artes decorativas – Raras Artes http://rarasartes.com Curiosidades y legítimas rarezas del arte Mon, 01 Jun 2020 12:25:32 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.9 El Gabinete del Rey Carlos I http://rarasartes.com/el-gabinete-del-rey-carlos-i/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=el-gabinete-del-rey-carlos-i http://rarasartes.com/el-gabinete-del-rey-carlos-i/#respond Mon, 01 Jun 2020 12:12:02 +0000 http://rarasartes.com/?p=15433

La Cabinet Room o Gabinete Real estaba en el mismo corazón de los apartamentos del rey en el palacio de Whitehall. A la manera de los studiolos italianos o las wunderkammer alemanas, los gabinetes ingleses fueron una constante en los grandes palacios británicos desde el siglo XVII en adelante. Era en esas habitaciones de tamaños reducidos donde el rey o el noble podían retirarse del ajetreo de las habitaciones más públicas y concurridas para disfrutar de la paz del estudio o la lectura. En aquellas reducidas cámaras del tesoro solían guardarse pinturas de pequeño tamaño, estatuillas, relieves, camafeos, miniaturas, medallas, objetos exóticos y libros preciosos.

Si había pues una habitación que podríamos llamar la wunderkammer del desaparecido Palacio Whitehall esa era el Gabinete del Rey. No es extraño que esta habitación fuera el primer objetivo del expolio llevado a cabo por el Parlamento tras la ejecución del rey para tratar de paliar las deudas que toda la Guerra Civil había supuesto para el Estado.

Wenceslaus Hollar. El Palacio de Whitehall desde el Río. 3er estado

Hay una descripción de John Evelyn, el jardinero e importante cronista de los sucesos de la época de Carlos II que traduzco así.

Fui con algunos de mis parientes a la corte, para mostrarles el gabinete y el armario de rarezas de su majestad; las miniaturas de Peter Oliver, realizadas a partir de originales de Rafael, Tiziano y otros maestros, que aprecio infinitamente; también, esa gran pieza de la Duquesa de Lennox, realizada en esmalte por Petitot, y una gran cantidad de ágatas, ónices y camafeos, especialmente un medallón de César, tan grande como mi mano; asimismo, raros gabinetes de pietracommessa, un paisaje hecho con trabajos de bordado, que había sido regalado anteriormente por los holandeses al Rey Carlos I. Aquí vi un enorme libro de mapas, en un volumen cerca de cuatro yardas cuadradas, una curiosa maqueta de barco; y entre los relojes, uno que mostraba la salida del sol y el ocaso en un zodiaco, trabajo de nuestro afamado Fromantil y otras rarezas

No puedo obviamente ni de lejos reconstruir aquella cámara, entre otras cosas porque mucho desapareció durante los sucesos posteriores a su muerte, pero sí que intentaré mostraros algunas de aquellas piezas que se antologaron en la ya tantas veces referida exposición de la Royal Academy, poniendo especial atención a algo que me fascinó en particular: las miniaturas.

Las miniaturas del Gabinete el Rey

Algunas de las obras más fascinantes del Gabinete real pertencían a la creciente colección de miniaturas (limnings), que desde mediados del siglo XVI hacían furor en las cortes europeas, particularmente en las cortes francesa e inglesa donde hubo auténticos especialistas, los llamados limmers, un término que podría ser traducido como iluminador pues procede del antiguo oficio de los manuscritos iluminados.

La Royal Collection actual cuenta con unas 3000 miniaturas que abarcan cuatro siglos e incluye ejemplos de los mejores artistas del género: Jean y François Clouet, Hans Holbein , Nicholas Hilliard, Isaac Oliver, Samuel Cooper, etc. En la colección de Carlos I, en aquel gabinete, la cantidad rondaba el centenar, guardadas en unos muebles especialmente diseñados y con una mesa central y lentes de aumento para poder contemplarlas en todo su esplendor.

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JEAN CLOUET (C. 1485-90? -1540/1)François, Delfín de Francia c. 1526
Acuarela sobre vitela colocada sobre naipe|6,2 cm (diámetro)

Se suele afirmar que el verdadero iniciador de la moda de las miniaturas entre las cortes europeas fue el francés Jean Clouet. Jean Clouet, como su hijo François, trabajó al servicio de Francisco I, rey de Francia, desde 1516 hasta 1536. Como pintor de la corte, su mayor legado radicó en difundir la imagen del poderoso Francisco I a través de una gran variedad de medios. Así fue como Clouet pintó en el segundo volumen de Les Commentaires de la Guerre Gallique unos pequeños retratos redondos de los siete comandantes militares que habían apoyado al rey en su victoria sobre el Suizos en la Batalla de Marignano en 1515. Estaban pintados en acuarela y gouache sobre un fondo azul y rodeados por un estrecho borde dorado. En forma y concepción, aquellos retratos fueron el precursor inmediato de los retratos en miniatura como una forma de arte independiente por derecho propio.

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LUCAS HORENBOUT (C. 1490 / 5-1544) Enrique VIII junio de 1526 – junio de 1527

El impulso para producir retratos separados en miniatura parece haber surgido de las propias demandas de la cultura cortesana de principios del siglo XVI de imágenes dinásticas portátiles para ser utilizadas en intercambios diplomáticos. Por esa razón no es raro encontrar retratos de los reyes de Francia o del delfín entre las minaturas coleccionadas por el rey Estuardo. Como vimos en una entrada anterior, al establecerse en la corte de Enrique VIII, el pintor Hans Holbein el Joven ayudó a popularizar esta forma de arte a la que ya se dedicaba entonces Lucas Horenbout, el miniaturista oficial de la corte de Enrique VIII del que vemos un ejemplo del propio rey aquí arriba. Se puede decir que Horenbout es el fundador de la escuela inglesa de retratos en miniatura , que comienza repentinamente en el momento de su llegada a Inglaterra, y que tenía muy pocos precedentes continentales.

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HANS HOLBEIN Retrato de dama, posiblemente Katherine Howard (1520-1542)

Estas miniaturas de retratos, que a veces se montaban en fastuosas joyas o en cajas decorativas, servían como recuerdos o incluso relicarios de los seres queridos, como regalos para intercambiar entre la aristocracia e incluso como símbolos de lealtad política. Llevar un retrato de un rey (o un alto cargo) en un relicario podría indicar lealtad política; dar uno como regalo podría ser una declaración de amor.  El otro poderoso reclamo de las miniaturas era su deslumbrante habilidad técnica que las equiparaba a auténticas joyas. Los limners armados con una gran variedad de herramientas que incluían pinceles de pelo de ardilla y pulidores de dientes de perro, produjeron obras de arte tan preciosamente engarzadas que, según Nicholas Hilliard, una mota de caspa o una simple salpicadura de saliva podría simplemente arruinarlas.

NICHOLAS HILLIARD La reina Isabel I c.1595-1600
Acuarela sobre vitela puesta en tarjeta simple | 5.4 x 4.5 cm

Durante el reinado de Isabel I, la moda alcanzó su punto álgido cuando algunos de sus súbditos ricos comenzaron a usar retratos de la reina como un signo de lealtad no sólo a la corona sino a la Inglaterra protestante. Uno de los más importantes limners fue en efecto Nicholas Hilliard que fue protegido por Isabel I y su favorito, el conde de Leicester, aunque Hilliard nunca llegó a ocupar un puesto fijo en la corte hasta 1599. Hay una gran cantidad de imágenes de Isabel I pintadas o diseñadas por Hilliard en una variedad de medios: óleo, plaquetas, grabados, sellos de cera, manuscritos iluminados y miniaturas. El examen de esta efusión creativa muestra cómo Hilliard fue el principal responsable de la iconografía personal de la Reina, de la cual llegó a tener un monopolio virtual. La primera miniatura que realizó de ella data de 1572 (Londres, National Portrait Gallery) cuando el artista todavía podía retratar a Isabel I tal como era en realidad. Después su imagen se estereotipó como Astrea la diosa virgen descrita en la cuarta égloga de Virgilio que se caracterizaba por su eterna juventud y que traería una nueva edad de oro de justicia y de paz.

Jacobo I, tras su ascenso al trono, le confirmó como Royal Limmer y le concedió el monopolio de las miniaturas reales durante doce años pero sin embargo parece que la atmósfera de la nueva corte estaba menos atraida por su estilo de arte.

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NICHOLAS HILLIARD (1547-1619) Jacobo I c.1609-15
Acuarela sobre vitela puesta sobre naipe 4,6 x 3,8 cm

Porque el lenguaje de las miniaturas debió ser una auténtica especialidad  en la atmósfera caballeresca tan llena de elegancia como de amoríos y de intrigas de la corte de Isabel I y de los Estuardo.  A través de estas pequeñas pinturas se podían comunicar mensajes cómplices o incluso gestos secretos de lealtad podrían hacerse públicos o no dependiendo del capricho del usuario.

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Nicholas Hilliard. Miniatura de un joven desconocido © Victoria and Albert Museum

 Os voy a mostrar algunas que no estaban en la colección real pero que creo que es interesante mostrar para ver qué sentido y cómo funcionaban estas pequeñas obras de arte. En esta miniatura de Hilliard de aquí arriba que se conserva en el Victoria and Albert Museum podemos ver cómo se llevaban colgadas y cómo. el atractivo desconocido (no se conoce su identidad) girándola, no sólo la oculta sino que la sobrepone sobre su corazón en un claro gesto de devoción. O acaso de lascivia, pues vemos que el joven se muestra sólo en camisa, es decir prácticamente en estado de desnudez. Por otro lado por si quedaba alguna duda de la simbología erótica del retrato, basta mirar el fondo de llamas encendidas que obviamente hacen referencia a una pasión amorosa. Además un uso extensivo del oro en polvo hace que cuando la miniatura se mueve, las llamas parezcan parpadear.

Hilliard fue además autor de un importante tratado sobre pintura en miniatura, llamado The Art of Limning (c. 1600), conservado en la Biblioteca Bodleian  en el que se reconoce como seguidor de Hans Holbein.  A partir del estilo tardío de Holbein, Hilliard desarrolla y defiende el uso de una estética plana, lineal y bidimensional que huía por completo del claroscuro.

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‘Young Man Among Roses’ de Nicholas Hilliard del V&A Museum 13.5 x 7.3 cm

Este ‘Joven entre rosas’ que veis a continuación, obra también de Nicholas Hilliard del V&A Museum, no es sólo una de sus mejores obras y probablemente la más famosa de las miniaturas isabelinas, sino que ha llegado incluso a personificar al misterioso héroe de los sonetos de Shakespeare. La pose, la elegancia, las rosas blancas, el árbol, el traje blanco y negro y el lema en latín, ‘Dat poenas laudata fides‘ (Mi alabada confianza procura mi dolor), nos hablan en un idioma perdido, el del simbolismo cortesano renacentista.  De hecho, el joven lleva los colores de la Reina, el blanco y negro, y está rodeado por rosas eglantinas, un símbolo de la Reina. Las rosas conocidas por los isabelinos como eglantinas eran unas rosas sencillas de cinco pétalos, que sin duda aludían a la Corona, a la Reina Virgen en cuya sangre se mezclaba la rosa blanca de los York con la roja de los Lancaster. Todo esto ha hecho suponer que el joven pueda ser Robert Devereux, segundo conde de Essex, el joven favorito de Isabel I que era unos 30 años más joven y que le rendiría homenaje llevándose la mano al corazón. Qué delicia de sutilezas perdidas.

Precisamente el año pasado, el 2019 se cumplió el 400 aniversario de la muerte de Nicholas Hilliard que se celebró con una buenísima exposición en la National Portrait Gallery de Londres  ‘Elizabethan Treasures: Miniatures by Hilliard and Oliver‘, la primera gran exposición de miniaturas de retratos en el Reino Unido en más de 30 años de la que son algunos de estos ejemplos que os traigo.

Francis Bacon, más tarde barón Verulam y vizconde de San Albano (1578), Nicholas Hilliard. 
Galería Nacional de Retratos, Londres

El estilo de Nicolas Hilliard es inconfundible por la casi total ausencia de sombras, lo que ha hecho que se le asocie con una pintura anticuada. Ninguna sombra atraviesa el retrato de más arriba del joven que acabaría por ser el filósofo padre del empirismo inglés, Francis Bacon. Sin embargo para sus coetáneos, Hilliard era el culmen de la exquisitez y de la elegancia, inspiración para los poetas isabelinos como John Donne que lo compararon incluso con Rafael. En aquel momento, sus orígenes ingleses permitieron que su trabajo se presentara como un ejemplo de la destreza artística inglesa. Además, en la Inglaterra isabelina, las innovaciones como el claroscuro y la perspectiva lineal eran consideradas casi incluso un poco sospechosas, debido a sus asociaciones con la Europa católica. 

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ISAAC OLIVER (C. 1565-1617) Henry Frederick, Príncipe de Gales (1594-1612) c.1610
Acuarela sobre vitela y naipe. 13.2 x 10.0 cm 

Precisamente esa diferencia es la que haría triunfar al otro de los grandes miniaturistas de la época Isaac Oliver, un hugonote refugiado de Francia que aprendió el oficio con Hilliard convirtiéndose más tarde en su principal rival. Aunque Hilliard continuó recibiendo el favor real de Jacobo I, Isaac Oliver se convirtió en Limner de la Reina Ana de Dinamarca en 1604, y fue patrocinado por Henry Frederick, el Príncipe de Gales y su círculo. Aunque Oliver hizo dos miniaturas de Henry, Príncipe de Gales y hermano mayor de Carlos I (ambas en la Colección Real), esta es la más importante, y en ella vemos ya un uso de las sombras en el rostro completamente distinto a Hilliard. Se trata además de una de las llamadas miniaturas de gabinete (13,2 x 10,0 cm) de un tamaño mayor. 

La conjunción de modelo y artista simboliza un momento importante en el arte británico. Frente a aquel ambiente isabelino cerrado a cualquier innovación continental, Henry, Príncipe de Gales, se distinguía por ser un entusiasta y joven coleccionista de pinturas y esculturas holandesas e italianas. Por otro lado, Isaac Oliver, un joven pintor emigrado de Francia que fue un catalizador importante para la adopción en Inglaterra de los avances realizados en el continente durante el Renacimiento, tanto en lo que respecta a las técnicas como a su conocimiento del arte europeo, principalmente manierista. 

Henry, Príncipe de Gales, murió de tifus cuando solo tenía 18 años, de forma repentina. Hubo una efusión sin precedentes de poesía y música de luto. Carlos, duque de York, se convirtió en príncipe de Gales y posteriormente en rey como Carlos I, pero durante años y sobre todo dado el mal gobierno de éste, Henry permanecería en la memoria colectiva como el ideal de la virtud principesca, la ocasión perdida de un gran rey.

Los tres hermanos Browne (1598), Isaac Oliver. 
Burghley House, Stamford, Lincolnshire

No me resisto a no poneros algunas miniaturas más de Isaac Oliver que muestran como, al contrario que Hilliard, dominaba ya perfectamente la creación de perspectivas y el sombreado. Como esta otra maravillosa miniatura de gabinete de 24×20 cm que celebra la fraternidad de «Los tres hermanos Browne«, que representa al futuro segundo vizconde Montague, flanqueado por sus hermanos menores John y William, de pie con los brazos delicadamente entrelazados. La composición tiene diversas inscripciones: ‘Figurae Conformis Affectus‘ , el año de factura y las edades de los tres, 21, 24 y 28. El cuarto es un misterio, no se sabe quién es.

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ISAAC OLIVER ( Un joven sentado debajo de un árbol c.1590-1595 Acuarela sobre vitela colocada sobre naipe |12,4 x 8,9 cm

El aumento de las dimensiones, en realidad a unos 10 o 12 cm. que eran el tamaño del naipe en el que se adhería la vitela, y la inclusión de la figura de cuerpo entero ampliaron las posibilidades del retrato en miniatura al permitir la representación de un fondo detallado y la introducción de un elemento narrativo. El paisaje de esta maravilla que es quizá mi favorita está tomado de un libro de patrones arquitectónicos de Hans Vredeman de Vries, de quien os hable en mi entrada anterior.

Un hombre consumido por las llamas ( c . 1610), Isaac Oliver. 
Ham House, Surrey.Foto: © National Trus

Aún a pesar de ese nuevo estilo más naturalista, os pongo este nuevo amante consumido por las llamas de la pasión pintado por Isaac Oliver para mostraros que, pese a cambios de estilo, su uso y su simbología galante estaban sin embargo muy lejos de cambiar. La frase no tiene desperdicio: Alget qui non ardet (Se enfría el que no arde).

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Peter Oliver Autorretrato 1620-25 Royal Collection

A  la muerte de Isaac Oliver en 1617, su hijo Peter Oliver asumió su puesto en la corte, produciendo miniaturas del príncipe de Gales, el futuro Carlos I y de otros miembros de su séquito. Aunque el trabajo temprano de Peter Oliver puede ser difícil de distinguir del de su padre, sus miniaturas posteriores exhiben un manejo más amplio y más libre que el que se encuentra en el trabajo de su padre. La impresión general en el trabajo de Peter Oliver es de mayor suavidad y unas poses más barrocas como las de este que ha sido identificado como su autorretrato, más en línea con los autorretratos más extravagantes de artistas como Van Dyck.

ISAAC Y PETER OLIVER según TIZIANO Entierro de Cristo © Musées d’Angers 45cm x 46cm

Isaac Oliver padre, ya había explorado la idea de producir copias en miniatura, realizadas en acuarela sobre vitela, de grandes pinturas de la colección real; después de su muerte, Peter Oliver completó la copia a pequeña escala que había empezado su padre de El entierro de Cristo de Tiziano que ahora se conserva en el Musée d’Angers.

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PETER-OLIVER-1589-1647-Venus,
Cupido y un sátiro-1633-Acuarela-20,6x 14,1 cm

 Aquella idea fascinó al Rey que le concedió una pensión vitalicia de 200 libras para la producción de más copias en miniatura de las pinturas más valiosas de la colección real. Ocho de estas extraordinarias copias sobreviven aún en la Colección Real, como la copia de Venus,
Cupido y un sátiro
de Corregio que os he puesto aquí arriba. El prestigio de estas copias le granjeó una auténtica fama como hemos visto en el texto de John Evelyn con que comenzamos la entrada.

John Hoskins George de Villiers, !er Duque de Buckingham 1628-29

El tercero y último de los miniaturistas o limners de la corte de Carlos I sería el inglés John Hoskins que dominaría el escenario hasta la aparición de otro de los grandes Samuel Cooper, su sobrino y alumno . Sus primeros trabajos tuvieron afinidades con los estilos de Nicholas Hilliard e Isaac Oliver, pero sufrieron un cambio notable con el advenimiento de Carlos I como rey. Hoskins se convirtió en el principal pintor en miniatura, o «limner», en la corte y produjo numerosas miniaturas de Carlos I, Henrietta Maria y cortesanos clave como esta de George Villiers, el apuesto duque de Buckingham. La miniatura, probablemente realizada tras su asesinato, está basada en un retrato al óleo de Gerard van Honthorst.

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JOHN HOSKINS (C. 1590-1665) Carlos I (1625-1649) c.1640-6

Y es que las más de las veces las miniaturas de Hoskins eran copias de originales de Daniel Mytens y sobre todo de Van Dyck, razón por la que, en general su fortuna histórica esta un peldaño por debajo de Hilliard u Oliver. Sin embargo esta miniatura de aquí arriba en concreto no parece ser copia de una pintura entre otras cosas porque es posterior a la muerte de ambos artistas, lo que demuestra sin embargo lo buen pintor que fue Hoskins. De hecho esta es la antítesis de la majestuosa imagen de la realeza que Van Dyck presenta en sus retratos de Carlos I. Pensativo y melancólico, este monarca cansado del mundo parece prever los años problemáticos que se le venían encima y que terminarían en el patíbulo en enero de 1649. 

Otros objetos del Gabinete real

Pero los contenidos del gabinete iban mucho más allá de las miniaturas en las que me he querido demorar un poco más. Además de las miniaturas, muchas de las pinturas del Renacimiento del Norte que vimos en la entrada anterior, sobre todo las de menor tamaño o aquellas realizadas sobre soportes como el cobre, encontraban su acomodo en esta sala, entre ellas muchos de los originales de Hans Holbein el Joven. No voy a hacer un repaso de ellas porque sería eterno pero sí que merece la pena recordar algunas obras muy importantes como El transito de la Virgen de Andrea Mantegna que se encuentra en el Museo del Prado y vimos en la segunda entrada, o este San Juan Bautista de Leonardo da Vinci que se encuentra en el Louvre.

San Juan Bautista de  Leonardo da Vinci .  1513 – 1515. Museo del Louvre

Esta pintura, como la mayoría de las pocas que hay de Leonardo pertenecía a la colección de los reyes de Francia pero parece que Luis XIII se la cambió a Carlos I por un Retrato de Erasmo de Hans Holbein y una Sagrada Familia de Tiziano. En algún momento también pasó por la colección real el ahora famoso Salvator Mundi pero quizás tras la muerte de Carlos.

REMBRANDT VAN RIJN Una anciana llamada ‘La madre del artista’ c.1627-9 Royal Collection

Otro de los cuadros importantes e insoslayables del gabinete era este magnífico retrato de una anciana de un jovencísimo Rembrandt del que ya os hablé en alguna entrada anterior. Aunque Rembrandt a menudo usaba a su madre, Neeltgen Willensdr, como modelo, no hay ninguna base para tal atribución y parece más que se trate de un tronie o retrato tipo de una anciana sin identidad precisa. Los pintores jóvenes, y Rembrandt tenía 21 cuando lo pintó, solían realizar este tipo de retratos para establecer su reputación. El cuadro le fue regalado al rey por Sir Robert Kerr (más tarde, primer conde de Ancram), junto con otras dos obras de Rembrandt, un autorretrato y otra perdida, que fueron las primeras obras del autor en ser vendidas en el extranjero, cuando aún era un pintor desconocido por completo.

SIR PETER PAUL RUBENS
Techo de casa para banquetes, primer diseño para la sección central

Además de pinturas en los gabinetes era donde se solían guardar los grabados y los dibujos que aún no gozaban de la misma apreciación que tienen hoy en día y se almacenaban el albumes o carpetas de los que apenas se mostraban más que en alguna rara ocasión. Carlos I tuvo muy buenos dibujos en su colección algunos de Alberto Durero, algunos muy hermosos de Hans Holbein o estos dibujos preparatorios de Peter Paul Rubens para su gran proyecto del ciclo pictórico del techo del Banqueting House.

Pietro Tacca Caballo al Paso

También era un lugar donde se almacenaban pequeñas esculturas de bronce como  este modelo de Pietro Tacca, que reproduce la pose del monumento ecuestre de Giambologna del Gran Duque Cosimo I de’Medici en Florencia. Este caballo es el único superviviente en la Colección Real de los 15 pequeños bronces fundidos por Tacca en 1611 basados en modelos de Giambologna que el Gran Duque Fernando I de Toscana regaló al hermano de Carlos, Henry, cuando era Príncipe de Gales. 

Francesco Fanelli (1577–after 1641) St George and the Dragon c. 1635–1640 Bronze Victoria and Albert Museum,

O como este San Jorge y el dragón, tan caro a la monarquía inglesa, del Francisco Fanelli, un escultor italiano cercano a Giambologna y Tacca que sin embargo emigró y trabajó en la corte inglesa llegando a ser escultor del rey e incluso diseñando fuentes para el palacio de Hampton Court.

Hubert Le Sueur 19 (c. 1580–1658)
Carlos I a caballo c. 1630–1633 Bronce Ickworth, The Bristol Collection

Algunas de estas estatuillas eran pruebas para piezas mayores, como este modelo de Hubert Le Sueur, el otro gran escultor de la corte y la competencia más directa de Fanelli. La escultura final que había sido realizada para el Lord Tesorero, Sir Richard Weston, fue destruida durante la Guerra Civil y finalmente vuelta a fundir durante la Restauración y colocada en su emplazamiento actual entre la plaza de Trafalgar Square y Charing Crosss, aunque si la comparamos con este modelo podremos ver sutiles diferencias: el rey está menos hierático y su tamaño se adecua más al tamaño del animal. Si queréis ver la escultura final pichad aquí.

HUBERT LE SUEUR (C. 1580-1658)Carlos I a mediados del siglo XVII
Bronce | 86,0 x 61,5 x 27,0 cm

Hubert Le Sueur llegó a Londres en el séquito de la esposa de Carlos I, Henrietta Maria, hija de Enrique IV de Francia, en 1625.  Sus bustos de retratos del Rey derivan precisamente de la propia estatua ecuestre que ahora se encuentra en Trafalgar Square, y digo bustos porque se fundieron varios modelos para los distintos palacios reales, aunque por los inventarios se sabe que uno de ellos estaba en el Gabinete real. Le Sueur realizó también una magnífica serie de bustos de filósofos y algunas copias en bronce de esculturas clásicas como El espinario o Diana Cazadora que aún siguen adornando los jardines del palacio de Windsor.

Según un modelo de PAULUS VAN VIANEN Júpiter enviando a Mercurio a matar a Argus
© National Trust 

En los gabinetes también se guardaban pequeños relieves en plaquetas, medallas, etc realizados en plata, bronce o incluso plomo. Este tipo de piezas de las que era posible realizar copias, pululaban por los gabinetes y cámaras maravillas renacentistas. Esta pieza de casi 20 cm. de diámetro, pertenece a una serie de siete piezas redondas basadas en las Metamorfosis de Ovidio realizadas a partir de los modelos que el orfebre holandés Paulus Van Vianen había realizado para el emperador Rodolfo II.

ANÓNIMO Placa de bronce con La virgen y la Trinidad Rijksmuseum

Tanto esta pieza como la anterior pertenecen a un obsequio al rey de 35 bajorrelieves de bronce, todos enmarcado en marcos negros redondos o cuadrados de Lord Cottington, el tesorero de Carlos I . Francis Cottington que ya había acompañado a Carlos en aquella visita juvenil a Madrid, fue consul y embajador varias veces en la corte española en la que tenía gran predicamento pues era el defensor no solo de la facción pro-española sino también de los derechos de los católicos. Acabaría en el destierro con el futuro Carlos II y el azar quiso que muriera en Valladolid mientras realizaba una misión diplomática, aunque su cuerpo fue trasladado a la Abadía de Westminster. No es extraño pues que regalara al rey una pieza de tan marcado acento católico como la de arriba.

También era posible encontrar piezas clásicas como este camafeo de época romana que representa al emperador Claudio. Esta pieza es una de las pocas piezas de este tipo, enormemente valoradas en su tiempo, que han logrado sobrevivir en la colección real, acaso porque ya en aquel momento la piedra,como vemos, estaba rota y eso menguaba su valor de subasta. Aún así este tipo de piezas eran en el Renacimiento tan valoradas comolas propias joyas.

Medalla conmemorativa del matrimonio de Carlos I y Henrietta Maria. 
c.1625

Cualquiera que haya visitado alguna de esta kunstkammer sabe que otra de las cosas que se atesoraban eran las medallas en metales preciosos que conmemoraban los grandes acontecimientos dinásticos, como nacimientos, bodas, victorias o coronaciones. Había orfebres en las cortes especialmente dedicados a la elaboración de este tipo de obras como Pierre Regnier, el medallista de Luis XIII, que es el autor de esta medalla de aquí arriba conmemorativa del matrimonio de Carlos I y Henrietta Maria de Francia. En la corte inglesa el orfebre más importante fue Nicolas Briot el Grabador en Jefe del Royal Mint, algo así como la Casa de la Moneda. Este tipo de medallas además eran usadas colgando de cadenas en los bolsillos o con cintas de raso o seda al cuello o en bandolera.

Speculum Romanae Magnificentiae 1519-1575 The British Library

Y por último, para acabar, los libros más preciados o de tamaños descomunales. Como el famosísimo Speculum Romanae Magnificentiae de Antonio Lafreri, impresor y grabador francés afincado en Roma. Antonio Lafreri parece haber sido el primer impresor en reunir un conjunto de mapas en un volumen encuadernado con portada. Como quiera que aquella portada llevaba un grabado de Étienne Dupérac del titán Atlas sosteniendo la bola del mundo , se hizo común a partir de entonces el empleo del término atlas para denominar a estas colecciones cartográficas

Abraham van der Doort (c. 1575-1640) Catálogo de la colección de cuadros, medallas, ágatas y similares, del Rey Carlos I 1639

Y termino la entrada con el libro más importante al menos para la elaboración de esta serie de entradas: el catálogo de la colección de Carlos I realizado en 1639 por Abraham van der Doort, que ostentaba el título, entre otros, de Guardián del Gabinete del Rey y conocía, mejor que nadie todas estas piezas de las que os he hablado. El manuscrito original se encuentra ahora en la Biblioteca Bodleian de Oxford, pero esta copia, que por cierto figuró en la exposición de la Royal Academy, fue hecha ex profeso para uso particular del Rey, y lleva su escudo de armas en la portada. Se mencionan en él otros cincuenta y cuatro libros como parte de la colección del gabinete.

Retrato de Abraham van der Doort , de William Dobson . Royal Portrait Gallery

No puedo acabar sino rindiendo un homenaje al guardián de la cueva del tesoro, Abraham van der Doort , este hombre tan eficaz, cuyo inventario es uno de los mejores quizás realizados en la historia y gracias a el cual es posible abarcar la magnitud de aquella colección tan fugaz. Lamentablemente tendría un trágico y novelesco final pues se suicidó en el verano de 1640, angustiado por haber perdido una de las miniaturas del rey.

Y hasta aquí la entrada dedicada al Gabinete del Rey Carlos I en el Palacio de Whitehall.

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La Otra Corte: Mujeres de la Casa de Austria en Las Descalzas y la Encarnación http://rarasartes.com/la-otra-corte-mujeres-de-la-casa-de-austria-en-las-descalzas-y-la-encarnacion/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-otra-corte-mujeres-de-la-casa-de-austria-en-las-descalzas-y-la-encarnacion http://rarasartes.com/la-otra-corte-mujeres-de-la-casa-de-austria-en-las-descalzas-y-la-encarnacion/#comments Thu, 20 Feb 2020 17:09:06 +0000 http://rarasartes.com/?p=14781 La Otra Corte: Mujeres de la Casa de Austria en Las Descalzas y la Encarnación

Hace tiempo que no escribía en este blog y he decidido retomar la actividad comentando una fastuosa exposición, una auténtica efeméride en este recién clausurado año de grandes exposiciones por el bicentenario del Museo del Prado. Una efeméride que sin embargo no trae prácticamente casi ninguna obra que no se encuentre habitualmente en la ciudad de Madrid y que, no obstante, supondrá un esplendoroso descubrimiento para todos aquellos madrileños que desconozcan el extraordinario patrimonio que albergan los reales monasterios de las Descalzas Reales y de la Encarnación.

Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid

Quizás la sorpresa venga de la propia condición de recónditas y reservadas que tienen todas estas piezas que normalmente habitan esos recoletos espacios casi de ultramundo que constituyen los aún numerosos conventos madrileños que en este ya bien avanzado siglo XXI siguen siendo instituciones de clausura, conventos extraordinarios casi todos ellos y casi todos ellos desconocidos por la práctica totalidad de los madrileños.

Real Monasterio de la Encarnación de Madrid

De hecho en Madrid capital hay un total de 28 conventos y monasterios sólo de clausura habitados por alrededor de 300 personas, la mayoría de ellas monjas, si exceptuamos a los seis monjes benedictinos que viven en el Monasterio de Nuestra Señora de Montserrat en la calle San Bernardo, muy cerca del territorio hipster de Malasaña.

Hacía rato que ya me venía tentando dedicarle una serie a estas escondidas Cámaras de las Maravillas, cuando, ya en mi última visita a La Encarnación, la guía de Patrimonio me puso sobre aviso de la auténtica celebración que supondría y supone la exposición que actualmente se realiza, bajo el comisariado de Fernando Checa Cremades, en el mismísimo Palacio Real de Madrid y que ha tenido tan fantástico suceso que a los previstos tres meses iniciales se le han añadido una prórroga de otros seis meses más hasta más allá del verano.

Conjunto del Túmulo de Juana de Austria. Monasterio de las Descalzas

Viene bien recordar este carácter mayoritariamente femenino que tienen estos espacios al hablar de esta exposición pues nos servirá para centrarnos en comprender el subtítulo de la exposición llamada La otra Corte: Mujeres de la Casa de Austria en los Monasterios Reales de las Descalzas y de la Encarnación. Pues hay algo marcadamente femenino en esta muestra, ya que no sólo se reúnen piezas de las colecciones de algunas de las mujeres más notables de la casa de Austria sino que también hay que reconocer de que tales obras han llegado hasta nosotros en el excelente estado de conservación en que se hallan por el primoroso celo puesto por siglos de esmero y dedicado afán de las propias monjas. Incluso femenina encuentro también esa preferencia por lo delicado de los relicarios o el amor por los tejidos o los retratos y los recuerdos de familia o esa religiosidad de vocación maternal que se transparenta en la devoción por el Niño Jesús, tan querida por muchas de estas monjas.

