la red está creado de forma que, cuando un nudo se mueve con el viento, todos los demás nudos se mueven también. Es una pieza que trata sobre las relaciones y la interdependencia, las conexiones con otros seres humanos pero también con el medio físico”, afirmaba Janet Echelman en El País.

 

 

La instalación, con ese suave movimiento, cobraba vida cuando, al atardecer, se encendía la iluminación, que partía de varios focos instalados en las cuatro esquinas de la plaza. Lamentablemente la pieza solo estaba prevista hasta el día 19 de febrero con lo que probablemente la hayan retirado ya.

 

Amsterdam Light Festival

 

Aún así os recomiendo visitar la página web de la artista para admirar las numerosísimas instalaciones que lleva realizadas en numerosas capitales como Praga, Boston, Ámsterdam, Oporto, Shanghái, México DF, o San Francisco y que sirven muy bien para ilustrar el nivel de creaciones que esta alcanzando el Fiber art,

 

She Changes en Oporto

]]>
http://rarasartes.com/janet-echelman-en-la-plaza-mayor/feed/ 0
Tres de mis cuadros favoritos reunidos en el Palacio Strozzi de Florencia http://rarasartes.com/tres-de-mis-cuadros-favoritos-reunidos-en-el-palacio-strozzi-de-florencia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=tres-de-mis-cuadros-favoritos-reunidos-en-el-palacio-strozzi-de-florencia http://rarasartes.com/tres-de-mis-cuadros-favoritos-reunidos-en-el-palacio-strozzi-de-florencia/#comments Tue, 31 Oct 2017 20:26:02 +0000 http://rarasartes.com/?p=1943 Desde el 21 de septiembre de 2017 al 21 de enero de 2018, el Palazzo Strozzi acogerá  Il Cinquecento a Firenze. Tra Michelangelo, Pontormo e Giambologna una exposición extraordinaria dedicada al arte del siglo XVI en Florencia. Este será el último acto de una trilogía de exposiciones en Palazzo Strozzi comisariadas por Carlo Falciani y Antonio Natali , que comenzó con la exposición dedicada a Bronzino  en 2010 y Pontormo e Rosso Fiorentino  en 2014.

 

Catalogo de la Muestra de Pontormo e Rosso Fiorentino. Divergenti vie della Maniera del Palazzo Strozzi en 2014

La exposición actual celebra una época cultural e intelectual excepcional , en una confrontación entre «la maniera moderna» y la contrarreforma , entre lo sagrado y lo profano: una temporada única para la historia del arte, marcada por el Concilio de Trento y la figura de Francesco I de ‘Medici, uno de los más brillantes representantes del mecenazgo de la cortes europeas. La exposición incluye más de 70 pinturas y esculturas , con un total de 41 artistas , expresión de temperamento cultural de ese tiempo. Entre las muchas obras, tres de mis pinturas favoritas del Manierismo reunidas en una exposición por primera vez, motivo por el cual me he animado a escribir este post. Las tres obras son las de las que hablaré en último lugar, pero como no podía evitar contextualizarlo, os hago una descripción somera de la exposición que es igualmente magnífica.

 

Fachada del Palazzo Strozzi con las cartelas de la exposición

 

A lo largo de los pasillos del Palazzo Strozzi dialogan, de forma cronológica y temática al mismo tiempo, obras sagradas y profanas de los grandes maestro del siglo como Miguel Ángel, Pontormo y Rosso Fiorentino , pero también de pintores como Giorgio Vasari, Jacopo Zucchi, Giovanni Stradano, Girolamo Macchietti, Mirabello Cavalori y   Santi di Tito y escultores como Giambologna, Bartolomeo Ammannati  y Vincenzo Danti , sólo por nombrar algunos de los que estuvieron involucrados en las empresas del Studiolo y de las Tribune  y en la decoración de las iglesias florentinas. Artistas capaces de jugar con los más variados registros expresivos – desde la inspiración religiosa  a las pasiones ciudadanas por el comune- , que tuvieron  su propia formación a principios de siglo de la mano de los grandes maestros florentinos y que son ejemplos de un mundo cambiante que se enfrentó a una transformación compleja que en ciencia llevaría hasta Galileo Galilei, abriéndose a una nueva visión de la naturaleza y de la expresión artística europea que culminaría en el Barroco.