Sor Margarita de la Cruz, Sor Ana Dorotea (ambas hijas de emperadores del Sacro Imperio) y sor Catalina Maria d’Este princesa de Modena

Fueron estos dos conventos no solo escenarios de piedad de la propia monarquía sino verdaderos centros de una vida cortesana de enorme importancia e influencia política, punto de encuentro no sólo de los miembros de la familia real, sino también de embajadores, nuncios y otros personajes de la corte, con una red de relaciones internacionales que se extendía más allá de  los reinos peninsulares españoles para llegar a territorios como el Imperio, Flandes o la corte del gran duque de Florencia. La particularidad de esta segunda corte paralela a la que tenía su centro en el Alcázar, es que estaba constituida enteramente por mujeres. Su influencia política llegó a tal grado que fue una de las razones por las que el duque de Lerma, valido de Felipe III, decidió trasladar la corte a Valladolid, pues en las Descalzas se había formado un auténtico centro de oposición a su figura, formado por la propia reina Margarita de Austria, la emperatriz viuda Maria de Austria y su hija sor Margarita de la Cruz a los que se unía las frecuentes visitas del embajador imperial Hans Khevenhüller.

La recientemente restaurada Anunciación de Fra Angelico del Museo del Prado

Probablemente fuera a través del duque de Lerma como llegaría a las Descalzas la Anunciación de Fra Angelico pues se sabe que fue vendida por la comunidad de Fiesole en 1611 para sufragar la construcción de un nuevo campanario, adquiriéndola Mario Farnesio para el valido del rey, quien la donó en un primer momento a la iglesia del convento de los dominicos de Valladolid. Una pena que el Museo del Prado no haya prestado esta obra para la exposición, una de las obras capitales que sobrevivieron en las Descalzas hasta que fue descubierta por Federico Madrazo entonces director del Museo que se la arrebató a las monjas con la complicidad del rey Francisco de Asís en 1861 a cambio de una copia de su mano.

Alonso Sánchez Coello. Juana de Austria. h, 1566, óleo de las Descalzas

La exposición da una importancia excepcional a la fundadora de las Descalzas, doña Juana de Austria no sólo con muchas de las obras por ella coleccionadas, sino hasta con tres retratos de la que fue hija de Carlos V y hermana pequeña de Felipe II además de su propio túmulo funerario que podéis ver más arriba y con el que termina la exposición. Este retrato de las Descalzas reproduce otro de Sofonisba Anguissola de 1561 que se conserva en el Museo de Isabella Stewart Gardner de Boston.

Principe don Juan Manuel de Portugal, taller de Antonio Moro, 1552-54, Colección de la reina de Inglaterra.

Juana fue una mujer muy notable. Fue princesa de Portugal a través de su breve matrimonio con su primo hermano el príncipe don Juan Manuel de Portugal, del que concibió al que sería su único hijo el futuro rey don Sebastián I. Fue aquel al parecer un matrimonio feliz pues Juana vestiría desde entonces ropas de viuda y este retrato de su marido sería uno de sus favoritos que colgaría en su Cuarto Real del monasterio junto con hasta cuatro distintos de su hijo al que Juana no vería crecer.

El rey Sebastián I de Portugal, ca 1562. Artista: Alonso Sánchez Coello

Juana, una semana después de haber muerto su marido, dio a luz su hijo, Sebastián, que llenó de gozo a los portugueses que temían una anexión con la corona de España como finalmente se produciría tras la muerte de este en la batalla de Alcazarquivir en Marruecos. Pero Juana, como decimos, no vió crecer a su hijo ya que apenas al mes de su nacimiento fue llamada por su hermano Felipe II para ejercer la regencia de los reinos peninsulares durante casi cinco años, dejando su hijo bajo la supervisión de su tía, la reina Catalina de Austria.

Juana fue una buena regente de España y cabeza del que se llamó partido ebolista, junto a Ruy Gómez de Silva, principe de Eboli, un grupo de personajes portugueses que habían ido afianzando su poder en la Corte castellana como servidores de las infantas portuguesas que habían contraído matrimonio con los príncipes de Castilla, desde la propia emperatriz Isabel, esposa de Carlos V, y madre de Juana que era pues hija, esposa y madre de miembros principales de la casa de Avis.

La reina Catalina de Austria, por Alonso Sánchez Coello. Ca. 1560-1570,copia del original de Antonio Moro de 1552 del Museo del Prado, Madrid

Tal vez por todo eso Juana habilitó en su Cuarto Real del monasterio una importante galería de retratos familiares siguiendo la tradición de su tía María de Hungría cuya colección se perdería en el incendio del palacio del Pardo. A su muerte en la almoneda de sus bienes se contaron hasta 84 retratos de pinçel en lienço y tabla, vendiéndose muchos de ellos. El lote más importante no obstante fue el adquirido por su hermano Felipe II que compró más de 20, algunos de los cuales se encuentran en el Museo del Prado o El Escorial y otros quedaron en las mismas Descalzas «prestados» a su hermana María de Austria para la decoración de sus estancias.

Alonso Sánchez Coello, Don Juan de Austria armado, fines de 1567, Monasterio de las Descalzas.

La exposición cuenta con un numeroso grupo de estos retratos tanto de la colección de la propia Juana, de la mano de los mejores artistas del momento, como de otros tantos que debieron incorporarse, ya una vez muerta la fundadora, durante la estancia de su hermana la emperatriz María de Austria. Así podemos ver retratos de la mano de Antonio Moro, Alonso Sánchez Coello, Jooris van Straeten, más conocido como Jorge de la Rúa, el portugués Cristobal de Morales, Juan Pantoja de la Cruz, Franz Pourbus, o el mismo Peter Paul Rubens.

La emperatriz viuda María de Austria de Juan Pantoja de la Cruz

La exposición le dedica una sala específica a la referida Maria de Austria, emperatriz consorte de Maximiliano II y hermana de Juana y de Felipe, presidida en su centro por la réplica de la corona imperial que no sólo aparece en el retrato de más arriba, sino que adornó el túmulo de su enterramiento.

Sala de la exposición con el retrato de la emperatriz María de Austria en el centro flanqueada por sus hijos Alberto, a la derecha y Ernesto a la izquierda. En el centro de la sala la réplica funeraria de la corona imperial

En el resto de la sala aparecen los extraordinarios retratos de cuerpo entero de tres de sus hijos, Ernesto, Archiduque de Austria y gobernador de los Países Bajos , Isabel (que fue reina de Francia), Alberto y su mujer, Isabel Clara Eugenia, sobrina a su vez de Maria e hija favorita de Felipe II, ambos soberanos de los Países Bajos. Extraordinario el retrato de Isabel Clara Eugenia con una enana realizado por Franz Pourbus, luciendo el que probablemente sería su traje de novia como puede adivinarse del repetido motivo de las alianzas entrecruzadas y las flores de lis.

Isabel Clara Eugenia con una enana, en su traje de boda. Franz Pourbus el Joven

Pero hasta ahora casi nos hemos centrado en el papel cortesano de ambos monasterios, cuando lo que realmente abruma cuando uno visita estos lugares es la abundancia y la calidad de las imágenes religiosas. Esta abundancia sólo es concebible por la coincidencia del esplendor del arte cortesano en la corte española por una parte, y, por otra, el cariz político y religioso que suponía la exaltación de tales imágenes en tiempos muy cercanos al concilio de Trento. Recordemos que en el origen de toda la reforma protestante se hallaba esa repulsa al culto de las reliquias, la milagrería y las indulgencias. El Concilio de Trento sin embargo confirmó la piedad hacia las reliquias de los santos y exhortaba incluso a los obispos a instruir a los fieles en tal costumbre.

Relicario del Monasterio de la Encarnación

Los monarcas de la Casa de Austria, como signo de lealtad a la Iglesia y para mostrar su piedad católica, construyeron en esta época las grandes lipsanotecas que, a pesar de los avatares de los siglos, aún se conservan y están entre las mejores del mundo. Aparte del Monasterio del Escorial, las tres fundaciones femeninas de protección real en la corte madrileña poseían una estancia especial, denominada relicario, a la que pocas personas tenían acceso y que era considerado el sanctasanctórum del lugar. El del Real Monasterio de Santa Isabel en la calle homónima ardió por completo en la Guerra Civil pero en las Descalzas y en La Encarnación se mantienen prácticamente intocados y en su ubicación original, de nuevo por el celo extraordinario de las monjas.

Relicario del Monasterio de las Descalzas

La exposición está entreverada de algunos de estos objetos dignos de figurar en cualquiera de esas camaras de las maravillas o gabinetes de curiosidad donde se coleccionaban y exponían objetos exóticos procedentes de todos los rincones del mundo conocido. En la exposición además de acentúa ese carácter exótico mostrando piezas que provenían de los lugares más distantes, como los relicarios de coral sicilianos, los trabajos de madreperla o carey de tierras americanas, o los marfiles de la India e incluso piezas de Kioto que llegaban traídas por los jesuitas a la corte de Lisboa.

Hay algunas obras extraordinarias como el arca relicario de San Victor que llegó a España como dote de Ana de Austria, hija mayor de la emperatriz María, en sus esponsales con su tío Felipe II. El arca, diseñada como un mueble de lujo, por el principe de los orfebres de Nuremberg y fundador de una auténtica dinastía, Wenzel Jamnitzer, está realizada en plata sobredorada y cuajada de una rica ornamentación y es,sin duda, uno de los más valiosos tesoros del relicario de las Descalzas.

Arca relicario de San VIctor, 1557, Wenzel jamnitzer

O cualquiera de las piezas asociadas a Sor Ana Dorotea,  hija natural del emperador Rodolfo II y de su amante Catalina Estrada, como el llamado Caliz de Sor Ana Dorotea o esta Custodia de taller madrileño cuajada de piedras preciosas.

Aunque nunca tuvo un cargo relevante en la comunidad, sor Ana Dorotea se convirtió en una de las personalidades más relevantes de la época al igual que su pariente y compañera en el convento sor Mariana de la Cruz, hija del Cardenal-Infante. De hecho fue retratada por el mismísimo Rubens durante su estancia en la corte madrileña, retrato que junto al de sor Margarita de la Cruz -tambien de Rubens– pueden verse en la exposición.

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Mención aparte merecen algunos magníficos ejemplares de los muchos textiles conservados en los reales monasterios, algunos de los cuales son donaciones de la propia fundadora, Juana de Austria, como ese magnífico frontal de altar de mediados del siglo XVI que vemos en la imagen de abajo bajo la imagen del arcángel Jehudiel de un seguidor de Gaspar Becerra.

o el terno de Felipe III o terno de las Calaveras que se utilizaba en las ceremonia fúnebres reales, pieza bellísima del siglo XVI de terciopelo cortado de seda, anillado por trama, fondo de plata, bordado a realce en hilo y lentejuelas de plata en el que se observan calaveras

o el paño de terciopelo negro del túmulo de Juana de Austria que ya pusimos más arriba, por no hablar de los tapices, con un magnífico ejemplar de La revista de las tropas de Barcelona de la serie de La conquista de Tunez, una edición de doce paños de tapices realizados por el afamado tapicero de Bruselas Willem Pannemaker sobre pinturas que Jan Cornelisz Vermejen había realizado por encargo de Carlos V durante la propia campaña. Estos tapices fueron el mayor encargo realizado nunca por la casa de Habsburgo y se convirtieron en una auténtica insignia de la dinastía. la edición princeps fue realizada para María de Hungría que se la dejó a Juana de Austria que la expuso en las Descalzas.

Willem Pannemaker sobre diseños de Pieter Coecke van Aelst y Jan Cornelisz Vermejen. La revista de las tropas en Barcelona, k. 1554, tapiz de la serie La conquista de Tunez

U otra de las joyas de la exposición y de las propias Descalzas la serie de tapices de El triunfo de la Eucaristía que la ya mencionada Isabel Clara Eugenia encargó al mismísimo Rubens para regalarla al Monasterio de Las Descalzas. Una serie de veinte monumentales tapices, de la que se exponen tres y que se conserva íntegra en el Monasterio, sobre el tema de la Eucaristía, dogma principal del catolicismo que la infanta defendía. No hace mucho, en el 2014, el Museo del Prado realizó una exposición con algunos de ellos y los seis de los grandes bocetos o modelli que Rubens pintó y que se conservan en el museo.

Y para finalizar dedicarle también un espacio a los magníficos ejemplares de escultura barroca que ambas fundaciones conservan. También fruto del Concilio de Trento, la expresión de la devoción tenía en la imagen su más eficaz vehículo, como modelo de vida, como taller de santidad o ejemplo de piedad. Ambas casas, tanto Las Descalzas como La Encarnación, fueron faros de indudable prestigio y paradigmas de acendrada piedad y la escultura piadosa está presente por todas partes, desde los formatos más pequeños a los grandes retablos como el de la capilla de la Virgen del Milagro en las Descalzas encargado por don Juan José de Austria. También al patrocinio éste se deben la extraordinaria pareja de Ecce Homo y Dolorosa realizada por el granadino Pedro de Mena, del que también se expone una preciosa Santa Clara.

Tambíen se expone, como vemos más arriba, una copia de la Magdalena penitente según modelo también de Pedro de Mena que se guarda en su mueble original, una maravilla en sí mismo y que nos da una idea de cómo se conservaban estas imágenes.

Gracias a la madre Mariana de San José, madre fundadora que marcó con su indeleble sello el monasterio de la Encarnación, se debe la entrada de un grupo de esculturas de altísima calidad de Gregorio Fernández. La madre había vivido en Valladolid muy cerca del taller del escultor y a él le encargó algunas de estas fantásticas piezas, como este magnífico Cristo atado a la columna cuya hechura costo muchas oraciones del propio convento y del que Palomino dirá que a las arterias solo les falta el pulsar.

O ese escenario que alhajaba la Sala Capitular de la Encarnación que estaba presidido por uno de los más afortunados modelos de Gregorio Fernández, el Cristo yacente que reproduce el encargo de Felipe III para los Capuchinos de El Pardo, también de patronato regio y lugar de devoción íntima del monarca. De esta sala también procede la pintura de Felipe Diricksen que cerraba la lectura como en un cuadro congelado.

Aunque aún hay quien se pregunta, ante el hecho de que sólo 7 de las obras  expuestas proceden de colecciones externas, qué aporta la exposición que no pueda darnos la visita a los dos conventos donde, además, las piezas pueden contemplarse aún en el contexto original para el que fueron creadas y que mejor las explica, para muchos, esta exposición está constituyendo un auténtico descubrimiento. De hecho las visitas a estos conventos – 46.922 a las Descalzas y 15.511 a la Encarnación en 2018, una nimiedad frente al millón y medio del Palacio Real– están muy condicionadas por hallarse en zonas reservadas a la clausura.

Pero baste recordar que aquí se exponen tan sólo 110 piezas maestras salidas excepcionalmente de estos dos centros de clausura gracias a la dificultosa elección, según él mismo reconoce, de Fernando Checa y el arquitecto Francisco Bocanegra y la colaboración de las propias monjas. Sin embargo el inventario de bienes muebles histórico artísticos de ambos centros supera , en el caso de las Descalzas, los 9.000 objetos y en el de la Encarnación más de 7.000. Quizás una invitación a conocerlos más despacio

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La exposición del Bicentenario: Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria. http://rarasartes.com/la-exposicion-del-bicentenario-museo-del-prado-1819-2019-un-lugar-de-memoria/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-exposicion-del-bicentenario-museo-del-prado-1819-2019-un-lugar-de-memoria http://rarasartes.com/la-exposicion-del-bicentenario-museo-del-prado-1819-2019-un-lugar-de-memoria/#respond Wed, 20 Feb 2019 11:20:24 +0000 http://rarasartes.com/?p=14301 La exposición del Bicentenario:

Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria.

Museo Nacional del Prado. 

19/11/2018 – 10/03/2019

 

Una de los dos objetivos de este blog, más allá de rescatar algunos nombres alejados del mainstrean de la historiografía del arte que sirvió para darle título, es también cubrir, o más bien, salvar para mi frágil memoria, aquellas exposiciones que de una u otra manera me impactan, me intrigan o me incomodan. Es por eso, y porque el Museo del Prado es también para mí, como para Ramón Gaya, una roca y un querido contenedor de memoria  que no puedo dejar de hablar de la exposición con que el Museo en su Bicentenario se celebra a sí mismo.

 

El Museo con los andamios «vestidos» por trozos de cuadros de Van der Weyden, Ribalta, Veronés, Velázquez,  o hasta Alma Tadema, con que celebra su bicentenario.

 

Y quiere celebrarse a sí mismo en opinión de Javier Portús, comisario de la exposición y Jefe de Conservación de Pintura Española (hasta 1700) del Museo del Prado, en un doble sentido. Primero con la reivindicación de sí mismo como un organismo vivo, un organismo que nace en un momento, que crece muy rápido, que pasa por las dificultades propias de la juventud y otras catástrofes históricas, que se enriquece y aumenta, que encuentra su camino y sirve de encuentro para muchos diálogos, diálogos entre artistas, entre literatos, entre visitantes, entre políticos.

 

 

Joan Miró (izquierda) y Josep Llúis Sert, en el Museo del Prado.

Por eso,el segundo sentido al que se refiere Portús, es al del Museo del Prado como lugar de memoria. Para eso recuerda el ensayo de Ramón Gaya, del que hablaba antes, ya en el exilio, sobre el Museo del Prado que tituló Roca española, en el que afirmaba:

Desde lejos El Prado se presenta nunca como un museo sino como una especie de patria.

Dando a la palabra patria el sentido de aquello que provoca sentimientos de pertenencia. El Museo como la sociedad es también reflejo de una memoria histórica, propicia en algunos tiempos y convulsa y hasta catastrófica en otras. Una exposición sin prestar atención  a esa memoria histórica tampoco habría tenido sentido.

 

Traslado de las obras del Museo del Prado durante la Guerra Civil

 

La exposición se divide en ocho salas, siete de las cuales son cronológicas, con una sala especial metafóricamente situada en el centro, dedicada a Donaciones y legados. Los fondos, para dejarlo claro pronto, son en buena medida los fondos del propio museo. De 168 obras originales, 134, entre ellas las joyas de la exposición, forman parte de las colecciones propias y solo 34 son préstamos de otras instituciones nacionales e internacionales. Es pues una exposición autocelebratoria.

 

La Infanta Margarita de Martínez del Mazo, y La niña María Figueroa vestida de menina de Joaquín Sorolla

No obstante, una de las acontecimientos más interesantes de esta exposición es la descontextualización de las propias obras del museo, esas que ya conocemos, para armar un discurso otro, el del Museo. Ello ha provocado felicísimos encuentros, algunos esperados e incluso provocados, como el de La Infanta Margarita de Martínez del Mazo, y La niña María Figueroa vestida de menina de Joaquín Sorolla, ambas piezas del Museo que ocasionalmente podemos ver juntas,

 

El cuadro de Sorolla más Alicia ante el espejo de William Merritt Chase y el Retrato de Mrs Leopold Hirsch. 1902 de John Singer Sargent.

 

Y que se continúa en la velada alusión a las Meninas en Alicia ante el espejo de William Merritt Chase o en ese rosa velazqueño, que es el rosa en verdad de Martínez del Mazo, su yerno, y es el rosa del hermoso Retrato de Mrs Leopold Hirsch (1902) de John Singer Sargent que está prestado por la Tate Gallery

 

Maja desnuda de Goya, Desnudo recostado Pablo Picasso 1964

O el de la Maja Desnuda de Goya con el Desnudo femenino recostado de Pablo Picasso de 1964. O este esperado encuentro del San Andrés de José de Ribera con la copia extraordinaria y parcial que probablemente en el verano de 1867 hizo Mariano Fortuny de este cuadro  y de cómo ese aprendizaje tuvo después cabida en su propia obra como muestra el Viejo desnudo al sol que pintaría en 1870 o 71 durante una estancia en Granada.

 

Viejo desnudo al sol de Joaquín Sorolla, San Andrés de José Ribera, Y copia de San Andres por Joaquín Sorolla.

Pero también han aparecido encuentros inesperados y de gran magnetismo como el encuentro del Estudio para cabeza llorando (I). Dibujo preparatorio para ‘Guernica’, de Pablo Picasso con el Cristo muerto sostenido por un ángel de Antonello da Messina, un cuadro por el que siento especial debilidad desde mi tierna infancia.

 

‘Estudio para cabeza llorando (I). Dibujo preparatorio para ‘Guernica’, Picasso (1937) (Museo Reina Sofía)

Cristo_muerto,_sostenido_por_un_ángel_(Antonello_da_Messina)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

o este estupendo encuentro entre el Retrato de la Condesa de Chinchón de Goya con el retrato de su mujer, Josette, de Juan Gris

Goya. La condesa de Chinchón 1800

 

 

Portrait de Madame Josette Gris (Retrato de Madame Josette Gris)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bueno, hablemos un poco de la exposición en sí. La primera sala se dedica a los años que median entre la fundación del Museo en 1819 y la muerte de aquel rey nefasto que fue Fernando VII, a cuyo reinado sin embargo y fruto de las convulsiones también patrimoniales que supuso la Guerra de la independencia, pertenece la fundación del Museo, Uno de los cuadros emblemas de esta exposición es ese retrato del la Reina María Isabel de Braganza como fundadora del Museo del Prado de Bernardo López Piquer. Pedro de Madrazo, en el catálogo de los cuadros del Real Museo de 1854, llega a decir que fue la reina quien sugirió la idea [al rey], por escitacion [sic] de algunos personajes aficionados a las nobles artes, y el Rey la acogió con verdadero entusiasmo.

 

María Isabel de Braganza como fundadora del Museo del Prado

El Prado nació como colección real y por la pulsión ya gestada durante la ilustración española de hacer cada vez más visibles las colecciones y reivindicar la pintura de la Escuela Española. De hecho, el Prado abrió mostrando sólo pinturas de la Escuela Española.

Por esa razón, las primeras adquisiciones se dirigieron a paliar las lagunas existentes  de la colección real, lo que hizo que entonces entraran en ella algunos de sus mejores cuadros:  el Cristo Crucificado de Velázquez que entró en la colección en 1828 procedente de la dispersión de la colección de Godoy; los dos Zurbaranes del ciclo de San Pedro Nolasco intercambiados por otros cuadros con el deán de la Catedral de Sevilla, López Cepero, en 1821 ; o la adquisición de algunas de las obras cumbre de la Escuela Madrileña, poco representada hasta entonces, como La Ascensión de la Magdalena de José Antolinez o EL triunfo de San Hermenegildo de Herrera el Mozo.

Cristo-Velazquez-Vision-Nolasco-Zurbaran

 

José Antolínez La asunción de la Magdalena 1670 – 1675

 

La segunda sala está dedicada al siguiente periodo comprendido pues desde la muerte de Fernando VII a la caida de la monarquía de su hija, Isabel II,  una época convulsa de enormes pérdidas de patrimonio artístico causadas por la adopción de medidas liberalizadoras como la Desamortización de Mendizabal  en 1835 o las dificultades generales de la economía que se tradujeron en el cambio de manos y la diseminación masiva de muchísimas obras de arte, cuando no de su destrucción, sobre todo en lo que toca al patrimonio arquitectónico.

 

Díptico con 42 vistas monumentales de ciudades españolas Genaro Pérez ViIllamil

 

Para evitar esa dispersión aparecieron por toda España muchos museos provinciales, algunos extraordinarios como el Museo de Bellas Artes de Sevilla o el de Valencia, el museo de Valladolid o el madrileño Museo de la Trinidad, abierto en Madrid en 1838 con fondos procedentes de la desamortización en la capital y provincias limítrofes como Ávila o Segovia. Actuó el Museo de la Trinidad como museo independiente durante casi treinta años hasta que en 1872 se fusione con el Prado, al que aportó más de mil obras de desigual calidad.

 

Resurrección de Cristo. La resurrección de Cristo El Greco, h. 1597 1604 Óleo sobre lienzo

Algunos de los autores que estaban especialmente mal representados, como El Greco, entraron entonces a formar parte del acerbo del Museo hasta convertirse por pleno derecho en algunos de los nombres capitales de la pinacoteca. Tal es el origen de los cuadros pertenecientes al Colegio de Doña María de Aragón en Madrid, como La resurrección de Cristo o la magnífica  Trinidad del monasterio de  Santo Domingo el Antiguo que se encuentran entre lo mejor de la producción del cretense.

 

Juan Bautista Maino Resurrección de Cristo. Museo del Prado

De la Trinidad proceden también , por ejemplo, el grueso de la colección de obras de Pedro Berruguete, Vicente Carducho o Juan Bautista Maíno del que se puede ver esta otra  Resurrección de Cristo perteneciente al célebre Retablo de las Cuatro Pascuas de la Iglesia Conventual de San Pedro Mártir que normalmente no está expuesto en el Prado, aunque sí están La adoración de los pastores y La adoración de los reyes magos.

 

Karl Louis Preusser (1845 – 1902) En la galeria española de Dresde

 

Como explica la web de la exposición:

Paradójicamente, esta dispersión patrimonial actuó activamente en favor de uno de los efectos buscados cuando se creó el Museo: dar visibilidad a los artistas españoles, y promover su estudio y aprecio. Las galerías públicas europeas empezaron a contar con «salas españolas», como se verá en la exposición.

Así ocurrió con la celebre Galerie Espagnole de Luis Felipe inaugurada en 1838 en las salas de la Colonnade en el Museo del Louvre.

Vista del Grand Salon Carré del Louvre de Giuseppe Castiglione

Desgraciadamente, la Revolución de 1848, que arrebata el trono al rey Luis Felipe e instaura la Segunda República, trae como consecuencia restituir, «estúpidamente» dirá Baudelaire, la Galería Española al rey destronado, que se la llevará a Inglaterra, y tras su muerte será vendida en Londres en 1853 para ir a parar posteriormente, en su mayor parte, a manos de coleccionistas ingleses.

 

La Virgen del Lucero con el Niño ( Alonso Cano)

 

En 1865, siendo director del Museo Federico de Madrazo, se decidió que la colección del museo se organizara por escuelas, ya no tan solo de la Escuela Española, sino también de la Flamenca y de la Italiana, sobre todo, y que pasase a denominarse oficialmente Museo del Prado. Muchas de las pinturas de El Escorial fueron entonces trasladadas al Prado, y también el Tesoro del Delfín, (tan atractivamente expuesto hoy en día con la apertura de una sala específica) con lo que el museo se abriría también a las artes decorativas.

La sala 12 (Las meninas) tenía 2 pisos y exhibía obras maestras del Prado. A esta sala con dos pisos se la conocía como Sala Isabel II.

Tras el destronamiento en 1868 de Isabel II, el museo pasó a formar parte de los «bienes de la Nación»​ mediante la Ley de 18 de diciembre de 1869, que abolió el patrimonio de la Corona y pasó a ser  Museo Nacional en vez de Real y por tanto, Patrimonio del Estado.

Otro hecho que marcó la historia del museo sucedió en 1872, cuando Amadeo I anexó el ya citado Museo de la Trinidad, con sus respectivos fondos de pintura y escultura al Museo del Prado. Sin embargo sólo cien obras de La Trinidad fueron seleccionadas para ingresar al recinto del Prado, mientras que el resto se dispersó por todo el país. Eso le hizo convertirse verdaderamente en un Museo nacional pues ante la falta de capacidad del propio museo, 3200 obras se repartieron y se hallan aún repartidas en depósito por todas las provincias españolas en diferentes organismos oficiales e incluso embajadas extranjeras.

 

La Sagrada Familia de EL Greco, La magdalena penitente de Pedro de Mena y La Virgen del Lucero de Alonso Cano

 

Por esa razón se han juntado estas tres extraordinarias obras: La Sagrada Familia de El Greco, La magdalena penitente de Pedro de Mena y La Virgen del Lucero de Alonso Cano. Porque con ellas se quiere representar ese carácter de institución nacional que tiene el Museo del Prado pues aunque las tres pertenecen a sus fondos  sin embargo sólo ahora es posible verlas «de vuelta en casa» ya que las tres se encuentran en distintas sedes:  La Sagrada Familia en la Biblioteca Museu Víctor Balaguer de Vilanova i la Geltrù, La magdalena penitente que es una de las joyas del Museo de Escultura de Valladolid o La Virgen del Lucero de Alonso Cano que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Granada.

 

Miguel Jadraque y Sanchez Ocaña Visita del cura y el barbero a don Quijote– Museo del Prado, 1880

 

No fue tampoco hasta la incorporación del Museo de la Trinidad que el Museo se abrió también al arte de su tiempo con adquisiciones muy importantes de pintura española del siglo XIX realizadas en las Exposiciones Nacionales, como esta deliciosa y costumbrista  Visita del cura y el barbero a don Quijote de Jadraque y Sanchez Ocaña. O la tan celebérrima obra en su época de Eduardo RosalesEl testamento de Isabel la Católica del que la exposición nos brinda no ya el orginal, que puede verse en otro rincón del museo, sino un poco visto boceto.

 

Eduardo Rosales. Doña Isabel la Católica dictando su testamento (Boceto) – Colección – Museo Nacional del Prado

 

El éxito de la pintura de la Escuela Española, sobre todo barroca, en la época tuvo mucho que ver con su naturalismo que era entonces una tendencia en boga. La nómina de pintores que visitaron el museo fue inmensa. En la exposición está el libro de visitas del Prado con la firma de Gustave Courbet. Pero no fue un caso aislado, muchos fueron los artistas internacionales que peregrinaron al Prado como Singer Sargent o el mismo Edouard Manet quien sería otro de los grandes apologetas del museo.

En la exposición se muestran dos cuadros de él, Angelina Amazona, que muestran cómo cambió su libertad de ejecución en el periodo que abarca desde justo antes de su viaje, con esa Amazona que ya debe mucho a Velázquez, y ese otro retrato de Angelina en que el cromatismo dramático y la pincelada suelta reflejan su conocimiento de Goya.

 

Amazona de Edouard Manet y Angelina

 

O la contraposición de una copia fantástica de un jovencísimo Pablo Picasso, entonces un jovenzuelo de unos 16 años, de un retrato de Felipe IV de Velázquez que aquí han puesto frente a su modelo.

 

Retrato de Felipe IV de Diego Velázquez

 

Pablo Picasso. Portrait of Philip IV (Velаzquez), 1897

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Sección o Sala 4 ve desde 1898 a la Segunda República. !898 también fue un año importante para el Museo. En 1898 se inauguró el Museo de Arte Moderno al que se fué toda la pintura después de Goya y, a raíz de esta separación el Prado,  durante el largo período que va hasta 1971,  se especializó en arte más antiguo.

Fueron estas primeras décadas del siglo XX increiblemente fructíferas para el Museo. Se formó el Patronato, se amplió por primera vez el espacio del Museo, se siguieron criterios museográficos pioneros en su género y se implementó una auténtica política de adquisiciones,  favorecida además por frecuentes y notabilísmas donaciones o legados.

 

Museo del Prado, vista de la sala de Velázquez 1907 – 1915.

 

La nueva sala exclusiva dedicada a Velázquez cuya organización derivaba de criterios estrictamente científicos y daba mucho aire a los cuadros fue muy alabada internacionalmente. Ese ejemplo fue seguido en poco tiempo por sucesivas salas monográficas dedicadas a los grandes maestros españoles, que fueron  a veces acompasadas y/o alentadas por las primeras grandes exposiciones dedicadas a El Greco, Francisco de Zurbarán, José de Ribera, el divino Morales o Bartolomé Esteban Murillo.

 

Doña Antonia de Ipeñarrieta. Diego Velázquez. Legado la duquesa de Villahermosa, 1905

 

Además en esa época se produjo la disolución de algunas de las grandes colecciones aristocráticas que se habían formado durante el Siglo de Oro. Muchos de esos cuadros acabaron en el Museo del Prado, como los procedentes de la venta de la colección del Duque de Osuna a finales de Siglo, o los legados por los duques de Pastrana en esa misma época.

Esto nos lleva a hablar de la sala dedicada a las donaciones y legados, que los comisarios han querido colocar en el corazón y centro de la exposición. Una sala magnífica que ya soñara para sí cualquier gran museo del mundo.

Los legados han sido fundamentales en el Prado y algunos llegaron sobre todo en esta época generosa como pocas en mecenas, tanto a nivel nacional como local. Recordemos que en este momento se forma el Museo Cerralbo, el Lazaro Galdiano, el Museo de Valencia de Don Juan, Felix Bois crea el embrión del Museo de Historia de Madrid, o el Marqués de la Vega Inclán  crea el Museo del Greco en Toledo y el Museo  Romántico en Madrid. Nunca en la historia de este país se vio mayor interés entre los privilegiados e incluso entre los corruptos en contribuir tan generosamente a la creación del extraordinario patrimonio artístico de todos estos museos.

 

Legados y donaciones: En el centro, Escena de la vida de Nastasio deglio Onesti de Botiticelli (donación de Francesc Cambó, y a los lados Descanso el la huida a Egipto de Gerard David, donación de Pablo Bosch y La virgen entre dos ángeles de Hans Memling, donación marquesa de Cabriñana

 

Los legados fueron decisivos para rellenar las lagunas del museo en pintura de la escuela flamenca y holandesa o de los primitivos italianos. Algunos de los cuadros que se muestran aquí llegaron de la mano de grandes legados como el del catalanista Fransesc Cambó con sus tres paneles de Botticelli y el Bodegón con cacharros de Zurbarán. O el la colección Pablo Bosch, reunida en su casa de Madrid, que constaba de alrededor de trescientas pinturas, entre las que el Patronato seleccionó para el Museo cerca de noventa. Se trataba de obras italianas, francesas, flamencas y españolas de los siglos XV al XVIII, casi todas de tema religioso, como el   Descanso el la huida a Egipto de Gerard David que puede verse abajo a la izquierda.

 

 

Hay una abrumadora mayoría de pintura, sobre todo española, entre las obras ingresadas por donaciones, seguida por dibujos y grabados. Ejemplar es también la donación de Ramón de Errazu, cuyo elegantísimo retrato de cuerpo entero realizado por Federico Madrazo podemos ver en la pared de la derecha. Errazu legó 25 obras del siglo XIX de extraordinaria calidad que constituyen la base de la colección de cuadros de Fortuny y Raimundo de Madrazo que tiene el Prado. Incluida esa maravillosa Condea de Vilches de Federico de Madrazo que es, sin duda, una joya del Museo.

 

Madrazo y Kuntz, Federico de, Amalia de Llano y Dotres, condesa de Vilches Fecha 1853

 

En la otra pared de la sala de los legados hasta siete obras de Goya. La colección de Goya, que es sin dudarlo una de las más emblemáticas del Museo del Prado, ha sido la que probablemente se ha visto más favorecida por las donaciones y por los legados. En la foto de arriba vemos el extraordinario retrato de José Alvárez de Toledo, Duque de Alba donado por el Marqués de los Velez, el retrato del General Antonio Ricardos, y la importantísima donación de las pinturas negras por el barón Frédéric Emile d’Erlanger tras el fiasco de su posible venta en París, donde no encontraron compradores.

Goya tardó mucho en ser lo que es ahora y, aunque aceptado el legado por parte del Museo, quince años después seguían estas pinturas negras sin ser expuestas lo que motivo una queja del hijo del barón cuando realizó una visita al Museo.

 

francisco de goya dos viejos comiendo sopa

La sala se cierra con el monumental Retrato de los Duques de Osuna con sus hijos, una obra capital de la primera época de Goya, retirado de la venta de la colección del duque de Osuna por sus herederos en 1882 y entregado al Ministerio de Fomento, para que figurase entre las obras de Goya del Museo del Prado, donde ingresaría ese mismo año.

 

Los Duques de Osuna con sus hijos. Francisco de Goya

 

De 1931 a 39, es decir de la época de la República,  se ocupa la sala sexta presidida por el cuadro de El Greco de San Andrés y san Francisco entre fotografías del desalojo de las obras del Museo durante la guerra con el que metafóricamente se quiere resumir esta etapa.

 

San Andrés y San Francisco de El Greco

 

Y es que el cuadro del Greco se compró al monasterio de La Encarnación de Madrid  para el Museo del Prado en  1942 con los fondos recaudados por la exposición de las obras del museo en su forzado exilio ginebrino .

 

 

Son fascinantes las fotografías de todo ese periplo de las obras maestras del Prado durante la guerra civil que en la exposición se compara con el viaje que realizó Antonio Machado, pues ambos coinciden en tiempo y en espacio en Valencia, en Barcelona e incluso en Colliure, por donde pasaron los tesoros del Prado en su camino de Ginebra. Veintidós días duró la revisión del inventario de las 1868 cajas que llegaron en tren a la Sociedad de Naciones de Ginebra acompañadas tanto por delegados franquistas como republicanos. Podría poneros muchas de esas fotografías pero he querido escoger esta que os pongo abajo porque no hay más silencio sonoro como el que proclaman el desolado vacío de las salas y la huella de la ausencia en los muros deshabitados-

 

 

Se presta también atención, como no podía ser de otra manera, a aquella utópica idea republicana del  Museo Circulante que formaba parte de las extraordinarias Misiones Pedagógicas, que acercó el Prado a numerosos, y en ocasiones recónditos, lugares del país, a través de copias de algunas de sus obras.

 

Grupo de espectadoras ante copia de Las hilanderas de Velázquez en Cebreros -Ávila- noviembre de 1932-Madrid Archivo de la Residencia de Estudiantes.

Pueden verse imágenes también como esta de la pieza Estampas. 1932 del siempre inquietante y extraordinario cineasta José Val del Omar

 

Val del Omar. Estampas, 1932. Documental

 

La sección 7 está dedicada a la época del régimen franquista. Una de las grandes y publicitadas adquisiciones del franquismo fue la negociación con el régimen de Vichy para la repatriación de una auténtica obsesión del mismísimo General Franco: La Inmaculada de los Venerables, hasta entonces conocida como Inmaculada Soult, pues fue el mariscal Soult el que, en la Guerra de la Independencia la sacó de España. Al parecer, las negociaciones con Pétain no fueron en absoluto sencillas pero la posible participación de España para apoyar a la Alemania Nazi en la II Guerra Mundial, le dio a Franco margen de maniobra para presionar y lo usó a su favor. Franco realizó un ventajosísimo intercambio por la que era entonces una de las joyas del Louvre a la que se añadió la dama de Elche, el archivo de Simancas y algunas coronas visigóticas del Tesoro de Guarrazar a cambio de algunos cuadros de Velázquez o El Greco de los que existían copias en las colecciones españolas. “El robo” de Scoult, había sido resarcido por aquella “nueva España” comandada por Franco.

 

inmaculada concepción de los venerables bartolomé esteban murillo

 

A pesar del aislacionismo del régimen en sus primeros años, el Museo continuó siemdo un referente del arte de la cultura universal. Artistas como Jackson Pollock, Robert Motherwell, Jorge Oteiza, Avigdor Arikha o Richard Hamilton tomaron el testigo de Manet, Renoir, Fortuny o Sargent. De todos ellos hay obras en la exposición como este extaordinario cuadro de Robert Motherwell que nos hubiera gustado ver con El perro de Goya en el que se inspira.

 

 

El Perro de Goya, 1975. Robert Motherwell

 

Es un tiempo en que también los literatos se fijan en el museo y la exposición da fe de ello recogiendo textos de Eugenio D’Ors, Juan Gil-Albert, Maria Zambrano, Michel Foucault, Buero Vallejo, Rafael Alberti, Ramón Gaya, Manuel Mujica Lainez, etc.

 

 

También los artistas de la época tomaron referencias de cuadros de Goya o El Greco para establecer diálogos artísticos con indudables referencias políticas como fue el caso del Equipo Crónica o Antonio Saura o de la confrontación entre la Maja desnuda de Goya y el Desnudo femenino acostado de Pablo Picasso del que ya os hice referencia antes.

 

Equipo crónica. La antesala, 1968, Colección Juan March

 

Y donde no podía faltar esa obsesión por Las Meninas que se ha acabado por convertir en un icono del arte universal.

 

Pablo Picasso. Las Meninas. Cannes, 18 de septiembre del 1957.

Las meninas de Picasso, de Richard Hamilton

 

La última sala dedicada al periodo democrático recoge hitos como la vuelta del Guernica o el retorno al Prado de la pintura española del XIX. La aprobación de la Ley de Patrimonio de 1985 ha permitido que permanezcan en el Prado obras maestras como el Antonello de Messina al que hicimos referencia más arriba, la Condesa de Chinchón de Goya y otras tantas de Rubens, Fra Angelico o Pieter Brueghel.

 

La Ley de Patrimonio establecía como su principal objetivo:

el acceso a los bienes que constituyen nuestro Patrimonio Histórico. Todas las medidas de protección y fomento que la Ley establece sólo cobran sentido si, al final, conducen a que un número cada vez mayor de ciudadanos pueda contemplar y disfrutar las obras que son herencia de la capacidad colectiva de un pueblo.

Para visualizar esta vocación de apertura la exposición acaba con toda una pared con posters de diferentes exposiciones celebradas durante estos años, una reproducción táctil para ciegos del Noli me tangere de Corregio y toda una serie de fotos del proyecto en vídeo de Francesco Jodice, Spectaculum Spectatoris con el que el Museo parece querer representarnos.

Francesco Jodice Spectalulum Spectatoris, 2011

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Lina Bo Bardi y el Museo de Arte de Sao Paulo http://rarasartes.com/lina-bo-bardi-y-el-museo-de-arte-de-sao-paulo/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=lina-bo-bardi-y-el-museo-de-arte-de-sao-paulo http://rarasartes.com/lina-bo-bardi-y-el-museo-de-arte-de-sao-paulo/#comments Sat, 12 Jan 2019 13:29:19 +0000 http://rarasartes.com/?p=5334  

Lina Bo Bardi y el Museo de Arte de Sao Paulo

Terminamos hoy, con este articulo, la serie que le vengo dedicando a la italobrasileña Lina Bo Bardi centrándonos en la que fue su obra más emblemática, el Museo de Arte de Sao Paulo, y la exposición que organizó para su inauguración y que fue, sin duda, una de las exposiciones seminales de la Historia del arte brasileña hasta tal punto que el museo la volvió a organizar en 2016, 47 años después.

 

El MASP, Museo de Arte de Sao Paulo

Pietro Maria Bardi y su mujer, Lina Bo Bardi, llegados de Italia en 1946, emprendieron en Brasil, país fértil donde todo estaba por hacer, la gran renovación que el modelo de museo occidental necesitaba, comprometiéndose a hacer del MASP, museo dirigido por Pietro y proyectado por Lina, una institución atípica y ajena al modelo canónico de los museos de arte; un lugar donde el arte erudito dialogara en igualdad de condiciones con el arte popular anónimo y con la obra de artistas «primitivos».  

 

 

El edificio del MASP es el gran proyecto de Lina Bo Bardi y por eso he querido dedicarle una entrada aparte. Por su dimensión física y técnica, por su relevancia social y por su poder icónico. Pero también porque fue, cuando se inauguró en plena dictadura militar brasileña, mucho más que un simple museo –sus implicaciones urbanísticas lo convirtieron en un pionero–, sin dejar de ser al mismo tiempo un antimuseo.  

 

LIna en la obra del MASP

 

Para empezar, aunque una imagen vale más que mil palabras, intentaré describirlo. La parte más visible del museo se trata, como veis, un colosal sándwich suspendido en el aire con un perímetro compuesto por ventanales de vidrio que se alzan entre dos moles de hormigón. El interior alberga dos pisos completamente vanos sin ninguna tabicación interior, lo que obviamente dificultaba la tarea de ubicar las obras a la manera tradicional, es decir, colgándolas en unas paredes que no existían, de manera que Lina inventó un insólito modelo expositivo que repetía el principio básico del edificio al quedar los cuadros como levitando en el aire, dentro de unos caballetes de cristal sujetos por un pesado pie de hormigón.  

 

View of the picture gallery of MASP on Avenida Paulista, 1970s

 

Lamentablemente este sistema expositivo tan radical y diferente ideado por Lina, fue sustituido a finales de los noventa, sólo tras su muerte y la de su marido, por un sistema más tradicional, que es como yo  conocí el Museo y que me dificultó enormemente entender el edificio, pues, en esa reforma museológica, también se habían cegado las ventanas con pesados cortinajes  para proteger las obras de la luz solar. 

Una auténtica traición al carácter abierto que Lina Bo Bardi quiso darle a las salas, Ella había innovado mediante el uso de láminas de vidrio templado cubiertos por un bloque de hormigón a la vista como  base para ver las pinturas . La intención era, según su explicación,  imitar la posición del cuadro en el caballete de los artistas en su talleres, normalmente, también, inundados de luz.. Esas bases de hormigón tenían en el reverso de los cuadros tablas explicativas con informaciones sobre el pintor y la obra. Paradójicamente esta forma de visualización dejó de ser adoptada por el MASP justo en el momento en que, a finales de los años 1990, pasó a ser estudiada internacionalmente en ámbitos académicos.

 

 

Afortunadamente, ,  en 2015, al asumir la Dirección Artística del MASP,  Adriano Pedrosa,  la cordura y el respeto a la obra y la figura de Lina, muy al alza no solo en Brasil, sino a nivel internacional, hizo que se recuperasen las propuestas originales de la arquitecta y hoy en día, el Museo, como podéis ver en su propia web, ha hecho de este particular modelo museológico su auténtica marca de estilo.

Los caballetes cuestionan el tradicional modelo de museo europeo, en el cual el espectador es llevado a seguir una narrativa lineal sugerida por el orden y disposición de las obras en las salas. En el amplio espacio de la pinacoteca del MASP, la expografía suspendida y transparente permite al público una convivencia más cercana con las obras ya que es él quien escoge su recorrido.

Gracias al destino, porque si algo es la obra de Lina Bo Bardi es un canto a la libertad.

 

 

El museo se construyó en en el sitio previamente ocupado por el mirador Trianon , tradicional punto de encuentro de la élite de Sao Paulo, Para preservar la vista  de la ciudad, Lina para quien el uso social de algo como las vistas, unas vistas que de hecho ya pertenecían a la ciudad, era un derecho inalienable para la aristocracia del pueblo, sólo había dos alternativas;  era necesario o construir un edificio subterráneo o uno suspendido. La arquitecta optaría por ambas opciones, contruyendo un bloque subterráneo de varios pisos para las múltiples servicios de un museo que quería ser un antimuseo,  y otro bloque elevado, el más visible, con dos inmensas salas abiertas al paisaje, suspendidas a ocho metros del suelo.

 

 

 

Este cuerpo principal descansa sobre  sólidos cuatro pilares laterales, lo que deja un vano bajo cubierta de 74 metros de largo que en el momento de realizarse era considerado el más grande del mundo. Una proeza de ingenería arquitectónica que le dio notoriedad internacional desde el comienzo. Lina pensó en todos los detalles a través de multitud de dibujos, algunos de los cuales pueden verse en la exposición de la Fundación Juan March.   

 

 

Estudio preliminar. Esculturas practicables para el mirador del Museu Arte Trianon [Estudio preliminar. 1968. Colección Museu de Arte de São Paulo Assis Chateaubriand. Donación del artista, 1952.

 

Lina tenía una concepción muy social y democrática de la arquitectura, como os conté en la entrada que he dedicado a su arquitectura.. Esta debía ser abierta y participativa de la vida de la ciudad. En el dibujo de arriba podemos ver las esculturas que diseñó para la plaza del mirador, un auténtico parque de atracciones vanguardista para las crianças en la azotea del edificio subterráneo y con acceso a las vistas. 

 

 

Además ese no atrio del Museo con su enorme vano debía permitir realizar acciones interdisciplinarias que estuviesen completamente abiertas a la ciudadanía, como veis en su dibujo de arriba. Lina incluso planeó colocar plantas epifitas a lo largo de toda la superficie del museo para que también la naturaleza tomase parte del mismo.  

Vano del MASP durante un concierto

Efectivamente el vano del museo ha servido desde su incio para muchos usos, como este Circo Piolín al que se convocó para ocupar el espacio  durante la magna exposición de 1972 en conmemoración del cincuentenario de la Semana de Arte Moderna, celebrada en São Paulo en 1922, que se consideraba la fecha de fundación del modernismo en Brasil. Y que mejor, para la mentalidad de los Bardi que mezclar el arte con lo popular y lo local que también era indudablemente artístico: el circo.

Agostinho-Batista de Freitas. Circo Piolín en el Vano del MASP

En la escena de Agostinho Batista de Freitas, enmarcada por la arquitectura del vano del museo, como cuentan el la web de la Fundación:

Sólo un personaje es reconocible: Abelardo Pinto «Piolin«, el payaso de piernas finas y ojos tristes, con sus característicos zapatones blancos y negros, su reconocible bastón y su peluca de cabello castaño. Con su humor espontáneo y su naturalidad Piolin obtuvo la admiración de toda la ciudad y el reconocimiento de los intelectuales y creadores modernistas, que vieron en él al verdadero representante de un espectáculo genuinamente brasileño, resultado híbrido entre la cultura erudita y la popular.

 

 

Algunos intelectuales rindieron al payaso un homenaje al más puro «estilo antropofágico» el 27 de marzo de 1929, día en el que cumplía 32 años, con un banquete en uno de los restaurantes más acreditados de la ciudad. El llamado «festín antropofágico» incluyó simbólicamente como plato principal al propio payaso, que fue «almorzado», lo que contribuyó a su amplia divulgación mediática y a su verdadera consagración como personaje público.  

 

 

El espacio del Museo debía ser social o no sería.  Cuenta Lina en una entrevista:  

Cuando el músico y poeta estadounidense John Cage llegó a Sao Paulo, pasando por la Avenida Paulista tuvo que parar el coche en frente del MASP , se bajó, y caminando de un lado a otro por el mirador, con los brazos en alto, gritó: » Es la arquitectura de la libertad! «. Acostumbrados a que solo lo alabaran por tener el vano cubierto de «mayor envergadura del mundo» pensé que el juicio del gran artista podría ser capaz de comunicar lo que quería decir cuando se diseñó el MASP . El museo era una «nada», una búsqueda de la libertad, la eliminación de obstáculos, la capacidad de ser libre ante las cosas «

 

Carrusel de Maria Helena Chartuni en el mirador del vano libre del MASP

 

«La belleza en sí no existe. Hay un período histórico, después cambia el gusto. Yo busqué, en el Museo de Arte de São Paulo, reanudar ciertas posiciones. No busqué la belleza, busqué la libertad. A los intelectuales no les gustó, a la gente sí le gustó: ‘¿Sabes quién lo hizo?, decían, ¡Fue una mujer!

 

Vista exterior del MASP , Agostinho Batista de Freita

 

A mão do povo brasileiro

Assis Chateaubriand, el gran mecenas del museo y el responsable de reclutar a los Bardi,  -no olvidemos que Pietro Maria Bardi, el marido de Lina, fue su director por 50 años-, no llegaría a ver la inauguración de la nueva sede del MASP. Lina Bo organizó junto con su marido Pietro Bardi,el director de teatro Martim Gonçalves y el cineasta Glauber Rocha la exposición inaugural titulada A mão do povo brasileiro , dedicado a la cultura popular del país.

Toda una declaración de intenciones: el pueblo, la aristocracia del pueblo entraba en el Museo.   La exposición era un desdoblamiento de otras muestras organizadas por Lina en São Paulo (1959), Salvador ( (1965) y hasta en Roma (1965), donde fue clausurada por orden del gobierno militar brasileño, provocando un artículo del arquitecto Bruno Zevi titulado «L’arte dei poveri fa paura ai generali» (El arte de los pobres asusta a los generales). Y no sé equivocaban. La exposición era un acto político, en su mejor sentido.

 

La muestra presentaba un panorama de la cultura material de Brasil, reuniendo cerca de mil objetos manufacturados, fechados desde finales del siglo XIX hasta la época contemporánea. Entre las piezas expuestas, había carrancas, ex-votos, tejidos, ropa, muebles, herramientas del campo o de albañileria, utensilios domésticos, jaulas de pájaros, maquinarias, instrumentos musicales, adornos, juguetes, o imaginería religiosa… Una buena traducción material de aquella máxima de Terencio, Nada humano me es ajeno.

 

A mão do povo brasileiro”, de 1969

 

Lina realiza un gesto radical de descolonización. Descolonizar el museo significaba repensarlo desde una perspectiva de abajo hacia arriba, presentando el arte como un trabajo; tanto una pintura de Candido Portinari como una azadón se consideran  obras  - una noción que trasciende las distinciones entre arte, artefactos y artesanías. Lina pretendió estimular la reflexión y el debate sobre el estatuto y contexto de este tipo de obras en los museos y en la historia del arte, y desterrar las nociones colonialistas de «arte popular» y «cultura popular». Para Lina, admiradora de Antonio Gramsci, el arte debía ser social, nunca elitista.

 

Objetos expuestos en «A mao do povo brasileiro»

 

Entre las muchas obras que había se incluía las pinturas de Agostinho Batista de Freitas (1927-1997) ,  del que ya os he puesto algunas más arriba, un artista autodidacta y callejero que tuvo la fortuna de que Pietro Maria Bardi se cruzara en su camino  y le introdujera  con cierto paternalismo como una de las primeras «estrellas» del nuevo arte en el programa expositivo del MASP.

 

 

A los Bardi les fascinaban lo que Lina llamaba un artista primitivo,  como la propia Lina denominó a Agostinho Batista de Freitas y a João Alves, de quienes organizó una muestra en el Museu de Arte Moderna de Bahía (MAM-BA) en 1961. Agostinho era un cronista callejero de la gran urbe verticalizada que ya era una pujante metrópolis en proceso de modernización cuando, a principios de los años cincuenta, Pietro Maria Bardi le encargó un cuadro con una vista urbana desde el que entonces era el edificio más alto de São Paulo.

 

Agostinho

 

O También se exponían esculturas, como las del fascinante artista del barro conocido como Mestre Vitalino (1909-1963) creador de una auténtica tipología.

 

Mestre Vitalino. Caruaru, Pernambuco, 1947. Foto: PIERRE VERGER

 

Vitalino Pereira dos Santos , conocido como Mestre Vitalino era un artesano que interpretó en sus bonecos de arcilla  la cultura y el folclore del pueblo del noreste de Brasil , especialmente del interior de Pernambuco y de la vida de la gente del campo.  

 

Museu Vitalino, homenagem ao mestre Vitalino, em sua antiga casa. Mestre Vitalino eh o mais famoso artesao da cidade. Seu filho Severino Vitalino hoje faz replicas do artesanato criado pelo pai. O Alto do Moura eh considerado pela Unseco o maior polo de arte figurativa nas Americas por la  UNESCO.

 

O las carrancas o mascarones de proa que se les ponía a las barcas que cruzaban el Río São Francisco. El Mestre Guarany. el gran maestro de las carrancas,  aprendió de su padre el ofici. Con la muerte del padre pasó a trabajar con ese imaginario, produciendo santos, altares y oratorios.  En la exposición de la Juan March hay algunas carrancas suyas.

 

Carrancas en la exposición de la March

 

o como en el ejemplar trabajo del escultor baiano Agnaldo dos Santos (1926-1962), que esculpía en madera figuras divinizadas de los cultos cristianos y africanos.  

Agnaldo Manoel dos Santos

 

o los interesantísimos instrumentos musiocales ideados por Walter Smetak, sin duda un artista estupendo al que merece la pena investigar.  

Walter smetak 2

La disposición de estos objetos y tipologías, colocados unos al  lado de los otros, buscaba resaltar el sincretismo de la cultura brasileña y remitía a las ferias populares del noreste ocupando tanto las paredes como l el suelo sobre cajas rústicas y tablas de madera, Bo Bardi defendía así la desacralización de los objetos de arte. Es decir, ella entendía que objetos de arte y objetos utilitarios eran igualmente frutos del trabajo del hombre, ambos dignos de atención y valor.

 

Image de la exposición
a_mao_do_povo_brasileiro_5

Esa filosofía se ha querido respetar en la exposición de la Fundación March, como se verá en las imágenes  

 

 

 

Desde el cambio de dirección en el Museo, esta institución ha querido recuperar ese espíritu abierto de Lina. Hoy la web del museo proclama:

El MASP, Museo diverso, inclusivo y plural, tiene la misión de establecer, de manera crítica y creativa, diálogos entre pasado y presente, entre culturas y territorios, a partir de las artes visuales. Para ello, debe ampliar, preservar, investigar y difundir su acervo, así como promover el encuentro entre públicos y arte a través de experiencias transformadoras.

La prueba son sus últimas exposiciones colectivas e individuales que se articulan alrededor de ejes temáticos: las historias de la sexualidad (2017), las historias afroatlánticas (2018), y las historias feministas / historias de las mujeres (2019).

 

Y hasta aquí llegó con mis entradas sobre esa amazona de la libertad que fue Lina Bo Bardi. Mañana es el último día  en la Fundación March.

 
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Lina Bo Bardi, Brasil anida de nuevo en la Fundación Juan March 1 http://rarasartes.com/lina-bo-bardi-brasil-anida-de-nuevo-en-la-fundacion-juan-march-1/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=lina-bo-bardi-brasil-anida-de-nuevo-en-la-fundacion-juan-march-1 http://rarasartes.com/lina-bo-bardi-brasil-anida-de-nuevo-en-la-fundacion-juan-march-1/#respond Wed, 26 Dec 2018 13:10:16 +0000 http://rarasartes.com/?p=5342 Lina Bo Bardi, Brasil anida de nuevo en la Fundación Juan March

 

Si volviera a nacer solo coleccionaría amores, fantasías, emociones y alegrías”.

Lina Bo Bardi

Entrada de la exposicion

 

A veces, cuando escribo este blog, en la soledad del ordenador, creo que en el fondo no hago otra cosa que escribirle cartas a mi memoria. Intento seducirla, ponérselo fácil, darle una lista de las cosas que me gustaría que se olvidara de olvidar.

Lina Bo Bardi,  Lina Bo Bardi, Lina Bo Bardi, guárdame ese nombre en un rincón. Bo Bardi. Conocer más a esta mujer vivaz me está proporcionando algo escaso en estos tiempos,  alegría, casi un regocijo infantil, una vitalidad tropical que me hace volver volando con un pensamiento mariposa a mi querido ahijado Kilian viviendo la aventura venturosa de la Amazonía bajo un mangueiro, construyendo amor en un buraco da floresta por donde juguetean monos pequeños como ardillas entre enloquecidos cantos de cigarras. Va por ti, Mellaman, por ese Brasil que permanece bajo la tierra feraz y la ferocidad de estos tiempos. Qué viva Lina. Qué viva Brasil pese a tudo, con sus eternas oportunidades.  Que viva el sabor de un mango maduro, el crepiteo  de la lluvia en las tejas y las goteras manantiales. Que viva Maria, Lenita,  a serra tico tico, as borracherias y ese violao que a buen seguro adormece y domestica a las mismísimas serpientes coral. Y esa Milena, esa Milena, esa Milena, linda hasta las puntas de los dedos, cálida hermosura color miel, que tanto gozo me da imaginar durmiendo acurrucada a tu lado. Beleza para esos dos bellos Adán y Eva. Foi um prazer compartilhar com vocês dois este primeiro passinho da bossa nova linda que, puedo dar fe,  ya habéis empezado a bailar.

 

 

 

En fin, volvamos al arte. Volvamos a Lina. La exposición Lina Bo Bardi: tupí or not tupí, que organiza la Fundación Juan March hasta el 13 enero de 2019 en  Madrid es una fantástica ocasión para enamorarse una vez más de ese Brasil a veces desquiciante, pero tan feraz (y feroz) siempre. Es la primera exposición que se celebra en España sobre la inspiradora figura de esta (tan desconocida aquí como legendaria allá) mujer orquesta, figura fundamental de la cultura bahiana y brasileña en general, a la que llegue a conocer, como muchos, a través de su desconcertante y emblemático Museo de Arte de Sao Paulo (MASP).

La exposición no es tanto sobre su obra arquitectónica, que también, como sobre la historia del venturoso encuentro con Brasil de esta extraordinaria mujer italiana y su no menos extraordinario marido, Pietro Maria Bardi. Y de cómo a partir de su exilio, uno de los tantísimos producidos por el auge de los fascismos europeos y la Segunda Guerra Mundial ,  pueden desentrañarse casi cuatro décadas de la historia del arte de un Brasil que entonces buscaba su propia voz y su propio lenguaje, moviéndose entre las más radicales vanguardias y la potente y casi surrealista tradición artesana local.

A veces, sobre todo en estos tiempos de continuas crisis de refugiados, tendemos a olvidarnos que casi todo, -si no todo-, lo que nos hace mejores viene de un lugar distinto . Ya lo dice la UNESCO, la migración es un extraordinario dinamizador de las diferencias.

 

Lasar Segall Inmigrantes

 

Los comisarios de la muestra –Mara Sánchez Llorens, Manuel Fontán del Junco y María Toledo– la han pensado como una continuación de la que, en 2009,  dedicaron a la pintora  Tarsila do Amaral, una de las figuras capitales de la vanguardia brasileña. Sólo les faltaría dedicarle una exposición, y es toda una sugerencia,  a la tempranísima vanguardista Anita Malfatti, otra brasileña de rompe y rasga.

 

Anita Malfatti, A Boba, 1915-16

 

La exposición además es interesante por su enfoque. Como dice la comisaria Maria Toledo :

 

Las exposiciones que se han realizado anteriormente sobre Lina Bo Bardi han estado enfocadas  en su arquitectura. Esta exposición tiene la novedad de presentar un enfoque diferente y mostrar todas las facetas y las disciplinas a las que Lina se dedicó. Es el mundo plural, amplio, abierto al diseño, a la escenografía, al  teatro, A tantas cosas que no tenían que ver con la arquitectura. Su manera de entender la arquitectura era una manera mucho más porosa, global, abierta, expandida.»

 

La idea era -y es- hacer dialogar su obra con la obra de otros artistas tanto figuras  internacionales como humildes artistas populares, anónimos o indígenas.

 

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Porque sí algo fue Lina fue una activadora cultural muy potente, según cuenta la comisaria.

La importancia que tiene en la aparición de la cultura bahiana, toda esa fuerza que incorporaran los Tropicalistas, todos estos grupos donde estaban Caetano Veloso, Gilberto Gil, Gal Costa, Tom Zé, etcétera contaban cómo les había emocionado conocer a Lina en Bahía

 

Encuentro de João Gilberto con Caetano Veloso y Gal Costa en 1970

 

El propio Caetano Veloso cuenta en el vídeo de la exposición:

Conocí a Lina porque era una presencia muy fuerte en Bahía. Cuando yo tenía 18 años, para mí Lina era como una entidad. Yo era su fan. Era así.

Aparte de lo que hizo en Bahía, hubo cambios que tuvieron peso nacional y después internacional. Esto tiene un efecto social, la habilitación de toda una generación que tuvo consecuencias importantes en la transformación de la sociedad. Después, cuando llegó la dictadura militar, todo se fue pero no se fue. Fue como una semilla que estaba allí y después las cosas crecen. Ella fue, –dice focalizando la mirada-, una persona civilizadora. 

Y sonríe. Como el que ha encontrado la palabra perfecta, la ocurrencia justa.

 

 

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Ay Lina Bo Bardi, qué gusto conocerla más profundamente. Creo que hablar de ella me dará para más de una entrada de este blog. Ella y Brasil (y mi pareja de Adán y Eva) se lo merecen.

 

 

La extraordinaria muestra de la Fundación Juan March de Madrid, sorprendente como casi todas las que organiza esta sede, es la primera que se le dedica en España a Lina Bo y además, ha venido acompañada con un auténtico festín de conciertos musicales,  ciclos de conferencias, coloquios y talleres educativos dirigidos a escuelas en torno a la Gran vaca mecánica, un artefacto diseñado por Lina, para inspirar la participación mediante el juego que ha sido reconstruido para la exposición y que ha recorrido las calles  de Madrid.

 

La Gran Vaca Mecánica se ha realizado con la colaboración de la Bienal “Miradas de Mujeres”

 

Y es que Lina Bo Bardi, no sólo fue una notable arquitecta de orientación ecologista, en un tiempo donde el ecologismo era poco menos que un antojo, sino sobre todo una activista cultural avant la lettre: directora de numerosas revistas, talentosa diseñadora  de muebles y exquisitas sillas,

 

Lina Bo Bardi sentada en su silla al borde de la carretera (Cadeira à beira da estrada)

 

de caprichosas joyas e incluso de jardines, ilustradora, pintora y una gran coleccionista de arte y artesanía, especialmente de casi todo lo relacionado con la parte más exuberante de la creatividad como son el juego, el carnaval, el circo o el teatro.

 

 

Hoy os quiero contar de dónde surgió esta italobrasileña que revolucionará a los tropicalistas bahianos, aunque contarlo dignamente, como os he dicho, me llevará varias entradas.

Achillina Lina Bo Bardi (Roma, 1914-São Paulo, 1992) descendía por vía materna de una familia de historial turbulento, y su padre, Enrico Bo, era constructor inmobiliario que tenía alma de pintor, un amateur del arte y el ladrillo. Como sería su hija.

La exposición de la Juan March se abre y se cierra con dos de sus cuadros, que recuerdan al arte popular tan típicamente  latinoamericano y tan extrañamente cercano a la filosofía estética posterior de su hija.

 

Enrico Bo. Domingo. La huida del circo 1952

 

Achillina Giuseppina -su rimbombante nombre de pila-, pertenecía pues a una familia romana acomodada  que le permitió formarse en un ambiente intelectual propicio  y realizar  unos estudios superiores de Arquitectura en la Universidad de Roma,  que, para la época, no estaban, ni mucho menos, al alcance de cualquier mujer. No obstante, y a pesar de su posición económica, Enrico Bo siempre quiso despertar en su hija Lina la conciencia de clase y la posibilidad de saber que la realidad puede cambiarse. “Lo importante era construir una realidad distinta”, decía Bo Bardi recordando a su padre.

Resultado de imagen de Gioventú Universitaria Fascista

 

A finales de 1939, Lina -vestida, por disposición gubernamental, con un uniforme de la Gioventú Universitaria Fascista que tuvo que pedir prestado para la ocasión- se gradúa en Arquitectura presentando un proyecto final “Núcleo asistencial de maternidad e infancia” que constaba de tres volúmenes prismáticos con cuatro alturas separados con zonas verdes que el cónclave de profesores calificó de escandaloso porque salía de lo usual.

 

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Lina, que siempre fue una de esas amazonas libres de ese gran siglo XX tuvo que coexistir en su primera época con el fascismo dominante mientras mantenía al mismo tiempo una militancia comunista clandestina. Más tarde, incluso participaría activamente en la Resistencia. Precisamente en un intento de alejarse de la maquinaria fascista más centrada en la ciudad de Roma, Lina se escapó  a Milán.

Hui de las antiguas ruinas recuperadas por los fascistas. Era una ciudad parada, todo estaba parado, excepto Milán”.