 

Michelangelo Buonarroti (Caprese o Chiusi della Verna 1475-Roma 1564) Dio fluviale 1526-1527 aprox. Modelo en arcilla, tierra, arena, fibras vegetales y animales, caseina, sobre alma de alambre de hierro cm 65 x 140 x 70 Firenze, Accademia delle Arti del Disegno (en deposito al Museo di Casa Buonarroti . Detrás , Andrea del Sarto (Andrea d’Agnolo; Firenze 1486-1530) Compianto su Cristo morto (Pietà di Luco)1523-1524, olio su tavola, cm 238,5 x 198,5. Firenze, Gallerie degli Uffizi,

 

El Studiolo de Francesco I en el Palazzo Vecchio de Florencia, comenzó en 1570 y es una de los creaciones más originales de la maniera florentina, fruto de la colaboración entre el intelectual Vincenzo Borghini y un grupo de treinta y un artistas capitaneados por Giorgio Vasari. Era parte del apartamento privado del duque y en origen se accedía a él desde su habitación. El programa iconográfico de Borghini celebra la relación entre el Arte y la Naturaleza, en línea con los intereses de Francesco I, apasionado de las ciencias, que practicaba en persona la alquimia y otras actividades experimentales.

 

Sala de la exposición con obras pertenecientes al Studiolo de Francesco I, con los cuatro lunetos pertenecientes a colecciones privadas hoy en día entre ellos La Fatica 1582-1585 di Santi di Tito o Cronos de Giovanni Maria Butteri  arriba a ambos lados del rincón. En el centro la escultura del Rapto de las Sabinas de  Giambologna (1579) , bronce, cm 109 x 45 x 40. de Napoles, Museo di Capodimonte,

 

La Tribuna era una sala octogonal ubicada entre el Corredor Levante y la Galería Uffizi. Pensada y ordenada por Francesco I de ‘Medici, confió su ejecución a Bernardo Buontalenti, se completó en 1583. Se ha tenido como uno de los  primeros museos públicos verdaderos pensada para dar la bienvenida a los visitantes y donde mostrar y admirar las colecciones de arte del príncipe y, al mismo tiempo, de rarezas naturales.

 

En el centro, Apolo y Jacinto (1546) de Benvenuto Cellini (191 x 70 x 55 cm Firenze, Museo Nazionale del Bargello) y detrás a la derecha Annunciazione 1534 de Francesco Salviati (Roma, Chiesa di San Francesco a Ripa). A la izda, uno de esos tres cuadros predilectos de los que hablaré más abajo

 

Sala de obras religiosas manieristas provenientes de las distintas iglesias de la ciudad de Florencia. En el centro el maravilloso Crucifijo de Giambologna de 1598 de la Basilica de la Santissima Anunziata . Detrás a la derecha La Resurrección  1574 de Santi di Tito de la Basilica di Santa Croce  y la primera por la izda La Crucifixión (1560-3)de Giorgio Vassari de la Iglesia de Santa María del Carmine. En medio Cristo y la adultera de Alessandro Allori  de la Basilica di Santo Spirito.

 

Sala IV dedicada a los Retratos. En la pared a la izda, Ritratto di Antonio de’ Ricci (1587-1590)   de Francesco Morandini conocido como Poppi , en el centro Ritratto di Sinibaldo Gaddi post 1564 de Maso da San Friano

.

 

Sección VI Alegorías y mitos. Las esculturas son Hercules y Anteo (1560) de Bartolomeo Ammannati de la Villa medicea di Castello, a la izda el marmol Fata Morgana, 1572, de Giambologna de una colección paricular, y del mismo autor, al fondo, el bronce de la Venus Anadiome de la Villa medicea della Petraia. A la dcha Amore e Psiche 1589, de Jacopo Zucchi de la Villa Borghese

 

Otra vista de la misma sala con Hercules y Anteo de AmmannatiFata Morgana de Giambologna y La Liberalità e la Ricchezza / Proserpina 1565 de Girolamo Macchietti

 

También en esa sala cuelga esta obra de Michele di Ridolfo del Ghirlandaio (Michele Tosini; Firenze 1503-1577)titulada La Notte 1555-1565, y basada sobre las escultura de las Tumbas mediceas de Miguel Angel en San Lorenzo. Oleo sobre tabla, cm 135 x196. Roma, Galleria Colonna,

 

Alessandro Allori (Firenze 1535-1607) Venere e Amore 1575-1580 circa, olio su tavola, cm 143 x 226,5. Montpellier, Musée Fabre, tambén en la misma sala de las Alegorías que las anteriores.