 

Domus de Enero de 1943

 

Allí trabajó para los mejores arquitectos del momento. Trabajó para Carlo Pagani, colaboró con  Gio Ponti en la revista Domus, -una de las publicaciones más prestigiosas de la época, de la que llegaría a ser editora- y se relacionó con el influyente Bruno Zevi con quien fundó la revista semanal de Cultura della vita. 

Así pues Lina se ganó, todavía jovencísima, una cierta y merecida notoriedad  y llegó a establecer su propio estudio de arquitectura, con pocos encargos sin embargo debido a la guerra.

La Guerra fue dura.

Ese estudio de la Vía Gesú que compartía con Pagani en Milán fue destruido en un bombardeo.

Perdí muchas cosas, incluso mi título. Mi madre tuvo que escribir una carta al ministro para que me dieran un segundo documento, pero perdí todos mis trabajos, objetos y dibujos.

 

Milán. La Galleria Vittorio Emanuele II tras los bombardeos de agosto de 1943.

 

Poco después del armisticio, volvió a casa y comenzó a trabajar en el Estudio de Arte Palma en Roma donde conoció a Pietro Maria Bardi, un compañero de trabajo que se convertiría en su compañero de vida. En seguida él se divorció de su primera mujer y se casó con Lina antes de acabar el año .

 

Pietro Maria Bardi y Lina Bo Bardi, Italia, 1947

 

Pietro era periodista, crítico, comisario y coleccionista de arte que aunque en un primer momento había puesto su talento al servicio de Mussolini después  había caido en desgracia por su oposición a la ortodoxia arquitectónica fascista.

Espíritus inquietos en seguida se lanzaron a la aventura que, en su caso, llegó de Brasil, o del Brasil, como se decía entonces, un país gigantesco con grandes perspectivas de prosperidad y que era además el activo escenario de una arquitectura arriesgada y prometedora, situación por completo opuesta a la europea completamente enfrascada en la reconstrucción de la posguerra.

 

Pietro Maria Bardi Y Lina Bo Bardi llegando a Brasil

 

 

Ante el complejo panorama político en Italia tras el final de la II Guerra Mundial, el matrimonio decidió probar la vía de muchos de los italianos de la época: la emigración a  Latinoamérica. Más le valdría a esta Italia de nuestros días recordar cuánto ha sido puerto de salida de miles de emigrantes.  Fue así como recalaron en Rio de Janeiro.

A su llegada en 1946, los Bardi fueron recibidos por lo más granado de la vanguardia artística e intelectual brasileña: Lucio Costa, Burle Marx, Oscar Niemeyer, Claudio Portinari o Vinicius de Moraes entre otros.  Aquel era un viaje que en principio sólo pretendía ser una primera prospección, pero los Bardi mantendrían un venturoso encuentro, fundamental para toda la cultura brasileña posterior, con el político y gran magnate de la prensa Assis Chateaubriand.

 

Pietro Maria Bardi y Francisco Assis Chateaubriand en la inauguración del MASP en 1947 (Acervo Abril)

 

Él les contó su idea visionaria de crear  un gran museo de arte en Sao Paulo, que entonces era conocida como la «Nueva York sudamericana», un museo que anhelaba que pudiera rivalizar con las grandes pinacotecas europeas y norteamericanas.

La responsabilidad de Chateaubriand sería  recaudar los cuantiosos fondos necesarios entre los ricos hacendados locales del café y los grandes industriales . Pietro se encargaría, por su parte,  de conseguir las obras , gracias a su forjado criterio y a la, en aquel momento, acuciante necesidad de dinero en efectivo de algunas grandes familias europeas tras la guerra. El aumento exponencial de la oferta  bajó además los precios de las obras de arte a niveles desconocidos hasta entonces e hizo posible la adquisición de varias obras maestras de autores tan importantes como Botticelli, Rafael, El Greco o Poussin. Y, last but not least, Lina por supuesto asumiría la tarea de diseñar el contenedor, el edificio del Museo.

 

Pietro Bardi y Lina, un año antes de la muerte de Lina en su icónica cas. Photo by Marcelo Ferraz, 1991

El proyecto supuso el pretexto decisivo para que los Bardi se instalaran en Brasil ya para el resto de su vida. La única condición que le puso Bardi al proyecto, y en esto está la clave de su mayor aportación,  es que no debería haber ninguna distinción entre las artes, llamando a la institución simplemente con un genérico  «Museo de Arte de Sao Paulo».

Aunque en principio planearon quedarse al frente del proyecto por apenas un año, Pietro se dedicaría a él  el resto de su vida, siendo el director de la institución durante casi medio siglo, hasta finales dela década de los 90.

 

Pietro Maria Bardi, diretor-fundador do MASP

 

El primer museo fue inaugurado, casi inmediatamente,  el 2 de octubre de 1947 en un primer local de 1000 metros cuadrados, que había sido la sede de los Diarios Asociados propiedad de Assis Chateaubriand en la Rua Sete de Abril, el centro de Sao Paulo.

Además de la galería de arte , tenía una sala de exposición didáctica sobre la historia del arte, dos salas de exposiciones temporales y un auditorio con 100 asientos. Por lo tanto, el MASP inauguró, casi a nivel mundial, el concepto de espacio del museo multidisciplinario, convirtiéndose en una de las primeras instituciones en el mundo en trabajar con el perfil de centro cultural, casi dos décadas antes de la inauguración del Centro Pompidou.

 

 

manifesto antropofago facsimil

 

Los  Bardi se trajeron su colección de obras de arte y artesanía italiana y su biblioteca que compartieron en una serie de pequeñas exposiciones.  No fue extraño que, en Brasil, a Lina se le despertara una profunda admiración por la cultura popular iniciando entonces su enorme colección de arte popular brasileño. En realidad toda su producción y en todas sus facetas siempre tuvo una dimensión de diálogo profundo entre lo Moderno y lo Popular.

El subtítulo de la exposición forma parte del eslogan («¿Tupí or not Tupí? That is the question«) del Manifiesto antropófago de Oswald de Andrade (1928), todo un ejemplo de apropiación caníbal de la famosa cita del Hamlet de Shakespeare. Y es que la llamada «antropofagia» brasileña de los años veinte, que puede ser considerada la revolución estética-ideológica más original de las vanguardias latinoamericanas, pretendía, en efecto, la deglución, la absorción, la asimilación y, sobre todo,  el replanteamiento de la cultura europea.

 

Theodor de Bry_-_Canibales Brasileños

 

La antropofagia era, aparentemente, entre los indios Tupí una ceremonia guerrera donde solo se sacrificaba al enemigo valiente apresado en combate. Los índios de la tribu Tupinambá comían  sólo la carne de los guerreros adversarios que habían demostrado probado valor y coraje con el objetivo de absorber su esencia. Ser comido era por lo tanto considerado como una de las formas más honorables de morir, porque significaba que el guerrero era considerado valiente y tenía un espíritu fuerte.

En este sentido, Oswald de Andrade hablaba de Antropofagia. Se trataba de comerse al padre europeo colonial para absorber su valor y poder así producir un espíritu brasileño más fuerte, una verdadera brasileñidad.

 

Tarsila Do Amaral. Abaporu.1928

 

El término Antropofagia procedía del título de un cuadro de Tarsila do AmaralAbaporu, que significa antropófago en lengua Tupí. Un cuadro por cierto que hoy se encuentra en Buenos Aires. Con ello, los artistas del Brasil buscaban hacer una digestión cultural de la cultura europea que resultara en una identidad nacional y en un lenguaje que fuera a la vez moderno para interesar a los circuitos internacionales del arte  y, al mismo tiempo y sobre todo,  genuinamente brasileño.

La cultura occidental se presentaba como la necesaria víctima de este  parricidio. El estado primario de Brasil, sin embargo, ya poseía todo lo positivo:

“Ya teníamos el comunismo. Ya teníamos la lengua surrealista.” (Andrade).

 

Mestre Guarany – Carranca de embarcação. Foto- Marcel Gauthereau

 

Lina Bo Bardi, consciente de que la antropofagia estaba en la base de la vanguardia brasileña, encarnaría una suerte de antropofagia a la inversa. Para ella, también el Viejo Mundo, del que procedía, debía ser transformado por la mirada del Nuevo Mundo, en el que vivía, para dar paso a una nueva sociedad: a una suerte de “aristocracia del pueblo”, en sus propias palabras, de un pueblo nuevo, mezcla del europeo, el indio, el negro y el nativo del nordeste del país; un mundo cargado de sueños para un futuro mejor.

Pero eso os lo contaré en la próxima entrada.

 

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Buscando Raras Artes en el Getty Museum de Los Angeles (y III) http://rarasartes.com/buscando-raras-artes-en-el-getty-museum-de-los-angeles-y-iii/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=buscando-raras-artes-en-el-getty-museum-de-los-angeles-y-iii http://rarasartes.com/buscando-raras-artes-en-el-getty-museum-de-los-angeles-y-iii/#comments Mon, 29 Oct 2018 16:43:48 +0000 http://rarasartes.com/?p=4867 Buscando Raras Artes en el Getty Museum de Los Angeles (y III)

 

Con esta tercera y última entrada acabo la serie sobre mi «pesca»  de rarezas en el Getty Museum de Los Angeles que ya tuvo las dos entradas que podéis ver pinchando aquí y aquí. Seguimos pues:

 

Busto de Hombre Francis Harwood

31.-Busto de un Hombre  Francis Harwood,  Británico, 1758.  Pietra da paragone sobre un pedestal de mármol amarillo de Siena

El escultor Francis Harwood escogió una piedra negra, conocida como pietra da parangone, en realidad basanita volcánica, para reproducir el tono de piel efigiado. Harwood  escogió también un formato antiguo inusual para el busto,  rematándolo con un arco bajo los pectorales. Harwood conocía bien este tipo de bustos pues los había copiado durante su estancia en Florencia y que evocaban directamente los bustos romanos de hombres notables. Sólo por eso ya merecería estar aquí pero es que además es una de las primeras representaciones reales de un hombre de color en la escultura moderna europea. Aunque se desconoce la identidad, la precisión de los rasgos parece indicar que se trate de un retrato de alguien real, lo que también le diferencia de otros bustos de negros con ropas exóticas que estuvieron muy de moda como simples objetos decorativos desde el siglo XVII y a lo largo del XIX. Desde su residencia florentina, Harwood se convirtió en uno de los principales proveedores de escultura para los aristócratas ingleses que visitaban la ciudad durante el Grand Tour.

 

 

26.- Jarrón; Jean-Désiré Ringel d’Illzach (1847 – 1916);  Bronce y cobre; 273 × 103 cm, 493.06 kg

Este monumental jarrón de bronce de cerca de 3 metros de altura y casi 500 kilos de peso, se exhibió por primera vez en la Exposición Universal de París de 1889 para celebrar cien años de la Revolución Francesa.  Sus caras además están llenas de motivos como telas de araña, ramas de enebro, plumas de pavo real, encajes, cintas, además de los caracoles de la base. Estos temas de inspiración simbolista, además del tamaño colosal lo hacen una obra muy típica de esa época de triunfalismo que fue la Tercera República Francesa, justo del mismo año que la inauguración de la Torre Eiffel. Sin embargo su forma general y sus asas estriadas y retorcidas se basan directamente en un antiguo krater de volutas romano de Pompeya que el escultor dibujó durante una visita al museo arqueológico de Nápoles en 1877.

D’Illzach experimentó con diversas formas y materiales, desde la escultura hasta la joyería. Es mejor conocido por su trabajo en cerámica, vidrio, mármol y cera, en el que produjo objetos tanto en miniatura como en escala monumental. Era especialmente experto en retratos en cera policromada, incluidos medallones de retratos de reconocidas personalidades de la época, como Sarah Bernhardt y Emile Zola.

 

Double Portrait of the Artist’s Daughters; Adolf von Hildebrand (German, 1847 – 1921); Germany, Europe; 1889; Polychrome terracotta; 50 cm

27.-Doble Retrato de las Hijas del Artista ; Adolf von Hildebrand (1847 – 1921);  1889; Terracotta pintada; 50 cm

Adolf von Hildebrand viajó por primera vez a Italia en 1867 y allí conoció a filósofos y teóricos del arte alemanes cuyas teorías estéticas lo inspiraron enormemente. El Renacimiento florentino fue su gran inspiración y este tipo de bustos en terracotta policromada, aunque no dobles, eran típicos del Quattrocento tardío de Florencia. No fue hasta una exposición en Berlín en 1884 , 17 años más tarde, cuando  su trabajo llamó la atención de un público más amplio . Siete años después, Hildebrand recibió su primer gran encargo, para una fuente en Munich, cuya finalización le brindó reconocimiento general y numerosos encargos. Desde entonces hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, dividió su tiempo entre Florencia y Munich.  El ensayo de Hildebrand de 1893, Das Problem der Form (El problema de la forma), afirmó que la verdad se revela en la forma, idea que tuvo un inmenso impacto en la estética formalista del Modernismo del siglo XX.

En esta deliciosa escultura capta un momento de afecto entre las dos hermanas: Silvia, la mayor protegiendo a la pequeña Berthel que le agradece con la mirada. Siguiendo el patrón de esos bustos típicos del Quattrocento corta los torsos en una línea horizontal que se apoya en un plinto donde Silvia, la mayor, descansa el brazo.

Adolescente I. George Minne

 

28.- Adolescente I. George Minne. Belga. Mármol. 1891

En su obra de fines del siglo XIX, George Minne captó una sensación de inquietud espiritual sorprendentemente contemporánea. Las proporciones atenuadas, la carne suavemente modelada y la postura inestable de sus figuras las vuelven extraordinariamente modernas. Escritores simbolistas como Maurice Maeterlinck reconocieron el poder de sus figuras frágiles y lastimeras y lo invitaron a ilustrar sus obras literarias. Admiraba a Rodin que  lo había despedido con palabras de aliento aconsejándole que permaneciese fiel a sus convicciones. Hippie avant la lettre trató de vivir «a lo Tolstoi» dirigiendo el trabajo de escultura y el de agricultor. También participó en el primer Salón de los Rosacruz organizado en París de Joséphine Peladan sobre el que en su día ya os hice una entrada que podéis ver pinchando aquí.

 

 

Formando una Y invertida con su cuerpo delgado y desnudo, un joven se encuentra en una postura austera que transmite las emociones conflictivas de la adolescencia. El cuerpo y los genitales expuestos sugieren desafío, pero sin embargo oculta su cabeza debajo de sus brazos cerrados, lo que indica al mismo tiempo vergüenza y angustia. Las emociones expresadas a través del modelado y la composición de la figura (desesperación, ansiedad y sexualidad adolescente) son características del arte simbolista.

 

Python Killing a Gnu; Antoine-Louis Barye (French, 1796 – 1875); France; 1834–1835; Plaster retouched with red wax; 27.9 × 39.1 cm

29.-Serpiente Pitón matando un Ñu; Antoine-Louis Barye (Francés, 1796 – 1875); 1834–1835; Escayola retocada con cera roja; 27.9 × 39.1 cm

Antoine-Louis Barye, que sirvió en los ejércitos de Napoleón de joven, se convirtió en un popular escultor de animales que, como  Théodore Géricault y Eugène Delacroix, estudiaba en el parque zoológico de París. Se dio a conocer al público en 1831 al exponer en el Salón el Tigre devorando un caimán , una obra atormentada y expresiva, que de inmediato lo clasifica como el primer escultor romántico , alter ego de Eugène Delacroix en la pintura.

Barye abriría una fundición propia desde la que difunde su producción, utilizando las técnicas más modernas de su época. Sus ideas republicanas no le impidieron asociarse con Ferdinand-Philippe d’Orleans , para quien ejecutó unas escultura de mesa, surtout de table,  que son obras maestras de las artes decorativas llegando a convertirse en uno de los escultores favoritos de Napoleón III, bajo cuyo reinado  producirá obras monumentales para la decoración de la nueva ala del Palacio del Louvre.

 

Antoine-Louis Barye – Surtout de table realizada para el duque de Orleans – La caza del toro salvaje

En esta pieza una pitón grande envuelve con la fuerza de su cuerpo sinuoso a un ñu, tirando al suelo al animal mucho más grande  y mordiéndolo en la garganta. Esta  lucha entre la vida y la muerte convirtió a Barye en uno de los escultores de animales más populares del siglo XIX. Realizado en yeso retocado con cera roja, la escultura es un modelo para uno de los nueve grupos de bronce de animales luchando encargados por Ferdinand-Philippe, duc d’Orléans  como parte de una decoración de mesa grande y elaborada para el Palacio de Las Tuillerias que nunca se completó y del que La caza del toro salvaje que os pongo más arriba es otra muestra.

 

 

Tapestry: Les Astronomes, from L’Histoire de l’empereur de la Chine Series. Beauvais Manufactory (French, founded 1664)
Woven under the direction of Philippe Béhagle (French, 1641 – 1705) After cartoons by Guy-Louis Vernansal (French, 1648 – 1729) and Jean-Baptiste Monnoyer (French, 1636 – 1699)  and Jean-Baptiste Belin de Fontenay (French, 1653 – 1715)

 

30.- Tapiz de Los Astrónomos, de la Serie de La Historia del Emperador de la China. Manufactura de Beauvais. Realizado bajo la dirección de Philippe Béhagle (1641 – 1705) a partir de  cartones de Guy-Louis Vernansal, Jean-Baptiste Monnoyer y Jean-Baptiste Belin de Fontenay

 

En el tapiz de la seire de L’Histoire de l’empereur de la Chine,  figuras tanto europeas como chinas se reúnen en una terraza de piedra alrededor de un globo terráqueo. En el centro del grupo, de rojo, el   emperador chino, con la  insignia imperial del dragón alado en la ropa, gesticula con una mano mientras con la otra se apoya sobre la esfera como en gesto de posesión.  El hombre barbado que toma medidas con un compás es el  padre  jesuita alemán Schall von Bell, que alcanzó un alto rango en la corte imperial de los Qing debido a sus conocimientos de astronomía, dirigiendo la Oficina Imperial de Astronomía y manteniendo una relación personal bastante cercana con el emperador.  El tapiz pertenece a la manufactura de Beauvais y fue realizado para Louis-Auguste de Borbón, hijo de Luis XIVMadame de Montespan, duque de Maine por la suma de 20.000 libras en 1736.

 

Four-Panel Screen (paravent)- After designs by Alexandre-François Desportes

 

31.- Biombo de cuatro paneles según diseños de Alexandre-François Desportes realizado por las Manufactura de la Savonnerie

En el siglo XVIII, los biombos plegables de este tamaño, conocidas como paravents , se usaban principalmente en salones o comedores para proteger a los ocupantes de las corrientes de aire. Este biombo tiene cuatro paneles hechos  de dos diseños repetidos. Dos paneles representan a conejos en la parte inferior, frente a un enrejado de melocotoneros, con monos  que recogen la fruta y se la ofrecen a las aves exóticas de la parte superior. Los otros dos paneles contienen tres aves acuáticas en la base y en la parte de arriba, un guacamayo azul y amarillo se agarra a un enrejado de rosas junto a una grulla coronada africana. Los bordes de estas escenas imitan la forma de una boiseries de madera dorada  que probablemente simulan los que habrían cubierto las paredes de las habitaciones donde se utilizaron. Se realizaron en la Manufacture de la Savonnerie, una fábrica de alfombras y tapices reales ubicada en París, aproximadamente en la ubicación actual del Palacio de Tokio .

 

Figure of an Elephant Unknow-Chinese1736–1795

32.-Figura de un Elefante. Porcelana china-1736–1795

Este elefante grande y aparatoso,medía más de 50 cm de alto.  es una pieza relativamente rara que abunda en esa moda de coleccionar cosas exóticas que cundió con fuerza en el siglo XVIII.  El modelador chino transformó a una bestia enorme y poderosa  en un animal fantasioso, más parecido a un dibujo animado, sentado demás en una improbable postura vertical y con flores pintadas en las orejas. Objetos caprichosos y novedosos de este tipo, importados de Asia en el siglo XVIII, atraían a los coleccionistas europeos, que probablemente nunca habrían visto un elefante real.

 

 

Modelo para la tumba de Madame Langhans

33.- Réplica de la Tumba de Madame Langhans; originalmente diseñada por Johannes August Nahl, el Joven, 1752 – 1825. Porcelana de Niderviller

Johann August Nahl es el autor de la tumba hecha en honor a Maria Magdalena Langhans, la esposa de un clérigo que murió dando a luz, en la iglesia Hindelbank en el cantón de Berna. Este tumba fue muy  admirada a fines  del siglo XVIII., hasta el punto de que se vendieron innumerables grabados y fotografías de la tumba como recuerdo. Los grabados fueron hechos por  Christian von Mechel y las réplicas en bizcocho de porcelana por la fábrica de porcelanas de Niderviller, aunque tanto aquellos como estas obviaron las inscripciones de la lápida. A pesar de su fama durante el periodo romántico hoy es bastante desconocida y cuesta trabajo encontrar información sobre ella.

 

 

Johann August Nahl en 1751 se había quedado en la localidad suiza de Hindelbank para crear una tumba para Hieronymus von Erlach, alcalde de la ciudad de Berna,  fallecido tres años antes, y durante este tiempo vivió con el pastor Georg Langhans y su esposa María Magdalena Wäber . En la Semana Santa de 1751, la esposa del pastor murió a la temprana edad de 28 años en el parto de de su primer hijo,  que murió poco después. Como resultado, el escultor impresionado por la muerte de su anfitriona creó esta tumba para la madre y el niño, en la que intentó representar la resurrección.

Los visitantes a la tumba de la Sra. Langhans incluyeron a Goethe , Arthur Schopenhauer , Karl Graf von Zinzendorf y Albert Anker .La escultura está tallada en una sola piedra y en ella se ve a María Magdalena Langhans y su hijo mirando hacia arriba; El niño, además, extiende sus brazos al cielo. En la cubierta rota de la cripta se pueden ver los símbolos de la muerte y el escudo de armas de la familia Langhans; Además, hay varias inscripciones en la  lápida como esta cita de Albrecht von Haller :

«¡Escucha! La trompeta toca, resuena a través de la tumba;

Vigilia, hija de tristezas, quítate de la puerta

Expresa a tu Salvador, frente a él huye la muerte y el tiempo 

Y todo sufrimiento desaparece en una salvación eterna. » 

 

El Insomnio

34.-L’Insomnie (‘The Sleepless Night’)Louis-Simon Boizot. Porcelana de Sèvres. Principios del Siglo XVIII

Es una pieza de entre 1801 y 1820 realizada en bizcocho de porcelana, parcialmente teñido de azul cobalto pálido en una técnica que se llamó pâte bleue y que fue característica de la fabrica de porcelana de Sèvres.

Representa a una mujer vestida con un drapeado clásico que se levanta de la cama, dejando al descubierto un pequeño amorcillo que dormía bajo las sábanas. Se trataba de representar el insomnio producido por los lances amorosos. La cama esta adornada con flechas y ramas de laurel. Fue obra original de  Louis-Simon Boizot en 1799. El primer ejemplar salió a la venta en 1800 pero se produjo durante todo el periodo de la  RestauraciónBoizot adquiere una notoriedad sólida cuando sucede, en 1774, al escultor Falconet a la cabeza de los talleres de esculturas de la Manufactura real de Sèvres.

 

Jean François Millet – L’Homme à la houe

35.- L’homme à la houe (El hombre con azadón ) de Jean-François Millet (French, 1814 – 1875); 1860–1862; óleo; 81.9 × 100.3 cm

 

A veces a Jean François Millet le tenemos asociado tan solo a un par de cuadros. Las espigadoras El ángelus. Pero Millet  no sólo fue uno de los más destacados pintores del llamado realismo, sino que perteneció a la Escuela de Barbizon e influyó sobre la siguiente generación de pintores impresionistas como Monet y Pissarro o postimpresionistas como Van Gogh. A veces los escándalos asociados con la pintura realista suelen relacionarse con el más ruidoso y mediático Gustave Courbet, pero cuando Millet presentó esta pintura en el Salón de 1863 causó un auténtico revuelo y eso que fue el mismo año que se celebró el celebre Salón de los Rechazados por iniciativa del propio Napoleón III , quien juzgaba que el jurado oficial era demasiado severo.

Esta pintura sí fue aceptada en el Salón Oficial junto a otras obras de Gérome, Cabanel, Baudry, Fromentin, Corot,  Puvis de Chavannes y  Carpeaux entre otros. Tres obras causaron gran escándalo. Por encima de todas, fue el año que el Salón de Les Refusés  expuso el famosísimo cuadro de El baño Desayuno sobre la hierba de Edouard Manet como después se le ha conocido. También el cuadro de Whistler, White Girl, más tarde conocido como Sinfonía en Blancocausó gran desazón. La controversia que rodeó los lienzos aparece descrita en la novela de Émile Zola L’Œuvre (1886).

Pero tampoco Millet se libró del ataque de los ánimos inflamados de los críticos.  El hombre de la pintura resultaba demasiado brutal y amenazador para la cosmopolita burguesía parisina. La Revolución Industrial había abarrotado París con el éxodo de los campesinos franceses más desfavorecidos constituyendo auténticas bolsas de pobreza. A pesar del implacable apoyo de algunos críticos leales a Millet, entre los cuales Castagnary vería una prefiguración de Cristo, otros como Paul Saint Victor ( historiador Inspector General de Artes y Letras) hablaba  de un monstruo sin cráneo, con un ojo vacío y una sonrisa estúpida, y se preguntaba: «¿Viene a trabajar o a asesinar a alguien?«. El cuadro fue visto como un alegato político socialista a pesar de que Millet hiciera declaraciones negando ser ni un agitador ni un socialista. Era sencillamente un pintor realista. Pintaba lo que veía. Sin embargo, el cuadro siguió siendo un emblema para la lucha de clases e inspiró un famoso poema del mismo título del poeta estadounidense Edwin Markham, traducido a 37 idiomas, y que ha sido llamado «el grito de batalla de los próximos mil años» de la lucha por la explotación laboral.

 

Mercy- David Spareth Saul’s Life. Richard Dadd

 

36.- Clemencia: David perdona la vida de Saúl ; Richard Dadd (British, 1817 – 1886); 1854; Oil on canvas; 61 × 50.8 cm

Bueno pues si hablamos de artistas locos egregios, como diría Vallejo Nájera, Richard Dadd es un buen ejemplo. En sus pinturas se aprecian temas oníricos o  surrealistas; además de enigmáticas escenas y sobre todo un obsesivo detalle en lo minúsculo. Cada pequeña planta estaba pintada con un herbario clásico.

La mayor parte de los trabajos que consagraron a Richard Dadd, fueron en la época donde estuvo encarcelado en un hospital psiquiátrico. En 1842, siendo ya un pintor apreciado con tan solo 27 años, Dadd fue contratado por Sir Thomas Phillips para acompañarle en un viaje por Grecia, Turquía, Palestina y Egipto para realizar dibujos del itinerario. Mientras estaban en Egipto, , durante el viaje por el Nilo, Dadd sufrió un trágico cambio de personalidad, un brote que probablemente fue provocado por el consumo de opio y otras drogas que agravaron un trastorno bipolar que ya padecía con anterioridad. Dadd creyó estar bajo el influjo del dios Osiris y ser su sacerdote, y en efecto le erigió un santuario en su camarote, mostrándose sumamente irascible y violento. Su condición hizo pensar inicialmente en una insolación.

A su retorno en la primavera de 1843, le fue diagnosticada una enfermedad mental y su familia lo condujo a la villa de Cobham en Kent para restablecerse. Poco después, tuvo otro brote en el que tomó a su propio padre por el Diablo disfrazado y lo asesinó con un cuchillo. Aunque huyó a Francia fue detenido por otro intento de homicidio e ingresado en el recién creado Hospital Broadmoor donde pasaría los siguientes 20 años y pintaría lo mejor de su obra.

Es curioso, o precisamente lo contrario, que, dadas sus tendencias homicidas, representase por el contrario un pasaje biílico en el que se evita precisamente el asesinato del rey Saul por Abisai gracias a la intervención de David. Su cuadro más conocido es The Fairy Feller’s Master-Stroke que se guarda en la Tate Gallery y podéis ver pinchando este link.

 

Jeanne Kéfer; Fernand Khnopff (Belgian, 1858 – 1921); 1885; Oil on canvas; 80 × 80 cm

37.-Retrato de Jeanne Kéfer; Fernand Khnopff (Belga, 1858 – 1921); 1885; Óleo sobre lienzo; 80 × 80 cm

Esta sí que es una de las joyas más publicitadas del Museo Getty hasta el punto de que la institución le ha dedicado incluso una publicación monográfica al cuadro en 2004 escrita por el prestigioso historiador de arte belga Michel Draguet. En ella Draguet señala, además del contexto social y cultural en que fue pintado el cuadro, la influencia de Whistler y de su Armonía en blanco al que ya hemos hecho referencia en esta entrada.

El artista, ilustrador, escultor y fotógrafo belga Fernand Khnopff (1858–1921) se convirtió en un popular retratista de la sociedad en la década de 1880, utilizando elementos que le habían servido como un pintor simbolista de vanguardia: realismo visual y un ambiente de silencio, aislamiento y ensueño. Khnopff con frecuencia colocaba a sus modelos apoyados contra una puerta cerrada, aplanando el espacio y dando como resultado una imagen meditativa y herméticamente cerrada. Jeanne Kéfer era hija de un compositor y amigo del artista.  Khnopff captura hábilmente la vulnerabilidad de la niña al mundo exterior con el mínimo gesto de su pequeño pulgar con el que sujeta el borde del lazo. El reflejo sobre el cristal de la ventana con su libre y expresiva pincelada se acerca a la abstracción. Típico de Khnopff, la niña ni nos resulta cercana ni desvalida, sino con una mirada fija, desconcertante, cautivadora.

 

 

38.-La entrada de Cristo en Bruselas en 1889. James Ensor. (1860 – 1949) Belga; 1888; Oil on canvas; 252.7 × 430.5 cm

Amigo de Fernand Khnopff y rival después, James Ensor es sin duda uno de los reyes de lo bizarro. Pues bien, éste es además no sólo el mejor cuadro que jamás he visto de él, sino también probablemente mi obra favorita entre las favoritas de todo mi recorrido por el museo. Es una obra enorme, tamaño Guernica para que os hagáis una idea, y, por razones que desconozco estaba prohibido tomar fotos de ella, con lo que me habría gustado hacerlo pues, como los cuadros de su compatriota  Bruegel el Viejo esta llena de pequeños detalles y multitud de retratos extraordinarios.

James Ensor convirtió la entrada de Cristo casi en un desfile de Carnaval, otra de sus iconografías predilectas. Como respuesta a la técnica puntillista entonces en boga, Ensor pintaba con espátulas, cuchillos y con ambos extremos del pincel para crear sus característicos emplastos de enorme libertad expresiva. Como para el Guernica, Ensor hizo multitud de dibujos preparatorios.

La sociedad de Ensor es una turba que amenaza con pisotear al espectador: un mar de gente ruda y fea, caótico y deshumanizado, lleno de máscaras, farsantes, payasos y hasta caricaturas. Figuras públicas, históricas y alegóricas, junto a la familia y amigos del artista, aparecen entre la multitud.

James ENSOR (1860 – 1949); Christ’s Entry Into Brussels in 1889. Detail: Crowd with masks.; 1888; Painting; Oil on Canvas; Los Angeles. J. Paul Getty Trust Museum. ;

 

El halo de Cristo en el centro del tumulto es en parte un autorretrato alegórico : en su mayoría ignorado, James Ensor también era un visionario precario y aislado en medio de las masas de la sociedad moderna.

 

El Cristo de Ensor funciona como un portavoz político de los pobres y los oprimidos, un líder humilde de la verdadera religión, en oposición al reformista social ateo Emile Littré, que aparece al frente con atuendo de obispo sosteniendo el bastón de director de la rondalla y liderando a la multitud ansiosa y sin mente. El cuadro fue rechazado por parte de Les XX, la asociación de artistas que Ensor precisamente había ayudado a fundar y  la pintura no se exhibió públicamente hasta 1929. Sin embargo el artista la tuvo presidiendo de manera prominente su hogar y estudio durante toda su vida.

 

Franz Von Stuck The dragon slayer

 

39.-Franz von Stuck. El degollador de dragones. 1913. Oil on panel

Otro joyón con letras mayúsculas: este The Dragon Slayer del pintor simbolista alemán, Franz von Stuck, una de mis debilidades más recurrentes. Como en muchas de sus obras, los personajes grandes y pesados suelen ocupar gran parte de la superficie del cuadro, casi siempre incluyendo algún cuerpo femenino o masculino desnudos. Stuck se basaba primordialmente en la mitología, ya sea cristiana o clásica siguiendo el ejemplo de Arnold Böcklin. La carga seductora de sus desnudos femeninos –en el rol de femme fatale que atrae al hombre a la perdición o al peligro– son claro ejemplo del Simbolismo de contenido popular. Stuck prestó también atención a los marcos de sus pinturas y generalmente las diseñaba por sí mismo.

 

Arnold Böcklin Quell in einer Felsschlucht

 

40.-Quell in einer Felsschlucht (Manantial en una Garganta estrecha); Arnold Böcklin (suizoalemán, 1827 – 1901);  1881; Oleo sobre lienzo; 84.5 × 59.4 cm

Precisamente de Arnold Böcklin, tiene el museo este extraño cuadro titulado Manantial en una Garganta estrecha, de una cualidad que roza casi la abstracción a primera vista. Sin embargo cuando te asomas al paisaje, es extraordinariamente minucioso en los detalles  con altos acantilados y árboles oscuros que enmarcan una abertura de cielo al final de un desfiladero y la luz concentrada sobre la parte más alta de la copa de un par de abedules solitarios. Probablemente es esa soledad absoluta, sin figuras humanas o animales, lo que hace que la pintura parezca decididamente más simbólica que meramente descriptiva.