 

                                   Venus Anadiome de la Villa medicea della Petraia de Juan de Bolonia

 

Giambologna_Fata_Morgana. Colección particular. Mármol, cm 99 x 45 x 68 Cortesía de Patricia Wengraf

 

 

Sezione VII Avvio al Seicento. En el centro  Miracoli di san Fiacre 1596 de Alessandro Allori de la Basilica di Santo Spirito. a la izda Annunciazione 1600, de Andrea Boscoli  de la Chiesa del monastero di San Luca y a la derecha Madonna in trono col Bambino tra i santi Michele Arcangelo e Benedetto 1595 de Gregorio Pagani

 

 

En esta ultima sala también está el impresionante, 360 x 238 cm,. Visione di san Tommaso d’Aquino 1593 de la Iglesia de San Marcos de Florencia obra de Santi di Tito

 

Pero entre las muchas obras expuestas los visitantes pueden asistir a confrontaciones jamás vistas, como las que os he colgado hasta ahora, pero entre las que destaca por su propio peso un parangone absolutamente irrepetible entre tres de mis pinturas favoritas del Manierismo que es un maravilloso acontecimiento y, que como os conté al principio, es la razón última de este post .

 

De izda a dcha, la Deposición de Volterra de Rosso Fiorentino, en el centro La Deposición de Pontormo y La Piedad de Besançon de Agnolo Bronzino. La escultura es Apolo y Jacinto (1546) de Benvenuto Cellini

 

 

Me refiero a la  confrontación que se produce entre estas tres mayúsculas obras de arte: la Deposizione  de Santa Felicità de Pontormo, la Deposición de la Cruz del Museo de Volterra de Rosso Fiorentino y el Cristo depuesto  de Bronzino procedente de Besançon. Tres de las obras más hermosas, no me cansaré de repetirlo, de todo el manierismo que además comparten más o menos un mismo motivo y por las que yo personalmente, -la deposición de Pontormo ha estado a la cabecera de mi cama estos últimos años- tengo una profunda y confesa fascinación.

 

 

La más antigua de las tres es la Deposizione de Volterra de Rosso Fiorentino firmada y datada en 1521  y conservada en la Pinacoteca di Volterra. La firma se encuentra al pie de la escalera con un bonito  RUBEUS FLOR.

 

 

La tela muestra un momento hasta entonces representado raramente e inspirado en el Evangelio de San Mateo en el cual la tierra viene cubierta de una repentina oscuridad. Está de hecho ambientada en el crepúsculo, con un delicado traspaso de la luz de la tarde desde la línea del horizonte a la parte alta de la pintura. Tampoco descrito en los evangelios está el hecho del cuerpo de Cristo que parece de escapársele de las manos de los personajes que le socorren, que se afanan, en un equilibrio inestable, en evitar su caída.

 

 

La explosión emotiva de este episodio combinada, en la parte inferior, con una fuerte espiritualidad caracterizada por la rica gama de poses y expresiones de los asistentes, entre los cuales destaca la Virgen dolorosa, la Magdalena arrodillada y abrazada a las rodillas de María y el San Juan que se aparta doblado por el dolor. La disposición asimétrica de las escaleras genera una especie de movimiento violento, acentuado por la falta de certidumbre de los apoyos de los personajes que bajan el cuerpo . Se caracteriza además por la volumetría angulosa de las figuras, por los movimientos convulsos de los personajes y por los colores intensos prevalentemente rosáceos que casi se tornan fosforescentes con respecto al claroscuro azulado del fondo, motivos todos ellos que hicieron que históricamente el cuadro fuese juzgado duramente, como casi todo el manierismo, hasta que fue rescatado por los pintores de principios del siglo XX que lo apreciaban precisamente por las mismas razones por las que la crítica histórica le minusvaloraba.