 

‘Starry_Night’_by_Edvard_Munch,_1893,_Getty_Center

41.-Noche estrellada de Edvard Munch (noruego, 1863 – 1944). 1893. Óleo sobre lienzo. 135.6 × 140 cm

Este paisaje nocturno representa el litoral en Åsgårdstrand, un pequeño balneario al sur de Oslo en Noruega, donde Edvard Munch pasaba los veranos desde finales de la década de 1880. En esta pintura, Munch muestra la vista desde la ventana del hotel, donde se enamoró por primera vez. De hecho la sombra que se proyecta sobre la cerca blanca a la derecha en una litografía del mismo tema se ve que en realidad es la sombra que proyectan dos amantes que se abrazan.

Esta pintura parece haber tenido un significado especial para el pintor noruego pues la incluyó en todas las exposiciones que realizó desde 1894 a 1902, cambiando frecuentemente su título a Misticismo o Misticismo de una noche estrellada. También la incluyó como parte de series más grandes como el grupo que tituló Estados de Ánimo, en el que este lienzo ocupaba el del Amor. Más tarde en 1902, la incluyó también el la Exposición de Berlín en la que presento su famoso Friso de la Vida, un grupo de pinturas que suponían un comentario muy personal y de carácter filosófico sobre el hombre y su destino, todo imbuído de matices de misticismo nórdico.

 

Paul Gauguin head with horns

42.-Cabeza con cuernos Paul Gauguin ( 1848 – 1903) Maderadesándalo con restos de policromía sobre una base de madera de  sicomoro

Paul Gauguin, nieto de la  extraordinaria Flora Tristán,  pasó parte de su infancia en Perú, luego se unió a la marina francesa y viajó por todo el mundo.
Gauguin, como es sabido, pasó muchos años en la isla tropical de Tahití. Se trasladó allí para llevar una vida pacífica y trabajar en su arte. La cultura local y el exótico entorno natural influyeron en su obra. Allí hizo esta escultura, titulada Head With Horns , hace más de 100 años. Aunque puedan recordar a cuernos, ya sean de naturaleza demoniaca o mitológica, en realidad los supuestos cuernos pueden representar un peinado popular usado por los jóvenes tahitianos. Llevaban sus largos cabellos agrupados en nudos a ambos lados de la cabeza como una señal de poder.
Esta escultura podría ser un autorretrato de Gauguin. Tiene algunos de sus rasgos faciales mezclados con los rasgos de una persona de Tahití. Gauguin además siempre  se vio a sí mismo como un «salvaje», indomable por la fuerza civilizadora de la sociedad francesa. Esta intrigante  escultura probablemente se exhibió en la casa de Gauguin en Tahití, pero se perdió en algún momento de la década de 1890. Hasta su redescubrimiento en la década de 1990, Head with Horns solo se conocía por dos fotografías que Gauguin pegó en Noa Noa , un manuscrito destinado a explicar su pintura y la cultura tahitiana a sus contemporáneos europeos.

Arii Matamoe Paul Gauguin

El Museo también tiene este extraordinario cuadro titulado Arii Matamoe que al parecer significa nobles ojos durmiendo

 

 

The Eternal Feminine (L’Éternel Féminin)

43.-Paul Cézanne. El eterno femenino.  (L’Éternel Féminin); 1887 about 43.5 × 53.3 cm

Curiosamente, según cuenta la web del museo, Cézanne que pintó frecuentes desnudos a lo largo de su carrera no solía utilizar modelos reales.»Pinto naturalezas muertas» le dijo en una ocasión a Renoir «porque las mujeres me dan miedo«. Por eso para sus dibujos de desnudos solía usar sus apuntes del natural mientras era estudiante, o la obra de otros pintores. Por eso y aunque en el museo hay varios cuadros magníficos de Cézanne, me quedo con esta pequeña y enigmática obra a la que se le han puesto distintos títulos. En cualquier caso, el significado parece claro. En torno a una mujer desnuda en el lecho, se agolpan miembros de distintas profesiones:músicos, pintores, fotógrafos e incluso representantes del clero. Como muchos de los desnudos de Cézanne, el rostro de la mujer está casi en blanco, a excepción de sus cuencas rojas. Alrededor de 1877, Cézanne comenzó a utilizar los trazos diagonales paralelos vistos aquí para imponer un orden y unificar la superficie de su imagen.

 

Aristide Maillol Woman in White

44.-Aristide Maillol Mujer en Blanco 1890-91

Traigo este lienzo aquí porque es rarísimo ver una pintura de Aristide Maillol, pero Maillol fue pintor y diseñador de tapices antes de convertirse probablemente en el escultor más preminente de principios del siglo XX. Como pintor, a principios de la década de 1890 se movió entre una hermandad de jóvenes artistas de vanguardia inspirados por Paul Gauguin conocidos como los Nabis ( de la palabra hebrea para profeta). La influencia de este grupo es evidente en los arreglos decorativos de colores brillantes y la refutación de la profundidad pictórica en este estudio de figuras psicológicamente tensas

 

The Milliners; Edgar Degas (French, 1834 – 1917); about 1882–before 1905; Oil on canvas; 59.1 × 72.4 cm

45.-Las sombrereras; Edgar Degas (French, 1834 – 1917); about 1882–before 1905; Oil on canvas; 59.1 × 72.4 cm

Termino mis entradas sobre el Museo Getty con esta pintura de Edgar Degas que no es en absoluto una rareza en su producción, ya que existe toda una serie de pinturas dedicadas precisamente al tema de las sombrereras.

 

 

Pero lo que me hizo detenerme en esta pintura fue la expresión de melancólica abstracción de la sombrerera de la izquierda, casi oculta entre dos masas informes que simulan sombras de sombreros. Curiosamente, después he investigado que es la parte más trabajada y por tanto el punto focal de la obra de Degas. El pintor le quitó todos los ornamentos del traje y antepuso los sombreros después de pintar ese rostro misterioso.

 

 

Y hasta aqui, mi serie sobre el Getty Museum de Los Ángeles. Espero que os haya gustado.

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http://rarasartes.com/buscando-raras-artes-en-el-getty-museum-de-los-angeles-y-iii/feed/ 1
Buscando Raras Artes en el Getty Museum de Los Angeles (II) http://rarasartes.com/buscando-raras-artes-en-el-getty-museum-de-los-angeles-ii/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=buscando-raras-artes-en-el-getty-museum-de-los-angeles-ii http://rarasartes.com/buscando-raras-artes-en-el-getty-museum-de-los-angeles-ii/#respond Mon, 22 Oct 2018 19:46:09 +0000 http://rarasartes.com/?p=4823 Buscando Raras Artes en el Getty Museum de Los Angeles (II)

 

Bueno, pues cómo os expliqué en mi anterior entrada de la que ésta es continuación directa,

No veo el interés para este blog de haceros un resumen de las obras maestras que atesoran en el Getty y que podéis ver en su web. Así que he realizado un recorrido bastante diferente buscando no tanto los capolavori de los grandes maestros como esas otras piezas que, por una razón u otra, suscitaron por su extrañeza mi interés. Una visión, por tanto, completamente subjetiva y excluyente, pues, dada la vocación de este blog de reencontrar autores un poco olvidados por los manuales del arte, he dejado de lado en su mayoría los grandes lienzos que cualquier catálogo al uso os mostraría de este museo y me he centrado en algunas obras que, por su singularidad, me apetecía destacar.

Así que continúo directamente.

 

Saint Sebastian Thrown into the Cloaca Maxima Ludovico Caracci

16.- San Sebastian arrojado a la Cloaca Maxima; Ludovico Caracci. 1612. 167 × 233 cm

Empiezo con este lienzo que, para mí, es una de mis obras favoritas del Getty y que constituye toda una rareza dentro la iconografía de San Sebastián que es de mis iconografías  favoritas. Normalmente a San Sebastián se le representa en la mayoría de los casos de manera más convencional atado a un árbol o a un pilar y con el cuerpo atravesado por las flechas. En muchas menos ocasiones, pero no muy raras, también puede representársele mientras sus heridas son  atendidas por Irene.  San Sebastián fue un soldado del ejército romano en tiempos del emperador Diocleciano, quien —desconociendo que era cristiano— llegó a nombrarlo jefe de la primera cohorte de la guardia pretoriana. Cuando fue descubierto fue obligado a escogen entre su vida y su fe. Ante su negativa a abjurar del cristianismo fue llevado al estadio,  donde lo ataron a un poste, lo desnudaron y le asetearon hasta darlo por muerto.​ Sin embargo, no lo estaba. Sus compañeros de fe lo rescataron y lo llevaron a casa de una noble cristiana romana llamada Irene, esposa de Cástulo, que lo mantuvo escondido y le curó las heridas. Aunque podría haber huido Sebastián volvió a presentarse ante Diocleciano que, esta vez sí, se aseguró de que le mataran y arrojaran su cuerpo a la Cloaca Máxima, momento que recoge este cuadro. La negación del entierro era el mayor desprecio para esos ritos cristianos que se pretendían evitar. Sin embargo, su cuerpo fue recuperado y enterrado en una catacumba a la que se le dio su nombre, las Catacumbas de San Sebastiano que se encontraban a lo largo de Via Appia Antica.

Ludovico Carracci, el más desconocido de todos los Caracci,  mayor que sus primos Agostino Annibale, al contrario que ellos desarrolló toda su carrera en Bolonia, donde, junto a ellos, había fundado la  Accademia dei Desiderosi posteriormente conocida como la  Accademia degli Incamminati de gran influencia para la pintura barroca y donde se promovía la imitación de la realidad observando y estudiando las obras de los grandes maestros del Renacimiento y abandonando las fórmulas ya caducas del manierismo.

El culto a San Sebastián estuvo muy extendido porque era el protector contra la peste. Ludovico Carracci eligió representar el momento en que los soldados romanos arrojaron el cuerpo inerte del santo al antiguo sistema de alcantarillado, la Cloaca Maxima.  Y lo hizo por una buena razón.  En 1612, el cardenal Maffeo Barberini, que después sería el papa Urbano VIII y entonces cardenal de Bolonia, encargó esta pintura para una capilla subterránea de la familia en la iglesia de Sant’Andrea della Valle en Roma. La iglesia estaba exactamente en el sitio donde el cuerpo de San Sebastián fue recuperado de un desagüe de la Cloaca, el Euripus Agrippae .

Sin embargo, una vez entregada la pintura, en una carta a su hermano, el cardenal Barberini le transmitía su preocupación de que el retrato naturalista del cadáver del santo fuera impropio y su temor de que «no inspiraría mucha devoción». No obstante el culto cardenal apreciaba la pintura , y si bien optó por no mostrarla en la capilla, sí que la conservó para su propia colección privada.

 

 

 

Commode Gilles Joubert (French, 1689 – 1775)

17.-  Cómoda de Gilles Joubert (Francés, 1689 – 1775)

Gilles Joubert tenía increíblemente más de 80 años cuando  produjo esta cómoda con cajones para el dormitorio de Madame Louise, la hija de Luis XV, en el Palacio de Versalles. Fue entregado el  28 de Agosto de 1769, junto con una pareja exacta, como consta en los inventarios del Palacio, con el número 2556.2, que aún se conserva escrito en la parte de atrás. El enrejado de marquetería montado con rosetas de bronce dorado en los puntos de intersección es un motivo decorativo que se encuentra frecuentemente en los muebles de Joubert. La pieza perteneció a la famosa familia de los Rothschild, durante más de un siglo, antes de ser comprada por J. Paul Getty.
Gilles Joubert fue, durante más de veinticinco años, el principal proveedor  de muebles para la familia real francesa en época de Luis XV, entregando más de cuatro mil piezas que van desde simples bidés hasta escritorios y mesas ricamente adornados. Comenzó a suministrar muebles al Garde-Meuble real en 1748, pero no fue hasta que tenía setenta y cuatro años cuando se le otorgaría el título de ébéniste du roi. Aunque es el principal artífice del estilo Luis XV, aparentemente bajo la protección de Madame de Pompadour,  sus muebles evolucionaron desde el rococó hacia el ya naciente neoclasicismo. Participó en la confección de la famosa mesa voladora del castillo de Choisy, para la marquesa de Pompadour, una mesa con un mecanismo de una complejidad muy ingeniosa que la elevaba en el aire para liberar el espacio.

 

Entre sus piezas más conocidas, los famosos encoignures esquineros de tres patas para guardar monedas y medallas de 1755 para el Gabinete de Médailles de Luis XV en Versailles

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18.-Mesa mecánica, Jean-François Oeben

Instalado en París probablemente a finales de los años 1740 , en 1751 entró como aprendiz en el taller de Charles-Joseph Boulle, hijo del famoso ebanista André-Charles Boulle. Protegido de la marquesa de Pompadour, en 1754 fue nombrado ébéniste du Roy («ebanista del Rey») y abrió su taller en la fábrica de los Gobelinos. Sería el gran maestro de la generación posterior de ebanistas y uno de los creadores del Estilo de transición o  estilo Pompadour, con mayor influencia del  «gusto griego», o más bien de la imagen que tienen sus contemporáneos de la antigüedad greco-latina. Influido por el neoclasicismo, aspiraba  a una mayor simplicidad del mobiliario. El descubrimiento de Pompeya y Herculano tuvo su influencia sobre el gusto en los muebles.

Su obra inicial se englobaba en el estilo Luis XV, pero posteriormente fue el principal artífice de ese llamado «estilo Transición». Fue un hábil constructor de mecanismos para departamentos secretos (meubles à secrets y meubles à surprises), como veremos en esta pieza y que veréis mejor que nada en el vídeo que os pongo más abajo. Como curiosidad, este genial ebanista fue además el abuelo materno del pintor Eugène Delacroix.

 

 

 

Aunque no son exactamente la misma pieza, os recomiendo ver el video de una pieza similar realizada para Madame de Pompadour que se conserva en el Metropolitan Museum de Nueva York y que muestra la delicadeza y la extremada atención al detalle de estos increíbles artistas de la ebanistería.

 

 

Secrétaire à abattant Martin Carlin

19.-Secrétaire à abattant. Martin Carlin (1730 – 1785, master 1766) Placa Circular pintada por Jean-Jacques Pierre el Joven ( 1745 –  1800)

A pesar de su nombre francés, Martin Carlin nació en Alemania y emigró a París para convertirse en ébéniste . Se instaló allí con otros artesanos alemanes y flamencos empleados en el taller de Jean-François Oeben, con cuya hermana se casó. Siempre os hablo de esas bodas, pero es que la cerrada estructura de los gremios impedía a los artesanos extranjeros poder producir sus obras hasta que entraban a formar parte real de alguna de las grandes familias agremiadas.

Los inventarios realizados después de la muerte de Carlin muestran que el ébéniste y su esposa vivían modestamente en un apartamento de cinco habitaciones en el barrio de Faubourg Saint-Antoine, un barrio pobre de París donde sin duda jamás se aventurarían sus clientes por lo que es de suponer que vendería sus obras a través de marchantes. Carlin es conocido sobre todo por sus muebles decorados con placas de porcelana de Sèvres que comenzó a fabricar en 1765, siguiendo los diseños suministrados por el distribuidor Poirier. Su estilo es ya neoclásico. Este estilo de mezclar la ebanistería con la porcelana estuvo muy de moda a mediados del siglo XVIII.

 

Reloj de Chimenea y par de bronces decorativos representando el Estudio y La Filosofía atribuidos a Pierre-Philippe Thomire (1751 – 1843)

 

20.-Reloj de Chimenea y par de bronces decorativos representando El Estudio y La Filosofía atribuidos a Pierre-Philippe Thomire (1751 – 1843)

Las sacerdotisas del templo de Vesta, la antigua diosa romana del hogar, aparecen en este reloj llevando en andas el altar con la llama sagrada. Uno de sus deberes era precisamente mantener ardiendo continuamente la llama del altar en el templo,  tema apropiado para un reloj de inspiración neoclásica. El tema se extiende incluso a las agujas de las horas y los minutos, que tienen la forma de una serpiente, el símbolo de la eternidad. Este diseño de reloj resultó ser un modelo muy popular. Pierre-Philippe Thomire produjo algunos de ellos, dos de los cuales fueron adquiridos por la reina María Antonieta.

Aunque formado como escultor, Pierre-Philippe Thomire decidió seguir a su padre en la profesión potencialmente más lucrativa de forjador de bronces, convirtiéndose en el más importante broncista de finales del siglo XVIII. La gran oportunidad de Thomire llegó cuando sustituyó a Jean-Claude-Thomas Duplessis como director artístico de Sèvres  donde suministraría  a todos los soportes de bronce para la porcelana, negocio en el que logró mantenerse más allá de la revolución Francesa, cuando muchos otros productores quebraron, llegando incluso a convertirse en  ciseleur de l’empereur con Napoleón en 1809.

 

Reloj del carro de Apolo, 1805

 

En cuanto a la pareja de bronces que acompañaban el reloj , imitan también antiguas lámparas de aceite de inspiración clásica, aunque no tenían sin embargo utilidad alguna, más allá de lo puramente decorativo. La figura femenina leyendo representa una alegoría del Estudio, mientras que su compañero masculino que escribe en una tableta es la representación de la Filosofía. Los modelos fueron creados en 1780 por el escultor Louis-Simon Boizot para la fábrica de porcelana de Sèvres, que los produjo en bizcocho de porcelana blanca sin esmaltar hasta 1786.  Pierre-Philippe Thomire que también trabajó para la fábrica de porcelana de Sèvres, pudo haberlos sacado de allí.

 

 

A Fine Pair of Louis XVI Sèvres, L’Etude et La Philosophie, Oil Lamps After Simon-Louis Boizot (1743-1806) Sèvres, after 1782

 

 

Jean-Henri Riesener  Secretaire

21.- Secrétaire. Atribuido a Jean-Henri Riesener (Francés, 1734 – 1806, fournisseur du garde-meuble royal 1774 – 1784)

El matrimonio de Jean-Henri Riesener con la viuda de su antiguo maestro, Jean-François Oeben, ayudó a este pobre inmigrante alemán a convertirse en otro de los ébénistes más célebres de la París de finales del siglo XVIII, ya que, como os expliqué antes,  las regulaciones de los gremios estaban cuidadosamente dispuestas para prevenir la competencia extranjera. En 1769, Riesener comenzó a suministrar  para el Garde-Meuble de la Couronne  y cinco años más tarde recibió el título oficial de ébéniste du roi. Riesener también era muy conocido por sus ingeniosos accesorios mecánicos, que permitían subir o bajar el escritorio y las mesas con un solo botón. Los encargos de Luis XVI, María Antonieta y muchas familias nobles le hicieron un hombre rico.

 

El frente de este escritorio, conocido como secretaire, se despliega para revelar un compartimiento interior dividido en cajones, mientras que el panel frontal  se convierte en una superficie de escritura. El cuerpo entero de los accesorios interiores, hechos de caoba maciza, se puede sacar desde la parte delantera, revelando compartimientos con tapa secreta. Estos muebles de poca profundidad que se abren o se extienden convirtiéndose en objetos más grandes se inventaron para las habitaciones más pequeñas e íntimas de la segunda mitad del siglo XVIII.

 

 

Dos cabezas ideales. Agoustin Pajou

 

22.- Dos cabezas femeninas ideales de Augustin Pajou ( 1730 – 1809)

 

Estos dos sencillos bustos de terracota contrastan sutilmente entre sí: una mira hacia arriba, la otra hacia abajo, una hacia la derecha, la otra hacia la izquierda, pero ninguna de las dos, en un sutil acto de modestia,  mira hacia el espectador. El escultor Augustin Pajou modeló los bustos con una sorprendente sencillez. Sus caras están modeladas en planos lisos, y su cabello, ligeramente atado con una cinta, está indicado tan solo por surcos ligeramente marcados. Pajou recibió 240 libras por estos dos bustos, que fueron diseñados como modelos para adornos dorados para un balcón de madera de la Sala de la Ópera del palacio real de Versalles que estaba siendo renovado  para la boda de María Antonieta y el Delfín. Las cabezas de madera terminadas ahora están desaparecidas probablemente destruidas en una renovación posterior de la sala.

Agoustin Pajou, creció en el Faubourg Saint-Antoine, entonces uno de los sectores más pobres de París, pero  se mostró tan prometedor que apenas adolescente ingresó al estudio del escultor Jean-Baptiste Lemoyne. Cuatro años más tarde, a la edad  de dieciocho años, ganó el primer premio de escultura en la Académie Royale. Durante la década de 1760, Pajou trabajó en numerosas comisiones oficiales, incluida la decoración de la Salle de l’Opéra en Versalles, el Palacio Real, y el palacio de justicia. Durante la Revolución Francesa, Pajou fue nombrado para una comisión encargada de la conservación de los monumentos franceses.

 

 

Pigalle. Bustos de Dos hermanas

 

23.-Bustos de Dos Hermanas: Busto de Mme. Brigitte François Elisabeth de Lansire, nacida Garnier d’Isle; Busto de Mme. Adélaïde Julie Mirleau de Neuville, nacida Garnier d’Isle; Jean-Baptiste Pigalle (Francés, 1714 – 1785)  1750s

Como no comparar las anteriores cabezas femeninas ideales con estos  retratos de dos hermanas de Jean Baptiste Pigalle. Estos dos retratos de mármol bustos no fueron sin embargo concebidos como pareja aunque lo parezcan cuando se muestran juntos debido al parecido familiar. Se trata de dos hermanas, Brigitte y Adélaïde Garnier d’Isle. La mayor, Brigitte, a la izquierda,  gira su cabeza con una mirada distante y abstraída, lo que le otorga una dignidad distante.  Adélaïde, la más joven, aunque se parece mucho a su hermana mayor, tiene una mirada  más inmediata, su rostro resulta más vivo y exuberante y sus labios fruncidos apenas parecen reprimir una sonrisa. Cada hermana  lleva un chal suelto. El chal un poco más revelador de Adélaïde está anudado en su pecho, reflejando su relativa informalidad. Brigitte y Adélaïde eran las hijas del arquitecto Jean-Charles Garnier d’Isle, que compartieron una relación personal y profesional con el escultor Jean-Baptiste Pigalle.

 

Jean-Baptiste PIGALLE Paris, 1714 – Paris, 1785. L’Amour embrassant l’Amitié 1758. Una de las esculturas de Bellevue.  Paris, Louvre Museum.

Garnier d’Isle diseñó el castillo y los jardines de la lujosa finca y Château de Bellevue de Madame de Pompadour, la amante de Luis XV. Probablemente por recomendación de Garnier d’Isle, Pigalle recibió a su vez el encargo de crear las estatuas del jardín,como la de arriba, que está actualmente en el Louvre.

 

 

24.- Pastor con su perro de Johann Jakob Wilhelm Spängler (Suizo, 1755 – 1795). Biscuit de Porcelana de Derby. 1795

Pastor con su perro representa una escena pastoral idílica, en la que un joven se apoya en el tocón de un árbol acompañado por su perro y una oveja a sus pies (que no se ve porque está detrás). El perro mira amorosamente a su amo, pero el joven parece estar mirando a otra parte. Quizás esté mirando en dirección a otra figura, porque esta escultura estaba destinada a ser una de una pareja con otra de una pastora apoyada en una puerta que alimentaba a un cordero. basadas en un grabado de Angelica Kauffmann.

Esta elegante escultura de más de 30 cms. fue hecha de biscuit, -en castellano, por galicismo, bizcocho-,  de porcelana blanca  resultado de la primera cocción de una pieza cuya materia prima suele ser el caolín. Esta técnica fue muy apreciada por su similitud con el mármol. Es una pieza producida en la fábrica de porcelana de Derby en Inglaterra.  Se cree que Shepherd with His Dog fue modelada por el talentoso pero poco conocido artista de porcelana suizo, Johann Jakob Wilhelm Spängler.

Poco se sabe sobre la vida de Spängler  hasta que se mudó a Londres en 1790. Con la ayuda de un compañero emigrante suizo, Spängler encontró un trabajo en la fábrica de porcelana de Derby. En los tres años que Spängler permaneció allí, demostró ser el escultor de porcelana más talentoso de la fábrica. Aunque influenciado por el neoclasicismo, sus elegantes figuras presagian ya esencialmente un estilo romántico. Spängler fue de hecho un tipo romántico. Talentoso, era sin embargo difícil de disciplinar y acabó envuelto en deudas de juego que le condujeron al robo y a la cárcel dos veces de donde tuvo que ser rescatado por William Duesbury II, el director de la fábrica de Derby e hijo de su fundador. Algo debió suceder para que, por motivos desconocidos, fuera definitivamente despedido en 1795, sólo después de cinco años de haber entrado e la fábrica y después de ser su joya indiscutida. Nada se sabe de su vida posterior. El resto de la vida de este fugaz talento de la escultura permanece como un misterio romántico.

 

Peasants Playing Backgammon and Merry-making in a Tavern; Cornelis Dusart (Dutch, 1660 – 1704); 1694; Graphite and pen and gray ink on vellum; 53 × 41.3 cm

25.-Campesinos jugando al Backgammon y Festejos en una Taberna ; Cornelis Dusart (1660 – 1704); 1694; Grafito y pluma con tinta gris sobre vellum; 53 × 41.3 cm

En los días que visité el Museo Getty había una exposición de dibujos holandeses de título Masterful Likeness (Parecido magistral). No podía por menos que incluir algún dibujo de esa pequeña exposición. El tipo de iconografía que se muestra en este dibujo de Cornelis Dusart es típica de un género del arte holandés y flamenco en el que personajes de la vida cotidiana participan en actividades comunes en tabernas o escenas de interiores. Los dibujos a menudo se enmarcaban y se colgaban en las paredes de las casas de clase media al ser más económicos que las pinturas. Este dibujo a gran escala sirvió evidentemente como una obra de arte terminada, pero Dusart también hizo una pintura e incluso grabados de la misma escena, aunque con significativas diferencias.

 

 

En el dibujo, rudos campesinos juegan al backgammon en una populosa taberna. Hombres, mujeres e incluso los niños beben cerveza alentados por sus madres. Las parejas se acarician en los espacios más recónditos de una esquina o el balcón. Un circulo de hombres fuman en pipa mientras una mujer alimenta a su bebé. Cornelis Dusart subraya el comportamiento lascivo de sus sujetos a través de sugerentes detalles: los muebles rústicos de madera, las jarras de barro, la comida, las pipas y los naipes dispersos por el suelo, la ropa harapienta, las melladuras de dientes… La sorprendente viveza del dibujo se consigue porque las sombras están acentuadas por tinta gris. Al igual que su maestro, Adriaen van Ostade, Cornelis Dusart se especializó en este tipo de escenas que no estaban concebidas como lecciones morales sobre el vicio, sino más bien como una forma de comedia, algo parecido a una caricatura.

 

Filippo Pelagio Palagi Candelabros

 

26.-Par de Candelabros. Diseño de Filippo Pelagio Palagi (Italiano, 1775 – 1860) alrededor de 1830-1840

 

Columnas dóricas estriadas sobre pedestales rectangulares moldeados con  motivos clásicos forman las estructuras principales de este par de candelabros. Cuatro figuras aladas y un par de desnudos masculinos forman parte del diseño sosteniendo las palmatorias y los veleros en sus brazos extendidos. Filippo Pelagio Palagi hizo sus primeras obras coincidiendo con la llegada de las tropas napoleónicas a Italia; gracias a la petición de su mentor, que era senador del gobierno interino de Bolonia, Palagi diseñó los uniformes, las medallas, y los emblemas con los símbolos de Liberté, égalité, fraternité que serían usados en las cartas y tarjetas del Directorio.

Palagi se mudó a Roma en 1806 convirtiéndose en un obseso de las antigüedades. Su interés en la arqueología pronto se convirtió en una inspiración fundamental en su trabajo. Palagi estaba interesado en todas las antigüedades egipcias, griegas, etruscas y romanas, y combinó sus variados motivos con enorme invención y eclecticismo en sus diseños de muebles y ornamentos. Fue además un coleccionista apasionado y amasó una de las colecciones arqueológicas más extraordinarias de la época: bronces, esculturas de mármol, jarrones etruscos y objetos de oro, plata o vidrio adquiridos durante sus años en Roma, Milán y Turín.

Cama de día. Recamier. 1842. Pelagio Palagi. También en el Museo Getty. La tapicería llamativa, con sus patrones atrevidos y colores vivos, es una copia de la tela original

F

ue en Turín donde llegaría al apogeo de su fama . En 1832, fue el seleccionado por el rey Carlos Alberto de Saboya para redecorar varias habitaciones en varios de sus palacios. El estilo formal de estos candelabros está en armonía con otros objetos metálicos y muebles diseñados por Palagi, como el recamier de más arriba, por lo que los estudiosos suponen que estas piezas formaron parte de la decoración de uno de estos palacios.

 

Bust of Juliette Récamier

27.-Busto de Juliette Récamier ; Joseph Chinard (1756 – 1813); de 1801–1802; Terracotta

Al mueble de la anterior fotografía le he llamado Récamier o recamiere y debe su nombre a esta influyente mujer: Juliette de Récamier, quizás una de las mujeres más influyentes, una verdadera influencer del París de principios del siglo XIX.

Tímida, mirando hacia abajo, la muy admirada Madame Récamier se nos aparece como encantadoramente recatada. Sin embargo, aunque lleva un chal sobre el pecho casi diríamos que oculta menos de lo que revela. El escultor Joseph Chinard compensó hábilmente la artificialidad del formato de busto alargándolo  hasta la mitad del torso y cubriendo la transición entre el cuerpo y el pedestal con la propia caída del chal, lo que le da un sorprendente naturalismo.

 

 

Las extremidades suavemente modeladas y el ligero giro de la cabeza con respecto a los hombros le añaden viveza, mientras que el elaboradísimo peinado hacia arriba, esa delicada nuca con peineta de flechas, sugiere la elegancia de la Récamier, un auténtico personaje del Directorio y del Primer Imperio que inspiró a  Jacques Louis David,  François Gérard, Jean-Honoré Fragonard, Antonio Canova, François-Louis Dejuinne, Joseph Chinard y muchos otros artistas y literatos, hasta el punto de que todos los amantes del arte conocemos bien su rostro aún hoy en día, aunque  desconozcamos al personaje.

 

El retrato de Madame Recamier» François Gérard (1770 – 1837) Musée Carnavalet – Histoire de Paris. 1805. Óleo sobre lienzo. Longitud 225 cm:: Altura 148 cm

 

Juliette Récamier fue una de las «Tres Gracias» del Directorio , con Josephine de Beauharnais, la posterior mujer de Napoleón y emperatriz de Francia y la hispanofrancesa  Theresa Cabarrus, llamada también Madame Tallien.  Juliette Récamier tuvo un influyentísimo Salón, ricamente decorado por el arquitecto Louis-Martin Berthault, que se convirtió rápidamente en una curiosidad parisina que todos los viajeros visitantes querían conocer. Su estilo fue imitado hasta convertirse en auténtica moda por toda Europa y hasta hoy se mantiene su nombre para denominar ese tipo de mueble sobre el que Jacques Louis David la pintó. El año 1800 marca la cima del poder financiero de su marido, Jacques Récamier, regente del Banco de Francia.

 

Jacques Louis David Retrato de Madame Juliette Récamier. 1800. Museo del Louvre

 

Filósofos como Benjamin Constant,  Ballanche o  SainteBeuve, escritores como Lamartine ,  La Rochefoucauld, Balzac, George Sand,  y otras personalidades como Tocqueville frecuentaban su Salón que acabó por convertirse en un foco para los opositores a Napoleón que llegó a afirmar en 1809 que «miraría como enemigo personal a todo aquel que frecuentara la casa de Madame Récamier«. Finalmente la destierra a no menos de 200 km de París en 1811, como también le sucedería a su mejor amiga, Madame de Stäel. Tuvo un sonado romance con René de Chateaubriand.

 

Habitación de Madame Juliette Récamier en la Abbaye-aux-Bois de François-Louis Dejuinne, 1826. Entonces tenía ya 50 años

 

Auguste Gabriel Toudouze , el Salón de Madame Récamier en Abbaye-aux-Bois (1849)

Finalmente se mudó a Abbaye aux Bois  en París , un convento cuyas monjas alquilaban apartamentos a las damas de la alta sociedad, donde como veréis por los cuadros, acabó imponiendo su elegante estilo. Moriría a los 71 años por una epidemia de cólera en 1849, siendo sin duda una de las mujeres más influyentes de la historia postrevolucionaria francesa .

 

Giuseppe Valadier Reloj Musical

28.-Reloj Musical ; de Giuseppe Valadier (Italiano, 1762 – 1839), alrededor de 1785–1790;

El diseño de esta gran caja arquitectónica de reloj  con sus adornos de inspiración neoclásica se basan en monumentos conocidos, tanto antiguos como modernos, de la ciudad de Roma. Su fachada se hace eco de los antiguos arcos triunfales romanos, con figuras en bronce dorado de esclavos encadenados en la parte superior, así como al pórtico de entrada al Museo Pio Clementino del Vaticano, que se inauguró en 1773. La figura femenina con una lanza sentada representa a Minerva que personificaba la ciudad de Roma y que corona el plano superior del entablado en pórfido que contiene el emblema SPQR (Senatus Populusque Romanus). La caja protege y oculta un reloj de péndulo y una caja musical de un solo rodillo que reproduce nueve melodías distintas que suenan en un carillón de diez campanas que se podían escuchar a través de las aberturas cubiertas de seda del frente.