No soy sólo yo, obviamente, quien ama profundamente este cuadro. Dos referencias. Primero un fragmento de Gabriele D’Annunzio en su novela Forse che si, forse che no y que, en su momento, dio tal fama al cuadro que incluso creó, entre los extranjeros, una disculpa para visitar la ciudad de Volterra. No he encontrado traducción, así que, humildemente, aporto la mía propia:

Daba algunos pasos; caminaba hacia la Deposición, tapándose los ojos con las palmas de las manos. Los volvía abrir delante del cuadro, y consideraba de nuevo la tragedia muda; después se sentaba aparte, sin apartar nunca la mirada. “Te parece como si lo volvieras a crear cada vez que lo miras, ¿verdad?” le decía a su hermano. “Nace de la música; renace de la música. Y quizás tú eres aquel jovencito moreno como la aceituna que se sostiene sobre la escalera con sus brazos desnudos y mira la cabeza de la Magdalena como a un grupo de reptiles decapitados. ¿Escuchas como grita la pecadora? ¿Escuchas como solloza el predilecto?”.  Verdaderamente el vestido rojo de la mujer arrodillada a los pies de la santa madre era como el grito de la pasión todavía mojada en turbia sangre. Los golpes rotos de la luz sobre el manto amarillento del Discípulo eran como los sollozos del alma percutiendo. Los hombres sobre las escaleras estaban como prisioneros en la violencia de un viento fatal. La fuerza se agitaba en sus músculos como una angustia. En ese cuerpo, que se había retirado de la cruz, pesaba el precio del mundo. En vano José de Arimatea había comprado el sudario, en vano Nicodemo había traído la mezcla de mirra y aloe. Ya el viento de la resurrección soplaba alrededor de la madera sublime. Pero toda la sombra estaba baja, toda la sombra del sepulcro estaba sobre una sola carne, estaba sobre la Madre oscurecida, sobre el vientre que había traído el fruto del dolor . La luz me ha desaparecido, decía el antiguo lamento. Entre María de Cleofás y Salomé, entre dos mujeres solteras y caducas, ella era ya como el aleteo de una noche eterna.

 

Fotograma de La ricotta episodio rodado por Pasolini en la pelicula Ro.Go.Pa.G

 

La segunda referencia es el episodio La ricotta rodado por Pier Paolo Pasolini y protagonizado por Orson Welles para la pelicula Ro.Go.Pa.G,  una película de cuatro episodios rodados respectivamente por Pasolini, esta, La ricotta,  Illibatezza («Chastity») de Roberto Rossellini ,   Il nuovo mondo («The New World») de Jean-Luc Godard y Il pollo ruspante de Ugo Gregoretti. Para no hacer eterno este post, el episodio de Pasolini, en el que también aparece, como veremos, la Deposizione de Pontormo lo colgaré en este post donde podréis verlo si queréis.

 

El segundo cuadro es Il trasporto di Cristo o también llamado, en raras ocasiones, la Deposizione , raras puesto que la cruz no parece en este cuadro por ningún sitio. Es obra de Jacopo Carucci o Carrucci, más conocido como Pontormo. Este es el cuadro que tenía en la cabecera de mi cama.

 

La obra fue pintada para la Capilla Capponi en la iglesia de Santa Felicita en 1528. De la decoración de la bóveda de la capilla ahora perdida, sobreviven cuatro tondos con los Evangelistas, trabajados conjuntamente por Pontormo y por su discípulo e hijo adoptivo Agnolo Bronzino. En el altar está situada la obra maestra de Pontormo El descendimiento. En la cupoletta diseñada por Brunnelleschi, Pontormo pintó un fresco de Dios Padre, hoy perdido, del que nos da cuenta Vasari. En el altar se encuentra esta  Deposizione y sobre la pared opuesta una Annunciazione. Para los pennacchi o pechinas,  pintó además, ayudado por Bronzino, los ya nombrados  cuatro tondos de los Evangelistas. Los trabajos, realizados en gran secreto  por el artista que se hizo construir una pantalla de protección de madera, fueron  completados en el 1528. Como informa Vasari, la obra se descubrió entonces  «con meraviglia di tutta Firenze»

San Juan de Pontormo

San Mateo y el Angel de Bronzino

La Anunciación de la pared de enfrente

No gozó sin embargo de fortuna inmediata: Vasari no apreció particularmente la manera de expresión «sin sombras y con un colorido claro y demasiado unido, que apenas conoce las luces medias (le mezzetinte) ni las oscuras». Ya en el siglo XX con el mito de Pontormo como un artista «maldito», misántropo y atormentado gozó de un éxito nuevo.