 

Reloj en el lado derecho de la fachada de la Basílica de San Pietro en el Vaticano.

Giuseppe Valadier fue un arquitecto, urbanista, arqueólogo y orfebre italiano que junto a Giovanni Battista Piranesi, es el máximo exponente del neoclasicismo en la ciudad de Roma. A él se debe la Plaza del Popolo que se construyó entre 1809 y 1812 durante la etapa napoleónica. También a él se debe el reloj en el lado derecho de la fachada de la Basílica de San Pedro del Vaticano.

 

Joseph Ducreux. Autorretrato Bostezando

 

29.- Autorretrato bostezando. Joseph Ducreux (Francés, 1735 – 1802); de 1783

Joseph Ducreux es un pintor peculiar cuando menos. En repetidas ocasiones experimentó con las limitaciones tradicionales del género del autorretrato al crear  imágenes expresivas, humorísticas y poco ortodoxas de sí mismo en distintas situaciones, como ésta en la que se pintó estirándose y bostezando como el que se acaba de levantar de una siesta. Vestido informalmente, como estaba de moda para la intimidad del hogar, con un turbante blanco y una casaca roja brillante. Ducreux se pinta en medio de un enorme bostezo, contorsionando el rostro con el esfuerzo y estirando su brazo derecho hacia el espectador en un escorzo no perspectivo, pues mantiene el tamaño de ambas manos. A fines del XVIII y principios del XIX  hubo un gran interés por la fisiognomía defendida por Charles Bell en su Ensayo sobre la anatomía de la expresión (1806)  que sostenía que existen grupos de músculos asociados a emociones, actividades y estados de humor cuyo uso modifica los rasgos de la cara dando lugar a expresiones generalizadas de temor, de angustia, de satisfacción, de asombro, etc. que pueden ofrecer algunos indicios sobre el carácter. Ducreux estaba interesado en el tema  y se usó a sí mismo en docenas de autorretratos similares exagerados a lo largo de su carrera.

 

Le Discret (Self Portrait being Discreet) by Joseph Ducreux

 

 

 

The Vexed Man; Franz Xaver Messerschmidt (German, 1736 – 1783); Austria, Europe; 1771–1783; Alabaster; 39.4 × 27.3 × 26 cm (15 1:2 × 10 3:4 × 10 1:4 in.); 2008.4; J. Paul Getty Museum

30.-El hombre enfadado; Franz Xaver Messerschmidt (Alemán, 1736 – 1783);  Alabastro; 39.4 × 27.3 × 26 cm

En una línea parecida podemos situar este busto de Franz Xaver Messerschmidt, un escultor alemán del siglo XVIII, activo en Austria,  conocido por su serie de dramáticos e inquietantes bustos de metal y piedra con expresiones extremas que han incitado a los críticos a especular que el artista los hizo como reacción a una enfermedad mental no diagnosticada. Y es que aunque fue un escultor dotado, con prestigio y fama, enseñaba en la Academia de Viena y tenía su propio taller, pronto empezó a mostrar cambios en su comportamiento que hacen pensar en una enfermedad mental.

 

El hipocondriaco

 

Entonces produjo rápidamente estos bustos de tamaño natural, nada menos que 69 en un período de 13 años. Puede que los haya considerado como estudios fisionómicos, quizás inspirados en experimentos realizados por su amigo, el controvertido médico Franz Anton Mesmer aunque  probablemente también conoció a Johann Caspar Lavater, quien popularizó el término de  «fisiognomía».

 

 

En 1781, el autor alemán Friedrich Nicolai visitó a Messerschmidt en su estudio en Pressburg y posteriormente publicó una transcripción de su conversación. El relato de Nicolai sobre la reunión es un recurso valioso, ya que es el único documento contemporáneo que detalla el razonamiento de Messerschmidt detrás de la ejecución de sus cabezas. Su intención, le dijo a Nicolai, era representar las 64 «muecas canónicas» del rostro humano usándose como plantilla. Durante el curso de la discusión, Messerschmidt también le explicó su interés en la nigromancia y lo arcano , y cómo esto también inspiraba sus cabezas. Según él, Messerschmidt fue un gran discípulo de Hermes Trismegisto y contaba como, con sus cabezas, habían despertado la ira del «Espíritu de Proporción» que le visitó una noche y le obligó a soportar torturas humillantes.

 

Litografía de Matthias Rudolph Toma que representa las “Cabezas de personajes” de Messerschmidt (1839)

 

Y hasta aquí la segunda entrega de las rarezas del Getty. Os emplazo a la tercera y última entrada que haré próximamente.

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Buscando Raras Artes en el Getty Museum de Los Angeles (I) http://rarasartes.com/buscando-raras-artes-en-el-getty-museum-de-los-angeles-i/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=buscando-raras-artes-en-el-getty-museum-de-los-angeles-i http://rarasartes.com/buscando-raras-artes-en-el-getty-museum-de-los-angeles-i/#comments Wed, 17 Oct 2018 10:08:59 +0000 http://rarasartes.com/?p=4785  

Buscando Raras Artes en el Getty Museum de Los Angeles (I)

Getty Center

Acabo de volver como quien dice de esa ciudad infernal e inexistente que es la ciudad de Los Ángeles, como siempre alucinado de que metrópolis como ésa tengan tal capacidad de reclamo. En fin, pues en esa «no ciudad» hay un remanso de buen arte situado justo en un nido de rapaces, no muy lejos del campus de la Universidad de Los Angeles, UCLA, y de la mítica Sunset Boulevard. Me refiero al impresionante Getty Center, un enorme campus de fuentes y edificios de mármol travertino diseñado por el arquitecto ganador del premio Pritzker Richard Meier, el mismo que diseñó el MACBA de Barcelona. El enorme centro es sólo una de las sedes  del Museo J. Paul Getty que atrae a 1.8 millones de visitantes anualmente.

 

The Getty Villa, Pacific palisades, Malibú

 

La otra ubicación es la Villa Getty, en el barrio pijo de Pacific Palisades en Malibú, una apoteosis del kitsch, qué Dios me perdone, construida a imagen y semejanza de la Villa de los Papiros de Herculano, para la que se usaron materiales originales reciclados de excavaciones arqueológicas y que alberga la colección de arte clásico del Getty Museum. Tal vez algún día os hable de ella.

 

 

El Getty Center es por tanto la «otra» ubicación que alberga desde finales de los noventa no sólo la impresionante  colección de pinturas, dibujos, manuscritos iluminados, fotografías, esculturas y artes decorativas europeas anteriores al siglo XX sino también los prestigiosos Institutos de Restauración y de Investigación del Getty, la sede de la Fundación y el lugar de reunión de ese impactante J.Paul Getty Trust, un legado dejado por el magnate homónimo, que casi dejo que mataran a su nieto por no pagar el rescate que pedían, un legado de un hombre famoso por su avaricia en acciones petrolíferas y demás empresas que se calcula en torno a los 4.200 millones de dólares destinados fundamentalmente a fines benéficos (becas de investigación o de restauración, en los citados institutos), y a la adquisición de obras de arte que completen la colección a la que el acceso es, por supuesto, completamente gratuito.

 

 

Así que a diferencia de la mayoría de los Museos del mundo, acuciados por su sostenibilidad económica y dependientes de los presupuestos municipales o estatales, el Getty es una auténtica máquina de gastar dinero. Para que os hagáis una idea de su potencia económica, antes de que la Colección Thyssen se instalara en Madrid, en su actual sede del Palacio de Villahermosa, el Getty intentó comprarla en su totalidad por la estratosférica cifra de 300 mil millones de las entonces pesetas. Esta capacidad de compra sin rival ha llevado a la Institución incluso a verse envuelta en operaciones bastante dudosas con  piezas de procedencia falseada, en realidad robadas o exportadas de sus países de origen ilegalmente, llegando a verse obligado, a pesar de sus flamantes equipos legales, a negociar  la devolución de algunas piezas.

Getty center explanade

 

Aún a pesar de todo ello, no es un museo cuya colección sea comparable a la de los grandes museos europeos, pero, eso sí, es justo reconocerle que tiene una extraordinaria calidad media, con algunas obras importantes compradas a golpe de talonario como El alabardero de Potormo (35,2 millones de dólares en 1989), o el Retrato del marqués del Vasto, una de las últimas obras seguras de Tiziano que subsistían en el mercado y que fue adquirida en 2004 mediante un acuerdo privado por una cifra próxima a los 70 millones de dólares. Entre las adquisiciones de los últimos años, como podéis ver en su web, hay obras importantes de Watteau, Parmigianino, Orazio Gentileschi, Edouard Manet, Canaletto y hasta del mismísimo Rembrandt. Casi nada. Eso me hace recordar la reciente campaña de micromecenazgo abierta por el Museo del Prado para reunir los 200.000 euros que cuesta una pequeña obra, Niña con paloma de Simon VouetO tempo o mores.

Rembrandt_laughing_1628

 

Bueno, pues cómo no veía el interés para este blog de haceros un resumen de las obras maestras que atesoran en el Getty y que podéis ver en su web, realicé un recorrido bastante diferente buscando no tanto los capolavori de los grandes maestros como esas otras piezas que, por una razón u otra, suscitaron con su extrañeza mi interés. Una visión, por tanto, completamente subjetiva y excluyente, pues, dada la vocación de este blog de reencontrar autores un poco olvidados por los manuales del arte, he dejado de lado en su mayoría los grandes lienzos que cualquier catálogo al uso os mostraría de este museo y me he centrado en algunas obras que, por su singularidad, me apetecía destacar. Muchas de ellas de esas mal llamadas artes decorativas que el siglo XVIII arrinconó con la dicotomía Bellas Artes y artesanías, separando el trabajo del genio del artesano que seguía reglas y desdeñándolas por su utilidad frente al puro placer que provocaban sus hermanas mayores. A cualquiera que le interese el tema no puedo dejar de recomendar el fantástico libro de Larry Shinner titulado La invención del arte.

una de las salas de artes decorativas del Getty Museum

Otra cosa que debería aclarar es que no tuve tiempo, ni tuve sobre todo fortaleza mental para ver los cinco pabellones, por lo que las obras que os he seleccionado abarcan «tan sólo» desde 1600 a 1900 y he dejado aparte, no por ningún tipo de desdén sino por pura flaqueza mental, todo el enorme acervo fotográfico, bibliófilo y del arte anterior a esas fechas, lo que excluye nada menos que desde el Renacimiento para atrás. Aún así, mis encuentros fueron tan fecundos que no os puedo «castigar» con toda la captura de mi pesca en una sola entrada y he decidido dividirla en varias, para poder hablar un poco de cada obra y del por qué suscitó mi interés. Por cierto, el orden con el que os presento las obras no es otro que le de mis pasos. Espero que os guste.

 

Gabinete Borghese Windsor

1.-Borghese-Windsor Cabinet

Y bueno, empiezo ya con este  Borghese-Windsor Cabinet de autor desconocido y de una fecha de alrededor de 1620. Este mueble es un tipo específico llamado ‘stipo‘ o ‘studiolo‘ en italiano. Hecho en Roma, perteneció al papa Pablo V Borghese (papado 1605-21), cuyo escudo de armas (el águila y el dragón) aparece sobre el nicho central. El gabinete fue adquirido en 1821 por el rey Jorge IV de Inglaterra y permaneció en la Colección Real Británica hasta 1959, cuando se vendió con la colección de la Queen Mary, de ahí su nombre.  Estos gabinetes  eran los muebles de exhibición más prestigiosos de Europa desde finales del siglo XVI hasta principios del siglo XVIII y eran utilizados para almacenar tesoros como medallas, gemas, y pequeños bronces o marfiles, así como documentos privados.

 

 

Diseñado para parecerse a la fachada de una iglesia barroca, el gabinete Borghese-Windsor es excepcional por su gran tamaño y su suntuosa decoración. En su elaboración hay  hasta seis tipos de maderas distintas. abeto, nogal y castaño, para el gabinete y haya, caoba y roble para las patas, además de incrustaciones de otras maderas duras tropicales y de las llamadas pietre dure como lapislázuli, jaspe, ágata o amatista, además de plata, latón y vidrio.  El soporte sobre el que se asienta el gabinete fue creado para él en la década de 1820 y es un impresionante mueble arquitectónico por derecho propio. Esta joya que es considerado el gabinete más importante que jamás se ha vendido en el mercado alcanzó la cifra record de 2,499,000 euros en Sotheby’s Paris en 2016, el precio más alto jamás alcanzado por un mueble romano, así que es una adquisición muy reciente del Museo que muestra bien a las claras esa pujanza económica de la que os hablaba.

 

Portrait of Camillo Rospigliosi.

2.-Retrato en mosaico de Camillo Rospigliosi atribuido a Giovanni Battista Calandra

La segunda pieza, presente en la misma sala, es este fastuoso retrato en mosaico de Camillo Rospigliosi atribuido a Giovanni Battista Calandra ( 1586 – 1644). Camillo Rospigliosi era hermano del Papa Clemente IX y el Caballero Comandante de la Orden de Santo Stefano, cuya insignia cruzada adorna su pecho. Los artistas del Renacimiento  rescataron la técnica del mosaico de los primeros tiempos del Cristianismo , considerándola  particularmente apropiada para retratos  conmemorativos ya que las teselas de cerámica o de vidrio mantenían los colores mejor que los pigmentos de la pintura, lo que le da  a este retrato una sensación de ser algo casi nuevo. Puede que se utilizase en un monumento funerario. Y la fecha es de alrededor de 1630 – 1640.

Giovanni Battista Calandra fue quizás el mejor artista del mosaico de Roma a principios del siglo XVII, aprendiendo la técnica de Marcello Provenzale, quien le introdujo en los círculos Vaticanos, incluyendo miembros de las familias Aldobrandini, Ubaldini, Barberini y Rospigliosi. Calandra restauró el mural de Giotto conocido como la Navicella.

 

Side Table (Getty Museum) Side Table; Design attributed to Johann Paul Schor (called Giovanni Paolo Tedesco) (Austrian, 1615 – 1674); Rome, Lazio, Italy, Europe; about 1670;

3.-Mesa de pared atribuida a Johann Paul Schor

Atrubuida a Johann Paul Schor, conocido en Italia como Giovanni Paolo Tedesco, esta extraordinaria mesa, concebida como una escultura y sin ninguna función práctica. probablemente sirvió como pura decoración  en un palacio romano. Está compuesta de ramas de laurel retorcidas y bayas que brotan de una base rocosa. Un águila con las alas extendidas y sosteniendo otra rama de laurel en su pico ocupa, aunque cuesta verla en la foto, el centro de la pieza. No se sabe si esta iconografía tenía algún sentido especial. Johann Paul Schor fue incluso elogiado por el propio Bernini como un gran decorador y un hombre de ideas e inventos ilimitados, declarando que si uno deseaba un diseño para un carruaje, una silla o algo de plata, Schor podría producirlo. Hijo de un pintor, Schor viajó a Roma alrededor de 1640. Desde 1656 hasta su muerte en 1674, fue empleado por el Vaticano, convirtiéndose en el artista de habla alemana más conocido en Roma. Fue especialmente conocido por sus diseños creativos, realizando escenografías para festivales, mesas esculturales para banquetes, sillas sedán, carruajes, y fantásticos juegos de muebles. Con Pietro Cortona ayudó a decorar el Palazzo del Quirinale para el papa Alejandro VII Chigi y ayudó a Bernini, en el revestimiento de bronce dorado de la Cátedra de San Pedro.

 

A Turkey; Meissen Porcelain Manufactory (German, active 1710 – present), Model by Johann Joachim Kändler (German, 1706 – 1775); Meissen, Germany; about 1733; Hard-paste porcelain

 

4.-Pavo. Porcelana de Meissen, alrededor de 1733, atribuido a Johann Joachim Kändler

Durante más de cuarenta años, la inventiva de Johann Joachim Kändler fue la principal influencia en los diseñadores de la fábrica de porcelana de Meissen. El elector Federico Augusto I de Sajonia y fundador de la fábrica de Meissen, nombró a Kändler como escultor de la corte en 1730, pero tan sólo un año después, pasó a sustituir a Johann Jacob Kirchner como «maestro de modelos» de la fábrica de Meissen.  Entre sus primeros proyectos se encontraban modelos para aves y animales  para el Palacio Japonés del Elector en mi amada ciudad de Dresde, algunos de los cuales tenían más de un metro de altura. Aunque admirado por su sentido del movimiento y su naturalismo estos animales eran extremadamente difíciles y caros de producir y vender. Como resultado, Kändler comenzó a producir piezas más pequeñas y accesibles, incluidas figuras y grupos basados ​​en personajes de la comedia dell’arte. Pastores, cazadores, músicos mono y actores fueron algunos de los más de mil temas diferentes que produjo. Su influencia en Meissen disminuyó después de 1764, pero para entonces había establecido la figura de porcelana como su propia forma de arte distintiva.

Este pavo de tamaño natural se hizo como parte de esa comisión extraordinaria de Augusto el Fuerte, que imaginó una colección de animales en porcelana de tamaño natural para su palacio japonés en Dresde. Aunque ya había acumulado una colección incomparable de porcelana china y japonesa, Augusto quería que estas nuevas figuras fueran producidas por su propia fábrica en Meissen.

 

Meissen -Cabra (por J. Kaendler), otra de las grandes figuras de animales para el Palacio Japonés

 

Cuando Augusto realizó el pedido de estos animales de porcelana, la fábrica de Meissen todavía tenía una experiencia muy limitada, ya que solo había descubierto la fórmula para la porcelana dura unos veinte años antes, asi que ésta es una de las primeras grandes piezas de porcelana europea jamás realizadas. La figura fue modelada por Johan Joachim Kändler, que, como hemos dicho,  contratado expresamente por la manufactura en 1731 para ayudar en la comisión de estos animales. Producir figuras tan grandes presentaba varios desafíos . El grosor, el peso  y la contracción desigual de la arcilla al secarse a menudo causaron que los animales se agrietaran e incluso colapsaran por completo en el horno. Este pavo, como la cabra y como todas las demás esculturas de animales, estaban originalmente pensadas para ser pintadas en los colores naturales del animal pero hacerlo resultó técnicamente imposible. Aún así Kándler es uno de los grandes maestros pioneros de la porcelana europea.

 

Swan Service dish, c. 1737, plus two swans

 

El «Servicio de cisnes» creado para von Brühl, (que como la cabra no están en el Museo Getty pero que os pongo aquí porque merece la pena verlo ya que os hablo de Kändler)  hoy se considera una obra maestra del arte de la porcelana.

 

Architectural scene and frame; Wilhelm Fistulator (German, died 1669, active 1602), Frame maker Unknown; Italy; plaque about 1650; frame 1730–1740;

5.- Vista arquitectónica de Wilhelm Fistulator (alrededor de 1650)

 

Esta vibrante escena arquitectónica de Wilhelm Fistulator es un auténtico  tour de force del ilusionismo de  la perspectiva. Está realizado con la técnica de la scagliola, una mezcla de estuco, pegamento y colorantes colocados sobre una superficie de estuco, técnica que pretendía imitar el medio más costoso y técnicamente más exigente del commesso o mosaico de piedra. La placa representa una clásica arcada de estilo renacentista que se abre hacia un paisaje con otros edificios de estilo italiano, un parque y las lejanas montañas. El mármol de imitación se usa aquí para representar edificios de mármol reales, y la perspectiva lineal crea la ilusión de una escena tridimensional muy del gusto del Barroco. Los grabados de perspectivas y escenografías publicados en los siglos XVI y XVII inspiraban este tipo de escena pintorescas. La placa pudo haber sido planeada originalmente para ser insertada en un mueble o para ser enmarcada y colgada en la pared. El padre de Fistulator, Blasius fue uno de los más tempranos y talentosos cultivadores de la técnica que dejó sus mejores obras en la Munich Residenz.

 

Grupo de Once Figuras (Alegoría del otoño); Francesco Bertos (Italiano, activo 1693 – 1733); Roma (?), Italia; about 1725; Bronce; 79.5 × 44.1 × 36.8 cm

 

6.-Grupo de Once Figuras (Alegoría del otoño); Francesco Bertos, 1725

 

Ahora os pongo la obra de un escultor poco conocido, aunque reconocido por los museos, Francesco Bertos. El propio Museo del Prado tiene expuestas tres piezas suyas en las escondidas salas del segundo piso dedicadas a la escultura. Las podeis ver pinchando aquí. (1, 2 y 3). Según la web del Prado,

Las primeras noticias que tenemos de él lo sitúan en Roma hacia el año 1693. Más tarde, en torno a 1710, su presencia está documentada en Venecia, donde ejerció la labor de escultor en el Palacio ­Sagredo y en la Casa d’Oro. Francesco Bertós es conocido por una serie de grupos escultóricos pertenecientes a la colección Rusca de Florencia, al Palacio Real de Turín y al Museo del Prado. Se trata de composiciones de pequeño ­tamaño, realizadas en mármol o bronce y normalmente firmadas por el autor. Estos grupos, directamente inspirados en las ­creaciones de Juan de Bolonia, se caracterizan por la profusión de figuras alegóricas, que fundía por separado y luego agregaba logrando elaboradas composiciones piramidales.

Un escultor, bien curioso. Os animo a que le investiguéis.

 

The Piebald Horse; Paulus Potter (Dutch, 1625 – 1654); about 1650–1654; Oil on canvas; 50.2 × 45.1 cm

7.-The Piebald Horse; Paulus Potter, 1650-1654

 

Ahora viene el primer cuadro The Piebald Horse de Paulus Potter. No es que Paulus Potter sea un desconocido, ni mucho menos. Cualquiera que haya estado en la Mauritius Huis no podrá jamás olvidar su monumental Joven Ternero que a principios del siglo XIX era tan famoso como la Guardia de la Noche de Rembrandt.

Paulus Potter murió de tuberculosis antes de cumplir los treinta años, pero influyó profundamente en la forma en que los animales se representan en el arte europeo. Potter creó retratos de animales en lienzos de un tamaño que entonces sólo se dedicaba a la pintura histórica o religiosa, convirtiendo a los animales en el foco protagonista por completo de la imagen, no solo como un telón de fondo para la acción humana. Se cuenta que vagabundeaba por el campo holandés, con el libro de bocetos en la mano, igualmente sensible a cómo se comportaban los animales de granja en diferentes momentos del día como a las vicisitudes de la luz desde la mañana hasta el atardecer. Pocos de sus contemporáneos estaban más en sintonía con los estados de ánimo de la naturaleza o con la armonía eterna de los animales, el paisaje y el clima. A pesar de su monumental Ternero, Potter donde brilla es en los formatos intermedios como este maravilloso «Piebald» Horse de 1650-54 en el que un caballo moteado se recorta contra un cielo tormentoso.volviendo su cabeza hacia el espectador para sugerir un estado de alerta que le deben producir los sonidos producidos por los cazadores cercanos. Potter imbuye a sus animales como de personalidad individualizada.

El significado de la pintura probablemente es doble. Por un lado, es seguramente el retrato de un caballo real encargado con alta probabilidad por el dueño del animal que probablemente será también el dueño de la casa de campo a la derecha del cuadro. Pero, por otro lado, el caballo aparece libre, sin riendas, en una loma más elevada, como símbolo de una prosperidad que era propia de la Holanda de la época.

 

Cornelis Bega. El alquimista.(Dutch, 1631/1632 – 1664); 1663; Oil on panel; 36.2 × 32.2 cm

 

8.-Cornelis Bega El alquimista.1663

 Creo que ya he dejado ver en más de una ocasión en este blog mi profunda debilidad por la pintura holandesa en general, pero sobre todo por esas pequeñas escenas de género. Hoy, como síntoma de esa debilidad mía, dejo que entre en esta selección una pequeña obra del poco conocido Cornelis BegaBega nació, vivió y trabajó en Haarlem y fue hijo del escultor y orfebre Pieter Jansz Begijn, nieto de Cornelis van Haarlem y alumno de Adriaen van Ostade, así que perteneció a una reconocida familia de pintores. Normalmente pintaba escenas de género de campesinos, a menudo en ambientes interiores, pero también pintó un par de figuras fantasiosas como este  El Alquimista  o El Astrólogo (Londres).

La pintura es claramente irónica.  Para el siglo XVII, y sobre todo para el siglo XVII holandés, la alquimia ya no se consideraba como en la Edad Media  una ciencia respetable, y sus practicantes solían ser objeto de burlas. La figura descuidada de un alquimista se sienta entre una caótica maraña de parafernalia. Sostiene una balanza mientras pesa una sustancia para uno de sus experimentos. Se describen con precisión las texturas y las superficies de los diversos recipientes de arcilla y vidrio agrietados o rotos, formando auténticas naturalezas muertas. La luz que entra a través de la ventana abierta y los tonos armoniosos de marrón, gris y azul le dan al cuadro un calor acogedor.

 

 

Salomon_de_Bray_(Dutch_-_Samson_with_the_Jawbone_-

8.- Sansón con la quijada de asno; Salomon de Bray (Holandés, 1597 – 1664);

Aunque sujeta la quijada que es su atributo, lo bizarro de este cuadro proviene de una mala traducción. Sansón, el forzudo, había matado a miles de filisteos con la quijada de un asno. Después de eso, sediento, bebió de un manantial rocoso en Lechi que es también la palabra hebrea para quijada. Eso dio como lugar en las biblias holandesas a una mala traducción que hacía pensar que el agua manase directamente de la mandíbula del asno.

El arquitecto y pintor Salomon de Bray pasó casi toda su vida en Haarlem donde desempeñó un papel importante en los proyectos e instituciones culturales. Desafortunadamente, muchos de sus diseños arquitectónicos nunca se llevaron a cabo. Ayudó a reorganizar el Gremio de San Lucas en 1631, junto con Pieter Molijn. Sensible e inteligente, De Bray publicó una colección de poemas de amor y un libro sobre arquitectura contemporánea.

En 1663 – 1664, la peste golpeó a la familia De Bray, matando a ambos padres y cuatro de sus diez hijos. Los hijos sobrevivientes Jan, Dirck y Joseph se convirtieron también en pintores.

 

Bernini Busto del Papa Pablo V

9.-Gian Lorenzo Bernini Busto de Pablo V

El artista italiano Gian Lorenzo Bernini hizo dos Bustos del Papa Pablo V. El primero se encuentra actualmente en la Galería Borghese, en Roma. Se acepta que su fecha de creación fue 1618. En 2015, sin embargo, reapareció en Eslovaquia un segundo busto, desaparecido desde 1916, que fue adquirido por el Getty Museum, con tales tejemanejes extraños que el Gobierno eslovaco le puso una querella que perdió por una artimaña aparentemente bien urdida. La excusa fue que el busto ya había sido vendido dos veces en subasta pública, la segunda por tan solo 24.000 euros porque la atribución no estaba definida. Lo curioso, es que una vez adquirida y exportada y bien asentada, con una rapidez sorprendente, su atribución definitiva a Bernini, la pieza fue inmediatamente vendida al Museo Getty por la escalofriante cifra de 33 millones de dólares, el precio más alto pagado por una escultura. La cuestión era cuanto menos escabrosa y hacía sospechar de intereses espurios, además de suponer una pérdida irreparable para el patrimonio artístico de un país relativamente modesto , lo que causó cierta controversia en Eslovaquia

En efecto este segundo busto fue realizado por Bernini en 1621, tres años después del primero y poco después de la muerte de Pablo V, a raíz de un encargo de su sobrino, el cardenal Scipione Borghese.​ Incluso se hizo un vaciado en bronce  que se encuentra en la Galería Nacional de Dinamarca de Copenhague. El busto había pertenecido de siempre a la familia Borghese hasta que fue vendido en 1893,  aunque un historiador del arte registró su existencia en Viena en el año de 1916. Y se le había perdido la pista desde entonces. ¿Casualidades o tejemanejes? Ahí se queda, que juzgue quien quiera. Desde luego la soberbia calidad de la escultura de Bernini bien justificaba el alcance del asunto. La riqueza de la sobrepelliz con los relieves de San Pedro y San Pablo, pero también la extremada sutileza de la barba y de la tonsura papal hacen de esta escultura una de las obras más impactantes del museo.

 

Busto de Maria Cerri Capranica; Atribuido a Alessandro Algardi (1598 – 1654); 1640;

 

10.-Busto de Maria Cerri Capranica; Atribuido a Alessandro Algardi 1640

 

Demasiado tentador no contraponerlo como hace el Museo, ambos comparten sala, con este otro busto de Alessandro Algardi.  Según la web del Museo.

Maria Cerri Capranica viste un vestido de terciopelo con un elaborado cuello de encaje, vestida como una joven noble. Su elegante atuendo se complementa con una serie de joyas: un collar largo de perlas, una garantilla con piedras preciosas y un colgante con lazada y un pequeño relieve de la Sagrada Familia. La dama era claramente una mujer de estatus y riqueza, y el escultor la representó con una presencia psicológica poderosa y distintiva.

Era impresionante la maestría del marmol. La sensación de peso que transmite el encaje, la minuciosidad del complejo peinado lleno de rizos, para terminar con ese hilo de perlas prodigioso que flotaba en el aire, talladas la perlas una a una, casi en 360 º. Casada en 1637, Maria Cerri y Bartolomeo Capranica eran de prominentes familias romanas. Un escudo de armas que identifica a ambas familias aparece en la base de la escultura. Cerri murió a la edad de veinticinco años poco después de realizarse el busto. Algardi se formó inicialmente con el boloñés Lodovico Carracci, por lo que su arte siempre tiene ese toque boloñés. Después de tallar figuras y adornos de marfil para el duque Ferdinando Gonzaga en Mantua, Algardi se estableció en Roma en 1625 donde su interacción constante con las antiguas estatuas clásicas influyó en su propia escultura. Algardi recibió su primera comisión escultórica importante a los cuarenta años, la tumba del papa León XI.

 

 

 

11.-Retrato de un hombre con gorguera de Thomas de Keyser, 1626, Miniatura sobre cobre

Fascinante era también esta pequeñísima pintura sobre cobre de Thomas de Keyser  con un Retrato de un hombre con gorguera  de 1626. Curiosamente apenas he encontrado información de él en la web del museo pero os prometo que no tendría más de 10 cm de alto y sin embargo era portentosamente detallado y delicado.

De Keyser era hijo del arquitecto y escultor Hendrik de Keyser. No se tiene un conocimiento seguro de su formación, sino algunos datos escasos, sin embargo fue el retratista más demandado en los Países Bajos hasta la llegada de Rembrandt a la ciudad en 1632, que le eclipsó en popularidad. El joven y ambicioso Rembrandt estuvo grandemente influido por su obra, y muchos de los cuadros de De Keyser se han atribuido más tarde falsamente a Rembrandt, pues fue De Keyser, por ejemplo el que pintó primero una lección de anatomía. Tras el éxito fulgurante de Rembrandt,  De Keyser  comenzó a recibir muy pocos encargos, y se vio obligado a buscar otras fuentes de ingresos. Desde 1640 hasta 1654,  cuando volvió a pintar, fue propietario de un negocio de piedras de basalto. De Keyser trabajaba también como arquitecto. Desde 1662 hasta su muerte en 1667 supervisó la construcción del nuevo ayuntamiento de Ámsterdam, lo que actualmente es el Palacio Real.

 

Retrato de Antoine Singlin de Philippe de Champaigne

 

12.-Retrato de Antoine Singlin de Philippe de Champaigne (Francés, 1602 – 1674)

Este retrato lo he seleccionado, a parte de por la obra y el autor, por el efigiado: Antoine Singlin que sirvió de confesor nada menos que al Rey Sol, Luis XIV, y también al filósofo y genial ensayista Blaise Pascal. Lo que sabría este señor. Fue además director de los conventos de Royal-des-Champs y Port-Royal-de-Paris, lugares que fueron el centro del movimiento religioso de carácter marcadamente ascético conocido como el Jansenismo.
Los Jansenistas además de creer en la predestinación, casi no practicaban la comunión por lo que al final la controversia creció y acabó con una bula papal  la bula Pastoralis officii (1718) del papa Clemente XI que los excomulgó y los llevó al destierro. Philippe de Champaigne cayó bajo la influencia del jansenismo después de que su propia hija, víctima de una parálisis, fuese milagrosamente curada en el convento de Port Royal des Champs, lo que dejó reflejado en su mejor cuadro, su célebre y atípico Exvoto del Louvre pintado en 1662. En este retrato de alrededor de 1664, sólo dos años después de la curación de su hija, el autor pinta este retrato del abad del monasterio donde captura la personalidad determinada del hombre y sus creencias austeras.

 

 

San Ginés de La jara, Luisa Roldan, La Roldana, 1694

 

13.-San Ginés de la Jara, Luisa Roldan, La Roldana, 1694

 

En la misma sala estaba este fascinante San Ginés de la Jara de Luisa Roldán, La Roldana,  de alrededor de 1692. La pieza es absolutamente fascinante, no hay duda de que debió de tratarse de un encargo real de Carlos II,  pero aún lo es más si miráis el siguiente video sobre cómo fue hecha . Ahí está mejor explicado de lo que yo pudiera jamás hacer la grandeza de esta obra y de esta singular autora, afortunadamente cada vez más reconocida, fuera y dentro de nuestras fronteras. El vídeo es largo, unos diez minutos pero explica de una manera clara y al mismo tiempo fascinante todo el proceso de elaboración de la escultura. sus partes, el estofado de las telas, las encarnaciones, el montaje de los ojos de vidrio, etc. Merece la pena si podéis dedicarle diez minutos.

 

 

 

 

Cabinet on Stand atribuido a André-Charles Boulle

 

14.- Gabinete sobre Soporte atribuido a André-Charles Boulle ( 1642 – 1732)

Esta debió ser sin duda una pieza del mobiliario real pues toda la iconografía se refiere a las victorias militares de Luis XIV como el techo de la Galería de Los Espejos del Palacio de Versalles.Aunque cuesta verlo en la foto, en el panel central se representa el gallo de Francia que triunfa sobre el águila del Sacro Imperio Alemán y el león de España y las Provincias Unidas. Sobre la puerta, en bronce, una profusión de trofeos enmarcan el medallón central que es un retrato de Luis XIV. El gabinete por tanto debe celebrar el Tratado de Nimega, donde se selló la paz. Dos figuras grandes de inspiración griega, Hercules e Hipólita, la reina de las Amazonas, simbolizando la fuerza y el coraje en la guerra, hacen las veces de patas delanteras. El gabinete salió de Francia en la diáspora de obras causada por la Revolución Francesa.

 

Vista lateral

André-Charles Boulle fue designado ebanista real en 1677 y Colbert le reservó un gran espacio en el palacio del Louvre, haciendo de su estudio el más grande de París. A lo largo de los siglos transcurridos desde su muerte, su nombre y el de su familia han sido venerados por el arte con que perfeccionó la incrustación de carey , bronce y peltre en el  ébano . Es conocido como Boulle WorkLa producción de los tres talleres que llegó a tener Boulle  al mismo tiempo,  incluían desde artículos de tocador, despachos, armarios, pedestales, cajas de reloj y accesorios de iluminación, ricamente montados con bronce dorado que él mismo diseñaba. Parte del estilo Versalles se lo debemos a Boulle.

 

 

Carved Relief; Aubert-Henri-Joseph Parent (French, 1753 – 1835); Paris, France; 1789; Limewood; 69.5 × 47.9 × 6 cm

 

15.-Relieve esculpido  Aubert-Henri-Joseph Parent (French, 1753 – 1835).

Lo primero os pido disculpas por la foto, pero estaba protegido por una caja de metacrilato que dificultaba mucho el enfocado. Aubert Parent creó esta alegoría de la supuesta relación entre la monarquía francesa y la  nueva constitución redactada por la Asamblea Nacional poniendo todas sus esperanzas en el futuro de una monarquía constitucional y en medio de la vorágine de los acontecimientos de la revolución Francesa antes de la ejecución de Luis XVI y Maria Antonieta, a la que, por cierto, el Museo dedicaba una exposición aparte, omás bie a su colección de japonnoseries. Luis XiV había jurado en el verano de 1791 acatar la Constitución redactada por el Parlamento de París. esto es exactamente lo que representa esta pieza. El relieve de Parent, tallado en una sola pieza de madera de limonero, une un medallón del emperador romano Adriano, que simboliza al rey francés, con un medallón del Senado romano, representando a la Asamblea Nacional. Sin embargo, el ave muerta de la derecha (el antiguo régimen) y el nido no vigilado (Francia) simbolizan el fracaso de la nueva constitución y el fin de la monarquía.

Aubert-Henri-Joseph Parent que había gozado del favor real, se vió obligado a huir a Suiza cuando las cosas comenzaron a ponerse feas en la época del Terror. Allí se anunciaba a sí mismo como «Escultor, diseñador, Académico y pensionista de su desaparecida Majestad, Luis XIV, rey de Francia. No volvería a su país hasta 1813 donde pasaría el resto de su vida enseñando arquitectura. Aún así los relieves de Parent  son tan extraordinarios que a buen seguro les dedicaré alguna entrada futura. Sirva este como aperitivo,

 

Y hasta aquí la primera entrega de mi pesca de rarezas en el Getty. Pronto os colgaré la continuación y espero, como siempre, que os haya gustado.

 

 

 

 

 

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Johann Melchior Dinglinger, el gran joyero de la fastuosa corte de Augusto el Fuerte en Dresde http://rarasartes.com/johann-melchior-dinglinger-el-gran-joyero-de-la-fastuosa-corte-de-augusto-el-fuerte-en-dresde/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=johann-melchior-dinglinger-el-gran-joyero-de-la-fastuosa-corte-de-augusto-el-fuerte-en-dresde http://rarasartes.com/johann-melchior-dinglinger-el-gran-joyero-de-la-fastuosa-corte-de-augusto-el-fuerte-en-dresde/#respond Wed, 08 Aug 2018 10:50:40 +0000 http://rarasartes.com/?p=4296 Johann Melchior Dinglinger, el gran joyero de la fastuosa corte de Augusto el Fuerte en Dresde

 

Continuando con la anterior entrada sobre esa Cámara de las Maravillas que es la Bóveda Verde del palacio real de Dresde, y cumpliendo la promesa que hice de dedicarle una entrada especial al extraordinario joyero de la corte del príncipe elector de Sajonia Augusto el fuerte que es Johann Melchior Dinglinger, hoy os vengo hablar de las piezas que de este extraordinario artista creó en su taller con la ayuda de sus familiares. Pero antes quisiera hacer una introducción.

August Der Starke

Augusto el Fuerte, nacido Friedrich August de Sajonia,  era el segundo hijo de Johann Georg III conde palatino y elector de Sajonia y la Princesa Anna Sophie de Dinamarca y Noruega y, por tanto, no llamado a suceder a su padre. Su sobrenombre le viene de que al parecer tenía una fuerza descomunal que le gustaba mostrar a sus invitados doblando barras de hierro con sus manos. Como parte de su educación, se le mandó a un viaje que con el tiempo se llamó Grand Tour, desde Dresde a través de Frankfurt, Estrasburgo , París , España , Portugal , Inglaterra , Holanda , Dinamarca , Suecia ,  ,  Milán , Venecia y Viena desde, donde regresó el 28 de abril de 1689 por orden de su padre.

 

Kunstkammer Wien. Vienna, Austria

Particularmente impresionado por la exhibición de riqueza del Palacio de Versalles y por la Camara del Tesoro Imperial de Viena donde se conservaban la mayoría de los objetos de ese emperador alquimista que fue Rodolfo II, a su vuelta se convirtió en un apasionado coleccionista de piedras preciosas, joyería, vasijas de plata,  recipientes chapados en oro, piedras sin cortar, copas, conchas, autómatas, marfiles, pequeños bronces y trabajos de orfebrería. El Tesoro del Gran Delfín de Francia, Luis de Borbón, que hoy podemos admirar en el Museo del Prado en una nueva instalación, fue precisamente una de sus grandes fuentes de inspiración.

 

Magdalena Sybilla von Neitschütz, retratada por Rosalba Carriera

 

Las relaciones con su hermano mayor, Johann Georg IV, nunca fueron buenas. Como en una novela romántica, este último se había enamorado perdidamente de Magdalena Sibila de Neidschutz que vemos más arriba en un retrato a pastel de Rosalba Carriera. Su padre ya había tratado de separarlos, preocupado por su cercanía sanguínea ya que en realidad, Magdalena, era hija ilegítima suya y los enamorados eran en realidad medio hermanos. Probablemente Johann Georg IV nunca llegó a conocer la verdad, suponiendo que eran tan solo habladurías en contra de su amante,  y apenas murió su padre y ascendió al trono, vivió con Magdalena de forma pública y la convirtió en su «favorita» . Su obsesión romántica llegó a tal grado que incluso intentó matar a su propia esposa.  Eleonore de Sajonia-Eisenach, para casarse con Magdalena, asesinato que no se llevó acabo porque su hermano Augusto, el que sería conocido como el Fuerte, se interpuso desviando el golpe con las manos desnudas, lo que le causó una discapacidad permanente. La pareja llegó a tener una hija pero ambos murieron supuestamente de sarampión con 20 días de diferencia, aunque hoy se cree que fueron envenenados por el escándalo del incesto. Nada más ascender al trono Augusto, los familiares de Magdalena cayeron en desgracia acusados de haber embrujado a su hermano, sin embargo la niña nacida de aquella unión fue protegida y educada por su tío.

 

Electores de Sajonia desde 1691 a 1763, representados en el friso de azulejos del muro exterior de las caballerizas del palacio de Dresde.

 

Así que Augusto llegó, supuestamente, con malas artes a ser el nuevo príncipe elector y Conde palatino de Sajonia y Margrave de Meissen causando malestar entre la población. Su ascenso sin guerra al trono de Polonia, para lo que él, soberano del mayor estado protestante, no dudó en convertirse al catolicismo hizo que sus súbditos le vieran aún más como un traidor. Aunque al principio su conversión fue un secreto, la construcción de un edificio significativo para la Iglesia Católica que reflejase este cambio de fe no podía obviarse, lo que llevó a la construcción casi coetánea de las dos catedrales de Dresde: la Frauenkirche, catedral luterana encargada y pagada por el ayuntamiento y, por otro lado, la Hofkirche católica pagada por su príncipe para descontento de la mayoría de los ciudadanos. El malestar de sus súbditos fue grande y durante siglos prohibieron que la catedral católica pudiera hacer repicar sus campanas.  Sin embargo, los electores y los reyes de Sajonia católicos permanecieron hasta 1918 como cabezas nominales de la Iglesia Evangélica Luterana de Sajonia. Como parte de su campaña y para convencer al Parlamento Polaco, Augusto además mandó 120 de sus mejores objetos de plata procedentes del Tesoro real. Con él se inició la que se conoce como era Augustea  que entre 1697 y 1763, hizo que Federico Augusto II y su hijo Augusto III fueran también reyes de Polonia.

 

 

Todos esos objetos preciosos se conservaban por entonces en un lugar secreto, la Geheime Verwahrug  que podríamos traducir como Custodia Secreta y administrados por un Chambelán especialmente designado, aunque su uso e incluso su exhibición dependía en última instancia de la voluntad del príncipe elector. Pero Augusto, como ya dijimos, estaba fascinado por la exhibición de las riquezas de la corte de Versalles y con miras a exhibir sus tesoros de una manera pública encargará las salas con espejos, a la manera de la Galería de los Espejos del palacio francés, que serían el núcleo de la Bóveda Verde antigua, constituyendo en fase muy temprana el primer Museo estatal, accesible a cualquiera que vistiera con dignidad. En una primera fase de construcción, se hizo el Pretiosensaal y el EckKabinett pero en 1727 se hizo una extensión de la bóveda verde original con  ocho bóvedas más. La arquitectura de las cámaras del tesoro fue diseñada por Matthäus Daniel Pöppelmann, el arquitecto del Zwinger . El diseño interior se debió  a Raymond Leplat un diseñador de interiores, hugonote francés exiliado, nombrado inspector general de las colecciones reales sajonas desde 1698.

 

Una fiesta de la época de Augusto el Grande

 

El amor de Augusto por las artes le llevaría a encarcelar al alquimista Johann Friedrich Böttger quien había afirmado a principios del siglo XVIII que podía producir oro con materiales sin valor. Este para salvar su vida, comenzó a trabajar en la investigación de la porcelana a fines de septiembre de 1707. Los experimentos condujeron en 1708 a la invención de la primera porcelana europea. Augusto patentó la producción  e intentó mantener el procedimiento en secreto, fundando la famosa fábrica de porcelana de Meissen. Para preservar el secreto, solo se comunicó a un pequeño grupo de empleados sin embargo, el arcanista fugado Samuel Stöltzel logró llevar las recetas a Viena , donde en 1718 se fundó la Fábrica de Porcelana vienesa. Aún así la fábrica contó con extraordinarios escultores como Johann Gottlieb Kirchner,  conocido por sus grandes figuras de animales blancos, y, después, su colega y sucesor Johann Joachim Kändler.

 

Rinoceronte de porcelana basado en el grabado de Alberto Durero realizado por Johann Gottlieb Kirchner

 

Johann Joachim Kändler Apoloy las musas en Porcelana de Meissen

 

Además de este logro, Augusto también fue activo como empresario , por ejemplo, con las armerías de Olbernhau y la manufactura de fayenza de 1708  . En total, 26 fábricas de manufacturas se crearon durante su reinado, para la producción de espejos, rifles, telas, objetos de oro , damascos, alfombras y  los llamdos Silbergespinste o productos Leoninos, hechos de una malla de metales preciosos . La corte de Augusto se hizo famosa en toda Europa por la exquisitez de sus artes y la fastuosidad de sus fiestas: compositores como Buffardin , poetas, filósofos, abogados y médicos, cartógrafos, escultores como Balthasar Permoser, François Coudray, o los ya citados, Johann Gottlieb Kirchner Johann Joachim Kändler, arquitectos como Georg Baehr o Pöppelmann, talladores de madera, escenógrafos, diseñadores de jardines como Karcher, pintores de frescos, constructores de órganos, grabadores, vidrieros, etcétera, una concentración de artistas de tal magnitud que llevaron a que a la ciudad se le diera el sobrenombre de Elbflorenz Florencia del Elba.

 

Johann August Corvinus después de Matthew Daniel Pöppelmann (?), Fuegos artificiales en el río Elba detrás del palacio holandés, aguafuerte y grabado en cobre

 

Entre todos estos artistas no podían faltar por supuesto  los joyeros, los orfebres y los esmaltadores, creadores de las tan codiciadas Galanteries que por entonces fascinaban a las cortes europeas y entre los que destaca con luz propia la figura extraordinaria de Johann Melchior Diglinger (1664 –1731) y todo el círculo de sus talleres, que incluía a sus hermanos  Georg Friedrich Dinglinger (1666–1720) especializado en esmaltes y  Georg Christoph Dinglinger (1668–1728), que se especializó en el corte y talla de piedras preciosas. Incluso su hermana, Sophie, trabajaba en el taller. Pero no acabaríamos aquí: el escultor Balthasar Permoser colaboró ​​como modelador en los talleres y otro gran orfebre de la corte, Johann Heinrich Köhler, acabó por colaborar y emular las obras de Dinglinger. La fama de su taller trascendió las fronteras sajonas siendo sus piezas altamente codiciadas por las cortes europeas.

 

Antoine Pesne. Retrato de Johann Melchior Dinglinger con su copa del Baño de Diana del Museo del hermitage

 

Johann Melchior Diglinger es, sin duda alguna, uno de los mejores orfebres de la historia del arte con mayúsculas, comparable en sus obras a Benvenuto Cellini o Wenzel Jamnitzer y quizás el último orfebre en trabajar a gran escala. Su trabajo continúa desde la tradición manierista a la época de gestación del Rococó.

Dinglinger era suavo, nació en lo que hoy es Baden-Württemberg y  perfeccionó sus técnicas trabajando como aprendiz en Augsburgo , Nuremberg y Viena , tres centros tradicionales entonces de las artes suntuarias. Fue a Dresde en 1692, donde pasó el resto de su carrera al servicio de Augusto el Fuerte, por quien fue nombrado joyero de la corte en 1698, a la temprana edad de 34 años.

 

Dinglinger Haus in Dresden

 

Dinglinger, a pesar de la dificultad de los pagos por parte del príncipe, y convertido en objeto de requerimiento por todas las cortes europeas de la primera mitad del siglo XVIII, como demuestran la circulación de sus retratos en grabado, se convirtió en hombre de gran fortuna y elevado reconocimiento social. Acaso por tal riqueza, se casó cinco veces  y tuvo veintitrés hijos, de los cuales once sobrevivieron hasta la madurez. La famosa casa que erigió en Dresde, la Dinglingerhaus fue quemada en la Guerra de los Siete Años, aunque entre 2015 y 2016, se ha reconstruido en gran medida fiel a la original, en parte incorporando partes de la bodega que aún existían.  La casa, en su momento, fue una de las atracciones de Dresde debido a sus curiosidades como un observatorio astronómico, un reloj meteorológico y un camión de bomberos.

 

Dinglinger Brunnen in Dresden

 

El pozo que diseñó para su casa, conocido como Dinglingerbrunnen se reconstruyó en los años 60 de los daños sufridos durante el bombardeo de 1945 y es hoy un monumento catalogado, una maravilla barroca con peces y querubines que demuestra la riqueza que poseía pues es más propio de un palacio que de una casa particular. El propio zar Pedro I el Cruel se saltó todas las etiquetas palaciegas acudiendo visitar al joyero en su propia casa, cosa insólita en la época. Tal era su fama.

 

La casa del viñedo de Dinglinger en Dresden-Loschwitz

Dinglinger también era dueño de una casa de campo con viñedos en Loschwitz que aún existe y es una atracción turística. Su fama aún perdura, pasados los siglos, por toda la ciudad de Dresde dando nombre a diversas instuciones como colegios públicos, biblotecas e incluso joyerías. Además de sus obras principales, que ahora veremos, el círculo de su taller realizó las más diversas obras de joyería, esas que he llamado galanteries, pequeños objetos preciosos como botellas de perfume  que estaban unidos a una cadena para llevarlos colgados y evitar el mal olor, polveras, tabaqueras, llamativos botones , pulseras , hebillas de zapato, sombrero o cinturón, bandejas, juegos de escritorio, etc.

 

Antoine Pesne – follower, Portrait of a Man – Johann Melchior Dinglinger

 

Dinglinger fue un espíritu universal, uno de esos artistas eruditos como Rubens, o como Rembrandt. Además de todo el despliegue de lo puramente fantástico en el ornamento, tradujo elementos de la tradición geográfica, etnológica, arqueológica y natural a su trabajo con gran fidelidad, erudicción y un gusto exquisito.

 

San Jorge en la lucha con el dragón, joya de la Orden inglesa de la Jarretera (Gran George) Dinglinger, Johann Melchior (1664-1731) | joyero

 

El primer trabajo verificable y preservado de Dinglinger  es este San Jorge en la lucha con el dragón como una joya de la Orden de la Jarretera para Johann Georg IV (adquirido en 1693). En enero de 1693, Johann Georg IV fue admitido como caballero en la comunidad de la Orden de la corona inglesa, la «orden de la Jarretera«. Esto proporcionó la disculpa para esta pieza de joyería que representaba la espectacular pelea de San Jorge con el dragón como un ejercicio de torneo principesco. El alto grado de virtuosismo de la artesanía que tuvo Dinglinger desde el principio se revela, entre otras cosas, en la forma en que compuso la joya, que consta de muchas pequeñas piezas individuales. Hizo que la medalla en que consistía la condecoración se convirtiera en un brillante evento visual, poniendo innumerables diamantes pequeños en el arnés del caballo, la túnica del caballero y el cuerpo del dragón, que a su vez está formado por esmeraldas en cabujón. La pieza más que religiosa se convirtió en una de esas joyas cuya única utilidad eran ser piezas del gabinete de maravillas.

 

 

Guerreros africano con arco y flecha

 

 

 

 

 

También como «galantería» se entienden estas figuras de madera de alrededor de 1700, o a veces de marfil, que con frecuencia se adornaban con piedras preciosas y en pedestales de oro y se usaban como decoración para las estancias cortesanas. Tales estatuillas, que fueron coleccionadas por Augusto el fuerte en grandes cantidades, pertenecen al escultor Balthasar Permoser. Para la mayoría de ellos, el joyero de la corte Johann Melchior Dinglinger hacía la joyería del cuerpo en esmalte, oro, piedras preciosas y objetos pequeños, tales como el arco, el carcaj y las flechas. La atracción por la extrañeza exótica de los habitantes de África, tallados en ébano, obedecía a la moda de poseer hombres de color conocidos como  «moros de cámara» entre los cortesanos de la corte sajona-polaca.

 

Dromedario con dos africanos Permoser, Balthasar (1651-1732) | Escultor Dinglinger, Johann Melchior (1664-1731) | joyero

 

De poco antes de 1700 es esta representación de dos africanos en un dromedario, que no es una pieza de gabinete que se comprara directamente sino que se incorporó a la bóveda  en 1712-24 como una compra de las posesiones de la duquesa Friederike de Sajonia-Weissenfels. Está claro que Johann Melchior Dinglinger también pudo trabajar como joyero de la corte para otros clientes. La escultura de ébano, como en las anteriores, era de por Balthasar Permoser con quien colaboró toda su vida.

 

Juego de café de oro

Johann Melchior Dinglinger fue nombrado joyero de la corte en agosto de 1698 por el propio Augusto. Sin encargo directo, realizó esta extraordinaria obra de arte  que no tiene parangón, entonces como ahora. Se trata del Goldene Kaffeezeug o Juego de café dorado. La pieza central lleva más de 5.600 diamantes, además de muchas piedras decoradas  y se eleva en una estructura piramidal que combina un total de 45 embarcaciones en una magnífica obra de arte barroca . Su programa iconográfico está dedicado a la representación de los cuatro elementos, que toman forma en la decoración del esmalte y de los grabados. En un lugar prominente estan las figuras de marfil de Paul Heermann que son las personificaciones del agua (Neptuno), la tierra (Ceres), el aire (Mercurio) y el fuego (Minerva).

 

 

 

Goldene Kaffeezeug o Juego de café dorado

 

 

 

 

 

 

 

El conjunto personifica el lujo de las bebidas calientes (té, café, chocolate) que empezaban a estar de moda en los círculos aristocráticos, a pesar de que probablemente nunca se usó. En varios aspectos, Dinglinger anticipa algunos desarrollos artísticos. Incluso antes de la invención de la porcelana dura europea por Johann Friedrich Böttger en 1709, las tazas con asas esmaltadas en oro imitan la superficie blanca brillante de este material. La pintura con las figurillas chinas también se puede considerar como un avance temprano de la moda china, que floreció en Meissen en la década de 1720 con las pinturas de porcelana Höroldtschen. Y también la disposición piramidal de los vasos es un principio de diseño novedoso en ese momento. Este sería el primer gran trabajo de Dinglinger para reflejar la recién adquirida dignidad real de Augusto el Fuerte.

 

Jarra de jaspe y esmalte

 

De 1713, esta magnífica jarra de jaspe y esmalte con hilos de oro cuyo mango esta formado por dos serpientes que se entrecruzan y porta en su frontal un escudo con el sol que identificaba a Augusto el fuerte. estos objetos solían encargarse para realizar regalos de estado.

 

Baño de Diana

La copa con el baño de la Diana es el comienzo de una serie de copas únicas (Prunkgefäße) del taller de los Dinglingers. En este caso, el orfebre cuenta la historia de Diana y Acteón de las «Metamorfosis» del poeta romano Ovidio. En una posición central bajo un dosel esmaltado con una esfinge, se sitúa Diana la diosa de la caza, lista para bañarse. Dos delfines escupen agua en el cuenco de piedra tallada con utensilios de tocador colgando del borde. En comparación con la figura delicada de marfil, a la que acompaña  un juguetón querubín, uno de sus perros realizado en ébano cuida de sus aparejos de caza en el otro extremo de la copa. En la base, un ciervo, en el que la diosa convirtió a Acteón por atreverse a verla desnuda, es devorado por sus perros. Una inscripción en el borde del pie resume la declaración moral : «DISCRETION SERT EFFRONTERIE PERD» (la discreción se adorna, la desvergüenza se pierde).  La copa parece negar las leyes de la gravedad. En el punto del eje cuelga una perla barroca, mientras que el cuerpo de calcedonia parece flotar en tres puntas de la cornamenta del ciervo. Las dos figuras de marfil son de la mano de Balthasar PermoserAugusto  adquirió la pieza en diciembre de 1704 por 8,000 táleros de plata, cifra elevadísima. Para Dinglinger, su trabajo debe haber sido de sus preferidos, ya que muchos años después se dejó retratar con esta copa en el óleo de Antoine Pesne que os puse más arriba.

 

Cuenco de hercules Luchando 1708-31

Dinglinger usó un cuenco de jaspe antiguo del cortador de piedras de Augsburgo Johann Daniel Mayer para esta copa. La figura central de la poderosa nave es Hércules, cuya batalla con el león de Nemea sirve como coronamiento de la obra. Los medallones de esmalte en el borde del cuenco y en el pie apuntan a nuevas acciones del semidiós. El héroe de la mitología antigua, conocido por sus poderes ingobernables, era considerado el vencedor del mal,  ilustrado en el cuenco, donde un poderoso dragón, luchando con una serpiente, se sumerge en las profundidades. Hércules es inequívocamente equiparado con Augusto el Fuerte, ya que la pelea con el león tiene lugar frente a un espejo, en cuyo dorso aparece el retrato del monarca. Ya en 1694, cuando inesperadamente sucedió a su hermano como Elector, comenzó su asimilación como ‘Hércules Saxonicus‘. Otras alusiones a la persona de Augusto  están ocultas en numerosos detalles. Así, el águila blanca sentada bajo la efigie real sostiene en sus garras la joya de la Orden del Águila Blanca polaca.  E incluso el tronco que sobresale en el caparazón tiene un significado más profundo, porque se asocia con la Orden del elefante danés, a la que el soberano pertenecía por igual.

 

Copa con el Mohrin Dinglinger, Johann Melchior (1664-1731) | Goldsmith Dinglinger, Georg Friedrich (1666-1720) | Emailleur Thomae, Benjamin (1682-1751) | tallista

La figura de la Mora (o la Negra)  tallada en una sola pieza de cuerno de rinoceronte se atribuye a Benjamin Thomae, un discípulo de Balthasar Permoser. Un nivel más profundo de significado recibe el caparazón a través de los medallones de esmalte en el pie con escenas de los Argonautas, a los que también se refiere al gran medallón con Jason y Medea en la parte trasera del caparazón. La hechicera Medea ayudó a Jason a encontrar el Vellocino de oro arrullando a la bestia, a la que alude el dragón, que lo guardaba. Sin embargo,  no presenta, como era de esperar, la Orden del Toisón de Oro, sino la Orden del Elefante danés. El detalle en realidad se refiere a la visita a Dresde del rey Frederik IV de Dinamarca (que reinó entre 1699 y 1730) a fines de mayo de 1709. Augusto el Fuerte usó la estancia de su primo para ganárselo en una ostentosa celebración de una renovada alianza contra los suecos. El cuenco con la referencia a la leyenda de los Argonautas sería entonces un símbolo de la unidad de un grupo de Elegidos para emprender una empresa arriesgada que conducirá un final glorioso.

 

Copa de sardónice con la hechicera medea

La Copa de sardónice con la hechicera Medea, está formada por una pieza antigua y dañada del taller milanés de los hermanos Sarracchi que le fue encargada para reparar a Dinglinger. Los vasos milaneses de este tipo sugieren que originalmente el dragón tenía sus alas extendidas. Dinglinger las pegó al cuerpo y colocó una figura femenina en la parte posterior del pájaro con el emblema AR, referido a Augustus Rex. Muy naturalista, diseñó las patas del pájaro y las dos serpientes que se enrollan en ellas,así como dos lagartos y una tortuga.  La figura sentada sobre el dragón el propio Dinglinger en su factura del 25 de junio de 1709 la identificó como Medea.

 

Weißenfelser Jagdpokal Dinglinger, Georg Christoph (1668-1746) | Goldsmith Dinglinger, Johann Melchior (1664-1731) | Joyero Dinglinger, Georg Friedrich (1752-1817) | Esmaltador

El vaso ceremonial de oro esmaltado  fue construido desde 1712 hasta 1720 y es una variación  del tipo de Copa o Trofeo de caza muy popular en Sajonia. Un venado es  atacado por un perro junto a un tronco de un árbol que forma el pie  del vaso trofeo en forma de huevo. Más motivos de caza aparecen entre los sutiles adornos. Probablemente fue originalmente un regalo de Augusto el Fuerte al duque Christian como sugieren las tres iniciales entrelazadas «CCC» y el escudo de armas.

 

Copa de esplendor con la bacanal de los niños

La tapa superior de esta copa está realizada con perlas barrocas y esmaltes que reproducen a distintos niños jugando. La inscripción que dice  «SERIA NESCIT TURBA MINUTA» (El pequeño grupo no conoce nada serio que les preocupe) deja el tema bien claro. La descripción es muy minuciosa, la cabra con la que juegan los niños, la valla caida, el pantalón bajado,el tocón del árbol y otros detalles.

 

Obeliscus Augustalis

Otra de las grandes obras de orfebrería de Dinglinger para Augusto el Fuerte es este Obeliscus Augustalis. Diseñado específicamente para las paredes de espejo de la Bóveda Verde Original, el obelisco podía ser contemplado en todas sus caras. Hecho para la contemplación al detalle, en el centro del obelisco se encuentra Augusto el Fuerte en un camafeo de estilo antiguo con colores esmaltados.

 

Obelisco Augustalis Dinglinger, Johann Melchior (1664-1731) | Joyero Hübner, Christoph | Steinschneider Kirchner, Christian (1691-1732) | escultor

 

Cubierto con el emblema de Sajonia, la corona de Polonia-Lituania y la orden de la estrella de plata de Polonia abajo, está rodeado por los signos tradicionales del gobernante militar. Mientras que cuatro soldados antiguos están acampados en la explanada que se eleva en tres escalones, los miembros de varias naciones antiguas admiran el monumento. Además de la referencia directa al Rey Elector reinante, el Obelisco celebra de alguna manera codificada la conexión completada en 1719 de la hija del Emperador, Maria Josefa, con el  Príncipe Friedrich August. Los camafeos del obelisco, magistralmente cortados por Christoph Hübner, elogian simbólicamente las virtudes de la futura pareja gobernante con la yuxtaposición de hombres y mujeres importantes de la antigüedad. Es de alrededor de 1728.
Augusto el Fuerte había enfatizado el vínculo visual entre él y su antiguo tocayo el emperador Octavio Augusto y metafóricamente se convirtió en el «Emperador». Además, el obelisco en sí eleva Augusto a un estado de poder en lo que respecta al significado histórico de la estructura. Para los egipcios, el obelisco era un símbolo del derecho del faraón a gobernar y su conexión con lo divino. En la antigua Roma, el obelisco era una encarnación de la maduración de Roma como  Imperio.  ¿El obelisco por lo tanto simboliza el deseo de Augusto de su propia «mayoría de edad» como gobernante ? Como fuera, ocupo un lugar central en la Habitación de las Joyas  (Juwelenzimmer), lujoso espacio de exposición  donde se encontraban varias de estas obras maestras del joyero de la corte y el orfebre favorito del rey, Johann Melchior Dinglinger.

Joya de la orden del Toisón de oro (conjunto Ruby) Dinglinger, Johann Melchior (1664-1731) Taller | joyero

Las joyas de las órdenes caballerescas seculares formaban las joyas más exclusivas de la vestimenta principesca. Una de las más antiguas y respetadas, la Orden del Toisón de Oro,  reservada exclusivamente para los príncipes de la fe católica. Fundada en 1430 por el duque de Borgoña Felipe el Bueno, el Toisón de Oro ha sido desde principios del siglo XVI, la condecoración más importante de la familia de los Habsburgo y a las coronas de Austria y España. El actual gran maestre de la rama española es Felipe VI de Borbón, Rey de España y el actual de la rama austriaca el heredero del imperio Austrohúngaro, el príncipe don Carlos de Habsburgo-Lorena.. La orden religiosa de cada caballero tenía que ser devuelta a la oficina de la orden después de su muerte.

August_II_El Fuerte por Marcello_Bacciarelli, llevando la joya anterior

El carnero era ya un símbolo de la ciudad de Brujas, que contaba con una importante industria lanar.​ Con la elección del vellocino de oro, el Duque hacía referencia a la leyenda de Jasón en la nave Argo. Esto enlazaba también a la nueva vocación marinera de Borgoña gracias a sus puertos en los Países Bajos. Se le concedió en 1722, tres años después de la boda de su hijo Friedrich August II, a quien también se le otorgó, con Maria Josefa de Austria,  en nombre del emperador Carlos VI de Austria. El Emperador otorgó a las majestades sajonas el privilegio de ser Caballeros de la Orden del Toisón de Oro y al mismo tiempo presidir su propia Orden del Águila Blanca polaca. Esta insignia fue realizada con rubíes de excepcional tamaño más setenta diamantes de tamaño mediano por Dinglinger.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero sí hay una obra emblemática de Dinglinger es este Trono del Gran Mogul Aureng-Zeb en el día de su cumpleaños, un auténtico diorama en joyas y esmaltes de la corte del Gran Mogul Aurangzeb, emperador del Imperio mogol entre 1658 y 1707 y contemporáneo de Augusto por tanto, el último de los «grandes mogoles» y una de las figuras más controvertidas de la historia india. El «trono de la Gran Mogul Aureng-Zeb» es uno de los ejemplos más curiosos del arte barroco tardío de la joyería y de la principal obra de Johann Melchior Dinglinger. Su taller funcionó durante más de seis años para organizar la brillante fiesta de cumpleaños del legendario Grand Mogul. 5223 diamantes, 189 rubíes,  175  esmeraldas, 53 perlas, dos camafeos y un zafiro (aunque hoy en día faltan todavía 391 piedras preciosas y perlas) forman la rica decoración del conjunto, que fue adquirido por Augusto el Fuerte por 58.485 taleros o lo que es lo mismo el equivalente a tonelada y media de plata.

 

Aureng-Zeb, el legendario contemporáneo de Augusto el Fuerte, gobernó todo el subcontinente indio desde 1658 hasta su muerte en 1707. Su sistema centralista de gobierno era considerado el epítome de la monarquía absoluta, su riqueza parecía inconmensurable. En el centro de la acción está entronizado bajo un dosel, mientras que los príncipes más poderosos de su imperio le presentan regalos de cumpleaños.