La composición es muy compleja, con once personajes unidos en un «nudo inextricable de figuras», como escribió Adolfo Venturi, formando una especie de pirámide. los gestos son a menudo enfáticos, los rostros dolientes, como forma de acentuar la tensión expresiva.

 

 

El cuerpo de Cristo es transportado por dos jóvenes en diagonal que sitúa el cuerpo de Cristo sobre el altar como panis angelicus. Son los únicos dos personajes que miran hacia el espectador y caminan de puntillas como  si el cuerpo no pesase, por lo que hay quien propone verlos como ángeles. También hay dos mujeres en contacto con el cuerpo: una por encima que sujeta de una manera delicada la cabeza, y otra que mira hacia atrás y sujeta la mano de Jesús, lo que junto a la mano de la Magdalena con el lino delle lacrime forman un hermoso juego de manos que recuerda mucho a su maestro Miguel Angel.

 

 

A la derecha del cuadro aparece, detrás de la Virgen, la figura de Nicodemo con gorro verde oliva y  túnica de color siena natural que se identifica con un autorretrato del mismo Pontormo,

 

No hay absolutamente ninguna decoración. Los personajes dispuestos en una línea serpentinata que arranca desde la parte superior derecha hasta los pies de Cristo, parecen que estén suspendidos, casi en un ritmo de danza, dentro de un espacio que ha perdido la medida racional de la perspectiva geométrica, pero que presenta las mismas distorsiones de una visión onírica. Los colores claros y ácidos, propios de la paleta de este artista, son quizás lo más característico del cuadro y su luminosidad proviene de la técnica: témpera al huevo. Os dejo un vídeo en italiano de la restauración ad hoc del cuadro para esta exposición.

http://www.corriere.it/video-articoli/2017/09/13/uovo-pontormo-segreti-deposizione/4a29c406-984a-11e7-b032-1edc91712826.shtml

 

También este cuadro fue versionado como Tableau vivant por Pasolini en la ya citada La Ricotta

 

 

El último cuadro es la Deposizione di Cristo, también conocido como La Pietá, o La  Déploration sur le Christ mort, es una pintura al óleo sobre tabla (268×173 cm) realizada en 1545 por el pintor italiano Agnolo Bronzino, hijo adoptivo de Pontormo.  Se conserva en el Museo de Bellas Artes de Besançon. El trabajo está firmado: «OPERA DEL BRONZINO FIORENTINO».

 

Déploration_sur_le_Christ_mort_(Bronzino)

La pintura fue hecha originalmente para la Capilla de Leonor de Toledo, esposa del gran duque Cosme I en el Palazzo Vecchio en Florencia; pero el gran duque Cosimo  apreció tanto la belleza que quiso regalársela como obsequio político al cardenal Nicolas Granvelle, canciller del emperador Carlos V. Bronzino luego hizo una copia para la capilla con colores más apagados.

 

Capilla de Leonor de Toledo en el Palazzo Vecchio

A la muerte de Granvela (1551), el trabajo estuvo colocado en su capilla funeraria de su ciudad natal de Besançon. Originalmente, había dos paneles laterales: el izquierdo, que representaba a san Juan Bautista, está ahora en J. Paul Getty Museum; el de la derecha, con san Cosme, ya no existe.

La belleza de las figuras de Bronzino, la Virgen que sostiene a Cristo en la tradicional Piedad, el San Juan tan miguelangelesco sosteniendo el torso de Jesús, la Magdalena a sus pies, más las diferentes mujeres es dificil de igualar.

 

Entre las figuras destacan varios ángeles sosteniendo un caliz el de la izquierda o la túnica inconsútil el de la derecha.

 

En la parte superior un grupo de cinco ángeles portan los instrumentos de la pasión:  la columna, la cruz, la lanza…

 

The Deposition of Christ

 

Y nada más, amigos, solo recomendaos el articulo de Fernando Checa sobre esta exposición titulado Elogio del manierismo y publicado en el Babelia de El Pais del 14/10/2017 que podeis leer pinchando aquí.

]]>
http://rarasartes.com/tres-de-mis-cuadros-favoritos-reunidos-en-el-palacio-strozzi-de-florencia/feed/ 1