 

 

 

 

 

 

 

La búsqueda de veracidad histórica se refleja en las numerosas referencias a los relatos de viajes, que transmiten el curso de las festividades anuales en palabra e imagen. Además, Johann Melchior Dinglinger tuvo en cuenta prácticamente toda la literatura oriental disponible. El conjunto incluye 132 figuras distintas y 32 obsequios para el Mogul,realizados en delicado esmalte y metales preciosos.

 

 

Entre los 32 regalos, sin embargo,  también cita sus propias obras (como la miniatura similar alusiva del «juego de  café de oro» ), así como objetos de los antiguos egipcios, griegos, chinos e incluso  objetos y símbolos germánicos. Su significado se explica en un ensayo detallado del joyero de la corte que presentó a Augusto el Fuerte junto con el trabajo terminado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La última de las grandes obras de Dinglinger para Augusto fue el Altar de Apis,una obra de casi 2 metros de altura y la última atribuida a Dinglinger entre 1729 y 1731.

 

Altar de Apis

Muestra un poco la moda por las culturas exóticas y la concepción que se tenía a principios del siglo XVIII de la religión del Antiguo Egipto. Así en la base podemos ver las iniciales ARP, Augusto Rey de Polonia, así como versiones de las pinturas egipcias relacionadas con el tránsito del muerto hacia el mundo de ultratumba. En las esquinas hay vasos canópes y en la hornacina interior una balsa egipcia donde dos barqueros transportan al dios Apis en su forma de buey, con dos cocodrilos tachonados de diamantes an los lados.

Sobre esta un relieve en piedra representa a Horus frente a Osiris. La pieza esta coronada por esfinges y un obelisco con escritura jeroglifica. Al parecer la fuente fue la Mensa Isiacauna elaborada tableta de bronce con incrustaciones en otros metales de la época romana . Fue durante un período propiedad del Cardenal Pietro Bembo  y fue utilizada en el siglo XVII por Atanasio Kircher como fuente principal para desarrollar su traducción de jeroglíficos egipcios ; sin embargo, los jeroglíficos de la tabla isiaca no tienen ningún significado porque es una imitación romana. Sin embargo, en época de Augusto, Dinglinger muestra una gran erudición al conocer los trabajos de Kircher.

 

 

Por último os quiero poner algunos de sus trabajos como joyero de la corte.

Durante casi cuatro décadas, Augusto el Fuerte además le encargó a Dinglinger  diez conjuntos de joyas para su representación real, pero por supuesto también para su placer personal.

guarnición de esmeralda

 

 

Los juegos, como el de más arriba, que es el de esmeraldas incluían numerosas piezas que se incluían todas en Los juegos, como el de más arriba, que es el de esmeraldas, incluían numerosas piezas que se incluían todas en el vestuario de un príncipe: reproducciones de las ordenes más importantes del rey como el Toisón de Oro y la Estrella Blanca Polaca, un colgante de sombrero, dos tipos de espadas cortesanas con sus vainas, distintos tipos de hebillas y botonaduras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Solo dos conjuntos de joyas de Augusto el Fuerte tenían un aigrette. Un Aigrette era un Hutzier alemán , que tuvo su origen en las joyas del Renacimiento. Es una decoración de sombrero imponente, que era extremadamente decorativa gracias a las plumas de garza insertadas en él. El de la izquierda es del juego de joyas de ágata y el de la derecha del de coralina.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estos juegos de joyas incluían botones que servían a los príncipes del barroco tardío y el rococó  como  cierres de prendas,  adornando sobre todo como mangas, bolsillos y frontales de forma deslumbrante.  Este conjunto de rubíes,  (hay otros de zafiros, esmeraldas o ágatas), probablemente fue creado por Johann Melchior Dinglinger para la coronación de Augusto el Fuerte como rey de Polonia en 1697. Un conjunto completo de joyas incluía también las hebillas de las que había tres tipos funcionales: una hebilla de sombrero, dos para las correas de la rodilla que llevaban el nombre contemporáneo de hebilla Jarretier, y se usaban para que los trastes de los pantalones se pudieran mantener a la altura deseada y dos hebillas de zapatos un poco más grandes.

A continuación os pongo algunas joyas más para acabar estas dos entradas sobre el fastuoso tesoro de la Boveda Verde de Dresde. Y Felices vacaciones.

Borde del sombrero (conjunto de esmeraldas)

Horquilla con una gota brillante larga usada por un águila Dinglinger, Johann Melchior (1664-1731) | joyero

Espada de corte con vaina (juego de zafiros) Dinglinger, Johann Melchior (1664-1731) Taller | joyero

 

 

 

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La Bóveda Verde de Dresde, la más impresionante Cámara de las Maravillas de Europa. http://rarasartes.com/la-boveda-verde-de-dresde-la-mas-impresionante-camara-de-las-maravillas-de-europa/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-boveda-verde-de-dresde-la-mas-impresionante-camara-de-las-maravillas-de-europa http://rarasartes.com/la-boveda-verde-de-dresde-la-mas-impresionante-camara-de-las-maravillas-de-europa/#comments Mon, 30 Jul 2018 09:57:58 +0000 http://rarasartes.com/?p=4238  

La Bóveda Verde de Dresde, la más impresionante Cámara de las Maravillas de Europa.

 

Recién vuelto de un viaje por las tierras de Alemania del este y la República Checa, las antiguas  Bohemia, Silesia, Sajonia y Prusia, me temo que las artes de estos lugares abundarán en las páginas de este blog por un tiempo.

Si hay una ciudad que me ha impactado, a pesar de la devastación que sufrió en uno de los peores episodios de la Segunda Guerra Mundial, ha sido Dresde, la llamada Florencia del Elba. Y a pesar de las reconstrucciones, a pesar de cinco décadas de un comunismo poco dado al aprecio cultural, el espíritu de la ciudad sigue incólume y no ha dejado por un momento de sorprenderme. Volveré sobre ella a menudo, pues hay mucho que contar de la capital de los Electores de Sajonia  cuyos gobernantes fueron entre 1697 y 1763, también  reyes de Polonia.

zwinger dresden

La ciudad era la capital del país protestante más importante dentro del Sacro Imperio Romano Germánico . Durante este tiempo se establecieron importantes instituciones culturales, y la ciudad estuvo involucrada en casi todas las principales guerras europeas, Bajo Friedrich August I , llamado Augusto el Fuerte, Dresde adquirió la importancia cultural que tiene hasta la época moderna a través de lo que se conoce como el Barroco de Dresde.  La atractiva ubicación en el Elba y el clima templado del valle con su viticultura fueron el punto de partida ideal para una revisión del modelo del barroco italiano. El río Elba, como el Gran Canal veneciano , era, y sigue siendo,un curso de agua bordeado por edificios verdaderamente suntuosos.

BELLOTTO-VISTA-DE-DRESDE

Después de la adquisición de la corona real polaca en 1697, Dresde se convirtió además en una de las  metrópolis más importantes de Europa. Durante el reinado de 37 años de Augusto el Fuerte surgieron el Zwinger , la Frauenkirche , el Palacio  Taschenberg  , el castillo de Pillnitz , el Palacio Japonés , el Friedrichschlößchen con el jardín barroco,  etc. Los arquitectos Mateo Daniel Pöppelmann y Balthasar Permoser fueron los principales artífices de este gran cambio.

 

Dresden, Zwinger, Matthäus Daniel Pöppelmann, Das Zwinger-Kupferstichwerk. 1729

 

Dresde ha sido bombardeada y destruida varias veces, no solamente al final de la Segunda Guerra Mundial sino también en 1760,  cuando durante el transcurso de la Guerra de los Siete Años, Prusia asedió sin éxito Dresde y bombardeó el centro de la ciudad, destruyendo muchos edificios, que fueron reconstruidos en su mayoría. Muchos de sus edificios como la Frauenkirche, reconstruida entre 1994 y 2005, sólo han podido hacerse por la protección y conservación de la montaña de escombros durante más de cinco décadas por las autoridades de la RDA como un monumento contra aquella barbarie que fue el bombardeo de Dresde por la aviación británica.

 

 

Pero hoy os quiero hablar del  Castillo de Dresde o el Palacio Real,  la Residenzschloss, que  durante casi 400 años, fue la residencia de los electores (1547-1806) y reyes (1806-1918) de Sajonia. Reconstruido desde la década de 1980, el castillo es ahora el hogar de cinco museos que contienen la Bóveda verde histórica y nueva , el gabinete numismático , la colección de grabados, dibujos y fotografías y la armería de Dresde con la cámara turca.

 

Patio de la Residenzschloss

Mira que hay grandísimos museos en la ciudad, -sobre todo la impactante Gemäldegalerie Alte Meister que está frente al Zwinger, una de las mejores colecciones europeas del Renacimiento y el Barroco, con el San Sebastiano de Antonello da Messina o la Venus de Giorgione y la no menos soberbia Galerie Neue Meister del Albertinum con sus magnificos paisajes románticos alemanes, entre ellos 14 cuadros de Caspar Friedrich-,  pero si algo me impactó en Dresde fue la visita a este palacio donde todas las formas de arte, incluidas aquellas mal llamadas artesanías, se mezclaban para crear eso que los alemanes llaman Gesamtkunstwerk y que podríamos traducir como «obra de arte total».

Dresden Rüstkammer

No sólo se encuentra allí la llamada Bóveda Verde, de la que os voy a hablar, sino también el Gabinete de Cobre (Kupferstichkabinett) dedicado a los dibujos y grabados, una hermosísima colección de monedas y medallas (Münzkabinett),  la Armería o Rüstkammer donde además de armas y armaduras es posible ver ropa y accesorios de la época, además de una Cámara Turca (Türckische Cammer) donde hay una impresionante colección de objetos del entonces vecino Imperio Otomano.

 

Un auténtico panorama total de todas las manifestaciones artísticas de la época Barroca y Rococó que no es muy frecuente ver en unos museos casi siempre más centrados en la pintura o la escultura. Una verdadera Cámara de las maravillas o WunderKammer de los electores de Sajonia que es en realidad lo que da origen a esta impresionante colección que, con la salvedad de los Museos Vaticanos que datan su fundación en la exhibición pública del  recién excavado Grupo del Laocoonte en 1506, es el museo más antiguo del mundo, fundado en 1723, 36 años antes que el Museo Británico.

 

Gabinete de las joyas de la corona

 

La Grünes Gewölbe Bóbeda verde es un museo histórico único que contiene la mayor colección de tesoros y joyas de toda Europa. Debe su nombre a las bases de columnay los capiteles  pintados de verde  malaquita  de las habitaciones originales. Después de la devastación de la Segunda Guerra Mundial , el Grünes Gewölbe ha sido completamente restaurado. Hoy, sus tesoros se muestran en dos exposiciones: La bóveda verde históricaHistorisches Grünes Gewölbe ) es famosa por su esplendor de la cámara del tesoro histórico tal como existía en 1733, mientras que la bóveda verde nuevaNeues Grünes Gewölbe ) centra la atención en cada objeto individual. Es obvio que no voy a poder dar cabida aquí a tamaños y tan numerosos tesoros que dejan con la boca abierta, objetos cualquiera de ellos de valor extraordinariamente superior en su época a cualquiera de las pinturas que hoy cuelgan en los museos.

 

Sala de las joyas

L

 

a bóveda verde histórica consta de 9 habitaciones diseñadas para dejarte con la boca abierta: el Gabinete de ámbar, la Sala de Marfil, la Sala de Plata Blanca, la Sala de Plata Dorada, la Habitación Preciosa o Salón de los Tesoros, La Sala de Escudos de Armas o Sala de heráldica, la Cámara de la joyas de la corona de la realeza sajona-polaca,  la Habitación de bronce y la Sala de los bronces renacentistas

 

Sala de la plata blanca

 

Sala de la plata dorada

 

Sala del marfil

Estancia de los escudos

 

Sala de los objetos preciosos

 

Y por si todo este despliegue no fuera suficiente en la Nueva Bóveda Verde hay una exposición más minuciosa pieza a pieza de algunos de los tesoros más espléndidos de este Gabinete de las maravillas de los que os voy a poner algunos.

 

 

Comienzo con esta fotografía que no es muy buena pero que me viene bien para explicar  cómo las wunderkammer eran los espacios donde se coleccionaban y exponían objetos exóticos provenientes de todos los rincones del mundo conocido. Fueron verdaderas enciclopedias escenificadas donde se mezclaban todas las maravillas del mundo clasificadas en cuatro tipos: artificialia, naturalia, exotica y scientifica. Los objetos llamados naturalia  eran curiosidades y hallazgos naturales procedentes de exploraciones como corales, perlas en bruto, grandes conchas, cuernos de narval que se tenían como cuernos de unicornio, cristal de roca y piedras raras entre otras muchas cosas. Por artificialia se tenían objetos producidos por el hombre a partir de esos elementos obtenidos de la naturaleza, como la copa con tapa de pájaro de la fotografía superior realizada con un cuerno de rinoceronte,  la esfera de cristal de roca, los huevos tallados de avestruz, etc- También se exponian objetos exóticos, exotica, como animales disecados, las llamadas Nautiluspokale que eran unas copas realizadas con conchas de Nautilus, tallas de marfil, cofres de nácar procedentes de la India, porcelanas chinas, etc. Y por último scientifica, es decir,  instrumentos físicos o quirúrgicos, de óptica o espejos, relojes de arte o de ranuras, astrolabios, globos terráqueos y celestes, gafas extrañas, e incluso textos de alquimia o matemáticas. La fotografía superior me viene bien porque recoge un poco un resumen del tipo de objeto que entonces se consideraba precioso. De hecho, el cuerno tallado de la repisa superior era uno de los objetos más valiosos porque se creía un cuerno real de unicornio.

Cofrecillo de viaje de entorno a 1600 hecho de nácar en la India

 

Ivory column clock:Elfenbeinsäuleuhr (1589, by Egidius Lobenigk and Hans Schlottheim)

Esta columna de marfil de 117 cm de altura reunía cuatro proezas técnicas: primero era una obra de arte de marfil torneada, después un reloj, un autómata con figuras y un mecanismo musical. Cada hora sonaba una melodía, y al mismo tiempo, los tres pajes de las escaleras subían hacia arriba, los tamborileros tocaban sus instrumentos y los trompetistas tocaban las trompetas. una pieza realizada por Egidius Lobenigk, un especialista en la talla de marfil, y Hans Schlottheim, un conocido relojero y creador de autómatas de Augsburgo.

Reloj con bola giratoria Augsburgo 1600

De Hans Schlottheim también estaba esta obra maestra de la ingeniería mecánica en la que en el transcurso de un minuto exacto, una bola de cristal de roca rodeaba 16 veces el reloj en forma de torre, mientras una segunda bola dentro de la carcasa se elevaba. Al ocurrir esto, la manecilla del reloj avanzaba un minuto y Saturno golpeaba la campana con su martillo. A la hora exacta los trompetistas y tamborileros de las balaustradas tocaban una melodía. En la base se representan las virtudes griegas.

Lüneburg Mirror (1587, by Luleff Meier) con marco de 1592, de Dirich Utermarke)

Este espejo de un tamaño mayor de lo habitual la calidad de orfebrería excepcional, está oculto detrás una cubierta con una rica ornamentación a base de figuras, entre las cuales se halla sentado en un globo terráqueo mirando hacia arriba el genio del tiempo. Representaba la historia de la casa dinástica de una forma muy compleja.

Abraham Jamnitzer- Statuette of Daphne, late 16th Century. Dresden State Art Museum.

esta estatuilla realizada por Abraham Jamnitzer ciertamente nunca fue pensada para tener un uso práctico, aunque se quita la parte superior del tronco, a partir del cinturón, se convierte en una copa que puede utilizarse. Nos cuenta la historia de las metamorfosis de Ovidio de la ninfa Dafne que para escapar de las solicitaciones de el dios Apolo se transforma en un laurel Abraham Jamnitzer, era hijo de uno de los más grandes orfebres del renacimiento en Nuremberg  Wenzel Jamnitzer.

Cassette alegoría de la filosofía, de plata parcialmente dorada

De Wenzel Jamnitzer y de 1562, es este Cofrecillo con una alegoría de la filosofía quien sostiene en sus manos una tablilla con una descripción latina que dice que la ciencia puede superar a la naturaleza. El cofre puede abrirse mediante un mecanismo secreto que se encuentra en la urna que tiene a sus pies,  revelando en su interior  cajones para útiles de escritorio.

 

Automat in Form einer Spinne Reichel, Tobias (Anfang 17. Jh.)

Este era un autómata en forma de araña de Tobias Reichel que servía para hacer bromas en la mesa. Movia todas las patas.

Hueso de cereza tallado con cabezas anterior a 1589

No todos los objetos tenían que tener un gran valor como por ejemplo este hueso de cereza engarzado como colgante que tiene 113 cabezas de representantes del orden secular y eclesiástico.

 

Joyero con memento mori

El atractivo estético de este noble joyero radica en el eficaz contraste entre el ébano oscuro y la decoración de oro esmaltada. Las personificaciones femeninas de las virtudes llenan los nichos como figuras totalmente plásticas y se encuentran en forma de relieves en los lados del cofre. Recuerdan los tesoros de los verdaderos valores internos. En la tapa hay un putto con una calavera y un reloj de arena, sosteniendo una placa con la inscripción «Memento Mori«.¿Podía haber algo más barroco que esta vanitas hecha joyero?

 

Rock crystal galley/Bergkristallgaleere (late 16c, by the workshop of Saracchi in Milano)

El taller de los hermanos Saracchi en Milán era internacionalmente conocido por sus extraordinarios trabajos en cristal de roca, como este en forma de navío  con historias de la Metamorfosis talladas según diseñosde Annibale Fontana. La bandera danesa es un añadido posterior para agasajar una visita del rey danés Federico IV en 1709,

 

 

Las vasijas venecianas de vetro a reticello están entre los productos más sutiles y elegantes de la artesanía del vidrio. No fueron diseñadas para uso práctico sino más bien como piezas de coleccionista.

 

Figura con diana y centauro. Autómata

El Elector Christian II de Sajonia compró la estatuilla con Diana en el Centauro en 1610 durante una estancia en Praga. Probablemente durante una visita al Kunstkammer imperial vio una pieza muy similar en posesión de Rodolfo II, que ahora se encuentra en el Kunsthistorisches Museum de Viena. La extraña copa para beber se podía mover a través de la mesa, con el perro más grande moviendo su cabeza, el más pequeño saltando arriba y abajo, mientras Diana y el Centauro movían sus ojos hacia adelante y hacia atrás. Tan pronto como la máquina se detenía, el Centauro disparaba una flecha. Objetos de este tipo servían no solo para la decoración de la mesa sino para la diversión de la sociedad cortesana.

Copa de Hercules sosteniendo el globo terráqueo

Entre los  pedestales que están diseñados por August Elias Lencker entre 1626-9 de manera naturalista como el suelo de un bosque con anfibios,  apenas sobresale por debajo de la placa inferior unos engranajes ocultos. Una tercera rueda no perforada está montada de manera pivotante como guía o volante. Con la ayuda de estas unidades, era posible mover esta copa y otra que hacía juego con San Cristóbal y el niño sobre la mesa del banquete. Presumiblemente, el que estaba delante de la máquina cuando ésta se detenía tenía que beber la copa llena de vino. Incluso el  patricio y  conocedor de arte de Augsburgo Philipp Hainhofer (1578-1647)  se quedó admirado en septiembre de, 1629, durante su visita a la Dresden Kunstkammer » El globo celeste muestra un cometa observado en 1618; el globo terrestre sigue un modelo del cartógrafo de Amsterdam Jodocus Hondius (publicado en 1618 por Giuseppe de Rossi), y se incluyen en los últimos descubrimientos, como el rio Hudson que Henry Hudson descubrió en 1610 y que lleva su nombre (Canadá).

Große Fregatte aus Elfenbein

Esta pieza está entre las obras más significativas del museo y es del escultor holandés Jacob Zeller Que tardo más de dos años en concluirla. Este barco de guerra, en cuya vela mayor de marfil, tan fina como un papel, están grabados los escudos de armas de la pareja de príncipes electores Juan Jorge I y su consorte Magdalena Sibila de Brandenburgo. Los hilos de las jarcias son de oro y por ellos trepan diminutos marineros de marfil. Sobre las tablas del casco están esculpidos los nombres de los príncipes sajones que comienzan con Harderich, que vivió poco después del nacimiento de Cristo, hasta el elector Juan Jorge I de Sajonia. La figura de Neptuno, compuesta de varias partes, parece una anticipación en miniatura de las monumentales esculturas de las fuentes de Gian Lorenzo Bernini en Roma. Con ambos brazos, Neptuno, el poderoso dios de los mares, levanta la espléndida fragata . Fue una pieza que costó 3000 florines, lo que era una fortuna en la época.

 

Prunkkanne llamado kanne del dragón

El cuerpo de maceta hexagonal, que todavía insinúa la forma en que crece naturalmente  un cristal de roca que es  inusualmente grande y puro, así como las enormes asas fueron hechas en el taller de Praga por Dionysio Miseroni. Decoraciones casi idénticas adornan las superficies del cuerpo de la jarra hecha de una sola pieza de cristal de roca. Esta peculiaridad corresponde a la preferencia de Dionysio Miseroni por adornos dispuestos simétricamente. El marco plateado está tachonado de piedras preciosas y camafeos.

 

Board game case (1655, by Johann Georg Fischer), with the inner board for the game of Trictrac (a variant of backgammon)

 

Johann Georg I de Sajonia recibió la caja del juego de mesa como regalo de su hijo para su santo . El obsequio opulento presenta la vista desplegada de un juego de Trictrac, algo parecido al actual backgammon. El juego incluye treinta piezas. Las 15 piezas claras están decoradas con los retratos de reyes y emperadores alemanes. Las piezas oscuras muestran las efigies de los primeros 15 emperadores romanos desde César hasta Adriano. Por la parte de atrás tenía un ajedrez. En la parte frontal del cassette está tallada la Batalla de Zama (202 aC), en la que Escipión el Africano como general romano derrotó a su enemigo Anibal.
Esta maravilla de juego fue realizado por Johann Georg Fischer

Aderezo para disfraz de minero para el principe elector Johann Georg II

Este es un juego de valiosísimas joyas que el príncipe elector Johann Georg II lució en 1678 con ocasión de una procesión en honor de Mercurio, patrón de los mineros. El aderezo consta, entre otras cosas, de un pico de minero, un sable con su vaina, el cuchillo con su vaina, una funda de cuero y una lámpara de minero con accesorio para mecha. La inscripción, «Las piedras que están en posesión del hábitat de la montaña que se encuentra en estas tierras por la bendición de Dios» anuncia el orgullo de los recursos minerales indígenas.

Plato Esplendor con el juicio de Salomón

La abundancia de piedras de colores y esmalte, que cubre casi por completo el área dorada de plata, caracteriza numerosas obras del último tercio del siglo XVII. El cuenco ceremonial del orfebre de Freiberger, Samuel Klemm, quien  creó el famoso conjunto de mineros anterior, también transmite ideas cristianas. Enmarcado por diez segmentos densamente llenos de adornos de flores, aparece en el centro una pintura de esmalte que representa el juicio de Salomón.

 

Mercurio y Cupido Lenckhardt, Adam (1610-1661) |

Las figuras y los relieves hechos de marfil eran, similares a los pequeños bronces del Renacimiento y el Barroco, más bien íntimos, predestinados para objetos de colección privados. Por lo que la estatuilla de marfil del dios Mercurio con  Amor de Adam Lenckhardt es impensable sin el modelo de la fuente escultura monumental de bronce,de Adriaen de Vries 1596-1599 hoy en Moritzplatz en la ciudad imperial libre de Augsburgo. El mensajero de los dioses tiene prisa, porque ya lleva su sombrero de viaje (Petasos) y sostiene el caduceo en su mano izquierda. Con su mano derecha, el hermoso joven apunta al cielo, porque allí es donde su viaje lo llevará.

 

Rapto de las Sabinas Melchior Barthel

Melchior Barthel regresó después de muchos años en Italia en 1670 a Dresde, donde fue nombrado escultor de la corte, pero murió en 1672 a la edad de solo 47 años. La presentación del bien conocido Rapto de las Sabinas por los romanos se remonta a la escultura monumental de Giambologna en la Loggia dei Lanzi en Florencia.

 

Reloj de mesa con camello

 

El orfebre de Augsburgo, Hans Jakob Mair, ocupó el cargo de secretario de espectáculos desde 1679 hasta 1682, y desde 1684 hasta 1686  y, por lo tanto, fue probablemente muy apreciado en el gremio de Augsburgo. Su extensa obra representa la afición de aquellos tiempos por coloridos y al mismo tiempo preciosos objetos decorados de orfebrería. Entre sus clientes más importantes se encontraban numerosas casas principescas, como se muestra hoy en el Kunsthistorisches Museum de Viena, la armería del Kremlin en Moscú o el tesoro de Munich. El reloj de mesa con su estructura casi cuadrada y sus ricas molduras refleja completamente  el gusto de su época.  Hay una ventana de cristal de roca en el medio de cada vista lateral que permite ver el mecanismo de relojería. Los pies también de cristal de roca dan al reloj una cierta ligereza. Esta impresión está subrayada por el vibrante conductor de camellos , que en un ligero giro conduce al camello por las riendas. El animal arrodillado junto a él lleva una esfera de esmalte pintada con motivos florales como su silla de montar.

 Un pedestal de madera enchapada con carey sirve como un soporte para el camello con un jinete negro. La carga del animal es sorprendente, ya que contenía cuatro botellas de vidrio,  que se podía llenar de perfume con un pequeño embudo dorado. lapieza llego con Christiane Eberhard Ines von Brandenburg-Bayreuth (1671-1727), desde 1693 la esposa de Augusto el Fuerte y es de origen francés como denotan los lirios  que se han grabado en el collar de oro del camello.

Nautiluspokal con sátiro

Este tipo de copas hechas con la conc¡¡ha de un nautilus se llamaban Nautiluspokal y eran muy apreciadas en la época. El Sátiro sentado en la base de la copa parece tener que reunir todas sus fuerzas para llevar el caparazón del Nautilus. Su espalda torcida y su cabeza girada dan testimonio del peso del reposo sobre el cuello de su embarcación, que sostiene con las manos en equilibrio. En su punto más alto, aparece una pantera, símbolo del dios Dionisio, entronizada, sosteniendo un racimo de uvas en su pata izquierda. Se considera probado que la composición altamente inventiva se remonta al escultor de la corte sajona Balthasar Permoser.

 

Soldado con lanza y sable

El inventario previo de 1725 proporciona información valiosa sobre el origen de las figuras hechas de perlas en bruto de las que hay una extraordianaria colección, más de 50. Además del concesionario de Frankfurt Guillaume Verbecq, que actúa como proveedor en 16 casos, el origen parece ser Jean Louis Girardet, un auténtico especialista de origen francés que  trabajó en Berlín como «orfèvre en or et jouaillier«. El tema dominante de las figuras de perlas de Girardet es la soldadesca. El soldado heroico atrae tanta atención como el afligido y el mendigo que se ha convertido en un extraño a la sociedad. El hecho de que este tema estuviera revestido de los materiales más preciados no era de ninguna manera una contradicción. En disfraces cortesanos de la época, los disfraces de mendigos estaban hechos de las telas más nobles.

 

Completamente absorto en sí mismo, el patinador se desliza sobre el hielo, con los brazos cruzados sobre el pecho para protegerse del frío invernal. Viste un jersey azul cubierto con un esmalte translúcido, un par de pantalones cortos hechos de una perla barroca y medias azul claro. Lleva un sombrero hecho con un gran rubí en la cabeza y una bufanda alrededor del cuello. Pequeños diamantes  decoran el borde del sombrero, las bandas de cintura y las hebillas de los patines. El pedestal  en forma de caja está hecho de plata dorada y descansa sobre cuatro delicadas patas de garras.  Las pilastras lisas forman el marco arquitectónico de las cuatro placas pintadas con esmalte insertadas en las paredes del cofre. El paisaje de invierno holandés representado en el frente con numerosas personas retozando sobre una superficie de hielo es, al mismo tiempo, una representación del género pictórico holandes y el símbolo del invierno. La parte superior de la placa de vidrio facetada que representa el hielo está bordeada en la parte inferior por un ornamento de flores esmerilado y luego pintado en frío, que se refleja en una segunda placa de vidrio que hay debajo. La superficie del hielo transmite mediante este truco la impresión de una profundidad real.

 

 

Reloj con representación de la leyenda de San Huberto

En el reloj adornado con la leyenda de San Huberto, la función como  reloj  parece casi anecdótica. Más bien, es una presentación detallada de la leyenda de Hubertus con los medios de arte de la joyería. En una libre interpretación del conocido grabado de Alberto Durero (1501)  Johann Heinrich Köhler describe la leyenda popular, según la cual Huberto de Lieja se saltó la prohibición de cazar en Viernes Santo . Al perseguir a un hermoso venado, éste se volvió y dejó ver un crucifijo entre la cornamenta, resaltado por  rayos luminosos lo que provocó su conversión. En la tapa de la carcasa tiene lugar la escena principal y está flanqueada en las esquinas por cuatro cazadores  (arriba), de dos tocadores de cuernos de caza abajo (detrás hay sátiros) y  de dos leones y dos osos en el pedestal. Los colores verdes aluden a la vegetación del bosque.  Augusto el fuerte, el mismo un cazador, adoraba tanto  esta pieza que creó un lugar prominente para ella en la ventana de la Habitación de las joyas en la Bóveda Verde.

 

Moro con bandeja de esmeraldas

En 1581 como obsequio del emperador Rudolf II  llegaron al Elector Augusto dieciséis cristales de esmeralda, muy grandes, pero en parte ocupados con trozos de roca de limonita. Las gemas de color verde oscuro provienen de la mina de esmeralda  en Chivor-Somondoco (Colombia). A instancias de Elector Augusto, esta «maravilla natural» debía conservarse asi qie encargó al escultor Balthasar Permoser dos piezas de estos moros que en realidad estan inspirados en dos indigenas de la Florida que llegaron en 1722 como prisioneros de guerra del capitán Inglés Pecht a Dresde, de ahí los tocados tan exóticos.

 

Lucha de jinetes de madera de peral

Esta es una pieza de Johann Joachim Kretzschmar, escultor de la corte en Dresde, realizada en madera de peral. La escena de la batalla muestra a dos jinetes armados cargando uno contra el otro como enemigos feroces. A la izquierda, un guerrero turco dibuja su arco y apunta a un soldado de caballería vestido con un estilo europeo que ha sacado su pistola. Las víctimas del sacrificio se almacenan en el suelo. Obviamente, esta representación se refiere a la lucha victoriosa contra las tropas turcas en la Batalla de Viena en 1683, en la que también una poderosa fuerza sajona bajo el Elector Johann Georg III.

Mendigo con bolsa y pipa de tabaco

La combinación contrastante de madera y marfil llama la atención de las llamadas figuras combinadas, que han encontrado un lugar respetable dentro de la escultura barroca de marfil como un grupo estilísticamente independiente y que resultaban relativamente más económicas. Había dos mendigos en el museo que al parecer tenían una esposa mendiga y un niño mendigo. Las «familias» de este tipo eran artículos de coleccionista codiciados y hoy se encuentran en diversas colecciones europeas. Ellos se atribuyen principalmente a Simon Troger que se especializó en la fabricación de estos.

 

Gemelos maduros como monstruos

Conocido principalmente como un artista de marfil, Johann Christoph Ludwig no pudo establecerse como escultor de la corte. Las excelentes obras de marfil, como su crucifijo de 1737 y el esqueleto en el ataúd de 1743están también aquí. Como vemos también las curiosidades anatómicas tenían su lugar.

Del mismo autor, Johann Christoph Ludwig, estaba estacaja de nogal, que  contenía utensilios de escritura y sirve como un pedestal para la representación del bufón de la corte Joseph Fröhlich, que conduce su carro tirado por cerdos y un mono que simboliza la lascivia. Si abres una de las puertas laterales del curioso vehículo, puedes ver que está sentado con los pantalones bajados. 

 

Había también muchos modelos de cráneo humano realizados en marfil.

botella con cadena

El modelo y homónimo del cristal rojo brillante y translúcido era el rubí. La técnica de fabricación difícil aplica la última invención del alquimista y fabricante de vidrio Johannes Kunckel (1620-1703). Los recipientes hechos de este vidrio de formas diferentes se adornaban con plata dorada y se inspiraban a menudo en el arte de tallar piedra. La botella de cadena bulbosa forma un par con otra . El conocido  orfebre de Augsburgo Samuel Baur les dio magníficas versiones y  hizo piezas de coleccionista.

Buho

Augusto el Fuerte adquirio este buho en 1713  del joyero de la corte Gottfried Döring con ojos de ágata y sobre una base de oro y esmeraldas. En realidad es un vaso. La cabeza se quita a la altura del collar de diamantes. De especial calidad es también el plumaje más fino reproducido con pinceladas, cuya textura suave aparece inmediatamente perceptible.

Bueno y aqui lo dejo. para cualquiera que haya visitado la Bóveda verde habrá notado que faltan sin duda las piezas más majestuosas de toda la colección: las pertenecientes al gran orfebre Johann Melchior Dinglinger, pero, para no hacer esto eterno, he decidido dedicarle, merecidamente, una entrada propia que llegará pronto. Me comprometo.

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